ELCAMBIO Y SU GESTIÓN
Proceso de cambio
Cambio organizacional
El punto de partida para el cambio
Cultura y cambio organizacional
Implicaciones del cambio de la cultura
Tres ideas básicas acerca de la gerencia del cambio.
Reacción de la organización ante la incorporación del cambio
Cambio organizacional para una mayor competitividad
Avance de la tecnología de la comunicación como proceso de cambio
Cómo gerenciar el cambio organizacional
PROCESO DE CAMBIO
Proceso a través del cual una organización llega a ser de modo
diferente de lo que era en un momento dado anterior. Todas las organizaciones
cambian pero el reto que se plantean los directivos y, en general, todas las
personas de la organización es que el cambio organizacional se produzca
en la dirección que interesa a los objetivos de la organización.
Es por ello que se habla de gestión del cambio, agentes de cambio, intervención
para el cambio, resistencia al cambio, etc.
Cuando se quiere llevar adelante un proceso de cambio, se debe tener en cuenta
que las personas pretenden que la nueva situación les proporcione la
misma seguridad que la previa. Mientras el proceso avanza sin mayores dificultades,
el cambio sigue adelante, pero no bien se producen inconvenientes, las personas
tienden a volver rápidamente a la situación anterior y es por
eso que gran proporción de los procesos de cambio fracasan al poco tiempo
de ser implementados.
Para que un proceso de cambio pueda implementarse con éxito y sostenerse
en el tiempo, es fundamental tener en cuenta el factor humano. Las personas
deben confiar, estar motivadas y capacitadas, ya que el cambio es un proceso
muy duro, tanto a nivel personal como organizacional.
La persona que lidera el cambio debe lograr que las personas puedan hacer mejor
el trabajo, con menor esfuerzo y mayor satisfacción.
La confianza es un requisito esencial para lograr un ambiente de trabajo agradable
y de franca cooperación. En este mundo globalizado e hipercompetitivo
en el que nada parece seguro, no resulta extraño que la confianza haya
casi desaparecido del ambiente laboral.
Los empleados desconfiados se comprometen menos y son menos eficaces que los
que confían. Los directivos que desconfían de sus empleados malgastan
su tiempo controlándolos y ni unos ni otros se concentran en sus tareas
y responsabilidades específicas.
La motivación de los recursos humanos se logra cuando son tenidas en
cuenta tanto las metas de la organización como las de las personas que
la integran, creándose una verdadera energía que facilita el proceso
de cambio.
La adaptación de la empresa a la realidad del cambio tiene que suceder
a través de un proceso que vaya ocurriendo real y efectivamente. El cambio
no debe ser autoritario ya que así es muy difícil de lograr, debe
ser flexible, con la participación de todo el personal a través
de grupos pequeños pero consistentes, para permitir que el proceso avance.
Para lograr el cambio, los grupos deben perder el miedo. Con los primeros logros
que alcanza cada grupo, los integrantes experimentan la satisfacción
de los resultados obtenidos que ellos mismos propusieron, y a partir de ese
momento se rompe la inercia al cambio.
Para realizar un proceso de cambio exitoso es premisa fundamental el autoconvencimiento
de los directivos de la organización y la concienciación del personal
respecto a la necesidad del cambio
LAS ETAPAS DEL PROCESO DE CAMBIO.
Existen tres fases principales que todo proceso de transformación debe
recorrer, y todas se cumplen inexorablemente
La Primera es un período de Cuestionamiento, de Retar el Status, de Fijar
Metas, y de Diseñar. De una u otra forma, decidimos que la forma actual
de hacerlas
La segunda etapa es un período de Cambio, de Aclarar, de Reforzar. Aquí
es donde hacemos el verdadero trabajo pesado del Cambio. Creamos estructuras,
desarrollamos nuevos sistemas y comenzamos a fomentar nuevas actitudes y formas
de trabajar.
La tercera etapa es un período de Consolidación, de Institucionalización
y de Evaluación. Esta es la etapa donde hacemos permanente el cambio.
Nos aseguramos que nuestra gente no piensa que es otro "Programa del Mes",
sino algo que va a perdurar en la Organización.
