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"Mi
Abuela"
por
Barbara Bengolea, Vicepresidenta segunda de Loma Negra. Responsable de
la comunicacion empresaria.
Cada
vez que me lo preguntan, respondo lo mismo: yo siento un gran orgullo
por mi abuela, ademas de todo el amor que, desde luego, tengo por ella.
Amalita
siempre fue mi maestra y mi consejera, la persona que me enseño
todo sobre el amor incondicional, porque aprendi que siempre puedo contar
con ella, tanto en mis momentos de alegria como en mis momentos de tristeza
Con mi abuela somos amigas y nos entendemos con solo mirarnos. La nuestra
es una relacion absolutamente especial. Muchas veces no necesitamos recurrir
a las palabras para saber que nos pasa. Amalita es, ademas, maravillosamente
inteligente. Dia a dia, a mi y a mi familia nos transmite su fuerza y
su amor por la vida. Para mi es un deleite tanto emocional como intelectual
compartir mi vida a su lado. Ella me enseño a usar algunas herramientas
para la vida y para el trabajo, y creo haber aprendido como hacerlo. Esas
herramientas son el coraje y la templanza. Me admiran las cualidades de
mi abuela, su fortaleza, su sensibilidad y su capacidad, que son las mas
importantes que posee. Tambien, y, por sobre todo, su dignidad. Como mi
madre es hija unica, mis hermanos y yo siempre estuvimos muy cerca de
mi abuela y ella fue una segunda madre para mi. Me aconsejo cada vez que
lo necesite y durante toda mi vida, y soy una eterna agradecida por lo
que me dio. estoy convencida de que una forma de retribuirle por lo que
hizo y hace por nosotros es verla feliz y contribuir a esa felicidad.
Se que ella esta muy orgullosa de sus nietos porque siempre lo dice, pero
es mucho mayor orgullo que nos da tenerla a nuestro lado.
revista
Noticias, 3 de febrero de 2001 |
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Nuestro
Fondo: Unos años atras. Incansable, Amalita llega a Punta del Este despues
de participar en la cumbre de presidentes americanos realizada en Miami para
visitar a su nieta Barbara (embarazada de Tomas) y su bisnieto Marcos, ademas
de reunirse con un empresario aleman. Llegada a las 12 del medeiodia en su Lear
Jet al Jaguel, se dirigio a su residencia en el barrio del Golf, donde la esperaban
tres guardias de seguridad, los caseros organizando la bienvenida, ejemplares
de cada publicacion argentina y una camioneta con leña para el hogar.
Luego almorzo en el exclusivo restaurante "Mariskonea" ensaladas con
frutos de mar, verduras frescas y agua mineral. A las 14,30 finalizo la comida
y nuevamente se dirigieron a la mansion del Golf, al tiempo que los pilotos
cargaban en su avion hielo y gaseosas para el viaje de regreso a Buenos Aires
a las 15 horas. A las 15,30, Amalita ya habia abandonado Punta del Este |
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