LUGARES DEL CAMINO


EL HOSPITAL DE DON GARCÍA,
SANTA MARÍA DE LA FUENTE O
FUENTE DEL HOSPITALEJO

Jesús Mª Aínsua

 

 

       

 

          Para acercarse al Hospital de don García desde Carrión de los Condes, debe seguirse la siguiente ruta. Tomamos la carretera dirección Villotilla, después de pasar por el soto de árboles junto a San Zoilo y la fresca sombra que proporcionan los árboles y arbustos en los márgenes de la carretera que nos lleva a la casa del Indiano; más adelante cruzamos el arroyo Elizal y la abadía de Benevívere, y a continuación, el arroyo Perionda y el cruce de la carretera que nos lleva de Calzada de los Molinos a Villotilla. Y ya nos encontramos con la antigua vía romana, que dicen los eruditos se conserva en su trazado original, y que comunicaba Burdeos con Astorga. Esta vía romana se mantiene durante 12 Km., aquí comienza una larga ruta sin una sombra ni lugar donde resguardarse de las inclemencias del tiempo (ya nos dice Aymeric que Castilla era una tierra sin árboles); tenemos que abandonar nuestra mentalidad llena de teléfonos móviles y guías del camino, por los que sabemos lo que hay, lo que nos espera y a cuántos kilómetros, sino cómo lo harían anteriores peregrinos lanzados a la aventura y llenos de temor al "qué me encontraré más adelante". Pues bien, en esta interminable recta, existió un hospital que seguramente, para los peregrinos, era mejor que el de San Marcos, por lo que suponía de oasis en medio del desierto; este hospital sin duda era pequeño, su mismo nombre lo dice, "Hospitalejo"; pero ¡con qué gusto entrarían en él!


 

        No tenemos noticia de la fecha de fundación de este hospital, ni de quién era el tal don García; pero sí de que es él quien lo funda. Tampoco está documentada la incorporación de este hospital a la abadía benedictina de Sahagún, aunque en la historia de esta abadía es donde por primera vez se escribe sobre la existencia de Santa María de la Fuente.

        Pues bien, este Hospital de Santa María de la Fuente, Hospitalejo u Hospital de Don García, que de estas tres formas se le conocía, fue fundado por don García antes del año de 1161. Estaba situado junto a una fuente, a 2.700 metros del hospital de San Torcuato, administrado este por los frailes del vecino convento de Benevívere, del que era anejo. Su ubicación era junto a la descrita vía romana, a la derecha del Camino, en el término municipal de Carrión de los Condes, aunque, en las inmediaciones del hospital, coinciden hoy día los términos municipales de tres villas: Carrión, Villaturde y Bustillo del Páramo. Todo esto nos hace suponer que Santa María de la Fuente tuvo su coto jurisdiccional, entre estas tres villas, y que fuera repartido en el siglo XIX entre ellas.

        Antes de comenzar con la historia que nos ocupa, y en relación con la fundación de hospitales, creo que debo reflejar este dato tomado de Ulysse Chevalier (Essais historiques sur les hôpitaux de la ville de Romans; Valence 1865, pág. 3; cit. por Villaamil y Castro, op. Cit. Pág.234).

        La fundación de un Hospital no exigía la escritura de instrumentos públicos ni privados [...]; la creación de tales establecimientos no obligaba a sus fundadores a entrar en negociaciones ni tratos con autoridades ni particulares. El nombramiento de patrono o administrador, lo mismo que las condiciones jurídicas de su establecimiento, no hacían necesario el instrumento público.

        Sin embargo, no comparten esta opinión, L. Vázquez de Parga, J. M. Lacarra y J. Uría, en el libro Las Peregrinaciones a Santiago de Compostela (tomo I, pág. 296).

