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La
Escuela hacia la Calidad Total |
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Autor: Lic. Alicia
A. Benesch (Colegio Florence Nightinga) |
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La Escuela hacia la Calidad
Total
Benchmarking
Siendo la escuela una organización, una
institución cuyo fin primordial es la formación de nuestros
niños y adolescentes ya sea ésta Estatal, Municipal,
Privada, Provincial, Nacional, etc., ¿por qué dejarla sin los
beneficios del uso de herramientas de la Administración de
Calidad Total?
Acaso, ¿no hay establecimientos que
podrían mejorar sus procesos de evaluaciones, área de
tecnología, índice de matriculación, deudores, imagen de la
institución, ...? por citar sólo algunos de los Factores
Críticos de éxito de estas empresas tan especiales, que
tienen a su cargo (nada más y nada menos) la formación de
nuestros jóvenes. Muchas de las instituciones no cuentan
con procesos sistemáticos y continuos de investigación y
aplicación de estrategias exitosas de Calidad Total.
La
sociedad es dinámica esto no es novedad. Modifica sus valores,
costumbres, hábitos, creencias, métodos de
comunicación, estructura familiar, ... No responde a
modelos estáticos, entonces ¿por qué hay establecimientos
educativos que se aferran a ellos? ¿No deberían ser
"modelos" de "organizaciones que aprenden"? ¿No deberían ser
ejemplos de "dinamicidad"? ¿No deberían ser precursoras de
la búsqueda de la Calidad Total tanto educativa como
administrativa o ediliciamente? Para tantas preguntas
existen, afortunadamente, respuestas. Consideremos la
posibilidad de aplicar en las organizaciones educativas un
proceso que puede ayudar a aumentar ideas, que a su vez
promuevan acciones para tratar problemas
específicos.
El proceso al que hago referencia es el
denominado Benchmarking, que básicamente es una excelente
fuente de ideas.
Intentemos explicar su concepto que
vale aclarar, no es estático sino dinámico y adaptable a
diferentes necesidades.
Se trata de un proceso que
estimula cambios y mejoras en las organizaciones en base a
información recopilada, midiendo así el desempeño, tanto
propio como el de otros. Este proceso debe ser sistemático,
formal y organizado para promover un conjunto de acciones
en un orden particular, siendo una secuencia coherente y
esperada que cualquier miembro de la organización
pueda repetir. Es continuo porque tiene lugar en un períod
o de tiempo más o menos extenso, para poder demostrar la
dinamicidad de las estrategias comerciales o de sus
resultantes. Permite diagnosticar, medir, comparar y evaluar
entre otras cosas los servicios, procesos de trabajo,
funciones, etc., facilitando el aprendizaje sobre uno mismo y
los demás (obsérvese el carácter dinámico de estas
expresiones!) enfocando el estudio de éstos últimos en cómo se
prestan o realizan los servicios y no tanto en qué servicio
se realiza o se presta.
Agreguemos a lo expresado
precedentemente que el proceso de benchmarking puede aplicarse
a cualquier organización, institución o establecimiento que
produzca resultados similares o no buscando en su
investigación la mejores prácticas comerciales
para implementar en las áreas a mejorar.
El proceso
de benchmarking parte de una investigación inicial para
detectar las empresas que son conocidas en el área
examinada y establecer así las mejores de su clase o
representantes de las mejores prácticas.
Todo el
análisis previo permite establecer comparaciones
organizacionales y determinar las estrategias a seguir hacia
el mejoramiento del área en cuestión.
Imaginemos
ahora un establecimiento educativo que no esté satisfecho con
sus evaluaciones de alumnos, o de personal, o tal vez que
tenga como meta mejorar su índice de matriculación, o su
imagen en la comunidad, ... En fin, los aspectos que
podrían necesitar mejoras son muchos... Imaginemos ahora
que tal vez se prueba con un proceso de benchmarking y se
obtienen resultados altamente satisfactorios, ¿no quedaría
espacio en nuestras instituciones para implementar la práctica
continua de algunas herramientas de Calidad
Total?...
Propongo ahondar paulatinamente el proceso de
benchmarking. Probablemente quienes deseen hacer un
aprendizaje de sus competidores comparando prácticas de
calidad, crean en el espíritu de cooperación entre
organizaciones y posean mentes abiertas a los cambios,
podrán encontrar muchas áreas donde aplicar este proceso. El
objetivo: un mejoramiento continuo en un medio
de aprendizaje.
Lic.
Alicia A.
Benesch
Colegio Florence Nightingale
Bibliografía:
Benchmarking. M. J. Spendolini. Grupo Editorial Norma Colombia
1994
La Escuela hacia la Calidad
Total
(Segunda
parte)
Benchmarking
¿Puede una organización "aprender de
otros"?. La respuesta es "sí" hoy más que nunca debido a las
duras condiciones del mercado en nuestro país, necesita
hacerlo para lograr una eficiente
competitividad.
