Nuestra familia pasó las vacaciones de Navidades del 97 de viaje por las provincias de Abra e Ilocos en el Norte de Filipinas. Visitamos Vigan, una ciudad muy interesante en Ilocos en la costa del Mar del Sur de China. En Vigan encontramos una alfarería china con una historia tan interesante que decidí publicarla en el Internet para entretenimiento de cibernautas. Uso algunas de las fotos que tomé durante el viaje para ilustrar mis memorias. Y espero que la historia que cuento haga pasar tan buen rato al que la lea como lo pasé yo visitando el sitio y escribiendo sobre él
Volví
a Vigan en compañía de mi mujer en Marzo del 2007, esta vez
armado con una cámara digital SLR, lo que me permitió hacer
fotos de mejor calidad con las que sutituir las antiguas que eran de resolución
pobre por haberlas expuesto en film y escaneado con equipo más bien
primitivo. Sólo retengo dos fotos de la colección antigua,
las del horno, no tengo mejores de esta parte de la alfarería. El
internauta que conociera esta página de antes notará que
tiene ahora más fotos, esta vez tuve una colección mucho
más amplia entre la que escojer, para ser exactos me traje de Vigan
83 foots de la ciudad y 88 de la alfarería.
En las calles de este entorno no se permiten coches, solo carretelas de caballo para dos personas, una especie de cabriolé de ruedas de madera a radios con llantas de hierro. Las casonas bien cuidadas, los peatones sin prisas y el tráfico de carretelas crean un ambiente agradable de viejo mundo que no es común en otros sitios de Filipinas
Para una historia breve de Vigan
picha
Vigan:
la ciudad
La alfarería
En Vigan hay una alfarería
fundada por una familia de etnia china hace dos siglos. Hoy tiene el nombre
comercial de RG
Jars. Casi nada ha cambiado desde entonces: los dueños descendien
de los que la fundaron y por generaciones la alfarería ha producido
y todavia produce objetos utilitarios de uso cotidiano con una tecnología
que tampoco ha cambiado desde su importación de China.
Nos enteramos de todos los detalles e historia de la producción de cacharros por la propietaria de la alfarería, una mujer de etnia china y edad media, muy agradable y de mucha paciencia, porque la tuvimos que aburrir a preguntas. Hasta mi segundo viaje a Vigan, viví bajo la impresión errónea de que se llamaba Patricia Amistad, nombre que me proporcionó un un lector anónimo por correo electrónico pocas semanas después de publicar este sitio web. En este viaje me enteré por ella, y así lo corrijo, que su nombre es Teresita Alcid, propietaria de RJ Jars en Vigan.
La jarra de barro en las fotos que acompañan esta historia se hizo fuera del ciclo normal de producción. Las fotos se tomaron un dia en que sacaban la cerámica del horno y no trabajaban los alfareros en el moldeado. Hicimos tantas preguntas a la señora Teresita y tanta curiosidad vió en ellas que decidió llamar a un alfarero sólo para demostrarnos los detalles de la alfarería artesanal mientras hacía una jarra. Esto nos dió la oportunidad de tomar fotos, algunas de las cuales sirven para ilustrar esta historia.
Es
de notar que el taller y sus enseres son de un caracter totalmente rústico
y primitivo sin ninguna de las comodidades de nuestro tiempo a no ser aguna
bombila eléctrica. El taller es una nave amplia rectangualr con
dos paredes de ladrillo bastante bajas a los lados y cubierta por un tejado
bajo de lata sobre un armatoste de vigas de madera. Las paredes no llegan
al tejado para permitir la ventilación. El piso es de tierra. El
alfarero de la foto está cerca de uno de los extremos de la nave
que está del todo abierta por ese lado y se ve la caida del tejado
así como aberturas naturales y parte de la pared baja lateral de
ladrillo contra la que está arrimada la mesa de trabajo. El otro
extremo de la nave lo cubre a través el horno, un tunel de treinta
metros de sección semicircular bastante mas elevado por un extremo
donde hay una entrada, que por el otro donde hay una abertura pequeña
para atender el fuego. El horno es de cerámica de ladrillos con
piso tambien de tierra y por fuera tiene innumerables trozos de cerámica
rota metidos entre los ladrillos, yo sospecho que para disipar calor. Se
pude ver en la foto que la mesa de barro es una tabla encima de un pie
de ladrillo y cal. Hacia la izquierda de la foto se ve el extremo de un
banco rústico de madera y la orilla de una rueda de alfarero.
Trabajando el
barro
La manufactura empieza por el preparado
a mano del barro para darle la consistencia y humedad precisa. El barro
para el trabajo de un dia se almacena en un montón cubierto de sacos
húmedos para que no se seque según se ve detrás del
alfarero en la foto. El barro se recoje en los alrededores de Vigan y da
a los cacharros un color marrón oscuro y un efecto de brillo ahumado.
Como los demás pasos del proceso hasta el fin de la coción, el preparado se hace por habilidad artesanal transmitida de padres a hijos y adquirida despues de aprendizaje y años de experiencia en el oficio, sin reglas ni manuales escritos, ni estudios de movimiento y tiempo, ni controles de calidad mensurables.
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La rueda de
alfarero
A continuación sigue el proceso
de modelado. El artesano coloca con cuidado en la rueda de alfarero el
trozo de barro preparado. La rueda es grande y muy pesada, como se puede
apreciar en la foto.
A continuación sigue el proceso de modelado. El artesano coloca con cuidado en la rueda de alfarero el trozo de barro preparado. La rueda es grande y muy pesada, como se puede apreciar en la foto. | ![]() |
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La idea de usar una rueda tan pesada es para darle el suficiente impulso para que la inercia la haga rodar de seis a diez minutos sin asistencia. El alfarero hace rodar la rueda empujándola con un pie, a veces mientras se sostiene agarrado a una cuerda del techo, y empuja la rueda cada vez con mas velocidad por espacio de dos minutos mas o menos. | ![]() |
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Cuando la rueda adquiere velocidad
suficiente, el alfarero trabaja el barro moldeándolo con las manos
para darle altura al mismo tiempo que con los dedos forma el interior de
la jarra y la rotación
ayuda a darle simetría. Las dos manos trabajan en coordinación con movimientos suaves. |
![]() Tardó el alfarero en moldear el jarro de las fotos, de unos treinta centimetros de altura, como unos ocho minutos. Tuvo que acabarlo antes que la rueda parara, de lo contrario el jarro obtendría una consistencia pobre y se rompería o deformaría en el horno. |
![]() Hace falta una buena dosis de concentración, fuerza y precisión muscular en brazos y manos, y mucha pericia para obtener un acabado rápido, con la calidad e indudable estética de proporciones del jarro que el alfarero nos hizo delante de los ojos.. |
Más fotos de la alfarería (JR Perdigon) aquí
Ver video: |
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