EJERCICIO 2: EL CONFLICTO DE LA NARANJA

Escenario: Un padre o una madre de familia se dirige a su casa después de todo un día tenso de trabajo en la oficina. Durante el trayecto, mientras conduce su carro sueña con llegar a su casa para disfrutar de paz y tranquilidad y para poder relajarse. Pero cuando llega a la casa se encuentra envuelto/a en un "grave" conflicto. Sus tres hijos de 9, 10 y 11 años están discutiendo fuertemente entre sí por una naranja. En la casa sólo queda una y los tres la quieren para sí. A esa hora el abasto está cerrado y los vecinos de al lado están de viaje, o sea, no hay posibilidad de conseguir otras naranjas.

La niña llorando alega que ella la vio primero en la cocina y por eso le pertenece, los otros dos hermanos dicen, gritando, que tienen razones más fuertes que su hermana para apropiarse de la naranja. Todos le piden al padre/madre que se la conceda. El padre/madre se rasca la cabeza y no sabe qué hacer, no sabe a quién debe concederle la naranja. Entonces piensa varios escenarios de solución del conflicto:

I. Puede dejarles ese asunto a ellos y que se arreglen entre sí. Dejarlos y  irse a su cuarto a descansar para tener paz y tranquilidad

Clasificación: EVASION.

Esta decisión del padre puede estar motivada por la apatía, ya que después de un intenso dia de trabajo este sólo quería llegar a su casa a descansar, además puede considerar que el problema es algo trivial, ya que a lo mejor tiene problemas más importantes que resolver, entonces prefiere no comprometerse a fin de no arriesgar su interés de descansar y se aleja del conflicto, dejando la resolución del mismo en manos de los niños.

II. Puede decirle a  los tres que se sienten a la mesa, abran sus cuadernos y hagan las tareas de la escuela para el día siguiente. Luego revisará las respuestas y decidirá en atención a la rapidez y calidad de las mismas a cuál de sus hijos otorgará la naranja. Piensa que así será mejor pues desea que sus hijos obtengan buenas notas en la escuela y esta situación incidirá positivamente en ese objetivo y además lo académico será un criterio válido para decidir. Para ello deberá convencerlos y quizás calificar ejercicios de diversas asignaturas, todo lo cual le consumirá bastante tiempo.

Clasificación: Competencia.

En este caso el padre será el juez de acuerdo al desempeño de cada uno de sus hijos en la actividad, esta decisión a su juicio estimulará el talento de sus hijos a la vez que sustentará y dará bases a cualquier decisión que él tome.

III. Puede decidir complacerlos y no irse a descansar. Quiere complacer al menos a uno de ellos pero no sabe a cuál. Atiende al que le grita más. Se siente confundido y cambia de opinión en relación a quién debe darle la naranja según la fuerza (gritos, gestos, lágrimas, etc) con que cada uno de ellos la pide. Se siente atormentado y no sabe qué hacer.

Clasificación: Acomodo.

En este caso el padre complace a sus hijos al sacrificar su descanso para tomar una decisión. Además otorgará la naranja a uno de sus hijos para así dejar el conflicto atrás y evitar males mayores, aunque el criterio que este utiliza para tomar la decisión no es el más adecuado.

IV. En vista que cada uno de los tres quiere para sí la naranja se guiará por algún criterio de justicia. No puede manifestar preferencia por ninguno, pues a todos los quiere por igual, de ahi que considere conducirse según el criterio de igualdad: dividirá la naranja en tres partes iguales y cada cual tendrá que contentarse con su pedazo y punto. Así podrá al fin irse a su cuarto y descansar.

Clasificación: Compromiso.

En este caso la relación ganancia/pérdida a juicio del padre es justa para todos sus hijos, ellos ganarán cada uno parte de la naranja y perderán una cantidad equitativa que corresponde a la que deberán compartir con sus hermanos.

V. Después de meditar bien, le pide a sus hijos que se tranquilicen, se relajen y le expliquen cada uno por separado las razones por las cuales desea para sí la naranja en disputa. Considera que una vez que conozca las razones de cada cual (que no tienen que coincidir necesariamente ), las podrá integrar y tener una mayor certeza de que podrá lograr una solución que proporciones satisfacción para cada uno de los tres. De esta forma dejarán de pelear entre sí, cada cual logrará lo suyo y podrá por fin irse a descansar.

Clasificación: Colaboración.

