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Este texto ha sido
elaborado por un grupo de investigadores del Instituto de Estudios e
Investigaciones del Trabajo del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social de
Cuba, con la autoría principal de Rafael Alhama Belamaric, la coautoría de
Francisco Alonso Arrastra y Tania Martínez Núñez, y la colaboración de René
Fernández Luzúa y Loyda Velásquez
Cabrera.
Contenido
Prologo de Ricardo Antunes
Introducción 1
Capitulo I: Organización. Alcance 12
1.1Organización 12
1.2 Raíces históricas y conceptuales 15
Capitulo II. Tipos de Organizaciones. Principios 51
2.1Tipos de Organizaciones 51
2.2 De la organización Jerárquica a la de Conocimientos 73
Capitulo III: Sistemas de Gestión Integrados 88
3.1Sistema de Gestión Integrada 88
3.2 Funciones y Principios de la Organización 98
3.3 Estructuras 103
Bibliografía capítulos I, II, III 111
Capitulo IV: Enfoque Interdisciplinario para el estudio
del Comportamiento Organizacional.
De la Cultura de la Eficiencia a la de Apoyo e Innovación.
Valores de una Dirección Integral Colaborativa. 114
4.1 Enfoque Interdisciplinario para el estudio del
Comportamiento Organizacional. 114
4.2 De la Cultura de la Eficiencia a la de Apoyo e Innovación
4.3 Valores de una Dirección Integral Colaborativa 129
Bibliografía 133
Capitulo V: Nuevas Formas de Organización del Trabajo
a nivel de Puesto de Trabajo 135
5.1 Principios fundamentales tradicionales 135
5.2 División y Cooperación 164
Bibliografía 174
Capitulo VI: Las Nuevas Formas de Organización del
Trabajo y La Integración Global. Nuevos Principios.
Factores de Potenciación 176
6.1 Las Nuevas Formas de Organización del Trabajo y
La Integración Global. Nuevos Principios 176
6.2 Factores de Potenciación 201
Bibliografía 204
Capitulo VII: Evaluación del Desempeño de la Organización 208
Bibliografía 232
Capitulo VIII: La Remuneración y Estimulación en las
Nuevas Formas de Organización del Trabajo. 233
Bibliografía 256
Prólogo
Dentro de las innumerables
contradicciones de la sociedad actual encontramos una cuya solución parece una
completa imposibilidad, dentro de la lógica destructiva que preside la sociedad
del capital; si bien en el plano microcósmico, en el plano de las empresas, hay
una necesidad intrínseca de racionalizar su modus operandi, si hay una necesidad
imperiosa de seguir el recetario y la pragmática de Lean Production, de una
empresa ligera, vislumbrando cómo preservar la concurrencia con las demás
empresas que participan del sistema global del capital, la expansión ilimitada
de esa lógica microcósmica para la totalidad de las empresas del ámbito mundial,
desencadena una consecuencia trágica.
Su racionalidad interna
acaba por generar una monumental sociedad de desaciertos, una vez que la lógica
de reestructuración y de la productividad, cuando dirigida por el ideario y por
la pragmática del capital, acaban por acarrear la reducción del trabajo vivo y
su sustitución por el trabajo muerto, para usar los términos de
Marx.
El resultado está presente
en (casi) todas partes del mundo: cerca de un tercio de la fuerza de trabajo a
escala global, se encuentra viviendo en la informalidad, la precarización del
trabajo, el desempleo estructural. Al seguir la racionalidad, en el plano
microcósmico, estalla como resultante la sociedad del trabajo precarizado y del
desempleo, consecuencia de la más nefasta barbarie del capital y de su
capitalismo.
Pero, ¿cómo hacer cuando la
lógica de la producción no es dirigida prioritariamente por la acumulación
privada del excedente, cuando el objetivo de la economía fuese economizar, en el
sentido original, del latín oeconomia, esto es, utilizar racionalmente los
recursos naturales y humanos?; Cuando el objetivo es transformar la empresa
productiva desde la óptica de producción de bienes socialmente útiles,
colectivamente determinados?; Cuando el objetivo no es la acumulación privada de
capital, sino avanzar en la construcción de un diseño societal socialista, donde
el valor de uso de los bienes producidos no está dirigido por la prevalencia de
su valor de cambio?
Estas consideraciones son
tratadas en el libro Nuevas Formas Organizativas, de un grupo
de investigadores del Instituto de Estudios e Investigaciones del Trabajo del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, con la autoría principal de
Rafael Alhama Belamaric y la coautoría de Francisco Alonso Arrastra y Tania
Martínez Núñez, y la colaboración de René Fernández Luzúa y Loyda Velásquez
Cabrera.
Partiendo del debate
teórico, pero con un claro sentido práctico, ese propósito colectivo de los
autores, recorre dentro de las más diversas ideas, tesis e hipótesis, presentes
desde los clásicos hasta los apologistas contemporáneos del mercado, con el
objetivo de auxiliar en la búsqueda de caminos donde el economizar, el
racionalizar, no sean prisioneros de una lógica destructora del capital, que
acumula, pero deshumaniza, que genera valor, pero también desvaloriza a las
personas que trabajan.
Que por el contrario, sea
una contribución para que se piense en una forma de empresa socialmente
productiva, capaz de apoyar efectivamente la construcción de una sociedad nueva,
donde la autonomía, el autocontrol, el saber colectivo prevalezcan sobre la
heteronomía, el sometimiento, la alienación, típicos de la sociedad
capitalista.
Los autores saben que hay
grandes limitaciones objetivas (y también subjetivas) que dificultan el tránsito
en dirección a lo nuevo, pero recorren un camino que procura señales y
direcciones. Por eso, hay un alerta; una cosa es seguir el recetario del
capital, otra muy distinta es buscar y concebir alternativas fuera del sistema
del metabolismo social del capital, para que la creación de valores tengan un
sentido de utilidad verdaderamente colectivo y social.
Eso, porque la empresa
capitalista moderna, al defender los intereses del consumidor, está de hecho
escondiendo el universo privatizador que la domina, el de la búsqueda ilimitada
de ganancia. Por eso la falacia del individuo, del colaborador, del consumidor
procura encubrir y esconder la búsqueda de la ganancia y de la
acumulación.
¿Cómo entonces,
compatibilizar productividad, competencia con humanidad ?
¿Cómo hacer para que el
conocimiento no se convierta, como todo en la sociedad del capital, en una
mercancía más, deshumanizada y fetichista?
Son estos los desafíos y
cuestiones que afloran después de la lectura del libro Nuevas Formas Organizativas de Rafael
Alhama Belamaric y sus compañeros coautores del Instituto de Estudios e
Investigaciones del Trabajo.
Por eso, el debate central
del siglo XXI no es intentar salvar la sociedad del capital frente la humanidad,
sino salvar la humanidad frente el capital. O lo que, a su modo, Cuba va
tratando de hacer ya hace más de cuatro décadas. Por tal razón, también necesita
producir, aunque con otra lógica y de otro modo. Y aquí reside la esencia del
libro que nos ayuda mucho a pensar en los caminos a seguir, como en aquellos que
debemos rehusar.
Ricardo Antunes
Unicamp/Brasil
Introducción
Trataremos de dar un
sentido práctico a este texto, combinando el análisis y la reflexión con las
experiencias y las acciones prácticas de más de tres décadas de investigación,
trabajos de campo, experimentos y aplicaciones en las empresas y entidades del
país, pero también tratamos de ser problematizadores y proponentes, para
despertar el debate y el desarrollo de las temáticas, todas complejas, para
comprender, introducir y desarrollar las Nuevas Formas Organizativas y las Nuevas
Formas de Organización del Trabajo.
En la empresa de hoy, la
empresa que hace Gestión de Conocimientos, o mejor aún, la Organización en Aprendizaje (Learning
Organization), es decir, la organización que facilita el aprendizaje de todos sus
integrantes y donde este aprendizaje se traduce en un
proceso de transformaciones continuas, las dimensiones teoría y práctica, la
concepción y el procedimiento, son inseparables, puesto que ni el empresario
puede ser sólo de acción, ni el académico puede limitarse a la reflexión y el
pensamiento.
La
ideación-interpretación-propuestas-acción es un proceso, y sin pensamiento
sistémico y sin actividades de integración de las disciplinas sociales y
técnicas, y de un trabajo coordinado, no fortuito, de la práctica y la teoría,
no es posible ni concebir ni desarrollar, ni las Nuevas Formas de Organización
(NFO) con cambios profundos a nivel global de toda la organización, ni las
Nuevas Formas de Organización del Trabajo (NFOT), referidas más a elementos
técnicos del proceso de trabajo, al menos como se presentan hasta hoy, y unas
dependen de otra.
La intuición de los
empresarios, cada vez se debe basar más en procedimientos sistémicos y
conocimientos teórico-conceptuales que no sólo disminuyen el azar, sino aumentan
la posibilidad de sobrevivencia y desarrollo de la
organización.
Si parafraseamos a Drucker, P. que señala en Los desafíos de la administración en el siglo XXI que: Todas las empresas tienen que hacer de la competitividad global una meta estratégica. Ninguna empresa puede tener la esperanza de sobrevivir, y ni hablar de ser exitosa, a menos que esté a la altura de los estándares fijados por los líderes en su campo, en cualquier lugar del mundo, y agregamos o aclaramos que los estándares se refieren a elementos de competitividad que tienen en cuenta en primer lugar, la situación de la innovación y el nivel de conocimientos que se aplican.
Entonces se puede decir
que, ninguna empresa puede tener la esperanza de sobrevivir y ni hablar de ser
exitosa, a menos que esté a la altura de los estándares fijados por los líderes
en relación con las Nuevas Formas de Organización.
Pero, en nuestro caso,
decimos más, lo que nos obliga a más: ninguna empresa en nuestra sociedad se
puede limitar a los estándares y a las propuestas conceptuales, y sobre todo, a
los principios elaborados, ya sea por estudiosos académicos o empresarios, que
responden a principios de las sociedades de clases.
Desde luego, que la
competitividad es más compleja que decir que es el resultado de los
conocimientos y la gestión eficaz, en la que intervienen circunstancias y
factores de carácter extra empresarial, nacional e internacional, y lo que se
quiere enfatizar es en la importancia de la estrategia empresarial, en el cómo
de las cosas, pero también en el porqué de las cosas si se trata de un enfoque
sistémico, que marca diferencias profundas con el qué o los contenidos de las
cosas, e incluso con el cómo o la aplicación de las cosas.
Como parte esencial de ésta
estrategia, y de la filosofía y la concepción de las NFO y las NFOT, está el
lugar que ocupan las personas y los recursos de los humanos. Este es el
objetivo del presente texto.
Es a nivel de la empresa
que se pueden y deben aprovechar las oportunidades en cada momento. Es a la
empresa a la que hay que facilitar las vías que posibiliten aprovechar las
oportunidades, es la empresa la que debe reaccionar primero. Es la empresa la
que diseña y la que debe responsabilizarse, con todo lo que ello implica, con la
estrategia que debe estar orientada al cambio, que pasa por el establecimiento
de los valores culturales necesarios para llevar a cabo los cursos de
acción más convenientes.
Y, la mayoría de las veces,
no son las estrategias las que fallan, sino los apoyos y las coordinaciones
necesarias, puesto que las percepciones diferentes o enfrentadas sobre los
problemas, sobre las perspectivas, los escenarios, sobre la base de
conocimientos, capacidades e informaciones disponibles y diferentes, hacen
apoyar o no el quehacer de la organización para alcanzar la estrategia trazada.
La tan mencionada
resistencia al cambio o en otras palabras la aceptación de lo establecido, más
allá de la valoración de los elementos que se tengan, pasa en primer lugar por
la cantidad y calidad de la información disponible, y toda resistencia
psicológica, lógica, afectiva o racional, pasa por la determinación del grado de
las consecuencias para las personas involucradas o implicadas, dos conceptos
muy en boga también, que implican manipulación y envolvimiento. Entonces de lo
que se trata es de crear un clima con capacidad de asimilar y permitir que las
personas participen conscientemente, en desarrollo ascendente, con todas
las consecuencias y responsabilidades.
Si la información de la que
se dispone es mínima, no se ofrecen elementos que permiten evaluar en qué medida
realmente los cambios implican cambios positivos para las personas, desde luego
que los cambios se rechazan, y se sigue con las prácticas y hábitos establecidos
y arraigados.
Esto es lo que sucede
muchas veces, cuando se trata sólo de cambios de procedimientos, sin que se
tenga claridad del concepto o de la filosofía que sustenta la idea, o que
simplemente no existen cambios de esencia, y por lo tanto, tampoco cambios
sustanciales para las personas. Esto puede ocurrir, y de hecho ha ocurrido en
diversas partes del mundo, con las NFO y las NFOT, como constatan diversas
investigaciones realizadas.
Cuando nos referimos a
cambios de esencia, no nos referimos a nuevos elementos técnicos del proceso de
trabajo, ni tampoco ni solamente a las características más nombradas hoy día por
muchos para identificar los modelos organizativos que corresponden a NFO, que
son: un diseño participativo, una orientación al cliente, o el trabajo en equipo
o el desarrollo de habilidades y destrezas para un mejor desempeño, o la
aplicación de la tecnología de la información y las comunicación es que permiten
organizar redes intra y entre empresas.
Nos referimos a elementos
esenciales que influyen y determinan la estructura básica de funcionamiento en
todos los niveles de la Organización; en su Estructura Organizacional con una
mínima División del Trabajo y una máxima Cooperación sobre la base de la
colaboración; en su Estructura de Producción o los Servicios con funciones
descentralizadas e integradas; y en su Estructura de Control y Coordinación que
comprende todas las funciones directivas más cercanas e integradas a los que
realizan funciones de ejecución.
Se trata en una palabra, de
Nuevos Principios de Dirección y Organización, entendidos, diseñados e
instrumentados de manera sistémica, sin los cuales no es posible que se
introduzcan y desarrollen las NFOT actuales. Casi cualquier cosa que introduzca
cambios en las formas tradicionales de organización, se identifica con Nuevas
Formas de Organización del Trabajo, pero no se puede identificar con Nuevas
Formas de Organización que tengan por base cambios radicales y revolucionarios
de dirección, en organizaciones de conocimientos, y con los avances tecnológicos
de la informática y las telecomunicaciones.
Las Nuevas Formas Organizativas, y las Nuevas
Formas de Organización del Trabajo como parte de aquellas, deben llevan a una
Dirección y Organización empresarial nuevas, junto con una Cultura empresarial
nueva, al Dominio de conocimientos especiales no abordados con anterioridad, y a
la Integración de las Disciplinas Técnicas y Sociales. Sólo la conjunción de
todos estos factores es capaz de llevar a NFO y a NFOT.
Las NFO en nuestra
sociedad, y en general si fuera posible, y si las relaciones sociolaborales de
nuevo tipo no entraran en contradicción con la esencia del capitalismo, deben
identificarse con nuevos contenidos y nuevas relaciones de trabajo entre las
personas; y las NFOT hoy día, deben identificarse no sólo como aquellas formas
que contienen nuevos elementos técnicos del proceso del trabajo, sino como
elementos técnicos pensados, diseñados y aplicados en estrecha interrelación con
los elementos sociales y psicológicos de las personas, puesto que el proceso de
trabajo depende más de las relaciones sociales que se establecen.
En una palabra, concederle
mayor importancia y mucho mayor tratamiento a la persona para su desarrollo
pleno, y buscar cómo hacerlo en una época en la que junto a la globalización, la
despersonalización parece ser la tónica básica de las sociedades contemporáneas,
es el objetivo del presente texto.
Las formas tradicionales,
entendiendo por éstas las ampliamente aceptadas y establecidas desde hace casi
un siglo, en su momento también fueron nuevas, y fueron rechazadas. En el texto
hacemos referencia a las raíces históricas y filosóficas del pensamiento
organizacional, desde las ideas modernas de organización en las que se fundaron
las empresas modernas del siglo XX, según el modelo burocrático, las
características e influencias del taylorismo, fayolismo y el fordismo como
modelos, o modelo que sustentó las economías de escala, pasando por los sistemas
socio-técnicos, hasta el toyotismo y la producción ajustada (Lean Production) y
las organizaciones en red, y altamente flexibles.
Se harán referencias al
Enfoque Logístico y al ciclo logístico, que tantos adeptos tiene, y que de
ninguna manera se debe obviar si se habla de NFO y de modelos productivos que lo
sustentan, pero en los que las personas y las funciones referidas a las mismas
no son de apoyo ni secundarias; de lo contrario sería difícil pensar que se
puedan lograr sistemas integrados de gestión, que integran ya no sólo a los
proveedores con el sistema operativo de la empresa, sino redes que incluye a los
clientes, distribuidores y consumidores. También se hace referencia a la Calidad
Total, a la Reingeniería, a la Gestión Integrada, y a los elementos que todos
tienen en común: la respuesta como un todo, como un flujo único y equilibrado,
para que los problemas se puedan resolver allí donde ocurren, el mejoramiento
continuo y las soluciones priorizadas de problemas críticos a partir de
análisis-síntesis de las interrelaciones y no de análisis lineal de
causa-efecto, dirección por procesos, autocontrol y autogestión, trabajo en
equipo y competencias sociales. Y sobre todo y más, de lo que falta o es
insuficiente en todos y cada uno de ellos, la orientación social, a las
necesidades sociales de los trabajadores.