Todos pasaremos por estas tres etapas, pero no necesariamente en ese orden.
CAMBIO ORGANIZACIONAL
"La vida es oscuridad cuando no hay impulso y todo impulso es ciego cuando
no hay conocimiento y todo saber es inútil cuando no hay trabajo y todo
trabajo es rutinario si no existe el cambio"
La palabra cambio se ha hecho familiar en las más diversas organizaciones
y se ha convertido en un protagonista del quehacer empresarial. Hoy, el paradigma
parece ser " quien no se adapte al cambio morirá en el camino".
Existe un consenso de que el cambio es una realidad, que afecta fuertemente,
de hecho lo único sólido a lo cual es posible aferrarse, es a
la certeza de que cualquier cosa que pasa hoy, ya habrá cambiado al día
siguiente.
El ambiente en general que envuelve a las organizaciones esta en continuo movimiento
y es dinámico, exige una elevada capacidad de adaptación de supervivencia.
Deben enfrentarse a un entorno inestable, de cambio constante. Así, pues,
para sobrevivir y competir hay que adaptarse al cambio rápida y eficazmente.
El cambio que se realice, afectará en algún grado las relaciones
de poder, estabilidad de roles y satisfacción individual al interior
de la organización.
Este proceso puede desarrollarse conscientemente, aunque es muy difícil
anticipar los efectos de los cambios; es posible elegir con claridad la dirección
que lo facilite.
Un proceso bien conducido de cambio implica lograr una transformación
personal, que hace que el hombre este más alerta, más flexible
y por eso muchas veces tiene que iniciar un análisis de revisión
interior y de autoconocimiento. En este cambio, como proceso de aprendizaje
permanente, deben involucrarse la alta gerencia de la nuestra capacidad de respuesta.
Un aspecto importante a considerar es la tendencia natural de las personas de
resistirse al cambio. Hay que crear y desarrollar una actitud y mentalidad abierta
a los cambios, una cultura, que permita acoger las buenas iniciativas, así
como desechar las malas.
Los cambios organizacionales no deben dejarse al azar, ni a la inercia de la
costumbre, menos a la improvisación, deben planificarse adecuadamente.
EL PROCESO DE CAMBIO
El proceso de cambio consiste básicamente en tres etapas.
Recolección de datos: determinación de la naturaleza y disponibilidad
de los datos necesarios y de los métodos utilizables para su recolección
dentro de la organización. Incluye técnicas y métodos para
describir el sistema organizacional, las relaciones entre sus elementos y las
maneras de identificar problemas y asuntos más importantes.
Diagnóstico organizacional: del análisis de datos tomados se pasa
a su interpretación y diagnóstico. Se trata de identificar preocupaciones
problemas, sus consecuencias, establecer prioridades y objetivos.
Acción de intervención: se selecciona cuál es la intervención
más adecuada para solucionar un problema particular organizacional. Esta
no es la fase final del proceso de cambio, ya que este es continuo y una etapa
capaz de facilitar el proceso sobre una base de continuidad.
EL PUNTO DE PARTIDA PARA EL CAMBIO
Hoy en día el cambio organizacional es la piedra angular del mejoramiento
continuo de las organizaciones. El cambio es el fenómeno por medio del
cual el futuro invade nuestras vidas y conviene observarlo atentamente desde
el ventajoso punto de vista de los individuos que viven, respiran y experimentan.
La gente se pasa la vida esperando a que las cosas cambien, a que las personas
que los rodean cambien y a que todo se ajuste a su manera de ser y de pensar.
Pero los empleados pueden asumir el rol de líderes dentro de un proceso
de cambio y crear una visión compartida que movilice a la organización
y a su recurso humano en el proceso de cambio. La misión de generar la
capacidad de cambio, parte del auto educación permanente, para aprender
y desaprender y para ayudar a los otros a aprender. El aprendizaje es cambio
y su punto de partida es la educación.
El conocimiento es la clave para ser competitivos. Hoy más que nunca,
las organizaciones deben desarrollar capacidades de aprendizaje que les permitan
capitalizar el conocimiento.
Es necesario que el trabajador asuma mayor responsabilidad por su propio desarrollo,
que se convierta en actor de su proceso de aprendizaje y que se esfuerce en
definir sus propias necesidades en función de los requerimientos del
trabajo mismo.
