DOCTORADO EN GERENCIA

Seminario  Avanzado Pensamiento Gerencial Emergente

 Dr. Carlos Zavarce

Doctorando Holanda García de Quijada.

Trabajo 2

MEMORIA 1

Diseñando la Libertad

Stafford Beer

ESTADO DEL ARTE DE LA DISCUSIÓN

 

El pensamiento gerencial tal como es concebido en la actualidad es el resultado del desarrollo de diversas ciencias sociales a principios del siglo XX, en función de la búsqueda del mayor nivel de rendimiento en los diferentes procesos industriales involucrados en el acto de la producción.

        No obstante con muchos años de anterioridad ya se habían planteados ciertos principios para el ejercicio de la gerencia que partieron desde la perspectiva filosófica y política para la aplicación concreta en el gobierno y sus instituciones, empezando por el autor clásico occidental Platón seguido por los autores ya mas contemporáneos;  Chester Barnard y Henri Fayol.

        Sin embargo estos principios sostenidos por los autores ya nombrados, en la era moderna caracterizada por un desarrollo vertiginoso del pensamiento racional y cognoscitivo no se implementaron, motivado que en un mundo, tal como lo plantea Vaclan, Havez;

“ dominado por la creencia, expresada en diferentes formas, de que el mundo es un sistema totalmente aprensible por el conocimiento y gobernado por un número finito de leyes universales que el hombre puede usar y dirigir racionalmente para preparar su propio beneficio” (1992)

 

Ocasionó, que prevaleciera la aplicación de aquellas  teorías que se fundamentan en los aspectos científicos-técnicos, que buscan verificar un conjunto de principios universales aplicables a cualquier situación organizacional.

Con la finalidad de procurar una mayor prosperidad para el patrón y un  supuesto bienestar para el obrero (1982:20) Taylor comenzó una  serie de estudios basados en las variables de tiempo y movimiento, para lograr en un mismo tiempo y con un número de movimientos mínimos el mayor rendimiento por parte del obrero lo que generó en considerar al hombre como una máquina y en consecuencia fue tratado como tal.

        Es así como con en el uso de esta práctica, el autor implantó la dicotomía de que existe quién piensa para el diseño del trabajo y otro menos capacitado se encarga únicamente de la ejecución del trabajo actuando de una manera sistematizada por no decir robotizada.(1982:46-52)

        De tal manera que la lógica empleada por este autor es de un alto nivel de racionalidad por parte de quién diseña la actividad laboral y trabaja con el argumento del individuo visto como la fuente generadora de riqueza mediante su desempeño en la organización a través de las pautas de la administración científica.

Con Hebert Simon (19789  se  inicia  el  estudio de  la  organización  entorno  a  todo lo referente a la toma de decisiones, abordando lo relacionado a la problemática, teoría, valores y psicología que predominan en el campo administrativo entorno a esta variables.

       De tal manera que  con Taylor se observaba que el gerente partía de una racionalidad excesiva,  con Simon se evidencia el uso de la racionalidad limitada al desempeño del jefe en alusión a las soluciones satisfactorias condicionadas por tres variables : Valores,  Habilidades y Conocimientos, en donde la política es la condición decisoria de la jefatura.

       Es así como Simon se avocó al estudio de los procesos decisorios en la organización bajo un estilo encuadrado en el paradigma del manejo identificándose dos procesos: la decisión y la acción, enmarcados en los criterios  de eficiencia, racionalidad y comunicaciones, en donde la lógica gira entorno al hombre administrativo.       

Sin embargo el enfoque de observar a las Organizaciones como un sistema el cual actué de acuerdo a principios que le permitan ser viable y respondiendo a un grado aceptable de adaptación se lo debemos a los trabajos e investigaciones realizados por el autor ingles Stafford Beer.

Beer desarrolló un marco conceptual para explicar las características estructurales de Organizaciones complejas, que denominó el «Modelo del Sistema Viable”(MSV). Este modelo permite explicar y analizar los mecanismos de comunicación y control con que opera cualquier organización social viable y por ello, la efectividad de sus procesos de aprendizaje y adaptación.

Muchos de sus seguidores han aplicado sus ideas al análisis y diagnóstico de Organizaciones sociales, así como al diseño de modelos gerenciales y de control de gestión.

Los teóricos en administración de empresas utilizan en forma creciente el MSV como un modelo útil para explicar las características que desarrollan las organizaciones contemporáneas al operar en un contexto político, cultural, macro-económico, tecnológico y social altamente complejo, variable e interrelacionado.

