EL ROSTRO AJENO

Kobo Abe


Editorial Siruela.

Libros del Tiempo, 62

En el centro de esta novela arde la vasta soledad rencorosa de un hombre que ha perdido su cara y vive resignado a la postiza humanidad suplementaria de una máscara. Ese hombre escribe un intensísimo monólogo final que quiere justificar un hecho intolerable que ha cometido y le ha apartado de su esposa, de él mismo y del mundo. Las densas reflexiones de su monólogo son también una espiral en la que sucesivamente podemos entender una larga huida desesperada que le saque de la invisibilidad que padece y le reconquiste el puesto que ocupaba en la sociedad (a la manera angustiosa de Franz Kafka), un doloroso proceso de reconstrucción física y espiritual que pasa por una carnalidad feroz y arrebatada y un inquietante ensayo general sobre las máscaras que explora su naturaleza, su misterio, su profundo simbolismo (más profundo en esa cultura oriental que empieza en Venecia y acaba en el teatro japonés) y la posibilidad de una utópica sociedad de unánimes enmascarados con sus usos y esperanzas y aboliciones. Estas páginas, por alucinadas, imaginativas y coherentes son las mejores de la novela. Lectores atentos también entenderán que se trata de una remota revisión acertadísima de El extraordinario caso del doctor Jekyll y Míster Hyde de R.L.Stevenson que radicaliza las oscuras transgresiones que el reticente original apenas apuntaba y que no faltan las simetrías con el protagonista de El hombre invisible de H.G.Wells, desde las gafas oscuras y las apretadas vendas blancas que remedan una cara que no existe a su vana convicción de ejercer la violencia sobre los demás para imponerles su razón, su furia, su miedo atroz y solo.

 

Marcos González Mut

 

[ cine ]