OPINIONES
SOBRE LA OBRA DEL AUTOR
Con El Osario de los inocentes consigue un temple y un
mundo poéticos: Su escritura –ya en verso o prosa poemática- se
alimenta de vivencias refraseadas por el soplo imaginario, por
el recuerdo o la fábula ligados a la experiencia directa o de
fuente literaria, en franca voluntad testimonial.
ALBERTO
ESCOBAR. Antología de la poesía peruana, tomo II. Edit. PEISA.
Lima. 1973
En
El Osario... Juan Cristóbal ha recogido lo medular de su
poesía. Se desenvuelve ésta lentamente, como una densa e íntima
meditación en las que los sueños y las visiones son tan importantes
como las imágenes de la realidad, rápidamente transpuestas, casi
sin excepción, a clave simbólica. Con un lenguaje de ritmo pausado,
a través del amplio versículo o directamente de la prosa lírica,
que contrasta con la brillantez vanguardista de una metafórica
siempre audaz e insólita, J.C., evoca el desencanto discursivo
del hombre por una realidad que parece estar marcada desde siempre
por la corrosión, la ruina, la desolación. Aunque no es la zona
más importante de su poesía, la visión del submundo urbano es
uno de los elementos de esta obra que ha influido con mayor fuerza
en los poetas más jóvenes.
ANTONIO
CORNEJO POLAR. Historia del Perú. Perú republicano.Tomo VIII.
Edit. Juan Mejía Baca. Lima, 1981.
Hablar
por eso sólo de surrealismo para definir la obra de JC, no es
decir mucho. Hereda, es cierto, del surrealismo el gusto por los
colores fuertes, las imágenes violentas, el cierto matiz onírico
que invade sus versos, pero hay dos notas, creemos, que dan a
su obra el matiz propio, personal, que se encuentra en la buena
poesía... transcribe lo que ve, lo que siente, lo que bebe y de
ahí deriva su sinceridad –su gran mérito-, la sensación de vividos
que dan sus versos... (la segunda característica) dentro de esta
poesía, que más que un vuelco hacia fuera, es un asumir lo exterior
dejando constancia, la búsqueda, en las cosas, de lo pasado, de
la niñez, de lo que es cotidiano aunque de alguna manera inaprehensible,
ocupa un lugar importante.
CARLOS
GARAYAR. En: “Hipócrita Lector”. Nº 2, pág. 23. Enero, 1973
El
Osario... me parece que es una nota inesperada en la poesía
peruana (perdón por la alegría)... una isla donde los náufragos
siempre recibirán un barril de ron.