Una buena forma de aumentar la efectividad, es haciendo las cosas de manera
diferente a la forma tradicional, incorporando así el cambio como una
constante en el funcionamiento organizacional.
Trabajar por trabajar es hoy signo de improductividad. Lo que se requiere para
ser más competitivo es dinamismo, es decir, energía orientada
hacia el logro de los objetivos.
El entorno cambia y las empresas se van ajustando a nuevas reglas como la integración
de esfuerzos, el beneficio compartido, el trabajo en equipo, la permanente disposición
a aprender y a cambiar, las organizaciones por procesos, el aplanamiento de
las estructuras organizacionales, la disminución de los niveles jerárquicos
y de puntos de control, la ruptura de barreras, la necesidad de comunicación,
la autogestión y el auto desarrollo como pilares del cambio.
El auto desarrollo permite que la gente esté en capacidad de construir
nuevos esquemas de aprendizaje.
La autogestión lleva a que cada empleado esté en capacidad de
planear, hacer y evaluar su propio trabajo sin necesidad de tener que estar
esperando a que su superior le diga las cosas que el mismo sabe que se deben
hacer por el bien de la Empresa.
La autogestión implica:
•Trabajar en equipos que requieran poca o ninguna supervisión.
•Lograr que los empleados aporten buenas ideas y sugerencias.
•Convertir a la empresa en una organización que aprende continuamente.
•Hacer que los empleados se sientan dueños de lo que hacen.
•Lograr que la gerencia mantenga un mayor control del negocio.
•Que cada uno de los empleados actúe como un empresario creativo
y auto motivado.
•Que la empresa sea un lugar de trabajo agradable y que a su vez ofrezca
a los clientes excelentes productos y servicios que aseguren su permanencia
en el mercado.
Se debe comenzar por querer el trabajo que se realiza en la Empresa, borrar
de la mente todos los rencores, celos profesionales y envidias que se manejan
en las organizaciones. Debemos pensar que el trabajo es parte de la misión
que se tiene en la vida y que ésta es la mejor oportunidad de servir
a los demás.
CULTURA Y CAMBIO ORGANIZACIONAL
Las tendencias que pautan el desenvolvimiento del mundo contemporáneo
determinan los cambios, es decir, las nuevas actitudes en las empresas, tales
como, la globalización de la economía, la conciencia ambientalista,
la aceleración de las privatizaciones, las alianzas estratégicas
y el avance tecnológico, conforman un ineludible conjunto de condiciones
que afectan las organizaciones. La estrategia que mejor interpreta las respuestas
ante las demandas de ese entorno tan complejo y cambiante se resume en competitividad.
NATURALEZA DEL CAMBIO EN LA CULTURA ORGANIZACIONAL
Es propio de la naturaleza de las organizaciones, que ellas cambian con el tiempo
y, por tanto, los gerentes por definición, tienen que estar tratando
de manejar el cambio con una visión proactiva.
De acuerdo a lo anterior, la misma supervivencia de una organización
puede depender de la forma como adapte la cultura a un ambiente de rápido
cambio. A partir de esta premisa, las organizaciones que quieren ser competitivas
se mantienen en busca de la excelencia, a través de la adquisición
de nuevos conocimientos que les permitan estar a la par del entorno y, a su
vez, asumir el compromiso de conocer el grado de integración y diversificación
de competencias, de manera que puedan, utilizar las herramientas que les permitan
estructurar un adecuado portafolio de productos y/o servicios.
Dentro del marco descrito anteriormente, esas son estrategias que toda gerencia
debería adoptar para el logro del éxito en el alcance de los objetivos
establecidos, según las orientaciones preestablecidas por la visión
de la organización.
IMPLICACIONES DEL CAMBIO DE LA CULTURA
El cambio de la cultura implica una modificación de un estado, una condición
o situación. Es una transformación característica, una
alteración de dimensiones o aspectos más o menos significativos.
El panorama actual de las organizaciones se presenta lleno de cambios radicales
y con un ritmo sin precedente en la historia de la humanidad.