Los temas relacionados con
las NFO son sensibles, problemáticos y problematizadores, pero de ninguna manera
se pueden seguir dejando de lado, o seguir de manera acrítica haciendo nuestras
las concepciones ajenas sin desarrollos propios.
Quizás, mejor que hacer
referencia a las formas tradicionales y formas nuevas, sería plantear que las
primeras, las de hace ocho o nueve décadas atrás o las de hoy que siguen los
mismos principios, como las segundas, ponen énfasis en los aspectos técnicos de
la empresa o del proceso de trabajo, actividades, procesos o puesto de trabajo,
y se trata de diseñar y desarrollar una Dimensión Social en conjunción con la
Dimensión Técnica.
Sobre las organizaciones
como clase de sistemas sociales, y el dilema individuo-estructura, y las
diferencias en su funcionamiento, se ha escrito bastante, aunque no fueron
resueltos por los enfoques ni psicológicos ni sociológicos, tampoco los
ingenieriles, o económicos. Se impone buscar y construir una visión integradora.
Autores como Katz, D. y
Kahn, L.R. a finales de la década de los sesenta y principios de los setenta,
proponen un modelo de Organización más amplio y complejo que se va más allá del
dilema planteado, y es por medio de la Teoría General de Sistemas. De manera que
nos referiremos a la Organización como Sistema Social y como Sistema Abierto;
integrada en sus dos dimensiones., en la que por demás se ha avanzado muy poco
en las últimas tres décadas.
Para entender, aprehender y
aplicar los conceptos en nuestra sociedad y nuestras organizaciones, es
imprescindible entender el contexto en que se desarrollan. El mundo de hoy,
luego de una década que marcó, supuestamente, el fin de la confrontación
ideológica entre los bloques o sistemas sociales, y se estableció la visión del
orden mundial unipolar, basado en una economía y políticas neoliberales, con el
predominio de la internacionalización del comercio y la especialización global,
no sólo no constituye el fin de las contradicciones de clases, sino que se
agudiza la lucha ideológica.
La globalización, como
fenómeno básicamente de mercado y políticas neoliberales basadas en la fe en el
mercado, hace dejadez y omite las políticas sociales. Si esto es así a nivel de
la sociedad, no puede ni le presta atención a los problemas sociales al interior
de las organizaciones, es decir, de las empresas. Se encuentra en un punto de
inflexión entre, máximo de mercado y nula intervención estatal y coordinación
internacional, llamado mundo sin fronteras (Lawrence y Bressand), y una baja
intensidad de mercado y grado considerable de supervisión colectiva o
armonización imperial, lo que significa hegemonía de unos u varios países; o
baja intensidad de mercado y baja intervención y coordinación internacional o
mundo de fragmentación y alta intensidad de mercado y alto grado de
coordinación o agrupación regional con supervisión colectiva o club de
clubes.
Estos escenarios no son
excluyentes, y mientras en las finanzas se aplica un mundo sin fronteras, para
el movimiento de la fuerza de trabajo se fragmenta el mercado. Las consecuencias
no pueden ser más desastrosas. Por eso, el Informe sobre el Empleo en el Mundo
2001, cuya finalidad era explorar la dinámica de la revolución tecnológica de
la información y las comunicaciones, tal y como se manifiesta en el mundo del
trabajo, concluye que la situación mundial del empleo está preñada de grandes
dificultades.
Cuántas veces hemos leído u
oído que la aplicación de las NFOT trae aparejado o como consecuencia, el empleo
a tiempo parcial, temporal o incrementos en el desempleo, o incremento en las
formas laborales precarizadas.
¿Cómo concebir en otras sociedades una relación social distinta entre las personas al interior de las organizaciones, en su participación en el trabajo, actividad social, en el sistema complejo que constituye toda Organización económica, si la sociedad se concibe en los pocos que se apropian de la mayor parte de las riquezas creadas y la mayoría que recibe una mínima parte?
Por eso, cuando las NFO y
las NFOT se analizan hoy día, no se pueden ver en los marcos técnicos estrechos
de la fragmentación de las tareas y las necesidades por exigencias técnicas y
tecnológicas de enriquecer las tareas, o de crear un clima de innovación y aprendizaje, como parte de
la motivación de los trabajadores, sin analizarlo a la luz de las políticas
sociales, económicas, culturales, educacionales, ambientales, y luego pretender
diseñar y construir una visión compartida de la que tanto se habla.
Cuando se habla de NFO, con
nuevos contenidos también, se trata en primer lugar, de cambiar la organización
del sistema social que responde a determinados objetivos que tiene que ver con
el ámbito social, político e ideológico de las sociedades. Y las sociedades
capitalistas desarrolladas actuales no tienen capacidad para
hacerlo.
El planteamiento puede hacerse de diversas maneras, pero la respuesta es la misma.
Podemos parafrasear a
Bohm,D. cuando dijo que el pensador y el pensamiento no pueden separarse, y
decir que el trabajador-pensador y su pensamiento no pueden separarse. Puede
hacerse la pregunta de: ¿qué hay que cambiar para que sea esto posible en el
capitalismo?, y entonces estaríamos hablando nada menos que de cambiar los
pilares de los últimos doscientos años, desde Smith.A., de la División del
Trabajo y el Individualismo Económico.
Pero, la pregunta principal
para nosotros en nuestra sociedad es: ¿qué hay que hacer para establecer nuevas
relaciones sociolaborales que lleven a NFO en nuestra
sociedad?
Si las NFOT a nivel de
puesto de trabajo tuvieron una cierta expansión en el mundo desarrollado desde
la década de los 60, las NFO a nivel de procesos y empresas han tenido mucho
menos repercusión, por las políticas y estrategias empleadas, pero sobre todo
por la ideología que las sustenta.
Se habla de nuevos valores
e ideas nuevas de cómo dirigir, organizar, planificar, gestionar los recursos
financieros y materiales, y se concibe, habla y escribe sobre las personas y las
funciones que trabajan directamente con las personas, como elementos de segunda
importancia. Las NFO con énfasis en los componentes sociales y de tipo
comportamental, son esferas de alto contenido ideológico, y los intereses se
alinean en función de los objetivos que para la organización fijan sus
dirigentes o propietarios. (Supervielle y Stolovich,
2000).
Esta pudiera ser una
respuesta al planteamiento de Drucker,P., uno de los autores de mayor influencia
en los últimos cincuenta años, que dice en Management, que el management es
independiente de los conceptos de propiedad y poder, un concepto por así decirlo
limpio, neutral, quizás técnico o profesional solamente.
Por otro lado, es
importante distinguir cuando se trata de transformaciones del proceso del
trabajo, desde el punto de vista técnico, como resultado de los avances
científicos y tecnológicos, que en nuestra sociedad debe llevar, no sólo a la
intelectualización del trabajo social y mayor calificación profesional, sino al
replanteo de nuevos principios de dirección y de gestión.
En las sociedades
capitalistas desarrolladas, se llevan a cabo hoy día formas que van más
allá de la empresa y del proceso de trabajo, llevan a formas de empleo nuevas
que se relacionan con el avance de los elementos técnicos de los procesos de
trabajo; pero llevan a menos empleo estable y a la diversificación del trabajo
parcial, a más desempleo, a mayor intensificación del trabajo, mayor explotación
de la fuerza de trabajo mas compleja.
Por último, otra aclaración
es necesaria, y es en relación con la tecnología llamada dura, y la concepción
de su determinismo para la introducción , diseño y desarrollo de las NFO y las
NFOT.
Hay suficientes evidencias
e investigaciones realizadas desde la década del 80 (Butera, 1990,
Bessant,1989), incluso desde la década de los 60, e incluso en nuestro país
(IEIT,2003), que muestran la relatividad del carácter determinista de la
tecnología dura en la implantación de las NFO. Si es cierto que pueden servir de
apoyo en caso de los modelos productivos, también es cierto que el grado de
libertad que ofrecen las NFOT o los Sistemas de Gestión de los Recursos Humanos,
es mucho mayor, y establecen una prioridad, si se quieren alcanzar resultados
duraderos, para desarrollos a largo plazo en la utilización de la tecnología
dura, sin los cuales esta no se potencia ni aprovecha al máximo.
Las NFOT y los sistemas de
gestión, como puede ser el Sistema de Gestión de los Recursos Humanos, que
nosotros a veces decimos recursos de los humanos para diferenciarlo de la
administración del personal tradicional, deben garantizar el establecimiento de
sistemas sociales en las organizaciones, con nueva gestión de tipo
comportamental que es capaz de asimilar, y a veces suplir, la tecnología dura
para alcanzar los estándares de competitividad.
No es admisible, ni
conceptual ni prácticamente, considerar de ninguna manera como NFO, modelos y
propuestas que reducen la Calidad de Vida Laboral. Ni desde la perspectiva
psicosocial, ni de los principios de organización ni de dirección, pueden ser
estas las bases de los nuevos modelos que deben potenciar los elementos
comportamentales de la organización, desde nuestra ideología y nuestra
filosofía.
Los lectores interesados,
cualesquiera que se su disciplina y especialidad, no deben rechazar los
enfoques, ideas o criterios de otras disciplinas, ni el conocimiento del
desarrollo histórico. Es imprescindible un análisis histórico profundo del
desarrollo de las ideas, conceptos, teorías y procedimientos aplicados en la
práctica, para entender en qué punto nos encontramos, y entender del porqué de
los cambios y qué profundos deben ser éstos para romper con los modelos
arraigados.
Se trata de recoger una
amplia bibliografía internacional reconocida, pero se trata por todos los medios
de no repetir ni copiar las ideas sin someterlas a un análisis crítico, y a
hacer una reflexión propia y una interpretación y propuestas propias, a partir
de experiencias de estudios e investigaciones sobre todo de los últimos quince
años desarrolladas por el Instituto de Estudios e Investigaciones del Trabajo
(IEIT), relacionadas con el Perfeccionamiento Empresarial y la Dirección de los
Recursos Humanos.
Se trata, sobre todo, de
entender que estos cambios deben tener por base una ideología y una filosofía
que posibiliten el desarrollo de una sociedad socialista. No podemos aceptar, lo
que a veces hemos leído, que todos estos problemas relacionados con la Dirección
y Organización son también problemas político-sociales, o limitarnos a
mencionar o dar importancia al Liderazgo, sin más.
Las creación de relaciones
sociolaborales nuevas dentro del sistema complejo que constituye cualquier
Organización, ya sea empresa, entidad, organismo o institución, que pasa por el
trabajador colectivo de Marx, es primero un problema político-social y luego
técnico; porque de lo contrario, las soluciones y aplicaciones técnicas, que no
tienen en cuenta de forma integrada las soluciones sociales, no diferencian en
nada a una Organización socialista de una Organización capitalista, puesto que
no diferencian un trabajador con sus valores, creencias y percepciones, de una
sociedad de un trabajador de otra sociedad. Esa es la diferencia, o debe serlo,
de una NFO en una y otra sociedad.
Tampoco los elementos o
factores que se citan y se establecen como los más importantes, y que varían de
acuerdo a la concepción, más social o menos social, se pueden limitar a dos o
tres, ya sea Gestión, o Finanzas, o Información, o Liderazgo, y mucho menos
admitir que se desconozca, o no se incluya en este grupo de factores
priorizados, los Factores Motivacionales, y los que tienen relación con las
Necesidades Sociales y Psicológicas de las personas.
Estas propuestas deben
tener por base un trabajo intensamente multidisciplinario e interdisciplinario
de la Filosofía, la Sociología, la Psicología, la Economía, la Ingeniería, entre
otras, y transfuncional al interior de las organizaciones. Desde luego, se trata
de nuevos desarrollos de las disciplinas, y nuevos perfiles de formación de
especialistas y trabajadores. Son tareas estratégicas grandes que deben empezar
por preparase desde
hoy.
Capítulo I
Organización.
Alcance.
1.1 Organización
Hoy día, cuando se habla de
Nuevas Formas de Organización (NFO), se puede pensar en la función directiva
principal, la forma en que se lleva a cabo la función de organización en la
empresa, y no es errado, pero también se puede referir a la organización del
trabajo, de la producción y de la dirección, o a la organización a cualquier
nivel, sea área, proceso, actividad, o una unidad, o la propia empresa enfocada
como un todo, y hasta a las formas de empleo.
Es todo eso, y por ello,
consideramos más adecuado a nuestros fines, referirnos y definir el concepto de
Organización, desde el enfoque sistémico, que va a estar presente a lo largo del
texto.
Ante todo, es necesario
recordar que el trabajo es actividad social, de manera que es esencial para las
NFO analizar y cambiar las relaciones que se establecen entre las personas que
participan de la actividad. Por eso, designamos la Organización como sistema
social, y como tal un sistema complejo, en el cual se potencia al máximo el
diseño y tratamiento individual de las personas, de las relaciones entre las
personas, que se tienen en cuenta como factor principal de las funciones, de la
estructura, de los procesos de trabajo, de las políticas y las estrategias, de
la comunicación y la información, factores consustanciales a las relaciones
interpersonales que condicionan todas las decisiones referidas a los individuos,
grupos, a los actos y acciones que se llevan a cabo, en la consecución de la
eficiencia, eficacia y efectividad de las actividades que se
realizan.
En la definición del
término se han tenido en cuenta cuatro elementos, que es necesario recordar y
aclarar. El primero hace referencia a las acciones de más de una persona. Sin
embargo, no se evita hablar de individuos, puesto que es esencial, a diferencia
de enfoques anteriores, hablar de los individuos como personas, y de los actos
que llevan a cabo como parte de la Organización.
El segundo elemento es de
vínculo asociativo que permite la realización de actos relacionados entre sí y
que se ejecutan según una relación determinada. El tercer elemento, es de
coordinación, consciente y sistemática, de las acciones que se desarrollan. Y el
curto elemento, es la finalidad organizativa e individual.
En resumen, pudiéramos
acordar que la organización es aquel fenómeno en el que las acciones de dos o
más personas se realizan en colaboración y coordinados consciente y
sistemáticamente hacia la realización de un fin o de un conjunto de fines
(Mosher y Cimmino, 1961).
Con la definición, se
cumplen dos objetivos principales. Se subraya el hecho que toda empresa y
entidad, no es sólo ni puede ser célula económico-productiva o de servicios en
la cual se atienden y tratan los elementos técnicos, sino que es un sistema
social y como tal tiene formas y contenidos; establecidos o generalmente
identificados como tradicionales y aceptados de tratamiento de las personas, o
tiene formas y contenidos nuevos, entendido por tales aquellos que se van
introduciendo y desarrollando, que implican cambios culturales, sociales,
económicos, productivos, jurídicos, pero sobre todo, cambios comportamentales a
nivel individual, grupal y organizacional.
Si alguien piensa
rápidamente y vincula este enfoque con la Teoría Z (Ouchi,W. 1981), puesto que
esta forma aboga por la atención a las personas y la participación de los
trabajadores a través de los círculos de calidad, no está alejado de la
realidad. Pero, a su vez, debemos puntualizar que es una mínima parte de lo que
deben constituir las NFO.
La propuesta de Ouchi ayudó
a rescatar enfoques y motivó a nuevos desarrollos, pero la Teoría Z no hizo otra
cosa que centrar el interés en las personas, en los valores y objetivos
compartidos y una participación de tipo más paternalista y autocrática que
cooperativa.
Se conceptualizaban elementos de la Teoría X y la Teoría Y de McGregor,D (1960), con elementos propios teniendo en cuenta las normas fundamentales de la sociedad japonesa, al menos hasta unas décadas antes del siglo XXI, como son el fuerte sentido de grupo, de obligación hacia la autoridad, de disposición para trabajar arduamente y un comportamiento compulsivo con fuerte base de emociones (De Bettingies,H.C. 1973 y Smith,P.B. 1984). Por diferentes razones, y la más fuerte entre ellas, la del éxito económico y comercial de Japón, en las últimas tres décadas ha sido la teoría de mayor divulgación y repercusión en el mundo.
Pero la historia
teórico-conceptual y filosófica vinculada con las NFO, tiene raíces mucho más
profundas, que se funden con la teoría marxista, que es necesario conocer,
analizar y tener en cuenta. El hecho que Marx definiera la fuerza de trabajo
como el conjunto de capacidades físicas y espirituales que posee el
hombre, las que pone en marcha en el proceso de producción de valores de
consumo,y considerara al trabajador como supervisor y regulador del proceso de
producción, y que Engels al referirse a la transformación del contenido y
carácter del trabajo, al convertirse en medio de emancipación del hombre, en la
primera necesidad vital, señalara que brindará al individuo la posibilidad de
desarrollar y ejercitar en todos los sentidos todas sus capacidades
, hace que
las NFO deben ser consustantivas a la ideología de la sociedad
socialista.