Cuando se decide aplicar una estrategia
de calidad Total, tal como un proceso de benchmarking, se
están involucrando actividades de planificación,
organización y análisis que responden a objetivos específicos
de aprendizaje, orientados a descubrir, emplear y adaptar
nuevas estrategias para las diversas áreas de la
organización.
Al analizar otras organizaciones se hace
una ineludible comparación con la propia, adoptando un nuevo
punto de vista, una óptica diferente que hace percibir
nuestra organización "desde afuera". Esta situación abre
nuestras perspectivas y amplía nuestros horizontes
señalándonos una gama de nuevas posibilidades en lo referente
a las acciones a seguir para mejorar los
servicios, productos o aspectos en estudio.
En este
contexto, el benchmarking se convierte en una herramienta
fundamental de búsqueda externa de ideas y
estrategias.
Consideremos que la actividad de
benchmarking puede ser también interna. Esta posibilidad se
presenta cuando en una organización más de un área,
departamento o división llevan a cabo tareas o funciones
similares o coincidentes en algunos aspectos. Los
diferentes grados de eficacia y eficiencia registrados entre
distintos sectores de una misma empresa, hace posible
la aplicación de procesos de benchmarking internos y
descubrir así las "mejores prácticas de la organización".
Luego las estrategias detectadas son adaptadas y
trasladadas a los sectores que puedan beneficiarse con
ellas.
Traslademos estos conceptos a las instituciones
educativas, ¿no encontramos en ellas por ejemplo,
departamentos que funcionan más eficazmente que otros?
Efectuando un análisis sistemático y organizado de los
sectores más eficientes, se detectan e identifican
variables, prácticas y procedimientos que conllevan a los
mejores resultados para luego implementarlos en
otros sectores de la misma institución, con las
modificaciones que requiera cada área.
Tal vez el
lector o algún Director General se plantee como interrogantes
ciertas conductas tenidas como válidas e inamovibles
en organizaciones de la época de la revolución industrial.
¿Compartir información de estrategias exitosas con la
competencia? ¿Son confiables los datos aportados por la
competencia?
Aquí resaltan dos de las condiciones
básicas para un proceso de benchmarking. Primero es una tarea
para realizar exclusivamente por "un grupo de individuos" y
segundo, los integrantes del grupo de benchmarking deben ser
hábiles para las relaciones públicas. Partiendo de estas
premisas en el equipo de benchmarking encontraremos que muchas
organizaciones no son renuentes a dar a conocer sus
prácticas exitosas sino por el contrario las comparten y
"publicitan" de este modo su propia organización. Por
otra parte ser elegida como organización de "las mejores
prácticas" por un proceso de benchmarking apuntala la imagen
de la empresa en la comunidad, entre clientes y
proveedores. El reconocimiento público de las "mejores
prácticas" como premio a la participación, es sin duda
alguna un buen punto de partida y de promoción
publicitaria.
Por otra parte, generalmente se ofrece
compartir los datos obtenidos durante la investigación o copia
del informe final que de ellos se realice. Las
organizaciones que han llegado a ser reconocidas por sus
mejores logros ya tienen una posición en el mercado y deben
mantenerla para no perder participación en él. Es aquí donde
la información que recibe por participar y compartir
sus estrategias adquiere valor le permite tener una visión
actualizada del mercado más competente y decidir las acciones
necesarias para mantener la calidad de sus servicios o
prestaciones.
En cuanto a la confiabilidad de los
datos, el equipo de benchmarking se encargará de detectar,
contactar y recurrir a fuentes apropiadas tales como
organismos gubernamentales locales, federales, provinciales,
municipales y/o nacionales instituciones académicas
organización y/o participación activa en congresos, jornadas,
ferias, muestras, competencias u otros eventos que denoten
el empuje e iniciativa de las organizaciones publicaciones de
artículos periodísticos acciones en pro de la
comunidad proveedores clientes empleados etc.
Ya
puede vislumbrarse que el benchmarking es un proceso largo y
costoso, pero es una herramienta útil cuando las
decisiones pueden producir un impacto significativo en la
rentabilidad de la organización. Esto nos deja que no es un
proceso que deba elegirse cuando se investigan cuestiones
rutinarias o de baja o mediana importancia. Tampoco se lo
recomienda como recopilación simple de
información.
Lic.
Alicia A.
Benesch
Colegio Florence Nightingale
Bibliografía:
Benchmarking. M. J. Spendolini. Grupo Editorial Norma.
Colombia. 1994
La Escuela hacia la Calidad
Total (Tercera
parte)
Benchmarking
El proceso de benchmarking es una
herramienta de productividad. Se trata de un método
sistemático y continuo que permite evaluar productos,
servicios y procesos de trabajo de las organizaciones que son
reconocidas como representantes de las mejores prácticas,
con el fin de obtener progresos organizacionales.
A
pesar de ser un excelente recurso de crecimiento y
mejoramiento continuo es difícil de implementar en ámbitos
educativos, por ser costoso.