En la medida que los cambios se vuelven un factor permanente y acelerado, la
adaptabilidad del individuo organizacional a tales cambios resulta cada vez
más determinante en la supervivencia de cualquier empresa.
Considerando lo anterior como una constante, la realidad permite concluir lo
siguiente: las organizaciones se plantean retos y han demostrado que el presente
es de quienes se adapten más agresivamente a las nuevas realidades, que
las ciencias gerenciales modernas tienen sentido cuando se aplican adecuadamente,
que los retos del futuro son superables cuando se toma conciencia del papel
de la innovación en un entorno cambiante.
A medida que las organizaciones desafían el cambio, será determinante
que la gerencia desarrolle nuevas tecnologías en función de mejorar
las destrezas y habilidades de los individuos.
La esencia de la gestión de la alta gerencia, es visualizar acertadamente
hacia donde se deben encaminar los esfuerzos de una organización, y lograr
moverla al menor costo. Sin embargo, hacer esto no es fácil, ya que se
presentan imprevistos, y tantas posibilidades de limitaciones únicas,
que resulta complejo enfrentarlas con esquemas rígidos- pero ejecutar
el cambio con enfoques nuevos, sugiere que el cambio en alguna forma es un fenómeno
que presenta un reto sin precedentes.
TRES IDEAS BÁSICAS ACERCA DE LA GERENCIA DEL CAMBIO.
Primero: consiste en la capacidad que debe tener la alta gerencia en manejar
los cambios, ya que éstos implican costos, riesgos, ineficiencias temporales
y cierta dosis de trauma y turbulencia en la organización. Adicionalmente,
pueden obligar a la alta gerencia a invertir tiempo y esfuerzos y obviar otros
asuntos claves para la empresa.
Segundo: una vez que se inicia el cambio, este adquiere una dinámica
propia e independiente de quien lo promueve o dirige, es decir, puede suceder
que en algunos de los casos más exitosos de cambio, los resultados obtenidos
sean cónsonos a lo planificado inicialmente. Aunque en algunos casos,
lo planificado y lo obtenido no coincida por completo. Este fenómeno
es motivado, entre otras cosas, al hecho de que una vez que se desencadena el
proceso de cambio, ocurren una serie de eventos, acciones, reacciones, consecuencias
y efectos que difícilmente, pueden ser anticipados y controlados por
completo por quienes gerencian el cambio.
Tercero: el cambio en una empresa es un proceso lento, costoso, confuso y conflictivo,
que normalmente ocurre a través de ciertas etapas más o menos
comunes.
Por lo tanto, que no sólo es importante diseñar y planificar el
estado futuro deseado, sino analizar profundamente el estado de transición
necesario para que la organización se mueva hacia el objetivo deseado.
Es importante destacar que el cambio requiere de un alto nivel de compromiso,
inversión y dedicación al logro de la nueva situación;
que si no se cuenta con la participación activa y el apoyo de quienes
tienen el poder de toma de decisión en la empresa, es muy probable que
el cambio no sea exitoso o quede inconcluso, lo que puede ser perjudicial para
la organización.
Por lo anterior, los cambios son producto del crecimiento de las organizaciones,
en cuanto a los planes que desarrollan, por la diversificación de sus
acciones, especialización de sus actividades, el liderazgo de sus direcciones
y por las características del mercado donde actúan y compiten.
PROCESO DEL CAMBIO PLANEADO
Las organizaciones con visión proactiva tienen la capacidad de percibir
y entender los cambios y el efecto que éstos tienen sobre la conducta
de los que se involucran.
PROCESOS QUE DEBEN OCURRIR EN CADA UNA DE LAS FASES PARA
LOGRAR EL CAMBIO EN UN SISTEMA HUMANO.
Descongelamiento (Invalidación): durante esta etapa se generan y consolidan
las fuerzas a favor del cambio. Esta es la etapa donde la insatisfacción
con la situación existente alcanza el nivel suficiente como para que
se decida cambiarla. La ansiedad, preocupación y motivación deben
ser lo suficientemente altos como para justificar los costos de un cambio. En
esta etapa además se ofrecen el mayor número de oportunidades
para reducir la resistencia al cambio, a través de la difusión
de información que permita conocer las insuficiencias de la situación
existente, la necesidad imperante de cambiarla y los rasgos de situación
futura que se desea alcanzar. La participación suele ser el mejor antídoto
a la resistencia organizacional.