        Es así como este autor, a criterio de Mariña M (1999) ha planteado un Modelo de Sistema Viable aplicado a las Organizaciones el cual contribuye el diseño de las funciones organizacionales, capacitándolas para que operen simulando los comportamientos de los seres vivos, es decir, autorregulándose para que puedan mantener un equilibrio proporcionado por la información accediendo a niveles de entropía aceptables, garantizando la viabilidad de la institución, lo que implica adaptabilidad y sobrevivencia.

        Lo anterior ha permitido desarrollar toda una teoría entorno a la cibernética aplicada al campo gerencial, entendida como la ciencia de la organización eficaz y eficiente con la finalidad del mejoramiento del manejo de la complejidad que debe ser enfrentada por las diferentes Organizaciones. De tal manera que Stafford Beer asume una postura ante el tema de la gerencia, basada en los criterios de adaptabilidad desarrollando una teoría fundamentada en los principios de libertad de acción relacionados con la interacción de funciones entre los diferentes  actores organizacionales, con respecto al diseño organizacional partiendo desde los niveles inferiores, es decir, los más cercanos a las unidades de negocio.

La cibernética como ciencia se asocia a los nombres de Norbert Wiener y Arturo Rosenblueth. Los dos esttudiosos  diseñaron un ciclo donde se relacionaba la comunicación y control,  donde concluyeron “No puede haber control si no hay comunicación y la información por si sola no sirve para producir el resultado esperado. Comunicación y control forman una dualidad que se complementa mutuamente”.

De esta manera, Norbert Wiener y Arturo Rosenblueth, definen la cibernética como “la ciencia de la comunicación y el control en los animales y las máquinas”. Ahora bien, en las aproximaciones modernas a la teoría de las Organizaciones, la «Cibernética Organizacional” ha hecho mayores aportes a la comprensión de los problemas de control en Organizaciones  complejas.

Postura Critica y Relacion con la Investigacion

Podemos inferir que la cibernética organizacional es una disciplina que no entra en contradicción con otras metodologías existentes, sino que, brinda el fundamento necesario a las entidades para poder obtener el mejor provecho de otras técnicas que se apliquen sobre aspectos específicos, en procura no solo de implementar programas de evaluación, sino de hacer viable que cada organización se entienda a sí misma como sistema, cree sus propios mecanismos de autorregulación en tiempo real y de aprendizaje institucional.  Donde la concepción sistémica entiende la realidad observada, llámese ser vivo, máquina, objeto u organización, no como un simple conjunto de partes o la suma de ellas, sino como un conjunto de relaciones. Dicho conjunto de relaciones, que la explican, la caracterizan y la hacen única, produce lo que se conoce como las propiedades emergentes de ese sistema.

 

La reforma de la universidad, de manera ya muy clara a partir  del siglo XIX, se fundamentó en la idea de orientar la educación profesional hacia problemas relacionados más directamente con las necesidades de la industria, el trabajo y la vida cotidiana, y no sólo con cuestiones del espíritu y la estética. Se perfilaba cierto pragmatismo utilitarista que buscaba relacionar los servicios educativos proporcionados por las escuelas profesionales de la universidad, con las necesidades más específicas de la economía y la sociedad, y con la vocación práctica de los individuos, ayudando así a resolver los problemas de las empresas y la producción industrial

Por lo que podemos afirmar que una organización logra más fácilmente su propósito en la medida en que se manejen niveles de autonomía, es decir, que una parte importante de las decisiones se tomen localmente, entre otros aspectos porque se gana en autorregulación de manera sustancial.

Estas teorías cibernéticas han sido desarrolladas sobre la base del estudio de las características estructurales de los seres vivos. Con este fundamento teórico, el concepto de sistema viable se puede desarrollar y aplicar a Organizaciones sociales como son las Universidades. Un sistema viable es aquel que es capaz de mantener una existencia independiente. El principio cibernético más elemental sobre Organizaciones sociales se enuncia así: una organización viable es aquella que es capaz de, adaptarse y reaccionar rápidamente a las condiciones de su entorno y ademas, promover cambios en su entorno para poder desarrollarse.

En ese sentido, las Universidades que mejor funcionan son las flexibles, en las cuales hay creatividad, confianza en la gente, buen nivel de conocimiento sobre las tareas, capacidad de reaccionar ante las circunstancias imprevistas e incluso de anticiparse a situaciones que puedan pasar en el entorno. Ese sería el modelo de una organización efectiva y flexible. Por ello, lo que plantea la cibernética es que el mejor modelo que se puede encontrar en la naturaleza son las Organizaciones tipo red.

