DOCTORANDO HOLANDA GARCIA  DE QUIJADA

Evaluación Del Impacto De Las Técnicas Gerenciales En El Desempeño Organizacional De Las Instituciones De Educación Superior

 

INTRODUCCION

Este trabajo propone desarrollar una metodología a la evaluación del  impacto de técnicas gerenciales validadas en el mundo empresarial en el desempeño organizacional de las instituciones de educación superior. En tal sentido, la combinación de los referentes teóricos referidos a técnicas gerenciales, desempeño y organizaciones complejas provee una nueva concepción metodológica para abordar la evaluación de organizaciones del conocimiento como son las universidades. Se considera que el avance de la sociedad del conocimiento impone un cambio en el contexto en que operan estas organizaciones pero en ningún caso cambia el rol asignado por la sociedad respecto a su construcción. Del mismo modo, las organizaciones universitarias demandan técnicas gerenciales que son provistas o tomadas de organizaciones empresariales, las cuales en naturaleza, objetivos, funcionamiento e interacción con el entorno difieren significativamente de las primeras. Allí surge un primer cuestionamiento a su efectividad organizacional. De otro lado, se aborda el sentido del uso o aplicación de las técnicas gerenciales; estas no operan en un estado de aislamiento organizacional. Por el contrario, asumen un sentido y sobre todo cumplen o estiman cumplir una misión dentro de las organizaciones complejas y de conocimiento, como las universidades. Ese sentido y misión se asocian, en la definición del tema de tesis doctoral, con el desempeño organizacional de las universidades. Sentido y misión procuran a grandes rasgos un incremento en la competitividad o en la mejora de procesos, en la eficiencia del uso de recursos, entre otros beneficios esperados. Por ello al cuestionamiento inicial se une un segundo aspecto, referido a si los resultados obtenidos en términos de desempeño organizacional por la aplicación de técnicas gerenciales originadas en el mundo empresarial resultan satisfactorios en los términos esperados. Las universidades como organizaciones complejas son consideradas, además, como organizaciones de conocimiento. En ellas coexisten lo administrativo y lo académico, resultando difícil separar los procesos asociados a cada uno de estos ámbitos. Como supuesto empírico, es posible que la gestión de lo administrativo opere adecuadamente con técnicas gerenciales y que ocurra lo contrario con la gestión académica. Igualmente, es posible que como organizaciones complejas la dificultad de separación de lo administrativo de lo académico imponga limitaciones al desempeño organizacional resultante de la aplicación de técnicas gerenciales. También es posible que la aplicación de las técnicas produzca mejores resultados por razones originadas en el hecho de ser organizaciones de conocimiento. Por ello se pretende, finalmente, aproximar una metodología de evaluación del uso e impacto de técnicas gerenciales en instituciones universitarias a la luz del desempeño organizacional resultante como vía para resolver las interrogantes planteadas.

Palabras clave: Universidad, metodología de evaluación, organizaciones complejas, desempeño organizacional, sociedad del conocimiento, organizaciones del conocimiento, técnicas gerenciales.

 

El Problema

 

Existen muchos planteamientos donde se reconoce la transición de la sociedad industrial, a la sociedad de la información y mas recientemente a la sociedad del conocimiento. Igualmente, existe un punto común de acuerdos acerca del rol fundamental que juegan las instituciones de educación superior, no sola en su construcción sino también en los procesos sociales vinculados a la sociedad del conocimiento.

El avance de la sociedad del conocimiento representa un cambio en el contexto de la educación superior que ejerce mucha influencia sobre el funcionamiento de las universidades (Comunidad Europea, 1995, 1997, 2003). La discusión acerca del desarrollo de la educación y específicamente de la educación superior, ha estado latente desde el siglo XIX cuando las universidades se dispusieron a dar respuesta a las nuevas demandas de la era industrial.

En ese período, se empieza a percibir claramente que ese desarrollo tecnológico sólo es posible si se dispone de recursos humanos altamente cualificados. En la sociedad del conocimiento, a diferencia de la sociedad industrial, se considera que son el conocimiento y la tecnología, y no ya la mera producción industrial, los elementos de mayor impacto para el desarrollo económico y social de las sociedades.

En una sociedad de organizaciones, asentada crecientemente en la racionalización y la burocracia, el trabajo especializado se constituyó como su insumo funcional más importante. La reforma de la universidad, de manera ya muy clara a partir  del siglo XIX, se fundamentó en la idea de orientar la educación profesional hacia problemas relacionados más directamente con las necesidades de la industria, el trabajo y la vida cotidiana, y no sólo con cuestiones del espíritu y la estética. Se perfilaba cierto pragmatismo utilitarista que buscaba relacionar los servicios educativos proporcionados por las escuelas profesionales de la universidad, con las necesidades más específicas de la economía y la sociedad, y con la vocación práctica de los individuos, ayudando así a resolver los problemas de las empresas y la producción industrial (Jones, 1915).