El desarrollo conjunto de
la base técnico-material y la transformación del carácter del trabajo, así como
el desarrollo de nuevas necesidades y capacidades creativas humanas, exigen
NFO.
Las NFO, que incluyen las
NFOT, aunque las NFOT no necesariamente conducen ni se sustentan en las NFO, van
más allá de las formas desarrolladas que propenden a contrarrestar los efectos
de la fragmentación del trabajo, y que han sido relativamente propagadas y
utilizadas como parte del mejoramiento del proceso de trabajo en las últimas
cuatro décadas en el mundo.
Como los elementos nuevos
de competitividad, ya no se basan sólo en la eficiencia interior de la empresa,
sino en la forma de organizar las unidades estructurales y los procesos, y estos
abarcan desde la I + D hasta producción y distribución, se consideran también
las relaciones interempresariales, la competencia se lleva a cabo entre sistemas
y redes, y no entre empresas individuales (Dahlman,C.J.
1994).
Si la competitividad trasciende las fronteras de la empresa, y se requiere de enfoques de políticas económicas, financieras, comerciales y de desarrollo de los recursos humanos amplio, en los cuales se integren desde inversiones, hasta exportaciones, capital y recursos humanos, salarios y productividad, políticas monetarias y fiscales. Es la corriente que prima hoy en los países capitalistas desarrollados. Si el juego se decide a nivel de empresa, se tratan de diseñar y desarrollar estrategias totalizadoras, estrategias profundas por parte de las empresas, puesto que todas estas políticas se interrelacionan e interactúan.
Todo esto exige una
actuación más colectiva para gestionar, que proviene de los intereses mutuos de
los individuos, y los resultados que pueden obtener al establecer y controlar
voluntariamente las reglas derivadas de su participación. Estas son las
motivaciones y realidades de las NFO, así como sus limitaciones
intrínsecas en las sociedades capitalistas desarrolladas.
Para las NFO en estos
países, se conciben como eso, como cambios de formas de los elementos técnicos
del proceso de trabajo, y la organización como sistema social, reflejo de la
sociedad, relega a las personas, al verdadero tratamiento de los problemas de
las personas y a su desarrollo, a un segundo plano.
Trabajar las empresas y
entidades como organizaciones sociales complejas, en las que se potencian y
privilegian relaciones sociales nuevas, y no como simples entidades económicas
con recursos a controlar, en las cuales las personas son consideradas recursos
también,, debe ser un objetivo estratégico principal en la introducción y
desarrollo de las NFO en nuestra sociedad. Esto no es capricho, ni un
planteamiento conceptual de moda, ni utopía. Es una necesidad impostergable de
desarrollo de la sociedad socialista.
Y, las organizaciones, como
sistemas sociales complejos, con sus procedimientos administrativos, no cambian
para su mejoramiento, si no cambian las personas, y los cambios en las personas
pasan, ante todo, por la consideración de sus necesidades e intereses sociales y
psicológicas.
1.2 Raíces históricas y conceptuales
Antes de adentrarnos en la
historia de la evolución de las organizaciones y de las raíces filosóficas y
conceptuales del pensamiento organizacional, es necesario definir varios
conceptos, a saber, Administración, Gestión, Management que no tiene
traducción equivalente en nuestra lengua, y Organización, cuyas raíces e
historia se entremezclan. Desde luego, tienen relación con la
reconceptualización no sólo del trabajo humano, sino con el rediseño de la
organización donde se lleva a cabo.
La Administración, en el
sentido estrecho y primero del término, es la acción de administrar, y
administrar es mandar con autoridad sobre los recursos que se asignan. No
implica la eficacia y la eficiencia, pero sí el control de lo asignado, que se
convierte en un fin en sí mismo.
Por tanto, no es un
concepto suficiente, y en su desarrollo deriva en Management, que no es
sinónimo de administración, tal y como se entendía hace un siglo atrás, y tiene
diferencias sutiles, que muchas veces se pasan por alto.
La Administración deriva, y
da paso a la Gestión, y también se utiliza como sinónimo de Management. Similar
a la administración de las primeras definiciones, es la acción y efecto de
administrar, pero integra no solo el control, sino las acciones que conducen a
la eficacia y la eficiencia. Estas acciones, hoy día, se convierten en acciones
con conocimiento, en la aplicación del conocimiento.
El Management según
Drucker,F.P. es una función objetiva con la responsabilidad de obtener
resultados. Por lo tanto, incluye herramientas administrativas, métodos y
técnicas para optimizar el uso de todos los recursos de que dispone una
organización. Es decir, implica un proceso de esfuerzos organizados utilizando
técnicas y procedimientos para conseguir unos fines.
La optimización se refiere
a la eficacia, que supone aprovechar las oportunidades para llegar a resultados,
teniendo siempre en cuenta las condiciones existentes, incluso cuando éstas
cambian. La eficiencia significa sólo hacer las cosas bien. Si las cosas se
hacen bien, pero no se hace lo que se debe hacer, o lo que se ha propuesto
hacer, no hay avance en el desarrollo. Si hay eficiencia pero no eficacia, se
incumplen los objetivos propuestos, las estrategias diseñadas no se alcanzan,
aunque puede haber resultados económicos productivos
superiores.
En la misma medida en que
la administración va más allá de la acción de administrar, de llevar a cabo
acciones de control con autoridad, y abarcan y desarrollan métodos, técnicas y
procedimientos para dirigir, se va equiparando con Management y con Dirección.
Lo cierto es que en la práctica cotidiana se utilizan indistintamente estos
términos, como si fueran iguales, incluso entre los
especialistas.
Por su parte, a la
Organización la designamos como un sistema social con finalidad, cualesquiera
esta sea, en la cual se llevan a cabo actividades de trabajo, que es una
actividad social, según la teoría marxista, y procesos para optimizar los
recursos de que dispone y así conseguir los fines propuestos o los objetivos
fijados, y todo ello se hace con unas determinadas relaciones entre las
personas.
Debemos recordar que las primeras concepciones acerca del trabajo desvalorizaban al trabajo manual, y Platón separaba la actividad manual del mundo de las ideas, concepción que persiste a través del tiempo. Luego, a través de los siglos se llega a valorar el trabajo artesano, y para Smith,A. a finales del siglo XVIII, es la principal fuente para crear valor. Así, el hombre llega a ser considerado fundamentalmente como un hombre económico (homo economicus), y se reduce a bien económico.
El paso del sistema
artesano a la manufactura capitalista con su amplia división del trabajo, las
grandes transformaciones en la economía inglesa a finales del siglo XVIII, y el
desarrollo de la economía política clásica burguesa, sientan las bases
filosóficas y conceptuales que van a influir y determinar los desarrollos en la
Administración como ciencia, incluso en la Dirección como ciencia mucho
después.
La realización del egoísmo
económico que va implícito a la naturaleza misma del hombre económico, hacen
considerar a Smith.A. (1723-1790), los intereses puramente individuales y el
Individualismo Económico como el fundamento o uno de los pilares de la sociedad
capitalista y del régimen capitalista de producción.
El otro pilar lo constituye
la División del Trabajo, ley de la naturaleza. Señala que la división del
trabajo eleva la productividad del trabajo, y es fuente de riqueza de la
sociedad. Identifica la división del trabajo dentro de la manufactura y a escala
de toda la sociedad, pero sin establecer diferencias, y considera la sociedad
como una manufactura grande, y ambos, sin relación con la historia, y sin
distinguir los rasgos específicos en las diferentes formaciones
sociales.
Es Marx,C. en El Capital que señala: En la sociedad del régimen capitalista de producción la anarquía de la división social del trabajo y el despotismo de la división del trabajo en la manufactura se condicionan recíprocamente pero su esencia es diferente. La división del trabajo al interior de la organización, o en la manufactura que aparece en la fase capitalista de desarrollo, exige que la
división del trabajo en la
sociedad haya alcanzado cierto grado. Se condicionan recíprocamente, pero se
diferencian en esencia y en grado.
Pero, lo que nos interesa
destacar en este punto es que la fuerza de trabajo se empieza a concebir,
distribuir y a organizar, por funciones, o mejor aún por tareas, y en
proporciones rigurosas de acuerdo a la distribución y utilización que establece
el capitalista, y no es ajeno a la división social del trabajo; constituye una
necesidad inevitable al decir de Meszaros,I.(1992)
La doctrina de la División
del Trabajo y el Individualismo Económico sienta las bases de la economía
política clásica burguesa, y del desarrollo capitalista, con gran ascendencia en
el establecimiento de la empresa moderna de finales del siglo XIX, y presente
hasta nuestros días.
Al hablar de raíces
históricas y filosóficas sobre el pensamiento organizacional, es imprescindible
hablar de dos máximos exponentes que otorgan importancia al concepto del
trabajo, además del visto, y son Hegel y Marx. Es necesario recordar que Hegel
le da una dimensión histórica y un carácter universal al trabajo. A Marx, por
someter a crítica la economía política burguesa; por elaborar la teoría
revolucionaria del proletariado; por establecer la relación entre trabajo y
capital, analizar el salario y su dinámica, establecer que el aumento de la
riqueza de la sociedad burguesa acentúa la dependencia del obrero respecto al
capital, y agregamos nosotros aunque como dijera Smith,A. trae consigo la
elevación de los salarios.
El capital es el poder de
mando sobre el trabajo y sus productos, escribe Marx. Estas ideas son
esenciales para entender la situación actual y las limitaciones de las NFO en
las sociedades capitalistas, y de cómo no pueden pasar de ser formas técnicas
del proceso de trabajo, sin interesar ni establecer nuevas relaciones entre las
personas en el sistema complejo de las organizaciones.
En este sentido, hay que
tener presente en cada momento del texto, que al tratar las Nuevas Formas Organizativas, se está
hablando de acuerdo a nuestro enfoque, de nuevas formas de organizar los
sistemas sociales en los cuales se lleva a cabo colectivamente la actividad de
trabajo.
También es necesario tener
presente y hacer referencia a las ciencias de la administración, y las ideas
sobre la empresa y su organización en el siglo XIX.
Es interesante destacar que
a finales del siglo XIX surge en Alemania, la llamada escuela social en la
economía política, que coloca en primer plano a los factores sociales, con el
propósito de fundamentar ideológicamente el desarrollo del capitalismo
monopolista y la entrada en la fase imperialista, tratando de buscar una base
social mas amplia y un papel activo del Estado.
Esta escuela (Stammler,R
1856-1938, Stolzmann, R. 1852-1930, entre otros) aboga porque la ayer
manufactura, en ese momento convirtiéndose en gran industria o gran empresa,
había que considerarla como un proceso puramente técnico, sin asomo de
elementos sociales; en otras palabras, conciben, con gran ingenuidad, el
desarrollo de las fuerzas productivas desligadas de las relaciones sociales.
Todo ello en momentos de gran auge y extensión de los movimientos obreros.
Cuánta influencia ha tenido
en los desarrollos teóricos del siglo XX en relación con la concepción y
explicación del funcionamiento de la empresa, en su organización y dirección, y
sobre todo, en el rol de los trabajadores en las funciones de dirección, está
por establecer, aunque en Alemania se sabe tuvo triste influencia en los
ideólogos del nazismo.
El desarrollo de los
acontecimientos de la década del 30 y posterior a la II Guerra Mundial, merecen
otros desarrollos y lecturas, pero nuestro objetivo en este caso es relacionar
los elementos importantes que expliquen los desarrollos de la empresa, y brindar
elementos que faciliten un análisis histórico del desarrollo del pensamiento
acerca de la administración de la empresa y la dirección de las
personas.
Retomando el proceso
histórico, la Administración y su enseñanza tiene raíces a principios del siglo
XIX (Von Stein, Bonnin, Laferriere), con antecedentes en el pensamiento alemán a
partir de la cameralística o la elaboración de técnicas y prácticas
administrativas por exigencia de la monarquía absoluta para conservar el
patrimonio e incrementar el poder del monarca del siglo XVIII (Von Justi, Von
Sonnenfels, Wolf, Romagnosi, Rava). De manera que la evolución del pensamiento
administrativo en Europa es complejo.
A mediados del siglo XIX se separa el Derecho Administrativo de la Ciencia Administrativa; las relaciones jurídicas de los aspectos exclusivamente normativos y técnicos de la administración.
La doctrina de Henri Fayol,
que pone el acento sobre el factor técnico del área de administración, con poca
o ninguna influencia en Europa en la Administración Pública, y sí en la
administración empresarial y el sector privado en los
EE.UU.
¿Será en este momento que
el peso dado al tecnicismo productivista y los factores técnicos que garantizan
la eficaz gestión administrativa, decide un pensamiento administrativo que ha
de durar hasta mediados del siglo XX, es decir, casi un siglo, y perdura hasta
nuestros días?
Lo cierto es que se reducen
al mínimo y se olvidan incluso los valores humanos más significativos. Aún hoy,
cuando se tratan disciplinas y temáticas referidas a la Dirección Empresarial, a
los principios de administración, se desarrollan enfoques, ideas e
instrumentaciones que reinterpretan las ideas de Farol, y la dirección se sigue
reduciendo a los principios establecidos por él, como si las personas fueran un
elemento más del proceso de trabajo, y no el único elemento importante de la
actividad social del trabajo. Y decimos, todas las personas, no solamente los
superiores o los jefes, excluyendo a los inferiores o a los
subordinados.
No es difícil establecer
clara relación entre las ideas predominantes en relación a la Administración y
los distintos momentos a lo largo del siglo XIX, y el pensamiento filosófico de
distintas escuelas y la Economía Política predominante de la época, que
puntualizamos con anterioridad. El pensamiento filosófico consideraba la
producción como un proceso puramente técnico, desconociendo las relaciones
sociales, o en todo caso establecidas sobre las diferencias de clases, e
interpretando las relaciones sociales a espaldas del desarrollo de las fuerzas
productivas.
Hay autores ( Mosher, E. F.
y Cimmino, S.) que señalan que es el pensamiento germánico y austriaco el que
consolida una Ciencia de la Administración, concebida como disciplina que
estudia la actuación práctica de la idea fundamental del Estado, y señalan a
Lorenz von Stein como la obra fundamental de la ciencia administrativa europea.
Este texto, publicado en 1866, ha tenido gran repercusión y ha servido a su vez
de inspiración para otros. Citemos dos ideas solamente: la de la administración
como un todo orgánico, y la importación de los cuadros
directivos.
Pero baste dar un dato para
darnos cuenta del camino seguido. En 1915 se inaugura el Instituto Internacional
de Ciencias Administrativas en Bruselas, sin cambio de rumbo del pensamiento
administrativo europeo predominante, centrado básicamente en el derecho
Administrativo. No es si no hasta 1930 que retoman en cuentas los llamados
aspectos no jurídicos. En Inglaterra, se desarrollan más los aspectos técnicos
de la función administrativa.
Mientras, en EE.UU no es
hasta finales del siglo XIX que la administración se llega a considerar en el
plano académico. Es el político Wilson, W. (1887) que dice que es indispensable
buscar y establecer principios sólidos y duraderos de administración para
terminar con la improvisación y el empirismo. Es de señalar un rasgo que
distingue los estudios y el pensamiento de administración norteamericano, y es
el valor que otorga a la actividad de investigación, para demostrar que toda
idea teórica debe tener respaldo en la práctica. Pero también dice que la
política y la administración son dos manifestaciones distintas.
Es Goodnow, J.F., el
pionero de la materia con su obra publicada en 1900 (Politics and
Administration), en la cual fundamenta la eficacia de la acción administrativa
en un sano control social. Pero, son Willouughby, F. W. (1927) y White, L.
(1920) los que elevan a dignidad científica la administración
norteamericana.
A diferencias de los
autores europeos, los enfoques y los trabajos son más multidisciplinarios, y
junto a los juristas y los políticos están los especialistas de disciplinas
técnicas. El movimiento taylorista no desconoce esta corriente reformista. Más
bien, la rechaza y se mantiene y desarrolla como la escuela de la Organización
Científica del Trabajo (OCT) ajena a los principios de la Ciencia de la
Administración Pública.
No es menos cierto que
desde la Administración, distintos autores (Mosher, W. y Pfiffner, J.) defienden
la filosofía taylorista, que en definitiva es asimilada por la Ciencia de la
Administración.
Los principios del control,
de la especialización y división de funciones, de la unidad de mando, de la
actividad de organización y métodos, todos proceden de Taylor, o mejor
dicho de la Escuela de la OCT, a la cual se suman con el tiempo los psicólogos y
sociólogos. Aunque él sentara las bases (The Principles of Scientific
Management. 1911), el excesivo pragmatismo y el dogmatismo llevan a crisis las
ideas anteriores, por lo que es necesario sumar las ciencias sociales a estos
enfoques. Hay un intento por alcanzar una visión de conjunto del fenómeno
administrativo. Todas estas influencias recíprocas suscitaron no pocos análisis
críticos profundos, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial ( Barnard,
Ch. y Simon, H.).
