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Es
insoportable ver a las mujeres llorando. No lo hacen con los ojos. Las lágrimas
nacen de un más allá que los hombres ignoran. Amalia Lacroze de Fortabat (80),
como toda mujer, atesora ese misterio. Cuando la vieron mal, nadie logró arrancarle
el motivo. Es verdad: el temperamento de "La Señora" -como la llaman en Loma
Negra- o de "Mema" -su apodo de entrecasa- mantiene a raya a cualquiera. Hasta
que apareció una periodista, Carol Vogel, especialista de la sección Artes
de "The New York Times", y descubrió el secreto mejor guardado por Amalita:
"Afectada por la crisis financiera, Fortabat ha decidido vender algunos de
sus tesoros en la subasta que el 8 de mayo la casa Sotheby´s dedica al arte
moderno e impresionista".
La mujer más poderosa de la Argentina, la consejera íntima de todos los presidentes
durante las últimas décadas, la empresaria cementera cortejada por David Rockefeller
(87), dueña de una fortuna valuada en 1.500 millones de dólares, a quien muy
pocos sospecharían atribulada por urgencias económicas, quiere rematar sus
queridos cuadros de Gauguin, Degas, Miró, Matisse y Pisarro.
La tan mundana preocupación de "La Señora" por hacerse de cash a escondidas
ilustra hasta qué punto la crisis argentina humilla a todos. Aunque es cierto:
Amalita no vende todo lo que tiene. Apenas está vendiendo lo que ama.
Depresión grupal.
En
el edificio inteligente que Fortabat levantó a una cuadra de Puerto Madero
las paredes hablan. O, para ser más precisos, se quejan. Desde noviembre,
los ingresos de Loma Negra cayeron como una pedazo de hormigón desde un décimo
piso. Según las planillas de la empresa, en los últimos doce meses las ventas
de la cementera líder en el país se redujeron en un 45 por ciento.
Un dossier confidencial, elaborado en los más altos niveles de la corporación,
tal vez sirva de ayuda para interpretar los males que atacan a Amalita. En
resumen, el trabajo revela lo siguiente:
- "Desde
1997, cuando capitales internacionales llegaron a la Argentina para incursionar
en el mercado cementero, Loma Negra lleva invertidos 630 millones de dólares".
- "Nuestra
deuda bancaria y financiera orilla los 430 millones. Como sabemos, en nuestra
estructura de costos, el capital es muy alto. El 75 por ciento de la deuda
la tenemos en dólares. La pesificación licuó el 25 por ciento, nada más".
- "Tenemos
un producto poco transable. El cemento no es exportable. El costo de flete
nos deja fuera de competencia. Nuestra producción íntegra va al mercado
interno. Grave: tenemos ingresos en pesos y una importante deuda en dólares".
- "El
consumo de cemento actual por habitante en la Argentina es de sólo 95 kilos
por año. Al mismo nivel que Paraguay. Diez veces menos que España. En Uruguay
se consume casi el doble que en nuestro país".
- "Los
niveles de venta de este año son idénticos a los de 1967. Nuestra capacidad
de producción está intacta, alcanzamos niveles de clase mundial, pero la
incertidumbre económica conspira fuertemente. Cuando no ve futuro, la gente
no construye. Es posible que este año no tengamos ganancias".
En
buen romance, perderán dinero por primera vez en su historia. Aunque no implique
riesgo de quebranto, el panorama sombrío quedó registrado en el último ejercicio
que Loma Negra presentó ante la Comisión Nacional de Valores. Allí, el emporio
Fortabat declaró una "ganancia real" en el 2001 de 77 millones de pesos, y
una "ganancia operativa" de 45. Vaya paradoja: las 20 obras que Amalita puso
en venta en Nueva York están valuadas entre 43 y 61 millones de dólares. En
promedio, unos 150 millones de pesos "duhaldistas", es decir, el monto resultante
de dos años de "ganancias reales" de la poderosa cementera nacional. |
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