¿Las bibliotecas del futuro serán virtuales?
Emilio Figueredo
¿Las bibliotecas del futuro serán virtuales? Hoy en día la información que está en textos de papel se encuentra regada en diversos centros de acopio a través del mundo, siendo entre otras los más importantes la Biblioteca del Congreso en EEUU, la Bibliothèque Nationale en Francia, y la del Museo Británico en Inglaterra.
Sin embargo, no todas las bibliotecas han iniciado un proceso de digitalización de la información que poseen, en parte porque el papel dura 500 años mientras que un CD-ROM actual tiene una vida de aproximadamente diez años. Las características de la digitalización están cambiando rápidamente y todavía es difícil saber cómo va a ser la forma definitiva de archivar la información.
Si un historiador dentro de 100 años deseara conocer la cultura del siglo XX, sólo parte de la información que requiera provendrá de libros, existirá una enorme cantidad de material que ha sido elaborado y conservado en forma digital. ¿Cómo homologar estas dos fuentes de información y cultura? Este es un reto importante al que las bibliotecas actuales están respondiendo lentamente. Sin embargo, ya en Francia la Biblioteca Nacional ha invertido más de 25 millones de dólares para digitalizar 80.000 libros y hay proyectos en Estados Unidos, Alemania y en la misma Francia para iniciar una digitalización de todos las crónicas de viaje, lo que vendría a configurar la primera gran biblioteca virtual de los viajes. Un proyecto, llamado The Internet Archive, se propone almacenar todo Internet.
Es obvio que las bibliotecas del futuro tendrán que ser accesibles por Internet. Ya de hecho la mayoría lo son. Hoy podemos indagar su contenido. En las del futuro, en cambio, deberá poder sufragar los costos de digitalización y los derechos de autor en el mismo acto de la consulta e impresión de los contenidos.
Por ahora debemos contentarnos con las bibliotecas virtuales, entre las cuales las más famosas son el Proyecto Gutenberg, y en español La BitBlioteca de Venezuela Analítica y el centro de documentación del Instituto Cervantes en España.
Este proceso de cambio en la manera de consultar y disponer de textos en línea puede llegar a ser una revolución de un alcance inimaginable, puesto que cualquier habitante del planeta a cualquier hora del día o de la noche podrá disponer, en su casa o en su oficina, de un acceso ilimitado a todo el saber de la humanidad. Ese será sin lugar a dudas un paso importante para lograr esa inteligencia colectiva de la cual nos viene hablando desde hace algunos años el filosofo francés Pierre Lévy. Mientras tanto, invito a nuestros lectores a disfrutar del excelente trabajo que ha realizado Roberto Hernández Montoya al frente de su bitblioteca en Analítica, que puede darles una idea de lo que será un fascinante futuro.