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La cementera Loma Negra es solo la nave insignia
de la flota Fortabat. Amalita tambien es
propietaria de Estancias del Sud, Recycomb,
Compañia Comercial y Financiera
(Cocyf), Lomax
y Cemento San Martin. en el patrimonio de
la tercera fortuna de la Argentina (aunque Amalita,
es cierto es la mujer mas rica del pais) tambien se cuentan otras propiedades:
el triplex donde viven la empresaria, su hija Ines
y su nieta Barbara con su marido Esteban
Ferrari y sus tres pequeños hijos, Marcos
(8), Tomas (6) e Ignacio
(3); dos residencias en Uruguay (una en Punta del
Este y otra en San Ignacio); una flamante
en Villa La Angostura; un departamento en
Nueva York y otro en Paris; la torre Fortabat
-el edificio inteligente sede de las oficinas de la compañia-,
y el museo y una pinacoteca tasada en casi veinte millones de dolares.
"Si
vieran como algunos sueñan con tener una parte de ese dineral...
Es como una maldicion". En realidad, no es una maldicion: es codicia.
Los nombres pueden tardar años en pasar de aspirantes a beneficiarios
pero solo un dia en ser descartados para siempre.
Mencionan un caso, el de Cuqui, asistente
personal de Amalita por una decada y de quien
se decia que recibiria una pequeña fortuna como legado de la señora.
Pequeña en comparacion con los 1600 millones del total, pero inmensa
en comparacion con lo que cualquier argentino dificilmente consiga en
toda una vida de trabajo.
"Cuuuuqui", la llamaba Amalita
desde la sala y le hacia un gesto con la mano que la empleada interpretaba
a la perfeccion. Podia ser agua, un espejo o el rouge. De un dia para
el otro, Cuqui perdio el favor de su ama. Hace dos meses dejo el trabajo
y con el la supuesta herencia que le tocaria. Dos de las secretarias historicas
de la empresaria, las eficientisimas Clara Lamas
y Ana Maria Somoza tambien estarian en la
lista dorada, pero ellas no hablan del tema ni se suman al grupo de nerviosos
por saber si estan entre los elegidos. Y en la familia es una cuestion
por demas incomoda. "Es de mal gusto", opina tajante Barbara
Bengolea, una mujer de trato suave, sonrisa espontanea y bajo perfil.
Amalita tambien cambia el tono cuando habla
sobre el testamento: "En realidad, ya no me corresponde nada, todo
esta distribuido. Cada quien sabe lo que le corresponde, lo que merece.
Esta todo tan claro que, aunque no me pienso morir, nadie se va a pelear
por mi dinero ni por nada". |
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"Mema",
muere de orgullo por sus nietos, los adula, los mima, los guia. Y ellos
le retribuyen el afecto. Pero en realidad a Amalita
le hubiera gustado que no fueran hijos de su hija, sino suyos. Un dia,
ella sorprendio a un periodista con una declaracion: "Si
hay algo que nunca le voy a perdonar a Ines es que Alejandro sea hijo
suyo y no mio. Debi ser su madre". A su lado, aunque ya esta
estaba acostumbrado a los halagos de la abuela, el nieto se sonrojo un
poco. Desde que tenia diecinueve años ella lo preparo para que
continuara su obra, igual que a Barbara.
Y no cabe duda que Amalita hizo un excelente
trabajo. David Rockefeller le aconsejo que
los sacara de la universidad, donde estudiaban ciencias economicas, y
que los metiera de lleno en la empresa para que se empaparan sobre sus
negocios. Amalita los dejo bajo la tutela
del ex ministro de Economia Jose Maria Dagnino Pastore
(68) actual miembro del directorio de Loma Negra, del ex ministro Adalbert
Krieger Vasena y el ex ministro de Defensa Ricardo
Lopez Murphy.
Hace un año, Alejandro se convirtio
en vicepresidente primero y Barbara en vicepresidenta
segunda de Loma Negra. Los cargos no los
marean. No los consideran como una pesada carga que la abuela les ha puesto
sobre los hombros. "Carga no, es una responsabilidad que asumi con
alegria", señala Alejandro Bengolea
en la sala de reuniones de la torre Fortabat,
muy cerca de tres de los hombres de mayor confianza de la compañia:
Dagnino Pastore, Victor Savanti -ex presidente
de IBM y ex vicepresidente de Loma Negra-
y Juan Pedro Thibaud, a quien llama, con
perfecta pronunciacion francesa, "Jean Pierre".
"Falta el doctor Eugenio Aramburu, que
esta en los Estados Unidos", aclara Ines,
en una de sus muchas acotaciones durante el encuentro.
Ya
unos dias antes, Savanti habia expresado
que "Quien piense que la Señora va a resignar su poder de
decision, no la conoce. Es cierto que Alejandro
y Barbara tienen cada vez mas atribuciones,
pero la palabra final siempre es de Amalita. Son los herederos y no cabe
ninguna discusion, pero la señora esta en perfectas condiciones
de seguir liderando la empresa".
Quienes
pensaron que la fractura de cadera que Amalita
sufrio en mayo del '99, al caerse en su departamento, la dejaria fuera
de combate, no contaban con su tenacidad. La primera operacion para soldarle
el hueso la llevo a una pelea con su medico de cabecera, el prestigioso
infectologo Daniel Stamboulian, y a volar
en su avion rumbo a los Estados Unidos, para que la atendiera el medico
de su amigo Rockefeller. Todavia esta en
recuperacion bajo el cuidado del doctor Ramon Leiguarda
-el mismo que opero al ex presidente Carlos
Menem- con gimnasia casi a diario, calmantes para los fuertisimos
dolores que le provocan insomnio y un baston en el que descansa para no
hacer esfuerzo. Durante la entrevista, sin embargo, se movio sola o tomada
del brazo de Alejandro. A falta de baston, en su mano derecha sostiene
un rouge con el que retoca permanentemente el rosa fuerte de sus labios.
"Amalita
tiene 'joie de vivre' (alegria de vivir). Si no se dejo ver antes
era porque el dolor le cambia el sentido del humor y ella es una persona
divertida", reconoce el viejo amigo de la familia.
Sea
como fuere, lo cierto es que detras de su salud y de los rumores de retiro,
detras incluso de su puesta en escena para reaparecer tomando las riendas,
se mueven (inquietos y muy cerca) los que especulan con que llego el momento
del testamento definitivo. Se trata de hombres y mujeres fieles que sufrieron
los vaivenes de ser millonarios un dia y pobres al otro, segun los cambios
de humor que Amalita fuera teniendo a lo largo de los ultimos años.
La dama de cemento es un mito viviente y sabe que, a pesar de su inmenso
poder, no lograra controlar lo que sobre ella se escriba en el futuro.
Asi que se dedica con fruicion a reescribir -para escandalo de sus leales-
una y otra vez su gran texto.
Ines
y Amalia, la una ya acostumbrada al vertigo de manejar un imperio de 1600
millones, la otra, aun joven, acaso con su sensibilidad por el arte prefiera
embelesarse con la obra "Almuerzo en naranja" de Antonio Berni,
que preside el salon de directorio en la Torre Fortabat, el corazon del imperio
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