Esta solución del padre dará pie a que cada uno de sus hijos exponga sus razones, y según estás el padre podrá identificar los motivos y los tomará en consideración para poder lograr la mejor decisión. Este tipo de negociación propiciará que sus hijos sean firmes en sus esfuerzos para satisfacer sus intereses.

Mejor actitud del padre/madre para solucionar y negociar este conflicto a juicio personal.

El compromiso a mi juicio es la mejor opción ya que bajo el criterio de igualdad se podrá obtener una solución más rápida la cuál beneficiará al padre ya que este podrá irse a descansar, y a los hijos al evitar que se profundicen sus diferencias y generen conflictos más graves. Además que mediante este arreglo cada uno de los hijos podrá obtener una parte de la naranja, sacrificarán la totalidad de la misma pero a lo mejor se conforman con solo un pedazo.

Desventajas de los escenarios no escogidos.

Asumiendo el papel del padre/madre de familia, desarrollará el escenario escogido, aportando un sencillo ejemplo de cómo se logra una verdadera negociación colaborativa, en particular, en el sentido de las satisfacciones necesarias de los distintos intereses para lograr un acuerdo duradero.

El padre de familia se dirige a su casa después de todo un día tenso de trabajo en la oficina. Durante el trayecto, mientras conduce su carro sueña con llegar a su casa para disfrutar de paz y tranquilidad y para poder relajarse. Pero cuando llega a la casa se encuentra envuelto en un "grave" conflicto con sus tres hijos de 9, 10 y 11 años.
 

- Padre: Qué esta ocurriendo? Porqué están peleando?

- Hijo de 11 años: Estamos peleando por esta naranja, queda solo una y los tres la queremos.

- Padre: Bueno vamos al abasto y compramos más.

- Hijo de 10 años: A esta hora el abasto está cerrado.

- Padre: Le podemos pedir a los vecinos.

- Hija de 9 años: Ellos están de viaje, y además yo vi la naranja primero en la cocina y por eso tiene que ser para mí.

- Hijo de 10 años e Hijo de 11 años: (gritando) Esa naranja es mia.

- Padre: (respira hondo y piensa).

- Padre: Bueno, vamos a sentarnos todos un momento.

- Padre: Por favor callense y escuchen un momento, y diganme. Qué quieren ustedes?

- Todos los hijos: (a la vez) la naranaja.

- Padre: Ah! La naranja, entonces ustedes quieren comer naranjas... quieren sentir el ácido y dulce de esta fruta tan deliciosa, verdad?

- Todos los hijos: (a la vez) Sí.

- Padre: Entonces porqué no dejan de pensar en la naranja y sólo piensan en lo deliciosa que es, ustedes quieren saborear esa fruta, ese es su principal interés.

- Hijos: si queremos saborearla.

- Padre: Bueno, entonces que tal si la partimos en tres pedazos iguales y cada uno toma un pedazo, así todos podrán disfrutar del delicioso sabor de la naranja, que es su principal interés.

- Hija de 9 años: Pero Papá yo vi la naranja primero en la cocina, Porqué no puede ser sólo mía.

- Padre: Hija, de verdad quieres comerte tu sóla la naranja, y dejar a tus hermanos con las ganas de probar tan siquiera un pedazo de ella. De verdad te sentirías feliz de comertela al saber que uno de ellos va a desear tan sólo probar un pedazo de ella y no lo va a poder hacer. Yo creo que nó.

- Hija: No Papi, no me sentiría feliz con la naranja, si se que mis hermanos van a quedar con las ganas de comer un poquito.

- Padre: y ustedes que piensan muchachos. El sabor de la naranja sería la misma si ven que la están comiendo uno de ustedes sólo y su otro hermano o hermana esta deseando una partecita de ella.

- Hijo de 10 años: Es verdad papá, yo quería comer la naranja, pero al saber que mis hermanos no la van a poder disfrutar, entonces no me sentirías feliz sólo con lograr comermela, también quiero que ellos disfruten de ella.

- Hijo de 11 años: Papá hazlo pica la naranja y así te vas a descansar, todos comemos de ella y no tenemos remordimiento de que uno de nosotros se quedo sin comer.

- Padre: Creo que es la mejor solución, así que pasenme el cuchillo.

El padre cortó la naranja en tres pedazos iguales y los tres hermanos disfrutaron juntos de el sabor de la naranja sentados en la mesa. Era extraño el sabor de esa naranja ya que tenía un toque de satisfacción cuando uno de los niños veia como el otro la disfrutaba también.