        Rastreando los documentos históricos, nos encontramos con uno fechado el 29 de septiembre de 1109, en el que la reina Urraca Alfónsiz confirma y adiciona los antiguos fueros de León y de Carrión (ED: ES, XXXV, Apénd. III. 416-417; Muñoz, Fueros, 96-98).    

            Et illa haereditate de Sancta Maria et de Saldania quod sunt del comité don Garcia, quod sit pesquirita pro tempore del comité don Garcia et per suos foros.

        En 1131, el Abad, Domingo III, de Sahagún da fueros a los pobladores de Hospital de Santa María de la Fuente (llamado también "de don García"), según consta en el siguiente documento (A.H.N. Clero. Benevívere, 1690/5):

        In nomine summe et individue trinitatis patris uidelicet et filii et spiritus amen. Qum legis institutione et uicia deuiantur ex timore et iustitie regula osbtruatur ex dilectione ut et homines legibus [...] kartam de foros populatoribus de hospitali quod dicitur de Sancta Maria de fonte et habet nomen de domno Garssia presentibus scilicet et futuris [...].

        Según Luis Fernández, este documento, aunque figura con fecha 1131, que es la que consta en el pergamino original, no puede haber sido redactado sino treinta años más tarde, o sea 1161.

        Por su parte, Justiniano Rodríguez (1981, pág. 28) nos dice que el único resultado legislativo que puede notarse de la acción directa de "Domnos Sanctos" en el antiguo termino de Sahagún, respecto al llamamiento al cumplimiento de deberes y responsabilidades sociales referente a las peregrinaciones es el de Santa María de las Fuentes. Y continúa diciendo: "Acrecentándose sensiblemente el ritmo reglamentador cuando la misión coadyuvante de Nogal entra en juego". Y con referencia a los fueros, afirma:

        El breve conjunto normativo, que con criterio convencional dividimos en seis reglas o párrafos, establecía en primer término la condición básica de la fidelidad del poblador al abad y convento de Sahagún, al que anualmente había de pagar, por mediación del administrador del Hospital, un sueldo de la moneda corriente (pág. 115).

        Para afirmar lo anterior, se basa en el siguiente documento foral:

        Quicum que igitur populare quesierit in loco supranominato. In primissit sine altero domino fidelis uassallus abbatis Domnis Sanctis et conuentus eiusdem loci et singulis annis unum solidum de moneta regis que curreit ad illum qui hospitalem tenuerti.

        En la misma página, continúa ofreciéndonos los siguientes datos con respecto a la condonación de impuestos:

        Del importe de las caloñas se condonaban las dos terceras partes, perteneciendo el resto al mayordomo del Hospital. ("De omnibus autem calumniis due partes dimittantur et tercia pars sit illius qui tenuerit hospitalem").

        Y con respecto al abuso de autoridad y malos tratos:

        Se preveía el caso de violencia ejercida por el señor del hospital sobre el poblador, a cuyo respecto se reconocía a éste, si quisiera irse del lugar, el plazo de nueve días para sacar todos sus bienes, pudiendo llevar consigo el techo de la casa o venderlo a otro poblador. Pero si descuidase el plazo, cuanto fuera encontrado de su pertenencia pasaría al señor del Hospital. Según el siguiente documento:

        Si autem dominus hospitalis ferecit forcia populatori illius loci, si populator discedere quesierit, habeat spatium nouem diebus et leuet que sua sunt. Tectum autem domus aut leuet aut uendat populatori loci illius. Intra quod spatium si neglexerit, quidquid de usuo inuentum fuerit erit illius qui hospitale tenuerit.

        Y añade nuevos datos sobre los impuestos:

        Abolidos los odiosos arbitrios de rauso, mañería, nuncio y huesas ("Preterea tollimus inde roxso et mannaria el nuntium et ossas"); se imponía respecto de las caloñas la regla de que el prestamero se aviniese o compusiese con el señor ("Qui prestamum tenuerit componat se cum domino hospitalis"); precisándose, como complemento de la primera norma, que el pago censal había de hacerse precisamente al Señor de aquel y en la festividad de San Martín ("Constituimus etiam quod illos predictos persoluant solidos in festiuitate Sancti Martini ad illum qui hospitale tenuerit").