El fundamento que está detrás del modelo viable, es que la mejor organización hacia la que debemos avanzar, es una compuesta por pequeños grupos compactos, con alto manejo de conocimiento y muy buenas comunicaciones con su entorno; pero, a la vez, con una serie de pautas claras y mecanismos de  coordinación y control, que permitan articularlas como una red en una organización con identidad y cohesión.

Las características del modelo viable son:

·   Lo que produce la organización, deben estar bajo control.

·   El sistema como un todo debe ser estable

·   El sistema debe ser capaz de adaptarse y evolucionar.

El modelo del Sistema Viable  puede establecer los requisitos estructurales necesarios y suficientes para que las Universidades puedan ser viables. Como tal, el modelo puede ser usado tanto para establecer un diagnóstico organizacional, como para rediseñar la organización.

Este modelo se ocupa de la enorme complejidad propia de las Universidades y de su manejo por parte de la gerencia.

Este hecho, unido a otros no menos importantes, como los cambios en la demanda de estudios universitarios, la introducción de las tecnologías de la información en el ámbito académico y la creciente competencia en la actividad investigadora, ha llevado a los miembros de la comunidad universitaria y de educación superior en general y a los gestores de las instituciones en particular, a introducir técnicas importadas del mundo de la gestión empresarial para aumentar la competitividad de sus instituciones. Tomando en cuenta que cada organización tiene unos subsistemas subordinados, que deben estar organizados mediante mecanismos de monitoreo, control, inteligencia y políticas, lo que significa estar cohesionado y adecuadamente relacionado.

Lo expuesto en materia de la cibernética organizacional sirve como patrón de comparación, generando modelos para el diagnóstico y rediseño de las entidades; para ayudar a las Universidades a que avancen hacia un esquema más flexible, adaptativo, moderno y más adaptado a las condiciones contemporáneas.

No se puede pretender que una Universidad pública, tal como existe en este momento, sea absolutamente autónoma y viable, porque, entre otros aspectos, debería iniciarse por reformar las normas vigentes. Muchos de los obstáculos a la eficiencia de las Universidades públicas, son producto de su estructura y de la normatividad. No obstante, no plantea que sólo se puede cambiar el modelo, revolucionando el sistema de leyes y de estructura del sector universitario.

El modelo brinda criterios para cambiar algunas de esas leyes y estructuras y además para cambiar algunas condiciones de diseño y mejorar a pesar de las condiciones de contexto jurídico y operativo.

Es necesario ser consciente que, a pesar de lo difícil que es diseñar y montar en lo público una organización viable, hay que hacer esfuerzos en esta vía. Las entidades públicas, por lo menos las que prestan servicios a la comunidad, Salud y Educacion, entre otras, son Organizaciones que tienen que ser viables, pues tienen a su cargo una de las responsabilidades centrales del gobierno que es promover desarrollo socioeconómico en las comunidades. Nuestro sistema de educacion superior tiene que evolucionar hacia sistemas más viables; sin tantas limitaciones legales, ser más autónomo y eliminar el exceso de controles.

La reflexión final desde el punto de vista de lo que es el control interno, es que este modelo enseña que cuando se habla de control en las Universidades se debe responder a las preguntas: ¿La Institucion hizo lo que se propuso o no? ¿Fue capaz de cumplir con su misión social o no?

Es imposible seguir anclados en viejos metodos, ya agotados. La Gestion Universitaria aún sigue atrapada en el cumplimiento de formalismos que la hace creer que tiene control.

Es más útil desarrollar políticas tendientes a que, las Universidades cuenten con mecanismos efectivos que les permita, en términos de su propósito, observarse y corregirse en tiempo real, aprender y potenciar la acción institucional para un mejor cumplimiento de su misión. Como lo expresa Mariñas M. (1996) “La eficacia (competitividad) de una organización aumenta, cuando en ella aumenta la distribución de información”.

Por esa razón, aunque el control interno en las entidades debe contribuir a resolver problemas de  ineficiencia, su alcance debe ser mucho mayor. Debe ocuparse prioritariamente de que la Universidad tenga alineados su estructura, sus procesos y sus recursos al cumplimiento de su propósito misional y, además, que disponga de los mecanismos para que la sociedad pueda medir y así establecer el cumplimiento efectivo de dicho propósito.