De manera que se pueden
distinguir varias épocas de distintas concepciones administrativas
predominantes. Una que se empezó a formara a mediados del siglo XIX, otra
que surge a principios del siglo XX, otra se desarrolla hacia la década del
treinta y otra hacia la década del sesenta del propio siglo.
En otras palabras, se trata
de: una concepción jurídica; una concepción productivista o taylorista; una
concepción burocrática o weberiana, con alusión a Max Weber; una concepción
política con la influencia recíproca entre la política y administración, que
apunta que la realidad social no puede ser ajena a la realidad social de las
organizaciones; y una concepción psicosocilógica o de Relaciones Humanas.
Todas estas no son
excluyentes, más bien se solapan, aunque hay una cierta cronología histórica. A
manera de ejemplo, la época de la administración científica o la OCT y la de las
Relaciones Humanas, y la concepción burocrática conviven y se influencian
mutuamente.
Quizás, si nos centramos en
una parte de la Administración, que nos interesa sobre todo de acuerdo a los
objetivos del libro, que es la llamada Administración de los Recursos Humanos o
la tradicional administración de personal, las épocas responden a la concepción
administrativa y se pueden resumir en una época precientífica de antes de
finales del siglo XIX a la segunda década del siglo XX; una época de
administración científica en la que se profesionalizó el área de personal, así
como el estudio de tiempos y movimientos alcanzan la máxima expresión con el
estudio de las condiciones de trabajo ( estudio de Hawthorne de Mayo, E.) hasta
la década de los 50; la época de las relaciones humanas que coincide con la
anterior, cuyas bases se establecen a partir de mediados de la década del 20,
que potencian los estudios de motivación y las necesidades, hasta la década del
60, con el desarrollo de la Teoría X y la Teoría Y ( Mc Gregor, D.
1960); la época de los recursos humanos a partir de la década del 50 con la
potenciación del desarrollo de las personas y su rol en las decisiones para su
mayor satisfacción y realización personal, el estudio de las capacidades y la
psicología humanista, la administración por objetivos ( Odiorne, S. G.) tan de
moda e interpretada la mayoría de las veces fuera de contexto. Ésta, lejos de
potenciar el estilo participativo, se mueve en la frontera entre el estilo
paternalista y el autocrático, que muchas veces lleva a una relación
administrativa jefe subordinado de abusos que hace denominar a algunos autores
a la APO como administración por terror; más tarde vendría el desarrollo de la
Teoría Z ( Ouchi, W.) que trata de conjugar ambos enfoques.
Por último, la época de los
Sistemas, de la Calidad Total, del Sistema de ostión Global (ERP), de la
Dirección Integrada por Proyectos (DIP) de las últimas dos décadas del siglo XX,
que derivan en las últimas tendencias de organizaciones inteligentes o en aprendizaje y de redes
(networking), que llevan a estructuras totalmente
flexibles en las que se ponen a prueba todos y cada uno de los elementos
orientados a la innovación. Se presentan como el nuevo paradigma organizacional
del capital informacional global (Saéz Vacas, F. y otros).
Son desarrollos de
pensamientos sistémicos, que las fusiona e integra en un cuerpo coherente de
teoría y práctica, de conocimientos y conceptos más difundidos, pero poco
utilizados e implementados en la práctica con las herramientas y con los
procedimientos adecuados. De manera que muchas veces lo que se encuentra en la
empresa es un híbrido de conocimientos actualizados de los contenidos del nuevo
marco conceptual, pero no el dominio del cómo y el por qué llevar a cabo en la
práctica las NFO.
Hemos esbozado algunas de
las ideas y transiciones del desarrollo del pensamiento que condujeron al
desarrollo de la filosofía y concepción de la empresa moderna del siglo XX, que
determinaron una forma de actuación vigente hasta nuestros días y una
forma de organización y dirección de las personas y de los
recursos.
Antes de adentrarnos en las
teorías y los tipos de
organización, es necesario volver a puntualizar en algunos elementos a los que
hicimos referencia al inicio del capítulo. Son a nuestro entender los más
notables por su trascendencia histórica y práctica en la elaboración de las
ideas y los principios de la organización del trabajo: el Individualismo
Económico y la División del Trabajo, constituyen sin duda alguna la esencia del
pensamiento económico político burgués y la ideología dominante en los últimos
dos siglos.
El Individualismo
Económico, como teoría y doctrina, trata de explicar la conducta humana en
términos puramente económicos, viendo al hombre económico racional e
interesado sólo en lo suyo, que conduce a valores sociales e individuales
apropiados para el adecuado funcionamiento del orden social de las sociedades
capitalistas.
Ya Parsons, T. (1937)
señaló lo insuficiente de la teoría como base absoluta del orden social. Pero
como doctrina ha influido mucho en las teorías sobre motivaciones individuales,
y tiene vigencia más que nunca con las políticas neoliberales puesto que no es
el Estado o la Sociedad el responsable de las iniciativas ni de la efectividad
de las organizaciones sino el individuo por lo que se anula o minimiza el rol y
cualquier otra acción.
El Individualismo
Económico, en términos no exclusivamente económicos, podía interpretarse en
términos de que un individuo debe hacer el trabajo para el que está mejor
capacitados, en consecuencia se capacitaba para el trabajo que más convenía para
mantener las diferencias sociales de acuerdo con la división social del trabajo.
La diversificación y la especialización de las capacidades individuales llevan a
la más extrema división del trabajo, así como a principios de organización y de
dirección que han dominado a las empresas, a las organizaciones, durante más de
un siglo.
La División del Trabajo,
desde Smith, A. con todas las transgresiones habidas, es considerada atributo
universal de la sociedad humana. Le especialización controlada fue y es
incentivada para que exista una mayor correspondencia entre los cargos y las
capacidades demostradas, por lo que no es de extrañar que un concepto actual
como lo es el de las competencias laborales, sea uno de los conceptos pioneros
que permitió la amplia división del trabajo. En la actualidad, aunque las
herramientas y procedimientos sean nuevos, se basan también, al menos cuando se
habla de competencias funcionales, en la fragmentación, la simplificación y la
economía del tiempo. Así, no es lo mismo identificar competencias funcionales
mínimas necesarias y competencias para conocer y trabajar todo un proceso, para
no hablar de competencias conductuales y sociales.
Conociendo y dominando una
sola función, aunque esta sea referida a tecnología de avanzada, no implica
cambio de actividad. Esta es la razón por la que se insiste tanto en las
habilidades y destrezas, sobre todo en aquellos países donde predominan las
competencias funcionales, y se omiten otras capacidades, conocimientos y valores
que permiten el establecimiento de nuevas formas de
organización.
A mayor especialización,
mayor será el problema de la cooperación y la coordinación de las funciones, de
la que se hablará profusamente a lo largo del libro. En la misma medida en que
la división del trabajo es mayor, mayor es también la necesidad de cooperación,
pues de lo contrario las interdependencias de los procesos no se alcanza o se
pierde, lo cual para las NFO es fatal. Así que, si por un lado se reconocen las
ventajas económicas del individualismo económico y la división del trabajo, hoy
francamente chocan con los principios técnicos de organización y dirección de
las nuevas formas organizativas.
Desde la década de los
cuarenta se escribió bastante sobre el concepto de Organización como sistema
social complejo, en la que se interrelacionan partes, elementos y personas. Se
decía que sólo a causa de esta diferenciación de persona (o más propiamente de
posiciones) y de actividades se puede hablar de una organización propiamente
dicha (Moore, E. W. 1954). En esta organización de servidores de máquina
(ibid), hay trabajadores con especialización y distintas funciones,
supervisores que dirigen en primer término, gerentes y jefes ejecutivos que
formulan y dirigen la política general de la organización, y acaso unos cuantos
o muchos especialistas técnicos (ibid).
Es decir, una organización de jerarquía, y como tal tiene problemas de autoridad, responsabilidad y de colocar cada persona en lugar adecuado. De modo que todo establecimiento tiene una estructura social, una red de derechos y de obligaciones recíprocas, basados en sentimientos y en reglas explícitas (ibid). El orden y la estabilidad, función general principal para conservar la unidad social, mediante la previsión de la conducta y las relaciones sociales de los individuos que ocupan distintos cargos a distintos niveles.
Buena parte de los enfoques
y teorías que se han desarrollado acerca del funcionamiento de las
organizaciones, y el rol de las personas en las mismas, se sustentan en estas
doctrinas. Una minuciosa división del trabajo, que a partir del desarrollo del
sistema fabril y de gran manufactura integra actividades especializadas y
combina diversos procesos bajo una supervisión unificada, léase centralizada,
encaminada hacia una meta común, siempre primando la orientación o la dimensión
técnica del proceso de trabajo, alcanzó resultados económico productivos
notables en su época, pero desconociendo o minimizando las significación social
y el desarrollo pleno de las personas.
Max Weber y la concepción burocrática.
Max Weber, sociólogo alemán
del siglo XIX y principios del siglo XX, ejerció una gran influencia, a veces no
reconocida, no solo en la sociología burguesa contemporánea, sino en la
concepción de los principios de administración y de dirección, y en los autores
reconocidos más importantes. Dirigido contra la teoría marxista de las
formaciones económico sociales, se basa en las construcciones mentales de
tipo ideal que no refleja la realidad.
El término burocracia
describe determinado tipo de organización social y las relaciones sociales que
supone, en el cual el aspecto jerárquico administrativo a gran escala es el
predominante. Esta corriente de pensamiento, su interpretación e implantación en
la práctica desde finales del siglo XIX ha tenido y tiene aún en pleno siglo XXI
una influencia e importancia trascendental.
Su predecesor y estudioso
Weber, M. lo consideró una forma de organización social, política y económica,
que a su juicio constituye el instrumento fundamental del progreso social en el
mundo occidental. Para este autor es un ejemplo supremo de racionalidad en las
relaciones sociales, de manera que burocracia y eficacia son para él casi
sinónimas.
A fuerza de repetirlo y de
aplicarlo, las principales características, elaboradas y constituidas en
principios de administración han tenido una influencia en todas las actividades
de la vida, que a diario casi no nos damos cuenta de ello. Pero donde se hace
más evidentes es en las actividades cotidianas, en las instituciones y
empresas.
No cabe dudas que las
principales características de la organización burocrática de Weber
tuvieron una influencia en los trabajos de Fayol, H. y en sus principios, y de
conjunto sentaron las bases para que a partir de la década del 20 del siglo XX
se pudiera identificar un movimiento de la dirección científica (Maynard, H. B
1967), y dos tres décadas después se reconociera la Dirección como disciplina
y profesión (The Practice of Management, Drucker, P.
1954).
Regresemos a las
características del as organización burocrática de Weber, y las ideas que nos
interesa subrayar:
No se escapa que se subraya
la importancia de los aspectos formales y normativos, y desde luego de la
autoridad y jerarquía y el principio de la unidad de mando, que queda explícita
con Farol.
Los trece principios de
administración de Fayol, H. que se expresan en Industrial and General
Administration (1908), y que es necesario reseñarlos brevemente,
son:
Considerada ley de la naturaleza, el objeto es producir más y mejores resultados con la misma cantidad de esfuerzo, de manera que el trabajador que se ocupa de hacer siempre lo mismo, adquiere una destreza, seguridad y exactitud.
Autoridad es el derecho a
mandar y de hacerse obedecer. Se reconoce que un buen director es aquel que
tiene autoridad estatutaria otorgada por el cargo y también la autoridad
personal, resultado de sus conocimientos y cualidades éticas y morales. No se
concibe autoridad sin responsabilidad.
Consiste en obedecer y
guardar una actitud dentro de los límites fijado por el convenio entre la
empresa y sus empleados.
Un empleado tiene que
recibir instrucciones sobre una operación particular de un solo hombre, regla
que se aplica en todo momento y en todas las
circunstancias.
Un director y un plan para
todas las operaciones que tengan el mismo objeto es condición esencial para la
unidad de acción, para coordinar los recursos y ver que los esfuerzos se dirijan
al mismo fin.
Los intereses de los
empleados no deben anteponerse al de la empresa en su
conjunto.
Es la recompensa por el
trabajo realizado, y debe hacerse sobre una base justa y
equitativa.
Como la división del trabajo, la centralización es una ley de la naturaleza. Es un problema de grado, es necesario hallar cuál es el mejor grado de centralización. Se compara la dirección con el cerebro, y es éste, que se encuentra en un plano superior, el que trasmite las órdenes que ponen en movimiento todas las partes del organismo.
Es la serie de cargos que
se establece por orden de rango desde la autoridad suprema hasta el último
empleado. El conducto jerárquico es al mismo tiempo vía de comunicación, y para
que la información y las órdenes se trasmitan bien y se asegure la unidad de
mando.
La escalera o puente de
Fayol representa las líneas de autoridad y las relaciones verticales y
horizontales que convergen en la cúspide. Explican la jurisdicción, la
coordinación, el examen del trabajo y la división de deberes que deben existir.
No es difícil darnos cuenta que esta escalera ha sido el modelo para
diseñar las estructuras
de las empresas y el funcionamiento de las organizaciones hasta nuestros
días.
Escalera o Puente de Fayol
Presidente |
|||||||
Director Gerente |
|||||||
Director Fábrica |
|||||||
Super- intendente |
|||||||
Jefe Departamento |
|||||||
Inspector |
|||||||
Capataz |
|||||||
Obrero |
Un lugar para cada uno y cada uno en su lugar.
Al personal hay que
tratarlo con amistad, y la equidad es el resultado de combinar la amistad con la
justicia, sin excluir la energía ni la firmaza.
Un empleado necesita algún
tiempo para adaptarse a una nueva función.
Hay que desarrollar la
armonía y la unión entre el personal.
Los requisitos
profesionales son considerados méritos, y los puestos de jerarquía son ocupados
a partir de una selección por promoción.
Críticos no faltaron,
señalando la insuficiencia de aspectos ideológicos y técnicos de una sociedad
democrática, maximizando el ejercicio de un control imperativo sobre los seres
humanos, al decir del autor. El propio Weber dijo que se había inspirado en la
organización burocrática del estado mayor prusiano.
Subrayamos brevemente las críticas principales:
Deberían pasar algunas décadas hasta los planteamientos behavioristas y los posteriores desarrollos sobre el comportamiento del último cuarto del siglo XX.
Se puede afirmar que a lo
largo de casi un siglo, muchos de estos elementos se han constituido en valores
culturales, y ha pesado y pesa enormemente en el pensamiento empresarial,
analítico, reduccionista y mecanicista, muy alejado del necesario pensamiento y
enfoque sistémico, sin el predominio de la orientación técnica desde la
ejecución del trabajo hasta la concepción y dirección de los
procesos.
El líder del
movimiento por la calidad, Deming,E. ha dicho: El sistema de dirección que
prevalece entre nosotros ha destruido a nuestra gente. Otro estudioso de la
actualidad, Senge,P.(1992) ha dicho: Es una ironía que, por someter el trabajo
a la aprobación ajena, las corporaciones creen precisamente las condiciones que
las predestinan a un desempeño mediocre
.
Forman legiones las
burocracias autoritarias tradicionales que reaccionan demasiado lentamente para
sobrevivir a las transformaciones
(Ibíd.).
El ser humano no es fijo e
inmutable, está en un proceso permanente de devenir. Si no hay una naturaleza
humana predeterminada, tampoco puede haber procedimientos y normas de actuación
predeterminadas e inmutables. La focalización del conocimiento como recurso
competitivo, hoy día, para buscar y desarrollar organizaciones de y en aprendizaje, que hagan de la
adaptación y del cambio paradigmas, no tiene nada que ver con las organizaciones
administrativo-burocráticas.
Administración científica
Bajo esta denominación, sin
entrar en diferenciaciones, se desarrolla la Administración Científica y la
Organización Científica. Abarca una época en la cual se desarrollan de
conjunto y se influencian mutuamente con la concepción burocrática hasta
mediados del siglo XX. La maquinaria burocrática, como complejo mecánico que
desarrolla operaciones de manera eficiente, guardaba estrecha relación con la
concepción mecanicista de organización de la producción y del trabajo.
Constituyen ramas del mismo árbol.
Algunos autores lo
denominan también como la época de la concepción productivista, puesto que se
quieren subrayar los aportes e influencias de Taylor W.F; sin embargo, esto
lejos de aclarar puede confundir, puesto que la concepción productivista a
principios del siglo XX y medio siglo después, no es la
misma.
No pocas veces surgen dudas
acerca del porqué del mecanicismo no sólo de los planteamientos sobre
organización de Taylor (1911), sino sobre dirección de Fayol (1916). El hecho es
que ambos tienen por base la visión del hombre económico que responde únicamente
a objetivos materialistas, que sigue criterios utilitarios, y además, sobre el
supuesto que a las personas les desagrada trabajar. Para ellos, la posición
autoritaria, en la cual todas las decisiones están centralizadas en la dirección
superior y es la Administración sola la que debe decidir cómo hacerlo, lleva a
una relación en la cual se alcanza la máxima cantidad producible con el mínimo
consumo material.