        La pena, en caso de no cumplir el reglamento, era la de excomunión y "el castigo eterno con Judas el traidor". Las multas o castigos en metálico se redactan por Justiniano Rodríguez así:

        Las penas pecuniarias o multas quedaron sin expresarse en su debido lugar, cortando el contexto tras las palabras "Et in coto", a las que se hizo seguir la expresión de la data. A continuación se intercaló: "Rege pectet V libras auri". Y luego de completó el documento con numerosas e importantes menciones, seguidas de la roboración y signación - "hanc Kartam de foro qui fieri volui et lecta audivi roboro et signum facio" - y finalmente la relación de varios confirmantes, algunos de rango cortesano y otros vecinos de los proximos Calzada, Nava y Villotilla. Porcello el escriba remató su tarea con este dístico irregular: "Hoc pingebat Porcellus nomen habebat".

        Tal vez al lector le llame la atención que los fueros los otorgue la abadía de Sahagún, pese a que el terreno pertenecía a la diócesis palentina. Al respecto, Luis Fernández, en su libro "La Abadía de Santa María de Benevívere durante la Edad Media" (pág. 35), nos dice: "Hay que notar que aunque la Abadía (Benevívere) estaba en territorio de la Diócesis palentina, pero tenía muchas posesiones en territorio de León, v. gr., el Hospital de Don García, los Molinos de Mayorga, etc. etc.".

        En un documento del siglo XII, se hace constar el cambio de dueño del hospital, que pasa a manos del conde Poncio:

        1174. 27 de junio.
        El conde Poncio y la condesa Estefanía, su mujer, permutan con el monasterio de Sahagún y su abad, don Gutierre, la heredad que tenían en Villalba (tanto su parte, como la de "Froile Ramiret"), recibiendo, a cambio, el Hospital de Don García (José A. Fernández Flórez, pág. 346).

        (Christus) In nomine summe et indiuidue Trinitatis, Patris et Folii et Spiritus Sancti, amen. Ego comes Poncius et comitissa Stephania, uxor mea, facimus / cartulam concambiationis uobis domno Guterio, abbati Sancti Facundi, et omni conuentu eiusdem loci, de hereditate nostra quam habemus in Uilla Alba, tam de nostra / racione quam de racione Froile Ramiret, cumsuis pertineciis, pro Hospitali domni Garsie cum suis directutis. Damus, ergo, uobis eam cum domibus et so / labirus populatis et populandis, cum terris, uineis, montibus, fontibus, arboribus, exitu et regressu, et cum omnibus pertinenciis suis, scilicet, quantum ibi habemus / uel habere debemus; ut ab hodierna die et deinceps habeatis et possideatis hereditario iure in perpetuum [...].

        Por poco tiempo mantienen los condes la propiedad del hospital, ya que al año siguiente, hacen donación del mismo, según consta en el siguiente documento.

        1175. 30 de julio.
        La condesa doña Estefanía dona a Benevivere la heredad en Santa Marina y Lerones y el Hospital de Don García.
        (A.H.N. Clero. Benevivere, 1690/19).

        (Crismon).- In nomine sancte et indiuidue trinitatis, patris et filii, et spiritus sancti amen. Qum intesauro reponitur celesti quicquid caritatiue christi pauperum impenditur necessitate. Iccirco ego comitissa donna stephania et filie mee, damus deo et eccesie beate marie de beneuiuere et uobis domno paschali [...], damus totam nostram hereditatem quam habemus uel habere debemus in sancta marina et in lerones que sunt in alfoz de saldanna damus etiam uobis hospitalem qui fuit de domno Garcia, qui est in alfoz de carrion, iusta domum nostram [...].