Cambio A Través De La Reestructuración Cognoscitiva: se introducen
las modificaciones planeadas, comenzando con las más fáciles de
aceptar por parte de la organización, pasando luego gradualmente, a los
cambios de mayor complejidad y alcance. Durante este período, el cual
suele ser el más largo y costoso, aparecen los problemas y peligros que
más dedicación y talento exigen de la alta gerencia.
Nuevo Congelamiento (Consolidación Del Cambio): esta fase ayuda a la
gerencia para que incorpore su nuevo punto de vista, es decir, se crean las
condiciones y garantías necesarias para asegurar que los cambios logrados
no desaparezcan. El empuje de la alta gerencia continúa siendo de vital
importancia en esta etapa y el hecho de no contar con dicho apoyo puede conducir
a un retroceso en el proceso de cambio e inclusive podría provocar el
fracaso definitivo del proceso.
El establecer cambios duraderos significa empezar por abrir las cerraduras o
descongelar el sistema social actual, lo que significaría, tal vez, una
especie de confrontación, o un proceso de reeducación. Además,
el avance conductual, viene a ser una especie de cambio deseado, como en una
reorganización. Por último, tienen que estar alertas y tomar medidas
pertinentes que aseguren que el nuevo estado del comportamiento sea relativamente
permanente.
Todo cambio implica, al menos durante un tiempo, el esfuerzo adicional de tener
que aprender a desenvolverse adecuadamente en la nueva situación, lo
cual es una fuente adicional de trabajo y de preocupación.
REACCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ANTE LA INCORPORACIÓN
DE EL CAMBIO
Los efectos del cambio no son automáticos, ni necesariamente equivalentes
a lo esperado. El mismo opera a través del cambio en las personas; ellas
son las que controlan sus resultados. Los sentimientos y valoraciones de los
implicados, respecto al cambio, deciden en gran medida su reacción.
En consecuencia, se concibe al hombre organizacional como un ser que busca su
desarrollo integral a partir del encuentro de sus tres dimensiones: intelectual,
afectiva y social; se habla de organizaciones como el espacio vital que le debe
posibilitar al hombre su desarrollo; y para que este desarrollo se dé,
debe ser una organización con necesidad de cambio.
Las organizaciones deben convertirse en espacios para la comunicación
y la reflexión, producto de la construcción conjunta de las personas
que la conforman. Además, considerar el cambio de cultura como proceso
continuo de aprendizaje enmarcando al hombre como el centro del desarrollo de
una organización.
El proceso educativo puede ser concebido como el proceso de compartir una cultura
y/o un conocimiento, con el que se logra el mantenimiento de la cultura existente
de la organización.
Ningún cambio puede ser exitoso, sin una planificación previa;
además, determinar, sí éstos deben ser iniciados por quienes
sienten realmente la necesidad del cambio. Es posible que la influencia del
liderazgo, tenga sus límites, particularmente en las grandes empresas,
donde la alta gerencia se encuentra muy alejada de las funciones de la gerencia
a nivel operativo.
Cualquiera que sea el caso, cuando la empresa está en proceso de cambio,
las normas culturales deben reorientarse cambiando el sistema de gerencia, es
decir, los múltiples procesos gerenciales, la estructura organizacional
y el estilo gerencial que impulsa a la empresa.
Tal situación ha originado nuevos retos a la alta gerencia; pero a su
vez ha permitido liberar energía e iniciativas suficientes que llevarán
a las organizaciones a ser competentes en el mundo de los negocios.
La competitividad es una estrategia que resulta de combinar el espíritu
empresarial con la capacidad de aprender continuamente. En sentido general se
puede decir que es una actitud y una aptitud. Es una actitud orientada hacia
la visualización de oportunidades y el control de las amenazas. También
es una aptitud que permite mantener e incrementar la preferencia de los clientes
por los bienes o servicios que se ofrecen.