Tanto la Organización
Científica del Trabajo (OCT) como la Administración o Dirección Científica se
centran en el cómo, y en elaborar procedimientos a partir de postulados
cartesianos, que perduran hasta nuestros días. Si todo fenómeno lleva una
presunción de causa-efecto, y la visión del conjunto se interpreta como la suma
de las partes que lo componen, llevado al plano de la organización y la
dirección, todo fenómeno es posible conocerlo sólo si se identifican y analizan
los elementos que lo distinguen.
Esto lleva a concebir
procedimientos operativos que dividen el trabajo hasta la parte menor, el
elemento, y así mismo se hacen los análisis y estudios de trabajo, y se conciben
los métodos de trabajo, y la medición del trabajo; a concebir que las
modificaciones de las partes llevan a cambios del conjunto, de manera que basta
con mejoras parciales, y a concebir la formación de especialización individual y
organizativa.
Todo era susceptible de ser
estandarizado, medido y enumerado, y los procedimientos de trabajo
estandarizados, no son otra cosa que el control de la sucesión de elementos y
fases en el tiempo requerido.
Si hubiera que definir esta
época rápidamente, y es lo que muchas veces se hace, se puede decir que fue el
inicio de la aplicación del saber al trabajo, lo cual en un período histórico en
que de cada diez trabajadores nueve realizaban trabajo manual, significó una
revolución de la productividad del trabajo manual.
La introducción entre
otras, de las técnicas y métodos de estudio de tiempos y movimientos con el
propósito de eliminar lo pasos redundantes y producir mayor número de unidades a
menor costo, obliga a establecer estrictos controles sobre la ejecución, y sobre
los que controlaban la ejecución, y sobre los que informaban de la ejecución, y
es aquí donde se materializa la escalera jerárquica de
Fayol.
Decía Taylor: En nuestro sistema se le dice minuciosamente al trabajador qué ha de hacer y cómo; y cualquier mejoría que él incorpora a la orden que se le impone, es fatal para el éxito; esto habla y contrasta por sí solo con la forma actual de concebir el trabajo en las NFO.
Tanto los planteamientos de
Taylor como de Fayol, no se pueden considerar como simples enfoques ingenieriles
y organizativos al interior de las empresas, sin nexos con la ideología
predominante y el orden social y la división social del trabajo perseguido y
establecido desde el siglo anterior.
Con anterioridad hicimos
referencia a los principios de Fayol, que junto a la filosofía y los principios
de Taylor (Principles of Scientific Management y Shop Management) y los trabajos
de Gantt,L. (Work, Wages and Profits, Industrial Leadership y Organizing for
Work) poco mencionado, han tenido la mayor repercusión y utilización práctica en
el siglo XX.
Son seis los grupos en los que se han agrupado los principios o reglas de Taylor, según el Manual de Producción de Alford,P.L. Bangs,R.J. y Hagemann,E.G, a saber: Organización Industrial, Métodos y Tiempos para realizar el trabajo, Funciones y Costos económicos, El Capataz, Relaciones con los trabajadores, Salario y sistemas de salarios. Sin entrar en detalles de cada uno de estos grupos, que se pueden encontrar en el texto antes citado, señalamos algunos elementos referidos a la Organización Industrial, al Capataz y a las Relaciones con los trabajadores, que consideramos de interés para comprender la necesidad de establecer nuevos principios y conceptos para las NFO y NFOT.
Completamos estos
principios con algunas de las ideas y principios de Gantt, sin que parezca que
estamos repitiendo. En cuanto a Organización Industrial establece que la
autoridad intrínseca la posee el ejecutivo, que sabe lo que debe hacerse y cómo
debe hacerlo.
Con relación a Métodos y
Tiempos para realizar un trabajo, todas las actividades pueden medirse por la
cantidad de tiempo necesario para realizarlas, o el análisis más completo que
puede hacerse del trabajo de una fábrica, tal que permita a la dirección ver
cada día cómo se cumplen sus órdenes, se hace partiendo de los registros diarios
de los resultados de cada trabajador, así como que los trabajadores no
objetarán ninguna variación en el tiempo fijado para realizar un trabajo,
siempre que el nuevo tiempo corresponde a un nuevo grupo de instrucciones que le
permitan realizar la labor en el tiempo establecido.
Estos intentos de formular
principios generales de validez universal y mostrar las enorme responsabilidad
de la dirección en todos los aspectos del proceso de trabajo, hizo que se
generalizaran de un modo casi inflexible, y casi y a veces con una exactitud de
reloj.
En la misma medida que se
fueron desarrollando otros enfoques, desde otras disciplinas no ingenieriles, se
empezaron a admitir ciertas flexibilidades en nombre de lo que dice o como lo
dice Drucker,F.P. que por demás era la principal motivación de Taylor:
la
creación de una sociedad en la que los obreros y patrones, capitalistas y
proletarios, tuvieran un interés común, en la productividad y construyeran una
relación armónica sobre la aplicación del saber al trabajo. Tal parece que el
saber no forma parte del capital, y que el saber sí posibilita una sociedad sin
clases; sin comentarios.
Para Neffa,J.C. (1998), son tres los principios que resumen la filosofía taylorista y nos parece interesante citarlo puesto que vamos a insistir y desarrollar estos principios en capítulos posteriores:
1º El racionamiento y el cálculo a partir de la observación y la experimentación. La producción se obtiene con la menor cantidad posible de tiempo aplicado por unidad de producción, posible gracias a la dirección del trabajo y el estudio de tiempos y movimientos.
2º Su convicción de la necesaria convergencia de intereses entre la dirección y los trabajadores, lo cual convenía a los efectos de lograr la prosperidad como finalidad del trabajo.
3º Si los trabajadores se
centran, más que en elevar sus sueldos, en el objetivo último de elevar el valor
agregado, crecerán simultáneamente las ganancias, las remuneraciones, los
ingresos de ambas partes.
No es de extrañar que este
discurso se siga reproduciendo hoy en día con frecuencia. No es de extrañar, que
entre nosotros, hoy día, al decir de un jefe de recursos humanos, la selección
de los jefes de los colectivos se basa sobre todo en los conocimientos
tecnológicos de la actividad o del área o de partes del proceso, aunque no
tengan conocimientos de cómo dirigir personas.
La rutina sencilla y
repetitiva de un trabajo fragmentado en tareas y elementos simples, que requería
de un rápido entrenamiento y poca capacitación para la adquisición de
habilidades y destrezas, tuvo un éxito inmediato; en un momento en que todo lo
que se producía se vendía, y que llegó a su máxima expresión con el Fordismo.
Este no es más que la forma
de organizar la producción en la que los trabajadores van agregando
sucesivamente partes al producto, en varias estaciones, en una cadena
productiva. La economía de tiempos alcanza niveles no imaginados unas décadas
antes. Pero los crecimientos en la cantidad de productos a fabricar en la cadena
empieza a afectar no sólo a los trabajadores, y se empieza a replantear la
necesidad de incorporar otras disciplinas y conocimientos distintos a los
ingenieriles, para hacer el trabajo más atractivo, sino que afecta también al
rendimiento.
En este punto es necesario
señalar que algunos autores ubican estas nuevas interpretaciones como una nueva
época, la época de las relaciones humanas, mientras otros lo consideran como
complementarios a la época de la Administración Científica, y que consideramos
más ajustado a la realidad.
En definitiva, al citar los
trabajos de Mayo,E. con sus estudios de Hawthorne (1927) lo que hace es
incorporar nuevas formas de obtener mejores desempeños de los trabajadores,
atendiendo a la motivación de los mismos, pero sin variar el ritmo y el
esfuerzo, y mucho menos los principios de organización y dirección. Era
importante, y se hicieron grandes esfuerzos, crear sensaciones, y obtener por
parte de los trabajadores la sensación de participación; lo que se obtenía en
definitiva era mayor sumisión, y la dirección autocrática se hizo más
predominante.
Hay autores que distinguen
la época de las relaciones humanas o el enfoque o la escuela de las relaciones
humanas de las teorías llamadas clásicas, y lo denominan época o concepción
psicosociológica, en la que se empiezan a estudiar los aspectos humanos de las
organizaciones.
En definitiva se
desarrollan prácticamente al mismo tiempo, o mejor dicho es posible hablar de
una concepción psicosociológica que parte y abarca desde la década del 20, y que
a partir de la década de los 50 precisamente como respuesta a las insuficiencias
y deficiencias de las teorías clásicas, reconoce el aporte humano al trabajo. De
manera que como parte de la época de la Administración Científica que se inicia
con la llamada revolución de la productividad (Drucker,P.), y llega hasta el
reconocimiento de la Dirección como disciplina y profesión, recoge también desde
el enfoque de las relaciones humanas hasta la época de los recursos humanos
.
Las relaciones humanas en
sus primeras expresiones apuntan a la importancia de las relaciones informales y
a la necesidad de tener en cuenta los complejos procesos psicológicos. Los
Estudiosos de Hawthorne de Mayo.E. sobre las condiciones que mejoran la
productividad, o los estudios de los psicólogos organizacionales como
Argyris,J.A., Brown,C., Zaleznick, Maslow, que subrayan las motivaciones y las
necesidades, superando de conjunto con Pareto la idea predominante de la época
que la teoría económica bastaba para explicar el comportamiento individual. Así
se prepara el desarrollo posterior del enfoque que culmina con la Teoría X y
Teoría Y de McGregor,D. (1960) que sistematiza y trata de reflejar desde el
estilo autocrático de constante supervisión, hasta el estilo participativo
cooperativo que concibe al trabajador motivado y creativo.
Una aclaración debe hacerse y es que en la misma medida en que se trató la motivación de los trabajadores, y se comprendió que una cierta participación en el proceso de toma de decisiones traía beneficios muy positivos, con los métodos y estilos de dirección autocráticos predominantes, los directivos adoptaron el papel de manipuladores, expertos en crear sensaciones de participación.
Sin entrar a analizar los
distintos modelos de las necesidades y las propuestas de teorías de motivación,
a mediados del siglo XX empiezan a hacerse propuestas que llevan en poco tiempo
a nuevos planteamientos y posiciones diferentes en relación a las personas. No
se pueden dejar de mencionar las propuestas que mayor influencia han tenido
desde entonces; desde el modelo de la pirámide de las necesidades de Maslow,A.
(1954), cuyos fundamentos se basan en niveles de necesidades y realización, sin
entrar a cuestionamientos de orden cultural, ni de jerarquización, o de la
realización de manera secuencial, que son las críticas más usuales que limitan
su universalidad. Otros autores, que es necesario estudiar, van más allá de las
necesidades, y consideran variables situacionales. Así, Herzberg,F. (1959) basa
su teoría de los dos factores, en factores del ambiente externo y del trabajo
del individuo; la teoría de la expectativa de Vroom,V.M. (1964) explica la
conducta en términos de elección consciente, o la teoría del Enriquecimiento del
puesto de Hackman y Hawler de 1971.
Entre todas las
diferencias, entre estos planteamientos y los anteriores, consideramos la
más importante la relacionada con los supuestos sobre el control. Mientras la
posición tradicional era que las personas trabajan sólo por dinero y no les
gusta trabajar, por lo que deben ser controladas de cerca, y luego la escuela de
las relaciones humanas consideraba que las personas quieren sentirse importantes
y ser reconocidas, por lo que deben participar porque así aumenta su
satisfacción, la nueva posición de los Recursos Humanos es que representan un
recurso mal aprovechado, pero son personas capaces de dirigirse y controlarse
solas, y quieren participar en la toma de decisiones.
Empieza el tercer cambio en
la dinámica del saber, o la revolución de la gestión como señala Drucker,P.,
después del primer saber aplicado a las herramientas, procesos y productos, y
del segundo saber aplicado al trabajo humano.
Aquí habría que hacer un
entre paréntesis grande, pero solamente vamos a recordar lo que dijo Marx en El
Capital: Cualquiera que sean las formas sociales de la producción, los
trabajadores y los medios de producción son siempre sus factores. Y seguía
diciendo que de la manera en que se combinan es lo que distingue las diferentes
épocas económicas. La combinación a la que hace referencia Marx no es una simple
relación de factores, sino la interrelación y la interdependencia de las dos
relaciones.
De la manufactura, en que
se radicalizaba la unidad fuerza de trabajo-medio de trabajo, y los principios
de organización del trabajo se basaban en esta unidad, se ha pasado al reemplazo
cada vez mayor de las operaciones de la mano de obra por operaciones de las
máquinas. El desarrollo de la máquina instrumento, no sólo independiza a esta de
la fuerza de trabajo, sino que medios de trabajo y el trabajador adquieren
formas de evolución diferentes. Se hace posible una unidad diferente, la unidad
del medio de trabajo-objeto de trabajo. Esto tiene un profundo significado
teórico, que no se puede desconocer en la filosofía, la concepción, y las
disciplinas que tratan la organización y dirección de los
procesos.
Las formas de existencia
material, del proceso de trabajo, la unidad del medio de trabajo y de la fuerza
de trabajo y la unidad del medio de trabajo y del objeto de trabajo de Marx, y
su transformación en el último siglo y medio no es un simple reemplazo. Esta
transformación de una estructura en otra, el cambio de las formas del proceso de
trabajo caracteriza las fuerzas productivas. Se transforma el proceso de trabajo
a través del conocimiento, y las interrelaciones entre el trabajador y los
medios de producción son diferentes.
El hecho que esta época, desde la constitución de las bases de la empresa moderna del siglo XX de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, hasta mediados del propio siglo se denomine como la época de la revolución de la productividad, no significa ni mucho menos que la productividad ha dejado de ser importante; de hecho sus ritmos de incremento siguen subiendo en la últimas décadas.
Pero, es un hecho que en
los países capitalistas desarrollados, en estos momentos la fuerza de trabajo
dedicada a trabajos de transformación o traslado, es decir, contenidos propios
de la categoría ocupacional obreros, se ha reducido a menos de una tercera
parte. Hoy, la productividad puede aumentar sólo mediante la aplicación del
saber al trabajo; pero no de la manera del comienzo de la época de la
OCT.
Es imprescindible
proporcionar el saber existente a todos los trabajadores por igual, de manera
sistemática y sistémica; no es el saber tradicional, el general y el
especializado privativo de los especialistas que realizaban funciones separadas
de la ejecución.
El saber se aplica al saber
para producir resultados; pero el saber de todos los trabajadores, y cuando se
habla de la gestión del conocimiento, o de las organizaciones en aprendizaje, se
refieren a todos y cada uno de los trabajadores, en una palabra, se busca
innovación y creatividad de todos los trabajadores. Para ello, la gestión de
los recursos de los humanos, no gestión de las personas ni las personas
entendidas como recursos humanos, es esencial.
Esta es la esencia de las
NFO, que rompe con los esquemas y principios de la organización y dirección
tradicional. La época siguiente, la de los recursos humanos, hay que entenderla
como un desarrollo ascendente, no de manera secuencial, y cuando se habla de
gestión de los recursos humanos, los recursos humanos no son las personas,
sino las capacidades reales y potenciales, los conocimientos, habilidades y
destrezas, valores, motivaciones, desarrollados bajo principios que posibiliten
tanto la aplicación del saber en el proceso de trabajo como en el propio
desarrollo individual y colectivo de las personas.
Época de los recursos humanos
La década de los 50 y la de
los 60 del siglo XX, en las que se conciben, desarrollan y expanden nuevas ideas
sobre la motivación, ideas acerca de un papel diferente que las personas deben
tener en una organización, no sólo de ejecutores que se limitan a realizar su
tarea tal y como se lo dicen, sino que prefieren un trabajo exigente y variado
(Trist,E.L.), está en la base de las diversas concepciones y modelos sobre
recursos humanos, de las siguientes tres décadas, unos más y otros menos
sistémicos.
La década del 50 con los
experimentos realizados por Trist,E.L. y Bamfort,K.W. (1951) sientan las bases
de lo que se conoce como la escuela de los sistemas sociotécnicos, e
influencian grandemente todos los desarrollos relacionados con las
organizaciones y el trabajo, puesto que enfatizan en la importancia de las
consecuencias sociales de la aplicación de los sistemas técnicos. En otras
palabras, se trata de alertar de las consecuencias de considerar y priorizar la
dimensión técnica sin tener en cuenta la dimensión social. Cobra importancia el
diseño de puestos y el significado del trabajo, puesto que se presentan
evidencias de que la persona no sólo busca satisfacer necesidades presentes,
sino que se orienta al futuro.
Las consecuencias directas de las propuestas sociotécnicas para la organización del trabajo, se traducen en metodologías para las Formas Nuevas, para tratar la satisfacción laboral y la motivación, y son: la Rotación del puesto, la Ampliación del puesto, el Enriquecimiento del puesto y el Rediseño del puesto o la reingeniería primaria. Estos son en definitiva las primeras NFOT, a las que se suma más tarde el Grupo (semi)autónomo, que han llegado hasta nuestros días.