 

        El 16 de mayo del año 1177 se menciona de nuevo al Hospital de don García, con motivo de un trueque de tierras con los hijos de Miguel Tapiero, que estaban lindando con el hospital y Benevívere (A.H.N. Clero. Benevívere, 1691/5).

        El 1 de octubre de 1223 se publica un documento en Palencia en el que se llega a una "composición amigable" entre el monasterio de Santa María de Benevívere y la sede episcopal palentina, sobre procuración, visitación y corrección del cenobio, y respecto de la nominación de clérigos y reparto de diezmos en las iglesias de Santa María el Hospital de don García, San Salvador de Villarramiel y Santa Cruz de Becerrilejo (A.- ACP. Arm. 2, leg. 1, doc. 39):

        In nomine Domine, amen. Quoniam ea que a sapientibus iuris statuuntur de facili obliuioni traduntur [...] correcitione monasterii de Beneuiuere et decimis ecclesiarum, uidelicet, Sancte Marie Hospitalis domni Garsie [...] moderatam secundum facultatem loci, in monasterio suprascripto et in ecclesia Hospitalis Domni Garsie habeamus terciam pontificalem; de tercia, uero, fabrice et capellanie, prouideatur per abbatem ecclesie et clericis, secundum facultates ecclesie, ad arbitrium episcopi palentini.

        El 9 de marzo de 1249, el Papa Inocencio IV firma una bula en Lión, en la que aprueba y confirma los privilegios de Benevívere, y concreta las posesiones del monasterio, entre las que menciona "la villa del Hospital de Don García" (A.H.N Clero. Benevívere. 1693/14).

        En la más antigua estadística de la Diócesis Palentina, que es del año 1345, se recoge la provisión de personal y el reparto de bienes. Reproducimos el documento fielmente:

        Enl ospital de Don Garcia en la eglesia de santa Maria deue auer vn preste, vn gradero, que son con la 

        media ración del cura dos raciones menos tercia.
        e los diezmos deste logar pártense en esta manera:
        la rercia parte al cabildo de Palencia
        la tercia parte a la eglesia
        la otra tercia parte a los clérigos
        e esta eglesia es del abbad de Mimimbre e pertenesce a él la presentación.
        e al obispo la institución, collación e visitación.
        e aquí non ay otra estimación de préstamos.

        En el Libro Becerro se menciona el hospital de don García como una de las Behetrias de la Merindad de Carrión. En las cortes de Valladolid, los hidalgos, que padecían problemas económicos por la falta de mano de obra para sus campos, a causa de la mortandad de la peste negra del año 1348, pidieron la desaparición de las behetrías y su conversión en tierras solariegas. Precisamente esta fue la causa de la escritura de este becerro.

        El Libro Becerro de las Behetrias, trabajo realizado al parecer en él último trimestre de 1351 y los cinco primeros meses de 1352, tuvo entre folios escritos y en blanco 539, de los que se conservan tan solo 520. Copiamos la parte que nos interesa:

  El ospital de Don García

     
        En el obispado de Palencia

        Este logar es del monesterio de Santa Maria de Bienbibre.

    DERECHOS DEL REY

            Pagan al Rey seruiçios e monedas e fonsadera

    DERECHOS DEL SENNOR


        Dan de cada casa a su sennor de fuero vn sueldo viejo.
        Dan al adelantado cada anno por la yantareia a las
        uezes quinze maravedis a las uezes ueynte maravedis



        El 27 de octubre de 1430, Gonzalo Fernández, cura de Bustillo de la Vega, hace donación a Benevívere, de todas sus posesiones en Calzada, Hospital de Don García y Villotilla y otras propiedades (que, en el documento original son ilegibles), a condición de que se le haga cada año un aniversario (A.H.N. Clero. Benevívere, 1695/20).