Este hecho, unido a otros no menos importantes, como los cambios en la demanda de estudios universitarios, la introducción de las tecnologías de la información en el ámbito académico y la creciente competencia en la actividad investigadora, ha llevado a los miembros de la comunidad universitaria y de educación superior en general y a los gestores de las instituciones en particular, a introducir técnicas importadas del mundo de la gestión empresarial para aumentar la competitividad de sus instituciones (UPC 1999).

Al referirse a técnicas se alude directamente a técnicas gerenciales o de apoyo a los procesos administrativos que operan en estas particulares organizaciones. Podemos decir que los Modelos Gerenciales son estrategias de gestión operativa de administración (Gilbreath 1997) que se utilizan para direccionar el sistema estratégico de una empresa u organización, tanto como para impulsar sus procesos internos y obtener de manera eficiente los productos con los que interacciona con el entorno.

(Ibarra, 2003) considera que los Rectores deben gobernar a las universidades como si fuera una gran empresa, “utilizando todo el herramental técnico que les proporciona la gestión de los negocios para alcanzar la mayor eficiencia y productividad y en consecuencia, para posicionarse adecuadamente en los mercados globales del conocimiento” Esta atractiva declaración, apoyada en el sentido común, desdeñan o desconocen las diferencias entre una empresa y una universidad, haciendo equivalentes el trabajo fragmentado de la fábrica y la oficina al trabajo académico y la producción de bienes y servicios a la formación de ciudadanos o la generación de conocimiento.

Al aplicar la gestión de los negocios al manejo de la universidad se la equipara con la empresa, con lo que sus funciones sustantivas comienzan a ser tratadas como tareas estandarizadas y el conocimiento como un recurso valioso sólo en la medida en la que demuestra su utilidad práctica en el menor plazo posible; los funcionarios y rectores que así piensan, transforman la complejidad de la universidad hasta reducirla a simple fábrica de conocimientos, operada mediante tecnologías administrativas que subordinan sus funciones a las exigencias del mercado y la ganancia. Afortunadamente, “la universidad ha contado en todo momento con espíritus rebeldes siempre atentos para defender al conocimiento de los desenfrenos y embates renovados de la administración” (Rhoades, 2000; Porter, 2003).

De entre las técnicas de gestión utilizadas en educación superior, es destacable el uso creciente de técnicas analíticas como la reingeniería, planificación estratégica, benchmarking, justo a tiempo, mejora continua, entre otras, (Séller 1983, Álamo Vera 1995, Thomas 1996), junto con otras como la gestión de la calidad (Challiol et al. 1986a, 1986b, Peña 1999).

Con el uso de estas técnicas, se pretende que las universidades “mejoren” o “sean más competitivas”. Sin embargo, se puede cuestionar la bondad del benchmarking como herramienta de apropiación de experiencias ajenas y su adaptación con éxito a una dinámica organizacional en funcionamiento. Constatadas estas dos posiciones, con esta tesis doctoral se pretende evaluar hasta qué punto y en qué condiciones las técnicas gerenciales validadas en el mundo empresarial y exportadas a ámbitos ajenos del que surgieron, tal como se utiliza actualmente en las instituciones de educación superior, sirve para cumplir los objetivos que se le asigna en su papel de herramienta de ayuda a la gestión universitaria (Gilbreath 1997).

 

Al enfrentarse a este tema de investigación, aparecen ciertos problemas de orden conceptual: Cuando una investigación en gerencia estratégica o en teoría de organización pretende evaluar la utilidad de determinada técnica o la bondad de determinada característica organizativa, la estrategia investigadora más frecuentemente utilizada es intentar establecer una relación de causalidad entre la presencia o ausencia de la técnica o la característica y una medida del desempeño organizativo. En ese sentido se relaciona con la rentabilidad, eficiencia y productividad, productos, insumos, resultados, recursos, efectividad, medios, gastos, ingresos, oportunidad, congruencia y factibilidad en la toma de decisiones.

