Volver | ![]() |
||||
-¿Qué ha supuesto para ti la obtención del Premio Marqués de Bradomín (en un momento en que ese premio aún tenía prestigio)? Cualquier reconocimiento a la obra de un creador supone un impulso, una toma de conciencia de que lo que haces puede gustar a otros. De hecho, en un momento dado, incluso sirven para creer más en ti mismo. En cualquier caso, la mayoría de los premios literarios pueden quedar, al final, en nada si, como sucede en ocasiones, no vienen acompañados de una carrera coherente o de una promoción adecuada por parte de quienes los convocan. Siempre son bienvenidos, ¿para qué negarlo?, pero me desagrada la idea de convertir el Arte en un asunto competitivo. Es injusto. -¿Por qué presentas la obra como una "celebración de la ambigüedad"? Por reacción a todo lo que signifique una definición o una adjetivación absurda de los sentimientos. Me parece tremendamente triste que, a estas alturas de la Historia, aún sigamos empeñados en calificar las conductas sexuales según el patrón judeocristiano, tan pobre, tan dañino... Es ridículo ponerle un nombre o un género a las pasiones, incluso es ridículo enfrentarlas o convertirlas en causas de algún tipo de colectivo. El amor es ambiguo por naturaleza y no puede ajustarse nunca a las razones. Y eso es lo que todos deberíamos celebrar. -Al parecer, ha habido comentarios que han relacionado esta obra con el universo de Pedro Almodóvar. ¿Qué opinas acerca de esto? A sus primeros largometrajes es posible. Estamos hablando de un texto que escribí hace más de una década y, por aquel entonces, el cine de Almodóvar era un referente innovador para otros que también estábamos creando, por lo tanto es lógico que alguien vea ese tipo de concomitancias. Aquellas películas eran maravillosas, pero las coincidencias temáticas entre ellas y mi obra, de existir, son fruto de mi subconsciente. "Mariquita" no es tan urbana, ni tan moderna. Mi texto es más marítimo, más surrealista si cabe, más propio del universo gaditano y con un humor bastante diferente. Es una pieza muy cinematográfica y, por empatía, habría sido magnífico que Almodóvar la hubiese llevado a la gran pantalla. Si no ha sido así, será por que -aunque vecinos de galaxia- ambos estamos llamados a hacer otro tipo de cosas y tenemos maneras distintas de decirlas. -¿Qué relación estableces entre sexo y religión? Todas las posibles y las imposibles. En eso, los griegos y sus dioses eran mucho más naturales y no sufrían de las incongruencias que, hoy en día, padece la Humanidad tras siglos sometidos a la moral represiva de las grandes religiones monoteistas. Personalmente no siento ningún conflicto entre el ser espiritual y la materia que lo conforma. Quien quiera que sea el que nos vistió de carne y nos dotó de pensamiento, en absoluto creo que lo hiciera para ir en a favor o en contra de la naturaleza. ¿Qué importancia o qué contradicción puede suponer adorar al mismo tiempo a Príapo que a una Virgen Milagrosa?. Al amor y a la religión no le sientan bien las reglas ni las órdenes. -La más fácil: ¿Cuál era tu intención al escribir este texto? Salvo encargos, no suelo escribir con ninguna intención concreta. En el caso de "Mariquita", supongo que divertirme y hacer simplemente lo que en ese momento deseaba. En esta ocasión quería hacer una especie de cómic sobre personajes radicales, confusos, incluso marginales, pero nunca para reivindicar nada o alzar banderas en favor de nadie. He escrito dramas sobre Adriano, sobre licántropos que mataban de amor a sus víctimas o sobre una botánica enamorada de las flores que acabó convirtiéndose en una asesina en serie y, en todos los casos, no creo recordar que lo hiciera por una finalidad específica. Es mi forma de decir lo que pienso, mi "misión", mi terapia. Me gusta escribir teatro, pero sin ponerme límites en el lenguaje, en la duración o en la interpretación escénica y sin prescindir de cultivar también otro tipo de géneros. Admito que, más que en el amor o en la vida cotidiana, es en la literatura y a través de ella donde suelo mostrarme más rebelde. |
|||||
Volver | |||||
©
Juan García Larrondo -2004- |
|||||