En otro orden de ideas, se percibe una interdependencia entre gerencia y cambio:
nuevamente se puede plantear que gerenciar es sinónimo de cambiar. Las
organizaciones convencionales se planteaban proyectos de cambio para conseguir
una condición de estabilidad y equilibrio. Actualmente, el cambio no
persigue sosiego y tranquilidad; por el contrario, se cambia para tener una
mayor capacidad de cambio. Ahora el cambio se interpreta como el camino natural
a través del cual se desenvuelven las organizaciones.
Los cambios han sido como instrumentos de adaptación. Casi todos impulsados
por una crisis de misión y estrategia de las organizaciones y, por la
necesidad de adaptarse, más que por cualquier intención de cambio
de la organización interna propiamente dicha. Esta perspectiva refleja
que el cambio en las organizaciones a veces se describe como un proceso de conversión
de un líder o liderazgo que luego se trasmite a través de toda
la empresa.
Las premisas anteriores permiten el planteamiento de la tesis que el espíritu
empresarial y el conocimiento son los dos factores más importantes que
determinan el éxito de las organizaciones.
CAMBIO ORGANIZACIONAL PARA UNA MAYOR COMPETITIVIDAD
El nuevo escenario a que están sujetas las organizaciones, son los cambios
apresurados que demandan alta flexibilidad y capacidad de adaptación
a las exigencias de su entorno. En este sentido, deben entenderse los cambios
como retos permanentes capaces de asegurar el fracaso o el éxito de una
organización.
En consecuencia, es de gran importancia para las empresas conocer el grado de
madurez y disposición que se tenga en el momento de enfrentar los cambios.
Una experiencia positiva está dada cuando se refleja la aceptación
por parte de los empleados de nuevas políticas, actitud positiva hacia
la innovación y el éxito alcanzado en procesos anteriores.
Un elemento clave para la aceptación del cambio de cultura, es la comunicación.
La transmisión de valores, creencias a través de procesos de comunicación
efectivos.
La claridad de las expectativas se relaciona con la apertura comunicacional
en relación con el tema, en todos los niveles de la organización,
y la información pertinente y oportuna sobre el proceso de cambio a implantarse.
Para muchas organizaciones, una gerencia de cambio organizacional significa
también pasar de una cultura tradicional en la cual prevalecen estilos
burocráticos, motivacionales y valores por el poder y la afiliación,
y un clima de conformidad; a una cultura del desempeño, donde es posible
aportar nuevas ideas; la gente puede asumir riesgos calculados y es incentivada
a establecerse metas retadoras, mediante el reconocimiento del mérito
y los resultados excelentes.
Si se analiza el lado humano del proceso de cambio para adaptarse a un entorno
más competitivo, se puede pensar que la disposición organizacional,
el equipo humano y el proceso de implantación del cambio, exigirán
características personales fundamentalmente orientadas a hacer un trabajo
cada vez mejor, con estándares de excelencia, que permitan incrementar
la productividad y la efectividad organizacional.
En otras palabras, es indispensable que la gente posea una serie de competencias
directamente asociadas con la excelencia en sus respectivas áreas de
responsabilidades, para poder garantizar mayor competitividad.
AVANCE DE LA TECNOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN
COMO PROCESO DE CAMBIO
"El cambio es el fenómeno por medio del cual el futuro invade nuestras
vidas, y conviene observarlo atentamente desde el ventajoso punto de vista de
los individuos que viven, respiran y experimentan.
GLOBALIZACIÓN DENTRO DE LOS PROCESOS DE CAMBIO
La globalización es considerada como un proceso de cambio para aminorar
los costos y desarrollar productos, generando mayor competitividad en los mercados
extranjeros e internos. La globalización requiere un cambio dramático
en el enfoque nacional de empleo, desarrollo y principio de gerencia.
La globalización se caracteriza por uniones estratégicas entre
los conglomerados industriales y, consiste en que los gerentes estén
alerta al momento de reclutar, seleccionar gente preparada, la cual viene a
ser, la fuerza que impulsa a la organización al logro de los objetivos,
además, que aporta la iniciativa, la determinación y el compromiso
que producen el éxito a la organización.
