De:
“El Osario de los Inocentes”
a
Jorge Teillier
1
Cuando
bebíamos las cervezas eran azules
Con tus
ojos de fresa desnuda inventabas el mar y su cólera incierta
En tus
largos cabellos de otoño crecían palomas adorando el
rocío
La soledad
es más cierta que el tiempo decías
Y la
claridad de los caracoles alzaba sus sortijas de fuego
Cuando
bebíamos las cervezas eran azules
Nunca
tuviste una idea fija del sueño
Tus hijos
aprendieron a tirar manzanas al cielo
Y sonreías
no sin antes saber lo que era la dicha
Buscaste
la paz después del combate
Y la
lluvia reemplazó a la vida
2
El verano
es siempre cruel para los barcos
Nuestros
ojos lo saben
Y ninguna
espiga abre su imagen pura en la tierra
Para
entender el silencio del guardián olvidado
Las colinas
verdes del cielo y los peces
rojos de los mares del sur
Habrán
de volar como tallos heridos
A ciudades
que tengan
Caminos
y sueños con olor a venado
Pero
nada puede la aurora y el desierto renace
Entre
las flores antiguas todo estará destruido
igual
A esa
garzas que hunden sus alas
O como
esos abuelos
que llegan
rendidos
después
de la lluvia
al galpón
de los leños
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