        Más tarde, en 27 de julio de 1443, el Papa Eugenio IV expide otra Bula de confirmación de la Regla y de las posesiones de la Abadía, en la que de nuevo se nombra el Hospital de Don García (A.H.N. Clero. Benevívere. 1696/5).

        El 8 de junio de 1470, el Papa Paulo II, en un Breve, hace firme una sentencia contra el Prior del Hospital de San Torcuato, Juan García, sobre pago de tercias del Hospital de Don García al cabildo palentino (A.H.N. Clero. Benevívere. 1697/15).

        El 4 de noviembre de 1480, se inicia un pleito entre el prior del hospital de San Torcuato, D. Pedro García y el Cabildo y Deán de la Catedral de Palencia, sobre el cobro de la tercia de diezmos del pan del hospital de San Torcuato, sobre todas las heredades y posesiones del Hospital de Don García. En este engorroso pleito intervinieron, entre otros (A.H.N. Clero. Benevívere, 1698/2):

        Pedro González de Gumiel de Izán, Chantre de la Iglesia Colegial de Santa María de Husillos, juez subconservador subdelegado de la autoridad apostólica, en lugar de D. Juan de Colmenares, Abad el Monasterio Premonstratense de Aguilar de Campoo, maestro de Santha Theologia, del consejo del Rey e Reyna nuestros señores, Juez conservador principal apostólico deputado por el muy sancto Padre Sixto IV al Deán Cabildo e personas de la Iglesia de Palencia e a la fábrica e sacristanía della e al Hospital de S. Antolín de la dicha ciudad".

        La sentencia fue favorable a Pedro García, Prior de San Torcuato, reconociéndose en ella que el monasterio de Benevivere "y sus Prioratos no están obligados a pagar diezmos porque tienen privilegio incorporado en el derecho canónico, y porque, desde tiempo inmemorial, estaban en posesión de no pagar diezmos".

        El último documento donde se menciona el hospital objeto de nuestro estudio lleva la fecha de diciembre del año 1820. En los legajos de la desamortización puede leerse:

        Lista de los individuos que tiene el Monasterio de Santa María de Benevívere de Canónigos Regulares de la Orden de San Agustín, con expresión de sus dignidades, los que están en sus Prioratos y administraciones, en cumplimiento a lo que se me previene en oficio de 13 del próximo pasado, a saber (solo menciono los que afectan a este trabajo)

        D. Joaquín Lobete, Prior mayor y administrador de Santa María de la Fuente, de edad cuarenta años.

        D. Tomás Puga, Prior de Sana María de la Fuente, de edad sesenta y dos años.



 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 Abajo Martín, Teresa. Documentación de la Catedral de Palencia (1035-1247). Fuentes  Medievales Castellano-Leonesas. 103, Burgos, 1986.
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        Fernández de Madrid, A. Silva Palentina; Excma Diputación Provincial, Palencia 1976.
Fernández Flórez, José A. Colección Diplomática del Monasterio de Sahagún (857-1300), IV. (1110-1199); León 1991.
        Fernández Martín, Luis. Colección Diplomática de la Abadía de Santa María de Benevívere (Palencia), 1020-1561; Madrid 1967.
        Fernández Martín, Luis. La Abadía de Santa María de Benevívere durante la Edad Medía; Miscelánea, Comillas 1962.
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        Ramírez de Helguera, Martín. El Libro de Carrión de los Condes (con su historia); Abundio Z. Menéndez, Palencia 1896.
        Rodríguez Fernández, Justiniano. Palencia (Panorámica Foral de la Provincia); Merino A.G. Palencia, 1981.
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        Sanz Fuentes, María Josefa. Peregrinación y Hospitalidad; Asociación de Archiveros de la Iglesia en España, Separata de: Memoria Ecclesiae X. Oviedo 1997.
        Servicio Geográfico del Ejercito; L, Carrión de los Condes 16 - 10 (197), E. 1: 50.000.