Hoy más que nunca, las organizaciones deben ser generadoras de aprendizaje
con la finalidad de formar y desarrollar capacidades que les permitan capitalizar
el conocimiento. Esta premisa se ha convertido recientemente en ventaja competitiva
aunado a la supervivencia de la organización en un entorno altamente
cambiante.
La globalización de los mercados, el aumento de la competitividad, el
rápido y creciente desarrollo tecnológico, y las tendencias demográficas
y exigencias de la fuerza laboral, obligan a las organizaciones a replantearse
y reconsiderar, bajo nuevas perspectivas, el desarrollo humano.
Para darse los procesos de cambios en los seres humanos desde los niveles individuales
hasta los institucionales, es necesario un liderazgo que tome en cuenta los
aspectos cognoscitivos, emocionales y conductuales que conlleven a la organización
a una verdadera transformación.
Por último, la imagen y el pensamiento del líder son esenciales
para darle dirección al proceso de cambio, para lograr coherencia en
el equipo humano y consistencia en las decisiones, que harán a una organización
más competitiva en una economía de mercado, donde todos deberán
tener las mismas oportunidades y los mismos riesgos.
CÓMO GERENCIAR EL CAMBIO ORGANIZACIONAL
El término de gerencia del cambio constituye uno de los aspectos más
relevantes del proceso de globalización de la gestión de negocios,
toda vez que tanto el gerente como la organización comienzan a enfrentar
complejas situaciones de cambio en su entorno que no deben ser atendidas de
manera dispersa, sino que requieren de una plataforma mínima que asegure
con éxito el cambio en la organización.
Sin embargo, acometer un proceso de gerencia del cambio no es tan fácil
como pudiera pensarse en un primer momento debido a la gran cantidad de elementos
que involucra, además de que para ello debemos estar completamente seguros
de que la organización pueda absorber los cambios y, muy particularmente,
que sus recursos humanos comprendan su importancia y se comprometan de hecho
en su desempeño, teniendo presente que el mismo es un proceso continuo
que hay que tratarlo como tal y no como algo transitorio.
Por otra parte, se hace necesario realizar un diagnóstico previo de la
organización que permita apreciar su verdadera situación y definir
tanto su misión real como los lineamientos estratégicos que deben
orientarla, al mismo tiempo que facilite la identificación de aquellas
variables del entorno que puedan incidir negativa o positivamente, sobre sus
principales áreas de gestión, con lo cual podrían preverse
los posibles obstáculos, debilidades y amenazas, además de las
propias potencialidades.
Dicho diagnóstico debe estar fundamentado en la formulación de
algunas preguntas claves sobre la gestión de la organización,
las cuales permitirían reflexionar sobre los aspectos que afectan su
funcionamiento: ¿estamos haciendo las cosas bien, lo podemos hacer mejor?,
¿nuestra capacidad de respuesta es mejor que la de la competencia?, ¿verdaderamente
estamos preparados para enfrentar y asumir los cambios del entorno?.
EL PAPEL DEL GERENTE COMO LÍDER DEL PROCESO DE
CAMBIO ORGANIZACIONAL
Ante un proceso de cambio organizacional o de reconversión de actitudes,
el papel del gerente debe ser el de liderar el cambio mismo, convirtiéndose
en un visionario, un estratega y un excelente comunicador e inspirador de todos
aquellos aspectos que involucren a la organización, toda vez que dicho
proceso, por su magnitud, sólo se logra con el compromiso del equipo
gerencial y de toda la organización en su conjunto, siendo cada vez más
importante pensar en reconvertir primeramente al gerente, ya que si el mismo
tiene bajo su cargo un equipo dispuesto al cambio y no se siente comprometido
con él, dicho cambio no se dará por efecto de una resistencia
pasiva (aquella en la cual se apoyan los cambios de palabra, pero no se participa
de ellos.
Por todo ello, las nuevas realidades del entorno van dejando de lado la idea
de las organizaciones tradicionales, rígidas, requiriéndose hoy
en día una gerencia más participativa, más plana y con
menos niveles jerárquicos, en donde se produzca un mayor acercamiento
de todos los que la integran, con una participación mucho más
activa de todo el equipo gerencial en la toma de decisiones y con un énfasis
muy particular en equipos decisorios basados en estructuras funcionales por
áreas de negocios.
