1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El sistema financiero juega un rol fundamental en el funcionamiento de la economía. Instituciones financieras sólidas y solventes permiten que los recursos financieros fluyan eficientemente desde los agentes superavitarios a los deficitarios permitiendo que se aprovechen las oportunidades de negocios y de consumo.
Desde principios hasta fines de la década de los noventa se produjo un rápido crecimiento de las actividades financieras en el país, el cual se vio reflejado tanto a nivel agregado como a nivel de los hogares. Sin embargo, esta tendencia comenzó a revertirse hacia fines de los noventa como consecuencia de la reducción en la liquidez y el aumento de la morosidad producto, a su vez, de la crisis financiera internacional y de la reducción en el nivel de actividad generada por el Fenómeno de El Niño. Según información publicada por la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS)1, la morosidad del sistema bancario creció alrededor de 30% entre 1997 y el 2001.
Las organizaciones actuales enfrentan grandes transformaciones en el mundo de los negocios y por ello establecen estrategias que le permiten competir en el nuevo mercado global, por lo tanto, requieren de sistemas de información que le sirvan de soporte para tomar las mejores decisiones.
La banca no está ajena a estos cambios y como resultado nace la Banca Universal, en estas instituciones, la principal actividad generadora de ingresos la representa las operaciones activas a través de los créditos otorgados a los solicitantes, entendidos como el capital adeudado, los rendimientos por cobrar y cualquier otro monto que represente derechos no recaudados por una operación crediticia (Ministerio de Hacienda, 1997); sin embargo, este tipo de operaciones conlleva a su vez a asumir una serie de riesgos, mejor llamados riesgos crediticios; lo cual significa la probabilidad de que el cliente no cancele el monto del préstamo más los intereses.
Dichos riesgos adquieren, según la Superintendencia de Bancos (SUDEBAN) diferentes categorías en función del mismo y se clasifican en créditos de riesgo normal, potencial, real, de alto riesgo e irrecuperables (Ministerio de Hacienda, 1997). Dada la diversidad de riesgos establecidos se requiere que las instituciones bancarias lleven un control sobre los mismos, a través de: a) registros de información y archivos actualizados, con la finalidad de contar con elementos para medirlo, considerando la situación financiera, comportamiento y garantías del cliente y b) expedientes de los créditos otorgados con información sobre antecedentes jurídicos, económicos y financieros del deudor e información interna relativa a las solicitudes y actas de comités de aprobación, entre otros (Ministerio de Hacienda, 1997).
El riesgo de crédito es el tipo de riesgo más importante al que debe hacer frente cualquier entidad financiera. Un indicador del riesgo crediticio es el nivel de morosidad de la entidad, es decir, la proporción de su cartera que se encuentra en calidad de incumplimiento. Esta situación ha hecho que se ponga especial interés en el tema del deterioro de la calidad de la cartera bancaria.
El problema que se nos plantea es el de jerarquizar el conjunto de clientes de la entidad financiera Banesco, formado por un heterogéneo grupo de solicitantes de financiación, en función de un amplio abanico de indicadores financieros y económicos de suma importancia para la cuestión.
La información extraída de dicho grupo deberá servir para poder clasificar a cualquier nuevo cliente que acuda en demanda de financiación, de manera que sepamos con ciertas garantías ante qué tipo de cliente estamos, es decir, en qué modo cumpliría con sus obligaciones para con la entidad financiera si ésta le concediese crédito.
Dada la importancia creciente que está cobrándose la actividad crediticia en la gestión diaria de los bancos, comienza a ser imprescindible la utilización de modelos de clasificación automática que faciliten la concesión o no del crédito solicitado con alto grado de exactitud, de manera que permita reducir la morosidad.
Banesco desde hace mas de 6 meses a implementado la modalidad de los créditos conocidos como MultiCredito 48 horas, los cuales se basan en la implementación de una herramienta de Scoring, el cual permite dar una rápida respuesta a la solicitud de crédito.
Esta modalidad se a convertido en un “boom” dentro de todas las Agencias Banesco, incrementando notablemente el capital colocado por Banesco. Al cierre del primer semestre del año la cartera de créditos de Banesco se ubicó en Bs. 6,29 billones, cifra superior en 23,87% a la reportada para el cierre del segundo semestre de 2005 (Bs. 5,08 billones). De acuerdo a lo que indica César Hernández, vicepresidente del Push de Crédito, el Multicrédito 48 horas generó una colocación récord de Bs. 536 millardos, cifra ésta que la institución proyecta duplicar para el segundo semestre de 2006.