        Catastro

        Bienes Eclesiásticos de Benevívere; A.H.P. rollo 476, sig. 8087; Dirección General de Rentas, 1752. Palencia
        Cartularios: Sección Clero 1-3; A.H.N. Benevívere, leg. 1157-1159, rollo 02, Madrid.

        Desamortización

        Legajos: Fe de Bautismo de los Regulares Exclaustrados de los Conventos y Monasterios suprimidos; sig. 275 y 381, años 1821.
        Legajos: Hojas de Registro de Finca, Censo, Foros e Inventarios de Bienes de Monasterios suprimidos; sig. 435, años 1809 - 1845.
        Libros: Partido de Carrión, Libro de Cargas de los Arrendatarios de Fincas, y Censos de Monasterios, Conventos y Cofradías; sig. 219 y 247, año 1847-1849.
        Libros: Partido de Carrión, Registro de Fincas Rústicas y Urbanas del Clero Secular; sig. 257 y 475, años 1859 -1866.

 

 

 

II

LUGARES DEL CAMINO 

HOSPITAL DE DON GARCÍA,
SANTA MARÍA DE LA FUENTE O
FUENTE DEL HOSPITALEJO

                               Jesús Mª Aínsua             

 
 

 

         En la revista Peregrino nº. 81-82, se publicó parte de un trabajo mío sobre el hospital de Don García.  Casualmente, en el mismo número, página 49,  Abelardo L. Nieto nos cuenta, no sin cierta gracia, su susto y su sorpresa, al paso por dicho lugar en el año 98, cuando vio “el osario”. Pues bien,  este trabajo no es una respuesta al mencionado relato de Abelardo, puesto que, desde la primavera pasada, ya estaba buscando documentación para terminar el artículo sobre el hospital de Don García. Ahora este peregrino podrá conocer la historia de los restos humanos que inesperadamente vio.

        Entre los días 21 y 28  de julio de 1998, se realizaron unas excavaciones, en el pago del Hospitalejo, tras obtenerse los correspondientes permisos de la Dirección General de Patrimonio y Promoción Cultural de la Junta de Castilla y León. El hallazgo de los restos humanos que motivaron estas excavaciones fue, como tantas veces, fruto de  la casualidad. Sin embargo, recordemos que, junto  al hospital existió una iglesia bajo la advocación de Santa María, y que, como hasta hace pocos años, los cementerios estaban adosados a los muros de los templos, por lo que no era de extrañar que este lugar también tuviera el suyo.

        En unos trabajos de acondicionamiento de la vieja ruta romana, que nos lleva de Benevívere a Calzadilla de la Cueza, se encontraron algunos huesos,  razón que dio lugar al expediente de paralización de las obras por parte del Departamento de Agricultura de la Junta de Castilla y León, que fue quien encargó las obras de acondicionamiento del camino, y que posteriormente, y con muy buen criterio, ordenó el correspondiente informe en el que se basa este trabajo.

        La directora técnica de la excavación fue Doña María Julia Crespo Mancho, miembro de la empresa M.C.R., Gabinete Arqueológico C.B. Este trabajo fue supervisado por la arqueóloga territorial Doña Cristina Lión Bustillo. Dicho trabajo sólo afectó a la parte de la necrópolis situada junto al camino, que fue removida por las obras; el resto está sin estudiar.

        Sabido es que Carrión ya aparece documentado en el año 915, y que este condado, junto con otras villas de la zona, se funda por iniciativa privada, si bien con el beneplácito de  los reyes de León, o en su caso de  algunos condes de este reino, y con el objetivo de evitar el expansionismo de los condes de Castilla. Sobre este tema ya escribe Julio González, en 1990 (pág. 162), por lo que no insistiré en ello.