Por otra parte, el desarrollo de nuevas tecnologías y el auge cada vez
mayor de la llamada "revolución de la información",
ha propiciado cambios acelerados en las estructuras organizacionales, al mismo
tiempo que condiciona un nuevo perfil global para el gerente, en donde sus principales
características personales deben incluir una mayor capacidad de adaptación
a nuevas circunstancias, una mentalidad internacional y excelentes condiciones
de aprendizaje y comunicación, además de contar con principios
elementales como ética, honestidad y justicia, cuya valoración
es de carácter universal.
EL GERENTE Y LA COMUNICACIÓN EN EL PROCESO DE CAMBIO
ORGANIZACIONAL
Todo gerente de una organización que acometa procesos de gerencia del
cambio o de reconversión de actitudes, debe tener muy en cuenta que la
comunicación ascendente es mucho más difícil y menos eficiente
para el logro de los objetivos que la comunicación descendente, por lo
que es necesario mejorar los canales internos de la organización, recordando
que no puede existir verdadera comunicación en un solo sentido.
Si bien la habilidad para comprender y dirigir todos los procesos de la organización
es vital para desarrollar un liderazgo efectivo, el gerente moderno no sólo
debe dominar el aspecto técnico, logístico, estratégico
y financiero en su conjunto, sino que debe darle una muy especial importancia
a los recursos humanos de la empresa. El gerente líder tiene que comunicarse
de manera efectiva con sus empleados, al mismo tiempo que debe proyectar la
imagen de la empresa y evaluar objetivamente lo que necesita su personal para
hacer aún más fácil la absorción por parte de éste
de una identidad corporativa propia.
El gerente moderno debe estar consciente de que su actuación como líder
es observado detenidamente por todos en la organización y fuera de ella,
y es justamente a través de su comportamiento, actitudes y personalidad
que comienza a permear la imagen corporativa de la empresa.
Por otra parte, el gerente debe tener siempre presente que no sólo debe
conocer a la organización a través de la información previamente
filtrada por su equipo de gerentes (el llamado "staff" de la organización),
sino que debe involucrarse e interesarse más en todos los aspectos, comportamientos
y niveles internos de la organización, sin que ello necesariamente signifique
que no deba delegar responsabilidades a dicho equipo para analizar problemas
y situaciones, administrar recursos y apoyar las necesidades del personal a
su cargo.
http://www.ilustrados.com/publicaciones/EpyyVAlAFEZlJoANHi.php
INFOGRAFÍA:
MODELO DE GESTIÓN DE COMUNICACIÓN PARA EL CAMBIO ORGANIZACIONAL
Y GESTIÓN COMUNICACIONAL: CASO BANCO DE VENEZUELA/ GRUPO SANTANDER
http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/ger1/mogescomorg
Hoy día, se puede apreciar el auge que han tomado las
adquisiciones y fusiones por parte de las empresas a nivel mundial, como una
forma para afrontar la globalización y lograr una mayor competitividad.
Estos procesos de cambio implican una variación en la vida de la empresa,
es decir, en la forma de hacer y pensar tanto a nivel formal como informal dentro
de la organización. Se presenta de igual modo el cambio del recurso humano,
el cual ¨ suele implicar el cambio de actitudes y comportamientos de los
miembros de la organización por medio de procesos de comunicación,
toma de decisiones y solución de problemas buscando que los individuos
trabajen juntos de la manera más eficaz posible. ( Robbins, 1996).
El estudio en cuestión presenta un modelo que busca servir como punto
de partida para los encargados de comunicar el cambio en una empresa. En dicho
modelo se esbozan una serie de elementos que deben tomarse en cuenta a la hora
de arrancar un proceso de comunicación en un contexto de cambio organizacional,
específicamente en el caso de adquisiciones de empresas. Por otro lado,
se realizó un estudio de la gestión comunicacional de una empresa
del sector privado en Venezuela, que sirve como ejemplo de la creciente adquisición
de compañías venezolanas por parte de grupos foráneos;
tal empresa es el Banco de Venezuela/ Grupo Santander.
NUEVOS VALORES
http://www.icemd.com/area-entrada/articulos/consulta-art.asp?Id=152