Martín Alonso
Pinzón
El
Descubrimiento de América
JULIO IZQUIERDO
LABRADO
Palos de la
Frontera, 1985
Martín Alonso
nació por el año de 1440 y navegó desde niño en las carabelas
palermas como grumete. Vivía en el antiguo Camino Real a la
Rábida, y contrajo matrimonio con una vecina de la localidad
llamada María Álvarez. Tuvieron cinco hijos. Dos varones :
Arias Pérez y Juan Pinzón, que participarían en varias
expediciones por tierras americanas, y tres niñas : Mayor,
Catalina y Leonor, la pequeña, que sufría frecuentes ataques de
lo que ellos llamaban "gota coral" y nosotros
epilepsia.
Su enorme
experiencia náutica y audacia le proporcionaron buenos
rendimientos en sus viajes de cabotaje, llegando a tener una
holgada situación económica. Tuvo embarcaciones propias en las
cuales se afanaban por enrolarse los marinos de toda la comarca.
Su fama y prestigio crecían gracias al éxito de sus
expediciones comerciales y al valor que demostró en las armadas
de guerra durante el conflicto entre Castilla y Portugal.
Cuando el 23 de
Mayo de 1492 se leyó a los vecinos de Palos la Real Provisión
por la cual se les ordenaba entregar dos carabelas a Colón y
partir con él en el viaje que iba a realizar por mandado de Sus
Altezas, la villa acata la decisión real pero no la cumple. Los
palermos no estaban dispuestos a embarcarse en tan gran aventura
con un desconocido sin prestigio. Independientemente de la mayor
o menor credibilidad de las ideas colombinas, los hombres de
Palos nunca secundarían al genovés a no ser que le acompañara
algún navegante respetado en la villa. La aventura, arriesgada
y, sobre todo, de ganancia incierta, no presentaba grandes
atractivos. La oposición y la indiferencia por el proyecto
colombino debieron ser generalizados, ya que el mandamiento real
implicaba suficientes razones para sembrar el descontento en el
puerto palermo.
Esa era
la situación cuando Martín Alonso Pinzón regresó de Roma de
uno de sus habituales viajes comerciales. Como ya hemos apuntado,
era un hombre pudiente, diestro en el arte de navegar y de gran
prestigio en la comarca. En definitiva, Pinzón poseía los
atributos de los que carecía Colón, presentándose, por tanto,
como el complemento ideal del futuro Almirante para realizar la
expedición.
Fueron los
franciscanos de La Rábida los que pusieron en contacto al
genovés con el marino palermo. También Pero Vázquez de la
Frontera, viejo marino de la villa muy respetado por su
experiencia, y amigo de Martín Alonso, influyó de manera
importante para que Pinzón se decidiera a apoyar la empresa. En
los Pleitos Colombinos, el testigo onubense Alonso Gallego
recordaba haber oído decir a Colón : "Señor Martín
Alonso Pinçón, vamos a este viage que, si salimos con él y
Dios nos descubre tierras, yo os prometo por la Corona Real de
partir con vos como un hermano".
Sea cual
fuere el motivo del palermo, lo cierto es que, cuando decide
incorporarse a la expedición, inicia una enérgica campaña de
apoyo al viaje, animando a enrolarse a los más destacados
marinos de la zona. Desechó los barcos embargados por Colón,
contratando navíos más adecuados, y aportó de su hacienda
medio millón de maravedíes, la tercera parte de los gastos en
metálico de la empresa.
Ultimados los
preparativos, el 3 de Agosto la Santa María, la Pinta y la Niña
partieron del Puerto de Palos. Colón en su Diario sólo tiene
palabras de elogio para Pinzón, que se muestra muy eficaz en la
resolución de los problemas que van surgiendo. Así, en los
primeros días de Octubre, cuando el malestar, el cansancio y los
deseos de regresar, que el cauto ligur preveía, comenzaron a
cundir entre los tripulantes de la Santa María, las dotes de
mando y la capacidad resolutiva de Martín Alonso quedaron
expuestas al abordar esta situación, que Colón no supo atajar,
restableciendo la disciplina en la armada y propiciando
decisivamente la continuación del viaje, cuando estaban a
escasas jornadas de tierra americana.
Hasta ese
momento, las relaciones entre ambos líderes eran buenas.
Circunstancia que acabará cuando, tras el Descubrimiento, el ya
Almirante Colón se muestra excesivamente celoso de su gloria y
privilegios. Así, al adelantarse el 21 de Noviembre Pinzón con
la Pinta, separándose de las otras naves y llegando antes a la
isla que buscaban, Colón no duda en hacer contra él las más
graves e infundadas acusaciones. La enemistad entre ambos marinos
se mantuvo ya hasta el regreso. Martín Alonso llegó enfermo y
murió a los 15 o 20 días, enterrándosele, probablemente, en la
Iglesia del Monasterio de La Rábida según su voluntad.

VOLVER