        Aunque Carrión está documentado en el 915, no es menos cierto que las fechas de repoblación de estas tierras son anteriores, ya que podemos situarlas entre los años 866 año que se toma como referencia al hablar de la repoblación en la zona de Saldaña, y el año 884 para la zona de Castrojeriz, pueblos estos que se tomaron como base para la posterior colonización y reorganización de la cuenca media del río Carrión y del río Pisuerga. En la primera parte de este trabajo también documento y relato los primeros fueros que conceden la reina Urraca y el abad de Sahagún a este asentamiento humano que nos ocupa.

        Bien, entramos en materia. Los arqueólogos de  M.C.R. nos dicen en su informe: 

Que con motivo de un deslinde realizado para remarcar las cunetas del propio Camino de Santiago [...], aparecieron los restos humanos que originaron la excavación arqueológica.

        Se trazó una cata de 15 X 2 m. cuya anchura correspondía a la propia existente en el camino, la longitud se determinó teniendo en cuenta la zona en cuyo perfil aparecían restos óseos.

        Los materiales que encontraron fueron tan solo "algunos  fragmentos de tejas", ya que no hallaron ajuar alguno ni en las fosas ni en los alrededores. 

         Conviene recalcar que los restos humanos se encuadran entre los siglos XII y XIV, época ésta en la que la peregrinación a Santiago estaba en pleno apogeo.  

Los trabajos arqueológicos se realizaron en dos fases; en la primera se estudia la necrópolis y, en la segunda, el camino que atraviesa este pago, llegando a la siguiente conclusión: 

[...] Olvidado el recuerdo de que aquí existió un cementerio, se dispuso un grueso solado formado por gravas de gran tamaño como cimentación de la tierra que se echó encima y que corresponde al camino que se ve a simple vista.

       

        La razón de esta cimentación habría que buscarla en el hecho de que el camino original estaba por debajo del nivel freático, lo que suponía que todos los años y en época de lluvias esta zona quedase anegada [...].

        En el estudio de la necrópolis (primera fase) se encontraron dieciocho   enterramientos, "siendo todos inhumaciones en fosa simple”,  y con “orientación Oeste-Este". Los restos están boca arriba, la cabeza al Oeste y los brazos cruzados en posición "orante", sin caja, desnudos, envueltos en un sudario sin botones, hebillas, etc. Se piensa que la cara estaría cubierta en algunos casos con un paño, ya que se encontraron dos cráneos con manchas de color, que suponen los arqueólogos se deben a la descomposición de los bordados de dichas telas.

        No existe duda de que las tumbas fueron utilizadas en varias ocasiones, ya que se hallaron restos óseos de otros individuos "generalmente en la zona de los pies o en los laterales". Esto nos hace pensar en enterramientos anteriores, posiblemente de la misma familia, aprovechando la misma fosa puesto que no escaseaba el terreno.

        Sólo se encuentran tumbas de una variedad que los arqueólogos definen como "tumbas en fosa":   

        Todos los ejemplares se asocian con esta morfología, se trata de un hoyo de forma ovalada, de mayor o menor profundidad, excavados en el estrato natural.

        Ocho de los individuos encontrados son menores de doce años; el resto eran adultos, "pero todos menores de cincuenta años". Y, entre estos diez adultos solamente hay dos mujeres. Ya está estudiado que, aparte del personal propio de los monasterios (abad, padres, conversos, novicios, legos, donados etc.), existía la otra población, compuesta por peregrinos, transeúntes, mendigos y ancianos que se acogían bajo los muros de un monasterio como lugar donde terminar sus últimos días, y a los que yo llamo "huéspedes de conveniencia". A esta clase pertenecían los criminales y los desertores de las milicias que se acogían a la inviolabilidad del lugar sagrado, y al amparo de derecho de asilo. Y esto, sin olvidar a las familias acogidas (sin duda  eran hijos de éstas los menores de doce años, mencionados anteriormente).

        Entre otras particularidades, merece destacarse algunos  problemas o patologías: uno de los adultos "presenta una importante deformación en la cabeza del peroné”; otro, “deformación de la tibia derecha, quizás debido a una fractura y mala unión del hueso”; y un tercero, “una trepanación en el lóbulo temporal derecho".

