cema. Ica posturo durigata, la soleso, e la tenso di la tota ento, efektigas ordinare la deziro.
Ye granda joyo, mixita kun pavoro, la yunino vidas su reflektar la revata viro che la surfaco di l’arjento. Ma ve, desfelica esos ta quan su turnos por certijar ke la aparo esas reala!
Fakte, ica senkulpa ludi, qui tamen postulas poka kurajo finas ulfoye tragediale. Me esis infanto kande me audis rankontar a mea olda servistino, la trista aventuro di un ek sa vilajal, amikini, qua vice la ”la predestinato” videskis sarko sur la spegulo, avan qua el esis sidanta; el su levis viveme e falis esvaninta.
La sukuso quan efektigis ica morto predico esis tante violentoza ke lu ne povis quietijar, e kelka monati plu tarde elu mortis.
Existas altra divino procedo, lu esas: la posturo di l’uceli, di la hani e hanini precipue. La Kaldeani, la Greki e la Romani uzis olu ed esis mem stariginta ol kom institucuro; nedubeble, ol venis de Bizantioad-en Rusio. La Chef-episkopo di Novgorov, Guennady, qua vivis dum la XVª yarcento, montras ja ol, kom tradicionala en sa lando.
En Ukrano, la divino di l’promisato esas charmizita. La yunini kunvenas en la maxim spacoza ek la ”Khatas” (dometi) e facas rondo cirke amaseto di frumento grani sur qua on pozas ringo. On enirigas hanon ad en la rondo, qua peg-agante, renkontras la harda korpo e forjetas lu. La ringo ruladas e tombas fine ye la pedi di unu ek la asistantini: elu esas ta qua mariajos la venonta yaro.
E. Halpérine
LA NATIVIDAD EN RUSIA
La Natividad de Jesucristo es una de las grandes fiestas rusas. Las solemnidades religiosas empiezan la víspera y duran hasta el día de Reyes. Con estas fiestas, eminentemente cristianas, coinciden las viejas costumbres de adivinación, de magia, de casi brujería, de origen pagano. Principalmente, la mujer siente respeto por estas tradiciones antiguas. La más seguida por las jóvenes, es la que les permite descubrir á su futuro. Los procedimientos varían: se echa cera en una vasija de agua hirviente, y para saber su destino, se examina la conformación de los arabescos dibujados por la cera derretida.
Con mayor frecuencia aún, permanece la paciente largas horas, de noche y sola, inmóvil, con la vista fija ante un vaso de agua, en cuyo fondo yace una moneda nueva de plata, esperando ansiosamente la aparición del predestinado, rubio ó moreno, según el sueño forjado, pero siempre bello y atrevido.
Esta postura prolongada, la soledad y la tensión de todo el ser, producen de ordinario el efecto apetecido.
Con grande alegría, mezclada de espanto por parte de la joven, el hombre soñado se refleja en la superficie bri-
|
llante de la plata. Pero, ¡ay de aquella que se vuelve para asegurarse de la realidad de la apariencia! En realidad, estos juegos inocentes, que exigen, sin embargo, cierto valor, terminan algunas veces trágicamente. Era yo un niño cuando le oí contar á mi anciana criada, la sombría aventura de una de sus amigas de aldea, que, en lugar del predestinado, apercibió en el espejo ante el cual se hallaba sentada, un ataud; levantose vivamente y cayó desvanecida. La sacudida que le produjo este presagio de muerte había sido tan violenta que no logró reponerse de ella, muriendo pocos meses despues.
Existe otro procedimiento de adivinación: la actitud de las aves, de los gallos y gallinas particularmente. Los Caldeos, los Griegos y los Romanos le empleaban y hasta le habían erigido en institución y, evidentemente, desde Bizancio pasó a Rusia. Un arzobispo de Novgorod, Guennady, que vivió en el siglo XV, le señala ya como tradicional en su país.
En Ukrana, la adivinación del prometido está llena de encanto. Las jóvenes se reunen en la más espaciosa de las Khatas (chozas), formando corro en torno de un montoncito de granos de trigo, sobre el que depositan un anillo. Introducen en el corro un gallo, que picoteando encuentra el cuerpo duro y le arroja lejos de sí. El anillo rueda y va á caer á los pies de una de las presentes, que habrá de casarse dentro del año que va á empezar.
E. Halpérine
Ica revueto esis precipue fondata por difuzar L’INTERNACIONA en nia lando; ni komencis humile pro ke ni ne povas facar granda spensi, e ni luktos tam longe kam to permisas nia revenui.
Ni savas ke multa ek nia esforci tote perdesos e ni esperas ke ula fervorozi helpos ni, tamen ni ne advokas li pro dignesala kauzo. Ni deziras ke LABORO publikigesez nur en Ido ma ni regretas ke to esas ankore frue nam tale nur kelki komprenus ni.
Avizo. – La stranjeri dezironta ricevar nia revuo mustos sendar lia abon-pekunio per franca bon-de-poste, se posible.
Imprenta de J. Campoy, Farmacia, 6 . - MADRID
|