Dada las características del crédito y la rapidez de respuesta y liquidación, se ha generado un incremento notable dentro de las solicitudes de crédito y por lo tanto en la captación de nuevos clientes. Esta herramienta aplicada a los clientes antiguos arroja un gran alto de confiabilidad en el nivel de probabilidad de riesgo arrojado, mientras que en el análisis de nuevos clientes es menor la probabilidad de acierto, es por eso que la Vicepresidencia de Crédito realiza las modificaciones adecuada a esta herramienta, y en eso se basa este estudio; en lograr aumentar la exactitud de la calificación de los clientes y en la disminución del riesgo, lo cual permitirá a Banesco ir incrementando la participación dentro de su cartera crediticia en créditos basados en esta herramienta conocida como Credit Scoring.
1.2. OBJETIVOS
Diseñar un Modelo de Análisis que sirvan de apoyo en la decisión de otorgamiento de créditos integrado a los Indicadores financieros suministrados por el Sistema de Credit Scoring que permitan una disminución del riesgo crediticio.
Ofrecer una visión teórica y
práctica de la implementación y uso de prácticas asociadas a la toma de
decisiones.
Integrar la experiencia personal
de los analistas con los resultados arrojados por el Sistema de Scoring,
identificando los desafíos que enfrentan las áreas de negocio, operación y
control en el interior de la entidad financiera.
Proveer estudios de
crédito más rápidos, baratos y flexibles.
Personalizar los
procesos de scoring, respondiendo rápidamente a las demandas cambiantes del
entorno.
Minimizar el riesgo
crediticio y maximizar la rentabilidad.
1.3. ALCANCE Y JUSTIFICACIÓN
En general es conocido que los mercados de crédito
se encuentran sujetos a problemas de asimetría de información. Quien solicita
el crédito conoce mejor de su verdadera naturaleza y de sus verdaderas
posibilidades de repagar el mismo con respecto a quien otorga el crédito. Estas
asimetrías de información en cuanto a la naturaleza o riesgo del prestatario
pueden categorizarse en problemas de “selección adversa” y de “riesgo moral”.
Estos fenómenos implica que en muchos casos la oferta de crédito puede no
crecer cuando aumenta la tasa de interés, aún cuando la oferta de fondos y el
costo de los mismos permanezcan constantes, ya que la suba en la tasa atrae
proyectos potencialmente mas riesgosos, que por efectos de la responsabilidad
limitada acotan sus pérdidas al capital integrado, y en consecuencia no
conllevan mayores costos al subir el riesgo para los prestatarios.
La causa principal de las dificultades que han
sufrido algunos sistemas financieros y ciertas entidades de tamaño considerable
ha sido la morosidad.
Una elevada cartera morosa constituye un serio
problema que compromete la viabilidad de largo plazo de la institución y
finalmente del propio sistema. En efecto, la fragilidad de una institución
financiera debido a altos niveles de morosidad de sus créditos conlleva
inicialmente a un problema de liquidez, que en el largo plazo, si es recurrente
y si la institución no posee líneas de créditos de contingencia, se convierte en
uno de solvencia que, que determina, probablemente, la liquidación de la
institución (Freixas y Rochet, 1998).
Un rasgo importante de la gestión del
riesgo de crédito en Banesco es su carácter proactivo durante todo el ciclo crediticio
(admisión, seguimiento y recuperación). En la fase de admisión se realizan
preclasificaciones de los clientes para responder de forma ágil a las
necesidades del negocio. Durante el seguimiento posterior se evalúa
constantemente la evolución de las exposiciones, se gestionan activamente las
carteras y, en caso de apreciarse signos de deterioro potencial de los riesgos,
se actúa de forma anticipada, mitigando los riesgos y reduciendo las
exposiciones con el fin último de reducir la pérdida potencial y optimizar la relación
rentabilidad/riesgo.
El sistema de scoring considera las distintas
características de las operaciones y de los deudores que, atendiendo a la
experiencia histórica y a las mejores prácticas del mercado, sirven para
segregar aquellas operaciones que, atendiendo a su riesgo de crédito, pueden
ser asumidas, de aquellas que no lo pueden ser.
Un modelo de credit scoring bien
construido debería dar un alto porcentaje de altas calificaciones para los
clientes que pagaron su préstamo y un alto porcentaje de bajas calificaciones
para los clientes que no pagaron su préstamo o viceversa. Pero el modelo así
planteado no es perfecto, y algunos malos clientes reciben calificaciones tan
altas (bajas) como los buenos clientes.
En este sentido y habida consideración que para los usuarios del Scoring crediticio resulta más relevante evaluar el riesgo crediticio sobre la base del comportamiento del calificado más que al mérito de la inversión, cabe sostener que un “score” no refleja necesariamente la situación real del calificado, ya que éste requiere, en la mayoría de los casos, la utilización de antecedentes sobre comportamientos históricos a fin de que sea altamente predictivo y permita la adopción de decisiones lo más acertadas posibles.