Se concibe un mejor desempeño a partir de preceptos tales como:
No es difícil darnos cuenta
que todos y cada uno de los elementos siguen siendo válido hoy día, desde la
constitución de los grupos de trabajo, pasando por el tratamiento a los procesos
informales, hasta la importancia de la comunicación en una época de las
tecnologías de las comunicaciones y la información.
Se desarrollan, entre otros, métodos y técnicas de evaluación del desempeño para conocer el grado en que se alcanzan los objetivos establecidos y conveniados, que determinan el nivel de estimulación que se obtiene.
La importancia que se otorga a los grupos de trabajo y a la organización de las personas en grupos de trabajo dentro de las Organizaciones, marca un viraje en la concepción y manejo tradicional del proceso de la administración, en su nueva concepción de las Organizaciones, entendido como espacios sociales con una estructura de relaciones con objetivos explícitos.
Esto posibilita y exige no
solo nuevos métodos y estilos de dirección sino nuevos desarrollos sobre las
propias funciones de dirección, como la planificación, la organización y el
control, y nuevas funciones como es el Diagnóstico, o la
Gestión.
Se empieza a aplicar con
una mayor cohesión la Dirección Por Objetivos (DPO), enunciada desde mediados de
la década del 50. Se eleva el papel del Capataz, ya no como controlador, sino
como administrador directo (Roethilisberger, 1947) y como capacitador. Se
llevan a la práctica experiencias interesantes, tales como el Programa J de
capacitación de puestos en EE.UU, o los Grupos T de Capacitación en
Inglaterra, sobre el supuesto de la escuela conductista de Watson, de que las
personas tienen un respuesta positiva ante las críticas o retroalimentación
negativa. Se subrayan las emociones y el cambio de actitudes y de la
personalidad, lo que se llevó a tal punto que motivó que se hicieran
cuestionamientos de orden moral y ético, desechándose con el tiempo tales
prácticas. Sin embargo, en los últimos tiempos vuelven a trabajarse las
emociones.
El hecho que la
Organización ha constituido a través de la historia del último siglo, el medio a
través del cual los individuos han realizado objetivos comunes, y han creado
supuestos para lograr sus respectivos intereses individuales, significa que
ahora el desarrollo del sistema complejo que constituye cualquier Organización,
con estructuras y
propósitos complejos, plantea retos ineludibles. Si dentro de una Organización,
se tienen organizaciones tan o menos complejas a su vez, ya estas no se pueden
concebir según los principios de Descartes, Weber, Taylor y
Fayol.
Ya el todo no es la suma de
las partes que lo componen; ni pueden concebirse dirigidos por una escala
jerárquica de entre 3-12 niveles con una media de 6-7 niveles jerárquicos que ha
primado. En el último siglo; ni que los jefes de grupos, para no hablar aún de
equipos, ni los supervisores no puedan hacer planes, o participar en las
decisiones más importantes para la Organización, o tomen ellos mismos decisiones
sobre el trabajo que se ejecuta.
Por lo tanto, con el establecimiento de la Organización como dimensión social, como un espacio de relaciones sociales democráticas, y no sólo de relaciones económico-productivas o de servicios, sea esta cualquier entidad, empresa o institución, el reconocimiento de la formación y desarrollo de los grupos de trabajo de altos desempeños rompe con tres de los aspectos básicos de las organizaciones burocráticas tradicionales, a saber:
Cuando se habla de
Integración, es imprescindible hablar de Sistemas, como parte de esta época de
los Recursos de los Humanos, lo que ha posibilitado una influencia recíproca y
el desarrollo en mayor o menor grado de éstos en la práctica. Algunos autores
hablan de la época de los sistemas a partir de la década de los 80, cuando mayor
conciencia y comprensión se cobra, o mayor necesidad se siente, puesto que las
bases ya se habían establecido tres décadas antes.
Así, Parsons,T. (1951)
señala que los sistemas o subsistemas deben realizar la función de: adaptación
del entorno, alcanzar metas para la organización, e integrarse con la
organización, manteniendo roles y patrones de las relaciones
sociales.
De hecho lo que ayuda al
establecimiento de sistemas en la práctica, son las exigencias, otra vez
económicas, por encima de otras consideraciones que vienen luego, y estas se
traducen a través de las propuestas y enfoques de Calidad Total, de la
Organización por Proyectos, de la Gestión de Procesos, de la Organización de
Redes, de Coordinaciones de las comunicaciones y las Decisiones dinámicas. Desde
luego, todas y cada una de estas propuestas contiene una carga mayor o menor de
relaciones sociales diferentes sobre la base de contenidos nuevos; no se trata
de formas nuevas solamente.
La integración a nivel global de la Organización, se refiere a cinco elementos básicos, (Tyson,S.,Jackson, T. 1997):
Son los elementos que sirven también para hablar de la efectividad de la organización. Veamos a continuación en el gráfico cómo en una dimensión se coloca la eficiencia y efectividad, y en otra, lo cuantitativo y lo cualitativo (Carnal,C.A. 1990)). Cuando analizamos cuáles criterios se siguen, no es difícil darnos cuenta que la mayoría de las veces se abordan los cuantitativos de eficiencia, y pocas veces los cualitativos de efectividad.
Cuantitativos
Utilidad
Parte del mercado
Costo
Calidad del servicio
Desperdicio
Quejas
Aprovechamiento
Flexibilidad
De recursos
Rotación de personal
Ausentismo
Eficiencia
Ritmo de cambio
Efectividad
Satisfacción
Desarrollo Administrativo
Compromiso
Adaptación
Clasificación
Cultura Empresarial
Competencia
Cualitativo
Época de los Sistemas
Dos ideas fundamentales
resumen la aplicación, comprensión y desarrollo de las organizaciones como
sistemas.
La primera, es la analogía con los organismos biológicos, de manera que es esencial la forma en que los organismos se adaptan al entorno externo.
La segunda, procedente de
la Teoría General de los Sistemas, es la interdependencia entre los elementos;
insumos, procesos y productos, relaciones, agrupaciones y norma
sociales.
Esto obliga, exige,
concebir, diseñar, medir y dirigir, no sólo los elementos técnicos, sino en
integrar los elementos técnicos con los Relacionales y
Comunicacionales.
Al hablar de sistemas, de enfoques sistémicos, de pensamiento sistémico, estamos obligados a no seguir pensando en las organizaciones como espacios administrativos, de controles sola y prioritariamente, en los que todos los fenómenos se analizan de manera fragmentada y de forma lineal.
Ya no se trata de llevar
sólo el análisis hasta el elemento más pequeño, sino de buscar la síntesis de
las partes. No se trata de que el conocimiento de las partes no sea importante,
sino que es necesario concebirlo como las partes de un todo, de características
diferentes, y por lo tanto cualquier cambio en una de sus partes va a tener
repercusión y cambios en las interrelaciones entre las partes y en el
todo.
Esto tiene profundas y
revolucionarias repercusiones en la concepción del proceso de trabajo en las
organizaciones, en la empresa.
Lo que era considerado como
todo era sólo una parte, puesto que el reduccionismo y el mecanicismo buscaban
el elemento más pequeño separable para analizarlo, siguiendo la máxima de
Descartes, R. de que para entender cualquier cuestión debe descomponerse en
tantos elementos simples como sea posible. Ha sido la máxima del análisis del
trabajo y el establecimiento de métodos de trabajo hasta nuestros días.
Esto daba respuesta cuando
la relación de causalidad era unidireccional y entre dos variables, pero de
ninguna manera es suficiente cuando se enfoca hacia los conjuntos, a la
interacción de los componentes, o cuando el problema implica muchas variables
con multidireccionalidad y con elementos externos del sistema, que es casi
siempre cuando se trata de las organizaciones.
Es el biólogo alemán Von
Bertalanffy quien desarrolla en 1950 el concepto de sistemas, a la cual
contribuyen, entre otros: Shannon,C. (1949) desde el lenguaje como pieza
integral de la comunicación, sentando las bases de la Ciencia de la
Comunicación; Wiener, N. (1947) con el control de los símbolos que lleva a la
creación de la Cibernética como ciencia del control a través de la comunicación,
y las elaboraciones sociológicas en el campo de las Organizaciones de Parsons,T.
(1951); o más recientemente Forrester, J. (1961) con las leyes de la dinámica de
sistemas.
Comienza el desarrollo de
la filosofía de los sistemas, la era de los sistemas, el desarrollo de la Teoría
General de Sistemas.
Al definir el Sistema como un conjunto de elementos en interacción dinámica entre sí y con el medio o entorno que los contiene, organizados en función de un objetivo, contiene propiedades tales como:
Estas propiedades y la
llamada sinergia, o en otras palabras, que el sistema representa más que la suma
de sus componentes (el todo es mas que la suma de las partes de Aristóteles),
hacen que sea posible dividir el sistema estructuralmente, pero no
funcionalmente. Esto marca diferencias esenciales en la manera en que se dirige,
gestiona y organiza.
Los problemas ya no se
aíslan, ni fragmentan, ni simplifican, ni analizan por separado, sino se
consideran parte de un conjunto mayor, de un sistema mayor. Cada elemento se
considera en relación a los demás y al conjunto, puesto que cuando se aísla,
pierde las características que tiene en su conjunto, o como
sistema.
Este nuevo paradigma, el
enfoque sistémico, contrasta con el tradicional análisis lineal causal,
analítico y mecanicista, y es exigencia seguir una metodología mínima necesaria
para hablar si no de pensamiento sistémico, al menos de enfoque
sistémico:
Un Sistema es una totalidad
percibida. Del griego sunistánai que significa causar una unión, incluye la
percepción unificadora del observador, otra razón para trabajar con las
actitudes y las necesidades psicológicas y sociales de las
personas.
Hoy, cuando se habla de
sistemas en nuestra empresa, hay dos errores generalizados que se repiten una y
otra vez. Uno, de pensar en la Estructura, es decir, en la Dimensión técnica,
por demás, concebido por áreas organizativas o por
funciones, se concibe dividido estructural y funcionalmente. Son pocos los que
conciben la Estructura como la configuración de las interrelaciones entre los
componentes claves. El hecho que sea dividida la Estructura en unidades, no
significa que se pierdan o no se vean las interrelaciones
funcionales.
Pero al mismo tiempo que se
concibe la Organización, este Sistema Social, como Estructura, y a la vez se
aplica un enfoque sistémico, se entra en una gran contradicción, puesto que la
Organización como Sistema Social no tiene límites de amplitud, y la Estructura
sí lo tiene; como Sistema Social existe una vinculación concreta entre las
personas, y es independiente de la Estructura, su estructura y funcionamiento es
una misma cosa, cosa que no sucede con la Estructura física, ni siquiera con
enfoque sistémico.
Pero el hecho de que con
enfoque sistémico, la Organización se puede dividir estructuralmente pero no
funcionalmente, acerca la Organización en la integración Dimensión
Técnica-Dimensión Social.
Dos, que del sistema debe
encargarse una persona, un especialista, o un grupo de ellos. Así se propone o
concibe un sistematizador como la persona que va a resolver el problema de
agrupar, organizar y darle curso a la información en una organización,
jerárquica y administrativo - burocrática. Pretender trabajar el pensamiento
sistémico, e implantar el enfoque sistémico a través de un cargo, es como querer
llegar a la luna en un barco de vela.
Para que el cuerpo de
conocimientos y herramientas lleguen a integrar a nivel de toda la organización,
es necesario, imprescindible la participación de todos y cada uno de los
trabajadores, entrenados en pensamiento sistémico; por eso, es importante
concebir la gestión de conocimientos sin excluir a nadie.
Por otro lado, como señala
Senge,P.: los principios sistémicos se pueden transformar en excusas para la
inacción, para no hacer nada en vez de tomar decisiones contraproducentes o
decisiones que empeoran las cosas. Esto es un ejemplo clásico de que es
peligroso saber poco
, y continúa,
las implicaciones de la perspectiva
sistémica no llevan a la inacción sino a un nuevo tipo de acción arraigada en un
nuevo modo de pensar. El pensamiento sistémico es mas desafiante y mas
auspicioso que nuestra manera habitual de abordar los problemas.
Es como una inercia que
frena la evolución análisis-síntesis y frena los cambios. Es necesario superar
el estilo inactivo, conservador, anclado al presente sin querer saber nada del
futuro. La Organización puede trabajar mucho, incluso elementos nuevos
fragmentados, pero no ocurrirá nada nuevo, mucho menos no habrá resultados
cualitativamente superiores.
Al referirse a los
esfuerzos por mejorar la calidad y la productividad, Deming,E. decía: El
esfuerzo y los métodos para el mejoramiento de la calidad y la productividad en
la mayoría de las compañías y de los organismos oficiales son fragmentarios, sin
un lineamiento general competente, sin un sistema integrado para el mejoramiento
continuo.
Es decir, no se puede
alcanzar Calidad Total sin una organización general para la calidad total.
Tampoco se alcanzan las NFO sin una forma nueva de organización general de la
empresa, en la que se traten al mismo nivel y con la misma atención la dimensión
social y la dimensión técnica.
Creemos conveniente volver
a citar a Senge,P.. Por debajo de todos los problemas se encuentra una
característica fundamental de los sistemas humanos complejos, la causa y el
efecto no están próximos en el tiempo y el espacio.
Se trata de entender la
complejidad dinámica en la cual lo obvio no produce resultados esperados. El
método analítico conllevó a que histórica y habitualmente uno busca el problema,
es decir, el efecto, sin analizar la causa que puede no estar a la mano, o se
analiza la causa más próxima en tiempo y espacio. No es habitual que un problema
en una línea de producción se busque más allá del área, o más allá de los
procedimientos técnicos. Lo que está a la mano puede ser una solución utilitaria
del momento, pero lo más probable es que no sea la verdadera
solución.
Mencionaremos brevemente la Dinámica de sistemas desarrollado por Forrester, J. que ha tenido gran influencia en las últimas décadas.
Los Principios del
Pensamiento Sistémico son:
del conjunto de variables)
Por su parte, las Leyes de
la Dinámica de Sistemas son:
inverso)
empeorar)
positivo)
En cuanto a la concepción
del funcionamiento de la empresa, de cada una de sus funciones principales de
dirección, o unidades estructurales, los sistemas marcan tendencia a partir del
último cuarto del siglo XX, por exigencias de la gestión como función genérica y
global de las organizaciones.
La Gestión, o la acción con
conocimiento, o la aplicación del saber, se expande como una función de gestión,
aplicado al quehacer de la empresa para dar respuesta a mejoras constantes
y permanentes, al diseño de las estrategias, a las cooperaciones, a las
respuestas globales de toda la organización.
De la gestión de jerarquía
y poder, se pasa a la gestión del saber, pero el saber, convertido en recurso
esencial, y las organizaciones del saber también están jerarquizadas. Asi, no es
de extrañar, que con la aparición y desarrollo del concepto de empresa
flexible (Atkinson, 1984), se hable de un núcleo central de trabajadores
permanentes a tiempo completo, que serían los que piensan más, y desde luego
dirigen, y trabajadores periféricos a tiempo parcial o temporal. La esencia del
problema se mantiene. En definitiva, dice Drucker,P. que la función de la
organización es hacer que los saberes sean productivos, y no hay otras
preocupaciones.
Organizar a las personas en
grupos de trabajo efectivos ha sido uno de los objetivos principales de la
Administración. Al concebir el entrono de la empresa como un sistema, y extender
la denominación de Organización, no sólo a la propia empresa sino a las
agrupaciones formales constituidas dentro de ella, se reconoce y se asume la
dimensión social junto con la dimensión técnica como fundamental, puesto que la
Organización es, ante todo, un sistema social, un sistema de relaciones de un
grupo humano que realizan la actividad de trabajo con un cometido común. Es un
sistema social en el que la comunicación es el factor que le otorga consistencia
a las relaciones entre las personas de un grupo o
colectivos.
Por tanto, y es una idea
que prevalece al momento de pensar y desarrollar las NFO con nuevos contenidos;
la organización moderna no puede ser una organización de jefes-subordinados,
sino una organización en la que prima una participación cooperativa. La posición
de cada uno de los trabajadores está determinada por su contribución a la
consecución común de los objetivos.
Por tanto, una organización
en enfoque sistémico, es, ante todo, un sistema social que tiene una filosofía y
herramientas de trabajo, en las que se impone la definición de una misión clara
y precisa, centrada en un objetivo común, y con definición clara de los
resultados a alcanzar. La voluntariedad para pertenecer a una organización es
base para que las motivaciones, reconocimientos, recompensas, sirvan para
satisfacer las necesidades e intereses de los miembros
integrantes.
Como señala Drucker,P.: A
partir de ahora la lealtad no podrá obtenerse por medio del sueldo; tendrá que
ganarse demostrando a los empleados del saber que la organización que en ese
momento los emplea ofrece oportunidades excepcionales para ser eficaz y
funcionar. No hace mucho hablábamos de mano de obra, cada vez hablamos mas de
recursos humanos; esto implica, especialmente en lo que afecta a la gente del
saber, que es cada empleado individual quien en gran medida decide lo que él o
ella aportan y lo importante que puede o debería ser el rédito de su saber.