 

En la mayoría de los casos, la investigación sobre la relación entre técnicas gerenciales y desempeño, se lleva a cabo en organizaciones empresariales y las medidas de desempeño son fundamentalmente de naturaleza económica. En el caso de la universidad, el uso de medidas de ese tipo puede juzgarse como discutible, en el caso de las universidades privadas, o claramente inadecuado, en universidades públicas. En definitiva, el primer trabajo del investigador consiste en definir con precisión qué entiende éste (o la comunidad científica) como el desempeño organizacional derivado de la puesta en práctica de una determinada técnica o un conjunto de estas técnicas  gerenciales en las universidades.

 

Contribuciones de gran impacto bibliométrico en teoría de organización apuntan que las universidades son organizaciones muy diferentes de las empresas, en lo relativo a los parámetros de diseño, los mecanismos de coordinación y los procesos decisionales,  (Mintzberg 1979, 1989). Este hecho hace pensar que el significado y el contenido de las “técnicas gerenciales” pueden presentar ciertas diferencias con el contexto empresarial. Por lo tanto, el investigador también debe intentar conocer qué significa “técnica gerencial” en educación superior.

Es en este contexto en el  cada vez cobra mayor importancia el estudio de la universidad como “organización” y el papel de la gestión de los negocios en el manejo de cada una de sus funciones y tareas, suscitando en años recientes un fuerte debate sobre los efectos que esta transformación supone para la universidad, sus comunidades y la sociedad. Lo que se cuestiona no es el uso de las técnicas administrativas en sí mismo, como la aceptación de sus criterios de eficiencia y productividad, sino,  La discrepancia sobre la identidad de la universidad como institución social o como organización mercantil;  sobre la determinación de la naturaleza de las funciones de la universidad como bienes públicos inalienables o como servicios susceptibles de apropiación privada y la disputa sobre los modos de organización de la universidad como comunidad de conocimiento o como corporación burocrática.

 

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

 

Objetivo General

Evaluar el impacto de las técnicas gerenciales en el desempeño organizacional de las instituciones de educación superior

Objetivos Específicos

·  Conceptualizar las universidades como organizaciones donde el impacto de la aplicación de técnicas gerenciales se realizan en condiciones diferentes a las de organizaciones empresariales.

·  Explorar mediante el uso de técnicas Delphi la situación e impactos de las técnicas gerenciales en los ambientes universitarios.

·  Evaluar el impacto de las técnicas gerenciales en instituciones de  Educación Superior.

·  Diseñar una estrategia gerencial, con base en la gerencia participativa aplicada a las instituciones de educación superior

 

Justificación

           

Los aspectos esbozados son indispensables para comprender lo que es la universidad  hoy,  bajo una hipótesis general que debemos confrontar: la universidad como institución experimenta una subordinación creciente ante los intereses económicos que se disputan el control de los mercados globales del conocimiento, pero mantiene también una libertad relativa que juega como contrapeso importante en tal relación de subordinación.

 

Se encuentra crecientemente subordinada, porque los grados de libertad del trabajo académico se han visto continuamente reducidos, a través de la operación de mecanismos administrativos de control indirecto y a distancia. Tales mecanismos convierten ciertas prácticas en rutinas que inducen la normalización de ciertos comportamientos, favoreciendo la reinvención de las identidades sobre la base de la disciplina y la obediencia (Ibarra, 2001: 350-351, 361 sigs.).

Por su parte, la universidad mantiene su libertad relativa porque sigue siendo un espacio utópico de resistencia de la sociedad, en el que aún es posible, desde la marginalidad de la acción de individuos y grupos que se niegan a aceptar las condiciones de su presente, imaginar y producir los futuros de lo impensable.

 

Aunque la racionalidad del mercado se instituye como el criterio general que orienta las decisiones y prácticas en la modernidad, la sociedad ha conservado su capacidad para redefinir constantemente los espacios sumergidos, por ser negados o ignorados desde el poder, relacionados con comportamientos que operan bajo un modo de racionalidad distinto. Cuando pensamos que todo está perdido, que ya no hay alternativas, la libertad creativa del homo socialis nos sorprende con nuevas respuestas inimaginadas, abriendo cauces para edificar un mundo mejor.

 

En conclusión, al reconocer la empresarialización de la universidad y sus consecuencias nos preparamos para trascenderla. Esta es la manera de impulsar un nuevo ciclo, la revolución o el triunfo de la razón, en donde lo que en la universidad había sido hasta ahora asediado y marginal –la libertad, el conocimiento, el diálogo y la pluralidad se proyecte como la posibilidad para hacer emerger nuevos modos de existencia, que restituyan al mercado y a la economía la posición subordinada que siempre debieron de tener. Sólo entonces podremos afirmar que el manejo del país y el manejo de la universidad se realizan desde las razones de la sociedad.