        Los arqueólogos dan la siguiente explicación sobre las mencionadas anomalías: 

Dentro de las patologías identificadas hay un claro predomino de las cojeras producidas por diversas causas. Hay que tener en cuenta que el lugar que nos ocupa era un cementerio de un hospital de peregrinos y que aparte de los monjes y personal que habitase en él, llegarían numerosos caminantes después de haber recorrido importantes distancias y que en algunos casos (por caídas, fríos, humedades, etc.) las extremidades inferiores serían las más afectadas y por lo tanto las que presentarían mayores lesiones. 

Las aguas de la fuente del Hospitalejo siempre tuvieron fama, entre las gentes de Carrión, de ser curativas para las enfermedades del riñón; sin embargo, para  las gentes de la Cueza y de Villaturde, gozaban de gran predicamento ya que, según la tradición, solucionaba los problemas de fertilidad de las mujeres. 

Estoy obligado a cerrar esta segunda parte  agradeciendo a D. Clemente Sánchez Alonso, de la sección de Estructuras Agrarias de la Junta de Castilla y León de Palencia, su amabilidad y todas las facilidades que me ha dado para poder estudiar el informe que he resumido muy brevemente en este artículo.    

 

 

 

 

 

 BIBLIOGRAFÍA  

            Abajo Martín, Teresa. Documentación de la Catedral de Palencia (1035-1247) Fuentes Medievales Castellano-Leonesas.  103, Burgos, 1986.

            Aínsua Serrano, Jesús Mª. Revista Peregrino, nº. 81-82, Logroño, 2002, pp. 38-39.     

            Carrión Gutiez, Manuel. Carrión de los Condes; fascículo 4, tomo VI, Apuntes Palentinos, Merino Artes Gráficas, Palencia 1983.

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Fernández Martín, Luis. Colección Diplomática de la Abadía de Santa María de  Benevívere (Palencia), 1020-1561; Madrid 1967.

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González, J. Historia de Palencia, 2 tomos, Excma. Diputación Provincial  de Palencia, Valladolid, 1984.

M.C.R. Gabinete Arqueológico C.B. Informe sobre la excavación arqueológica realizada en el pago del Hospitalejo-Hospital de Don García, Carrión de los Condes (Palencia), 1998.

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Martínez Díez, Gonzalo. Libro Becerro de las Behetrias; 3 tomos, Centro de Estudios e Investigación “San Isidoro”. Caja de Ahorros y Monte de Piedad y Archivo Histórico Diocesano. León 1981.

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Servicio Geográfico del Ejercito; L, Carrión de los Condes 16 – 10 (197), E. 1: 50.000.

Catastro

        Bienes Eclesiásticos de Benevívere; A.H.P. rollo 476, sig. 8087; Dirección General de Rentas, 1752. Palencia
        Cartularios: Sección Clero 1-3; A.H.N. Benevívere, leg. 1157-1159, rollo 02, Madrid.

Desamortización

        Legajos: Fe de Bautismo de los Regulares Exclaustrados de los Conventos y Monasterios suprimidos; sig. 275 y 381, años 1821.
        Legajos: Hojas de Registro de Finca, Censo, Foros e Inventarios de Bienes de Monasterios suprimidos; sig. 435, años 1809 - 1845.
        Libros: Partido de Carrión, Libro de Cargas de los Arrendatarios de Fincas, y Censos de Monasterios, Conventos y Cofradías; sig. 219 y 247, año 1847-1849.
        Libros: Partido de Carrión, Registro de Fincas Rústicas y Urbanas del Clero Secular; sig. 257 y 475, años 1859 -1866.

 

 
 

 

ALGUNAS FOTOS DE LOS
RESTOS ENCONTRADOS EN EL
HOSPITAL DE DON GARCÍA

 

 

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