Interpretado en su justo
significado, sin pretender con el autor que los trabajadores en la sociedad
capitalista del saber, poseen colectivamente los medios de producción y que los
propios capitalistas se convierten en empleados y piensan como tales, aunque
actúen como capitalistas, como dice el autor, lo cierto es que en una
Organización con NFO cada persona individualmente hace la
Organización.
Si en el capitalismo, la
expansión del trabajo dotado de mayor dimensión intelectual y la ampliación de
las capacidades de los trabajadores y la utilización de sus saberes que imponen
las NFO, obliga a formas mas sofisticadas de explotación, en la sociedad
socialista debe servir para cada día un desarrollo más pleno de las personas.
Esto impone romper con las
reglas y principios de establecidos en una sociedad regida por el capital que
debe estar estructurada antagónicamente de una manera específica, ya que las
funciones productivas y controladoras del proceso de trabajo deben estar
radicalmente divorciadas una de la otra y asignadas a diferentes clases de
individuos (Meszaros,
).
Capítulo II
Tipos de Organizaciones.
Principios.
2.1 Tipos de
Organizaciones
De las filosofías,
concepciones y épocas históricas, caracterizadas en el capítulo anterior, puede
inducir a pensar que existen tantos tipos de organizaciones como
concepciones, ideas y escuelas se han desarrollado en el último siglo y medio.
No es así.
Como dijimos al inicio,
desde Smith,A. con su doctrina de la División del Trabajo que lleva al énfasis
en la Economía del Tiempo, y en definitiva en la Economía del trabajo como
disciplina, pasando por Weber, M. y la Concepción Burocrática que socializa las
organizaciones jerárquicas, hasta Fayol, H. que establece los Principios
Científicos de Administración y Taylor,W.F. que aplica los principios
científicos al proceso de trabajo que posteriormente se denominaría como
Organización Científica del Trabajo, basándose en el control como filosofía,
función y procedimiento principal, se resume todo como la llamada teoría clásica
o tradicional predominante; burocrática y mecanicista.
Y no estamos hablando de estructuras, aunque se
correspondan y exista correspondencia entre la filosofía, la concepción y la
instrumentación, y se pueden identificar con determinados esquemas
organizativos; estamos hablando de tipos de organización en el
más amplio sentido de la palabra; por tanto, de los tipos de Control que se
ejercen, y los controles que se imponen, las Estructuras que se adoptan,
Agrupación de actividades o el Tamaño de la jerarquía, tipo de Decisiones que se
toman, tipo de Coordinaciones, grado de Participación, Tiempo de reacción a los
problemas del entorno interno y externo, como los más
importantes.
La otra teoría, que resume
los desarrollos teóricos y prácticos a partir de mediados del siglo XX,
sustentada sobre principios y concepciones diferentes, al tratar de superar los
paradigmas jerárquicos y mecanicistas, aunque la filosofía de la División del
Trabajo y el Individualismo Económico se mantienen en su esencia. Lo que cambia
realmente, son los elementos técnico-tecnológicos y de procedimientos a nivel de
los procesos de trabajo, y poco los elementos de dirección a nivel de toda la
Organización, al menos en la práctica.
La Dirección
profesionalizada, reconocida como disciplina, hace más de medio siglo, potencia
el desarrollo de organizaciones de tipo orgánico, en contraposición a las de
tipo mecanicista, que deriva en los enfoques sistémicos y de redes como parte de
las estructuras orgánicas
de nuestros días.
Antes de proseguir, es
importante subrayar que los controles no pierden importancia, sino que cambian
de forma. Tan es así, que en las NFO aplicadas en la producción y los servicios,
se instauran controles de tiempo cada vez más sofisticados, no directos, y se
hace énfasis en la innovación tecnológica y la participación de los trabajadores
en los mismos.
El tipo de organización que se puede identificar con NFO, es una derivación en desarrollo de las formas orgánicas, alejadas tanto en la filosofía como en la concepción que tiende hacia los sistemas, como en los procedimientos, de las formas burocráticas o mecanicistas, e incluso de las primeras formas orgánicas aún muy burocratizadas.
En el Cuadro 1 se resumen
los elementos más importantes de los tipos de organización que
vamos a desarrollar en este capítulo. Debemos aclarar que puede haber
actualmente derivaciones que van más allá de las NFO tal y como las
caracterizamos en el cuadro, y de hecho existen, puesto que su lógica de diseño
cambia revolucionariamente al aplicar realmente el enfoque sistémico. De todas
maneras se pueden considerar como una forma orgánica, aunque cualitativamente
muy superior a las primeras organizaciones orgánicas con gran influencia
burocrática.
En este punto
estableceremos la diferenciación entre las NFOT ya clásicas, que no llegan a
interesar a la Organización de forma global; y las NFO, que no sólo introducen
cambios en las NFOT, sino que estos cambios interesan o van acompañados de
cambios en la dirección, organización, y gestión de la empresa. Son gradaciones
muy importantes a tener en cuenta, y haremos referencia constante a ello en el
resto de este capítulo, y del texto.
NFOT
Rotación de puesto; Ampliación de tareas; Enriquecimiento de tareas; Grupo (semi) autónomo
NFO
Formas que interesan la Dirección, Organización y Gestión global
Cuadro 1
Tipos de
Organización
Burocrática o mecanicista |
Orgánica |
Nuevas Formas Organizativas |
Estructura divisional y jerárquica |
Estructura jerárquica menor |
Estructura flexible y adaptable |
Controles y objetivos centralizados basados en autoridad formal |
Controles y establecimiento de objetivos descentralizados |
Autoridad basada en conocimientos. Alto grado de descentralización |
Interacción vertical |
Interacción vertical-horizontal |
Unidades estructurales pequeñas autogestionadas con capacidad de integración en redes |
Reglas y procedimientos preestablecidos de acuerdo a la naturaleza de la tarea |
Elaboración de pautas a seguir |
Personal con alta capacidad, creatividad e innovación, alta profesionalidad |
Segmentación de la actividad en tareas y funciones estables y duraderas |
Puestos definidos de manera genérica y adaptable |
Alta cooperación e integración |
Definición exacta de puestos con diferenciación especializada en una actividad del proceso |
Énfasis en la coordinación y la delegación de autoridad |
Trabajo de equipo |
Separación de funciones ejecutivas y técnicas de las tareas ejecutoras |
Integración de funciones |
Transfuncionalidad |
Información unidireccional orientada a la eficiencia |
Información bidireccional orientada a la eficacia |
Información bidireccional y transversal necesaria para una dirección cooperativa |
Sumisión, sin participación |
Mayor participación referida a la actividad que se realiza |
Dirección participativa cooperativa. Discusión sin imposición de jerarquías. |
Comunicación unidireccional |
Comunicación amplia |
Comunicación entre todos los niveles y unidades organizativas en tiempo real |
La teoría clásica o
tradicional se caracterizó por la especialización estrecha de los trabajadores
en una sola actividad, en una sola tarea, en una sola función, que
correspondía a la técnica y tecnología existente, y a una fuerza de trabajo
caracterizada por su bajo nivel educacional y cultural. Por lo tanto, no es de
extrañar hoy, que la productividad se buscara sobre la base del más estrecho
control en el proceso de trabajo de la actividad que se ejecutaba, los
movimientos que se hacían y el tiempo que se consumía, y se establecían ritmos
de trabajo acorde a objetivos predeterminados en los cuales nada tenía que ver
el obrero.
Con la introducción y
desarrollo de la línea de montaje, rígida, que hacía producciones también
rígidas, las mismas piezas con los mismos insumos, se llega rápidamente al
límite de las posibilidades, lo que obliga, y es lo que se desarrolla con el
llamado fordismo, la especialización de línea. La especialización con el
fordismo responde al mismo principio de simplificación y fragmentación, pero a
otro nivel de aplicación de la técnica y la tecnología, ahora se ajusta cada
trabajador a una posición en la línea, lo cual vuelve a incrementar la
productividad; aunque con las consecuencias negativas desde el punto de vista
social y psicológico comentado en el capítulo anterior.
Se establece la más
estrecha relación entre la especialización mínima del trabajo, el tiempo de
ejecución, y el volumen de producción; y desde luego el principio del control
sobre el comportamiento productivo, a nivel individual y colectivo. Es la época,
como señalamos ya, de la Economía del Tiempo, Economía del
Trabajo.
Siendo considerado el
trabajador como apéndice de la máquina, es decir, menos que factor secundario de
unas décadas después, toda la organización, y por lo tanto, la organización del
trabajo, se estructura y basa en el control del ritmo y los
movimientos.
Los avances tecnológicos,
políticas de bienestar social, cambios en la estructura productiva de los países
capitalistas desarrollados, las exigencias de demanda imprevisible, además de la
competencia en los precios, la calidad y la productividad, hacen empezar a
cuestionar la validez de la dirección autoritaria con mínima o ninguna
participación de los trabajadores, y el desestímulo a la iniciativa y la
creatividad, y hacen buscar nuevos desarrollos que privilegien la innovación
organizacional, al menos al mismo nivel que a la innovación
tecnológica.
En esta carrera, las
empresas norteamericanas fueron las últimas en incorporarse, y se reacciona por
la crisis de los grandes como Steel, GM e IBM.
En otros países
capitalistas como Suecia, Holanda, Italia, Alemania y Japón, priman más las
transformaciones y cambios tecno-tecnológicos a nivel del proceso de trabajo que
los cambios organizacionales a nivel global, y a nivel de los principios de
dirección.
Baste recordar las llamadas
NFOT de la década de los 60 y los 70 del siglo XX, a los que hicimos referencia
con anterioridad, como son: la Rotación de puestos, la Ampliación de tareas, el
Enriquecimiento de tareas, o las unidades autónomas que ya interesan a los
elementos de dirección, pero como concepción general tratan y ponen énfasis
sobre todo en los elementos técnicos del proceso de
trabajo.
Los principios que seguían
estas primeras NFOT empezaron a romper de algún modo los principios
tradicionales establecidos, veamos cómo:
1º Se rompe con el concepto de puesto individual y con las actividades y tareas simples,
y fragmentadas parciales.
2 º Se subdividen las líneas de montaje formando minilíneas o unidades, o islas, que
permiten trabajo en grupo.
3º Se reemplaza la banda de
ritmo fijo por estaciones, y con el control de ritmo.
Sin cambios en la división
social del trabajo, se reconoce en las sociedades capitalistas, al menos
teóricamente, la necesidad de crear una nueva cultura laboral que compromete a
los trabajadores con los nuevos objetivos que imperan en el mercado. El primero
de éstos es la calidad, pero atención, calidad que satisfaga las necesidades y
los requisitos de los clientes, que se muestran sobre todo exigentes, no en
cuanto a la Calidad Total absoluta, sino la calidad en relación con el precio y
el consumo. En una palabra, es calidad acorde a lo que está dispuesto a pagar el
cliente.
A esta altura, y después de
años de deslumbramiento del modelo japonés, que por supuesto partió de los
presupuestos y principios fundamentales clásicos, o como dicen algunos autores,
el que unió la Teoría X y la Teoría Y, proponiendo la Teoría Z (Ouchi,W. 1981),
o el modelo ohnista (Ohno,T.), que realmente no es otra cosa que una
adaptación de los modelos existentes a las condiciones histórico-culturales y
laborales de la sociedad japonesa, para garantizar el compromiso de los
trabajadores y de su participación en los objetivos de la empresa (precio y
calidad), superando el individualismo extremo del
occidente.
Para dejar claro, el
llamado toyotismo, y Justo A Tiempo (JIT) es ante todo, la incorporación de la
tecnología de punta en el proceso de trabajo, que establece exigencias y
respuesta distinta al trabajador desde el punto de vista técnico, que debe ser
capaz de adoptar los procedimientos de acuerdo a la producción de volúmenes
limitados de productos diferenciados y variados. Ya en la década de los 90 del
siglo pasado, las contradicciones hacen cuestionar el modelo, que empieza a ser
revisado y analizado críticamente por los estudiosos. En la práctica, en
esencia, no cambian las relaciones sociales ni las relaciones laborales, ni los
principios fundamentales de dirección.
Es cierto que un Equipo de
trabajo, a la manera del toyotismo persigue el Enriquecimiento de tareas, pero
este puede ser tan o más alienante que el trabajo individual repetitivo, simple
y desmotivante del taylorismo-fordismo. No se basa en la autonomía, uno de los
factores distintivos de las NFO y las NFOT, sino en la eliminación de la
organización autónoma de los trabajadores (Watanabe,B.
1993).
El compromiso de los
trabajadores está respaldado, ante todo, por el compromiso empresarial en cuanto
a la remuneración, y no a nivel individual sino colectivo; a una remuneración de
retiro que garantice la reproducción material del trabajo; y al no despido sin
restricciones, ampliamente utilizado en países occidentales. Desde luego, en los
últimos años el modelo japonés entró en conflicto por las presiones de la
economía internacional y el nuevo orden internacional. Pero de todos y cada uno
de los ejemplos, se sacan lecciones provechosas.
No cabe dudas, que en un
marco de desarrollo tecnológico continuo, con alta calificación de la fuerza de
trabajo, y una disposición de polivalencia, le planeta a la filosofía
empresarial actual, la necesidad de reconceptualizar las estructuras de autoridad y
de poder al interior de las organizaciones, de las empresas. He aquí la enorme
contradicción en las sociedades capitalistas, que no han sido y no son capaces
de superar, puesto que interesa la propia esencia y existencia del
capitalismo.
La forma de concebir y
funcionar la empresa, por lo tanto la filosofía sobre el tipo de organización,
sigue cambiando, aunque se mantienen los presupuestos básicos de las
organizaciones orgánicas, más o menos burocráticas. Pero se hace mayor énfasis,
y se hace cada día más evidente la necesidad de flexibilizar y de buscar mayor
capacidad de reacción. Cuando hablamos de flexibilidad, no hablamos de
desregulación como es costumbre. Hablamos de los elementos que caracterizan la
capacidad de reacción como veremos más adelante, es decir, nivel de
participación, desempeño, autonomía de las unidades operacionales,
motivaciones.
Por otro lado, este factor,
Capacidad de reacción, no puede estar ajeno al tipo de organización, como
tampoco al proceso de toma de decisiones y los procedimientos de control, que
son los aspectos básicos a evaluar y a diseñar en una organización, tal y como
aparece en el Cuadro 2 (según Thietart , 1993 en Carrillo de
Albornoz,JM.).
Como se puede observar, los
determinantes del tipo de organización tienen que ver con el Tamaño, el Control
y la Agrupación, tres componentes básicos tradicionales que vimos en el capítulo
anterior, a los que se agregan la Coordinación y la
Información.
Si a esto añadimos que:
Entonces, se entiende la proliferación de formas o tipos de organizaciones, que en alguna medida pueden interesar globalmente, y de hecho lo hacen, a toda la organización, es decir, a la Dirección, Organización y Gestión de toda la organización, y no sólo a una parte, o parcialmente a partes de esta.
Cuadro 2
Elementos del sistema de Organización general
Determinantes | |
Tipo de Organización |
Grado de descentralización |
Tamaño de las unidades organizativas | |
Grado de división del trabajo | |
Nivel de coordinación | |
Información disponible | |
Proceso de toma de decisiones |
Elaboración de planes |
Contenido de los planes | |
Etapas del proceso de toma de decisiones | |
Márgenes o concentración del control | |
Procedimientos de control |
Niveles de control |
Detalles del control | |
Niveles de participación | |
Capacidad de reacción (flexibilidad) |
Desempeño |
Motivaciones | |
Autonomía de las unidades operacionales |
Es así que se habla de
Organizaciones Adhocráticas, Hipertexto, Hipertrebol, que a continuación
caracterizamos brevemente.
Organizaciones Adhocráticas
Sin gran jerarquía vertical
ni división departamental formal, ni reglas ni procedimientos preestablecidos
para enfrentar los problemas, se caracteriza sobre todo por la diferenciación
horizontal y gran descentralización. La elevada especialización horizontal de
los puestos de trabajo y la constitución de pequeñas unidades organizativas o equipos de
trabajo lo hace ideal para el pensamiento creativo y la
innovación.
Responde con velocidad a
los cambios para facilitar la coordinación interfuncional. Los conflictos forman
partes del ambiente de esta organización, puesto que la relación jefe
subordinado no están claramente establecidas y la generación de ideas
innovadores no es sistematizada, lo cual muchos autores señalan como un aspecto
negativo. Se puede decir que se alcanza la eficacia al precio de la
ineficiencia, ya que la estructura organizativa descentralizada basada en
trabajo de equipo tiene puntos débiles en la autoridad y la responsabilidad no
resuelto.
Organización Hipertexto.
