Artículo
de la semana
Cómo Mantener la Fuerza de un Emprendedor
en Tiempos de Crisis.
Por Alejandro Molina Bortoni
El emprendedor debe siempre cuidar de sí mismo. Su recurso principal radica en esa fortaleza física y mental que lo convierte en una persona capaz de transformar su entorno.
La desintegración del potencial personal es uno de los principales factores del fracaso o el éxito de un emprendedor. El efecto del exceso de trabajo puede ir más allá de la angustia natural y transformarse en ansiedad, la cual convierte a una persona de éxito en un individuo agobiado, que pierde su fuerza de cambio y su capacidad de adaptación. El alto nivel de preocupación frente a las demandas extremas, así como la necesidad de controlar tantas variables, van disminuyendo los recursos personales como la paciencia, el deseo de logro y la capacidad de manejar un negocio exitosamente.
Un
emprendedor requiere de varias habilidades para transformar su realidad. A continuación
encontrará los principales indicadores de crisis y las alternativas para
mantener su fuerza de emprendedor.
Pérdida de Alegría (Aunque No lo Crea)
Podríamos
pensar que este no es un elemento de peso, pero por supuesto que lo es. El emprendedor,
a diferencia de aquel que tiene un trabajo rutinario, obtiene una alegría
especial al transformar su entorno, correr un riesgo y buscar el éxito.
Es emprendedor desde el momento en que acepta el reto de
superar obstáculos y confiar en su capacidad para enfrentarlos.
Sin embargo, cuando las demandas son extremas y su energía de cambio se ve rebasada por el nivel de presión, lo que inicialmente fue un reto se manifiesta como un agobio, un problema y una causa de insatisfacción que lo lleva a quejarse permanentemente. Esa condición desesperada puede incluso invadir sus espacios personales y familiares.
Disminución de su Capacidad Creativa
El
exceso de trabajo produce en el emprendedor la impresión de hallarse
en un túnel, en el cual las expectativas de éxito disminuyen y
la visión de oportunidad se ve afectada por las demandas del trabajo.
La sensación de túnel es característica del deprimido,
que no encuentra alternativas para ir adelante. El recurso creativo de un emprendedor
es el eje de su fuerza
debido a la cantidad de obstáculos que debe sortear para llegar a su
meta.
Alto Nivel de Ansiedad
La angustia es un estado natural en todo emprendedor y una señal de alerta que permite activar todos los sentidos en función de un reto.
Sin embargo,cuando se experimenta la desintegración del potencial,
las dificultades comienzan a generar un estado de ansiedad que se manifiesta como una punzada permanente en la boca del estómago que va deteriorando el estado físico y mental del emprendedor.
Insatisfacción Ante lo Logrado
Ante el alto nivel de presión, los logros se minimizan y más que verse como avances, se perciben dentro de una realidad adversa que no permite realizar los sueños.
No deje que su potencial se desintegre ante las demandas del negocio y el entorno adverso. Lo más valioso del emprendedor es su persona; no permita que la realidad lo someta y acabe con su gran potencial.
Para evitarlo hay seis acciones específicas que pueden serle de gran utilidad:
1) No deje que la realidad lo someta. Convertirse en víctima del sistema no le ayudará. La característica del que emprende es su proactividad frente al cambio y su optimismo ante la realidad. Cuando las tareas diarias lo conviertan en presa fácil del exceso y la rutina, pasará al grupo de los eternos quejosos de que "La situación es compleja y difícil". Nunca deje de intentar soluciones: más que como problemas, las dificultades deben verse como retos cotidianos.
2) Incremente sus alternativas de efectividad. Son muchas las alternativas tecnológicas que pueden favorecer su capacidad de hacer más con menos.
Capacítese e invierta en su efectividad personal; en la medida en que pueda abarcar más aspectos del negocio con menor esfuerzo, podrá canalizar sus recursos a lograr el éxito deseado.
3) Delegue lo más que pueda. Cuando el trabajo aumente, busque la forma de delegar. Descubrirá que si se reúne con gente de calidad, lo delegado se convierte en reto para otras personas que, por lo general, lograrán realizar esas acciones aún mejor que usted.
4)
Céntrese en el foco de su negocio. Renuncie a las actividades que actúan
contra el foco de su negocio. Ante la demanda de actividades, algunos emprendedores
pierden el eje de las acciones que generan las ganancias y consolidan el negocio,
e invierten su tiempo en tareas menores que no están
correlacionadas con el éxito de la empresa.
La presión los orilla a invertir su tiempo en pequeños problemas mientras descuidan los que realmente serán la causa de su fracaso.
Identifique las acciones que le dan éxito –aquellas que le permitan centrarse en la diversificación de su negocio-- y por ningún motivo se desvíe de ellas.
5) No pierda el sentido de su proyecto. El sentido es la motivación más profunda de un emprendedor. En situaciones de crisis eleve su visión y recuerde que el reto que enfrenta es sólo un obstáculo en función de un proyecto de vida. Decídase a aportar valor y no pierda de vista lo que representa el éxito de su empresa.
6) Manténgase activo y saludable. No permita que el exceso de trabajo le quite momentos para mantener su salud física y mental; de hacerlo, poco a poco acabará con su fuerza emprendedora y su energía de transformación.
Cuide su espacio personal. Agregue calidad a su sentido de logro y a la capacidad de visualizar alternativas de futuro. Los recursos personales son la base de nuestra capacidad creadora; no olvide que atenderse a sí mismo y cuidar de su energía transformadora es la mejor inversión que puede hacer para asegurar el éxito de su empresa.
http://www.e-intras.com/articulo_15.htm