No obstante, vale la
pena tenerlo presente y a la mano, esperando que llegue el
momento oportuno de comenzar a aplicarlo. Sin duda alguna,
será útil y necesario para una participación comprometida y
significativa en el mercado.
Podría buscarse las
mejores prácticas dentro de la propia institución, entre los
distintos departamentos o áreas. Podría ocurrir que alguno
de estos sectores posea los mejores proyectos las mejores
respuestas en situaciones de aprendizaje el mejor
nivel académico de rendimiento estudiantil, ... En fin,
algo que compartir con el resto de la institución para
aumentar el éxito de la misma y con él, la presencia en el
mercado. Esto proporcionaría una situación cómoda pero estanca
porque no favorecería un crecimiento acorde a las demandas
externas y las ofertas de otros centros de estudio. Si se mira
hacia afuera de la propia institución y se compara con la
competencia, se pueden estimar y realizar ajustes apuntando al
fortalecimiento del establecimiento. Este análisis de la
competencia directa (por zona de influencia) tomaría como
horizonte las entidades que rodean cercanamente la propia,
pero impediría la observación de las mejores prácticas que
se den más allá del entorno circundante y limitaría el marco
de crecimiento.
La investigación de prácticas exitosas
más allá de la competencia directa es decir, otras
instituciones educativas, no necesariamente competidoras
(por el nivel al que se dirige o por la/s rama/s que abarca)
puede enriquecer las propias prácticas o sus modos de
planificación, ejecución, control o evaluación.
Hay
que tener presente que en ellas se llevan a cabo muchas de las
actividades que se realizan en la propia. Analizando
el equipamiento tecnológico: su aprovechamiento,
actualización y mantenimiento el personal: docente y no
docente que se contrata el perfil de los clientes a quienes
se ofrecen servicios los proveedores las campañas
publicitarias el tratamiento de ciertos problemas críticos
(matriculación, deserción, repitencia, morosidad, etc.)
podrían mejorarse sectores comprometidos y no escapan a
este tipo de análisis problemas puramente pedagógicos,
didácticos o formativos. Ampliando los horizontes de
comparación hacia la educación general en todo el país se
notará que existen establecimientos que se destacan en los más
diversos aspectos y vale la pena analizarlos como para
enriquecerse con ellos.
¿Y si la comparación se
estableciera con instituciones de clase mundial? ¿No sería
factible encontrar posibles procedimientos que signifiquen
soluciones a las propias situaciones problemáticas? ...
Las grandes corporaciones saben que para sobrevivir en
un mercado altamente competitivo y hacerlo además con éxito
y reconocimiento habrá que mirar con bastante frecuencia
hacia afuera y hacerlo bien esto es, sistemática y
organizadamente. Como se notará, dependiendo del horizonte
de investigación, comienza a perfilarse el problema
presupuestario. Resulta aquí preciso resaltar que: Un
proceso de benchmarking encarado con objetivos y metas claras
provee mayor éxito y es más eficiente que el sostenido con
direcciones poco claras y precisas.
En educación la
asignación de fondos destinados a la investigación no suele
ser práctica habitual. Conducir instituciones
educativas como Empresas de Servicios, conlleva una mente
abierta a prácticas de Gestión Institucional. No solo se debe
considerar los aspectos meramente educativos y formativos
(que sin duda alguna son prioritarios y motores de los centros
de estudio) sino que éstos deberían acompañarse con los
anteriores.
¿Cuáles serían las etapas básicas de un
proceso de benchmarking?. Para comenzar es necesario
determinar a qué se le va a hacer benchmarking para poder
definir objetivos y establecer horizontes de búsqueda de
información. Luego deberá formarse el equipo que realizará
el benchmarking, comenzando por su responsable quien
seleccionará al resto y conjuntamente con éstos
acordarán pautas básicas de trabajo y funcionamiento. El
siguiente paso será identificar a los usuarios (o receptores)
del benchmarking y las áreas de aplicación. Sabiendo a qué,
para qué y para quién se realizará el benchmarking comenzará
la etapa de recopilación y análisis de información, que un
vez interpretada, seleccionada, organizada y suministrada a
las áreas pertinentes, será valiosa para la toma de
decisiones.
Recapitulando, puede decirse que el
benchmarking es un proceso continuo de investigación y
aprendizaje que proporciona información valiosa. Este
trabajo lleva tiempo y requiere organización suministrando
información para mejorar casi cualquier actividad.
De lo expresado, se desprende que no es un proceso
para ser efectuado un a sola vez (es continuo) que no se
obtienen respuestas sencillas (las prácticas detectadas
como exitosas habrá que adaptarlas a la realidad y necesidades
específicas) ya que no se trata de copiar o imitar. Lo que
funciona exitosamente en otra institución puede no ser apto
para la que efectúa el proceso de benchmarking. Aquí hace
falta visión, experiencia, información y creatividad para que
la toma de decisiones se haga de la forma más exitosa
posible.
Lic.
Alicia A.
Benesch
Colegio Florence Nightingale
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