Como la define Nonaka, I. y
Takeuchi, H. (1995) es una organización en red basada en el conocimiento y aprendizaje organizacional,
que puede crear unas formas de relaciones e interactuaciones a través de las
redes telemáticas tanto internas como externas con el entorno. Potencian los
elementos positivos de las organizaciones adhocráticas y superan las debilidades
de aquellas, al trabajar todos en función de un cliente. Se aprovecha al máximo
una base desconocimiento con una visión corporativa. Combina la eficacia y la
estabilidad de la organización burocrática con la capacidad creativa y la
creación de conocimientos de las organizaciones en red.
Organización Hipertrebol
Surge de la
organización Hipertexto y la estructura en trébol (Handy,CH.). Se potencia al
máximo el proceso innovador, y el equipo, así como el trabajo por proyecto. Cada
hoja del trébol lo compone una función; el núcleo dirigente compuesto por los
profesionales altamente calificados. Hasta un 40 % de la retribución se vincula
a los objetivos. Una organización como esta pertenece necesariamente a estructuras poco
jerarquizadas. Es conocida la formula de un empresario alemán de ½ X 2 X 3= E.B,
es decir, la mitad de los directivos en el núcleo de la empresa, que cobran el
doble de antes y con una productividad triplicada, es igual a eficacia y
beneficios.
En la segunda hoja está
todo lo que no sea estratégico, y que se subcontrata con terceros, pudiendo
llegar hasta el 80 % de los contenidos. La tercera hoja agrupa a los
trabajadores a tiempo parciales y temporales. No se trata de trabajadores no
calificados de baja retribución, sino los que están fuera de la organización,
cada vez más profesionales autónomos que cobran por su producto, no por su
tiempo.
Destacamos una organización
de tipo fuerza estratégica que puede ser una estructura independiente y
paralela, y que en las últimas dos décadas ha tenido una aplicación
relativamente extendida en el mundo, sobre todo en el sector de la construcción
y en Investigación más Desarrollo (I + D). Se trata de Equipos de Proyectos,
sistematizado y desarrollado como Dirección Integrada de Proyectos (Proyect
Management) ya que rompe con la dirección y organización tradicionales y
constituye una NFOT y una NFO.
Todas estas se caracterizan
por ser o favorecer Organizaciones inteligentes, Organizaciones en Aprendizaje u Organizaciones
en Red.
Organización en Aprendizaje
Más que un tipo de
organización, es una concepción de gestión actual en tipos de organización como
los anteriores, organizaciones pequeñas en tamaño, capaces de anticiparse,
adaptarse y transformarse permanentemente. Se caracteriza por la importancia que
se otorga a las personas, y a la renovación de las formas organizativas que favorecen la Iniciativa,
Creatividad y el Aprendizaje.
Se identifica una
Organización en Aprendizaje cuando en ella
se comparte y utiliza el conocimiento de tal manera que todos sus integrantes
sin excepción lo pueden aprovechar para responder a los cambios. Con una actitud
y estilo abiertos al cambio, se orienta a una visión estratégica e innovación
comunes a todos.
Según Senge,P. (1990) las
Organizaciones en Aprendizaje se basan en
cinco disciplinas o aspectos, a saber: Dominio personal, Modelos mentales, Aprendizaje en equipo,
Visión compartida y Pensamiento sistémico. Sintetizamos lo que Sáez Vacas, F.
García, O. Palao, J. y Rojo, P. (2001), dice al
respecto:
Dominio personal
Adecuado manejo de las
emociones y razones que impulsan los actos. Aprender a desarrollar y mantener
una visión personal sobre su futuro basada en sus valores más
significativos.
Modelos mentales
Todas aquellas nociones que
un individuo tiene sobre sus objetivos e intereses. Interpretación individual de
una realidad en particular. Adquisición de aptitudes nuevas que faciliten la
comprensión de cómo funcionan los modelos mentales en las organizaciones.
Entre estas aptitudes se incluyen la reflexión y la indagación; la primera ayuda
a la toma de conciencia de cómo influyen los modelos mentales en las acciones,
la segunda con la manera en que se interactúa con los demás en situaciones
complejas.
Aprendizaje en equipo.
Desarrollo de la capacidad
de generar resultados en equipo. Es importante una visión compartida y el
dominio personal.
Visión compartida.
Expresión que se deriva del
sentido de visión y destinos compartidos de la organización (visión, valores,
misión y metas) percepción colectiva de qué es importante y por
qué.
Pensamiento sistémico
Marco conceptual, cuerpo de
canales y herramientas que permitan integrar los demás
aspectos.
Estos aspectos o disciplinas no cabe dudas es necesario tratarlos mediante un enfoque más transdisciplinario que multidisciplinario o interdisciplinario: Esto es un reto para todas las disciplinas, tanto las sociales como las técnicas.
¿Cómo iniciar el aprendizaje de las disciplinas que profundizan, y apoyan los cambios realmente para establecer nuevos principios de dirección y organización?
Con nuevas aptitudes y competencias
relacionadas con la reflexión y la conciencia, y nuevas actitudes y
creencias.
Si los cambios que se conciben y diseñan en una organización incluyen todos los elementos tecno-estructurales, incluso si se profundiza hasta el flujo de procesos y el proceso de trabajo hasta los puestos de trabajo, pero no se incluyen las Actitudes, los Valores y las Percepciones de las personas, no es y no llega a ser un sistema completo.
ACTITUDES
VALORES
PERCEPCIONES
Organizaciones en Red
Buscan la eficiencia por la
reducción de los costos, el control por la adquisición de mucha información, la
potenciación de la creatividad e innovación, y la estabilidad. Asimilan sobre
todo la tecnología de Internet, la Informática y la Telecomunicación, lo que
permite hablar y establecer no sólo Intranet o una Red interna, sino de red de
redes en la que se involucran muchas empresas vertical y horizontalmente,
interna (Enterprice Resource Planning o ERP) y externamente
(E-Business).
Tiene un total aplanamiento
jerárquico, puesto que deriva su autoridad más del conocimiento que de la
posición. La colaboración ocupa un lugar principal, y las relaciones externas
tienen tanta importancia como las relaciones internas. Se orientan básicamente
hacia la ejecución de proyectos. Implica alto grado de compromiso y confianza
del personal, y una comunicación inter e intra empresarial con flujos de
información permanente y masiva. No cabe dudas, que es imprescindible trabajar
las disciplinas señaladas en Organizaciones en Aprendizaje, disciplinas que
trabajan persona a persona, y preparan a las personas, tanto en las nuevas
aptitudes, como en las actitudes y valores.
Repetimos, todos y cada uno
de los tipos de
organización anteriores respaldan cambios en las relaciones sociales, en la
arquitectura social al decir de Senge, en las redes de información globales,
en los nuevos procesos de trabajo, en las nuevas relaciones de dirección a
partir del establecimiento de unidades organizativas
autogestionadas.
Desde el punto de vista organizativo, todas estas
organizaciones se basan en los principios que están orientados al aprendizaje y la innovación,
con gran flexibilidad y mínimos tiempos de reacción, de manera que son unidades
organizativas pequeñas
capaces de funcionar y coordinar en red.
Habría que preguntarse si
es lo mismo Organización en Red que Red en Organización. Debería ser lo mismo;
sin embargo, muchas veces, incluso líderes y directivos que visualizan la
importancia del cambio, sobre todo para el fomento de la creatividad y la
innovación, no se dan cuenta, o no se llegan a plantear, ni conceptual ni
prácticamente, que el establecimiento de una red, o de redes, va más allá de la
introducción de una nueva herramienta tecnológica.
Y es que para que la
Organización funcione en Red, es necesario cambiar también los modos de hacer
las cosas, o hablando técnicamente, los procesos de trabajo. Es imprescindible
cambiar los principios de dirección establecidos, de planificación, de
organización y de control, así como las políticas, las normativas y los
procedimientos. Estamos hablando de un desarrollo organizacional superior al que
implica la etapa del intercambio de la documentación y la información; estamos
hablando de la participación y colaboración en tiempo real en la elaboración de
proyectos:
La fragmentación y
compartimentación de la información y las comunicaciones emitidas y controladas
desde un centro, según los principios tradicionales de dirección, que veremos
más adelante, pierden su validez. El centro dentro de un sistema, porque cuando
hablamos de Red debemos hablar de Sistema, y son validas las leyes y principios
de los sistemas, puede serlo cualquier elemento o unidad
organizativa.
La clave de una
Organización en Red es la integración, y la clave de la integración es compartir
información. En caso de la empresa, no sería posible ni conceptual ni
prácticamente llevar a cabo sistemas MRP (Material Requirements Planning),
como parte del desarrollo de la gestión, si no se cuestionan profundamente la
estructura jerárquica de dirección y gestión empresarial, que permita el flujo
de información oportuna, comprensible y manejable, y con la riqueza y calidad
necesarias, para conseguir mayor eficiencia de los recursos y procesos
disponibles. Estas cuestiones no están del todo entendidas.
Otro ejemplo, es el
desarrollo de la integración de los proveedores al sistema operativo de la
empresa en un primer momento, para integrar finalmente también a los clientes,
distribuidores y usuarios. Estas operaciones integradas en red, serían
impensables sin intercambio de información y comunicación permanentes.
Insistimos, esto no sería posible con los principios de dirección
tradicionales.
Ahora, es necesario repasar
el contenido del Cuadro 1, para reflexionar sobre las diferencias de las
filosofías que sustentan las formas más tradicionales, con las concepciones
orgánicas, y las derivaciones de las Nuevas Formas Organizativas, para analizar
en que medida es importante cambiar la dirección de los procesos y los métodos y
estilos de dirección de las personas para que la
Organización.
Repasando, lo que se señalaba en el Cuadro 1, esto implica:
Al decir de un estudioso,
la mayor fuente de motivación para el hombre, está en la contribución que da
sentido a su vida (Rojas, N. E. 2001).
Dos herramientas de
gestión, muy extendidas teórica y prácticamente en los últimos veinte años, y
que influyen en el establecimiento de las NFO son: la Gestión de Calidad Total a
Administración de Calidad Total o TQM (Total Quality Management) y la
Reingeniería de Procesos (BPR).
Como dijimos, ambas son más
que herramientas de gestión, ya que llegan, o se supone que lleguen a interesar
a toda la organización. Por lo tanto se basan en una filosofía y en un enfoque,
y aunque tienen enfoques distintos, se pueden apoyar mutuamente. El propio
nombre de Administración de Calidad Total pretende y plantea objetivos a nivel
de toda la organización, por lo que aboga y se basa en un tipo determinado de
organización no alejado de las exigencias de las NFO.
Pero un alerta es necesario
hacer, y es que la filosofía o el enfoque de Calidad Total y su asunción a nivel
de toda la Organización, no significa, como muchas veces se interpreta, que la
solución pasa por el diseño y aplicación de un (Sub)Sistema de Calidad, al que
responden y se subordinan todos los demás (sub)sistemas. Ponemos el prefijo Sub,
para recordar que si se trata de un sistema de gestión este responde como
subsistema al Sistema Mayor-Organización. Los subsistemas deben responder
únicamente a la Organización como un todo, como al sistema mayor
inmediato.
Lo que significa Calidad
Total en primer lugar y ante todo, es que todas las actividades, cada proceso,
cada sistema, cada persona, hace las cosas bien desde la primera vez, siempre
con una orientación hacia el cliente (que Juran. J amplió hacia las entidades o
unidades al interior), luchando por mejoras constantes y permanentes, con
objetivos a largo plazo, con mayores facultades para los trabajadores y el
desarrollo del trabajo en equipo; elementos todos que caracterizan también las
NFO.
Como señala uno de los
autores más reconocidos, Crosby, P. junto con el que se considera como el padre
del TQM, Deming, D. W., cuesta muchísimo más corregir o rectificar un
error que tratar de no cometerlo en primera instancia, y este costo puede llegar
a representar hasta una cuarta parte del total de los
ingresos.
Pero si la Calidad Total no
se concibe como un conjunto de actividades y procesos interrelacionados, con un
alto nivel de coordinación de todos los (sub)sistemas que responden a los
objetivos del Sistema Mayor-Organización y no a un sistema en particular, donde
juegan todos y cada uno de los sistemas un papel fundamental, puesto que todos
deben cumplir con determinados parámetros, y entre todos está alcanzar los
parámetros de Calidad Total a nivel de toda la Organización, los resultados
serán parciales, limitados en el tiempo y no globales.
Digamos, por ejemplo, si
los sistemas, todos y cada uno, y a nivel del Sistema Mayor-Organización no
existe sensibilidad a los Recursos Humanos, a las personas, a lo que poseen y
deben desarrollar las personas, a su formación y conocimientos, los que
determinan y deciden el alcance de los objetivos en todos y cada uno de los
subsistemas, no es posible alcanzar Calidad Total.
Igualmente sucede en cuanto
a la Reingeniería de Procesos. Dejemos que sean los propios padres los que
digan. Señala Champy, cómo se ha quedado a mitad del camino, puesto que se
enfocaron hacia lo operativo, y descuidaron el rediseño de la gerencia, de las
administraciones. En una palabra, se trata de procedimientos nuevos,
instrumentación de elementos técnicos de los procesos, que no se sostienen ni
desarrollan sobre un tipo de organización, ni en una filosofía, ni en una
concepción diferente de dirección y del rol de las
personas.
Por su parte, Hammer, M.
reconoce haber descuidado el aspecto de los empleados: Por mis antecedentes no
presté suficiente atención a la dimensión humana. He aprendido que es un factor
vital (el subrayado es nuestro). Habría que recordar a Toffler, A. cuando
señala que: Ya no son los recursos los que limitan las decisiones, son las
decisiones las que constituyen los recursos, y las decisiones las toman las
personas.
IDEAS CONCEPCION ACCIONAR
Filosofía
Tipo de
Organización
Procedimientos
En todas y cada una de las
esferas de la Ideación, la Concepción y la Instrumentación debe haber
consistencia interna, y consistencia en las interrelaciones entre las mismas.
Las NFO y las NFOT deben caracterizarse precisamente por poner énfasis,
conjuntamente con los elementos técnicos nuevos de los procedimientos del
proceso de trabajo en los elementos sociales, para que se lleven a cabo cambios
en todos y cada uno de los elementos contenidos en el Cuadro 2.
Los elementos sociales no
pueden ir de apéndice, o como apoyo a los elementos técnicos; deben concebirse
al mismo tiempo.
Si concebimos integrados
los elementos sociales y los elementos técnicos, y no separadamente, los
elementos sociales se constituyen a su vez en elementos técnicos, y viceversa.;
y quien lo dude ahí están los Equipos de Trabajo, tan extendidos como concepto
pero menos extendidos como aplicación práctica y que funcionen realmente como
tales. La integración de los elementos técnicos y sociales es el mismo grado de
integración que se debe buscar entre los estímulos materiales y morales; no es
conveniente ni conceptual ni prácticamente que estos reciban tratamiento
separado, o uno en función del otro.
Equipos de Trabajo-Grupos
Y ya que hablamos de
Equipos de Trabajo, y hemos hecho varias referencias a éstos, y lo seguiremos
haciendo puesto que constituye no sólo una herramienta, sino una disciplina
importante y muy compleja de las NFO y NFOT, y los tipos de organizaciones que
hemos visto constituyen de hecho o pueden llegar a ser Equipos de Trabajo, y
llegar a ser el propio Equipo de Trabajo toda una Organización, como puede ser
el caso de un Equipo de Proyecto, apuntaremos algunos elementos.
Ante todo, cualquier Equipo
de Trabajo es conceptualmente hablando un Grupo Primario, mejor que Grupo
simple, que pertenece a una Organización Mayor, o si llega a identificarse con
la propia Organización es entonces el Grupo Principal; se constituye en
definitiva en este caso en la propia Organización Mayor.
De manera que cualquier
Equipo de Trabajo cumple con las Fases de Desarrollo del Grupo, y es necesario
conocerlas y trabajarlas. Pero, atención, sólo pocos grupos adquieren capacidad
para constituirse y funcionar como Equipo de Trabajo. Cuando uno o varios
Equipos de Trabajo pertenecen a una Organización mayor, es evidente, aunque
muchas veces no lo es, que la Organización mayor debe cumplir determinados
requisitos y principios en relación con los Equipos para que estos puedan
funcionar como tales.
No se trata de declarar o
crear por resolución el trabajo en Equipo. Se trata de trabajar los
principios, elementos, y procedimientos que llevan a un trabajo de dirección, de
control, de gestión diferente, que influye en la Organización mayor a la que
pertenece, y que de alguna manera interesa, influye, aquella la acepta y la
apoya, o se desintegra. Por supuesto que es mucho más complicado tener una o
varias unidades organizativas que trabajan
con unos principios que no lo son de la organización a la que pertenece. Por
eso, insistimos no sólo en las NFOT, sino en las NFO que son el soporte de
aquellas.
El Equipo de Trabajo
también plantea exigencias-requisitos no tradicionales al personal, y no toda
persona puede formar parte de todo equipo, lo cual de por sí establece la
necesidad de una selección y preparación especial; requiere de trabajo profundo
y sostenido, a nivel individual y grupal de los elementos relacionados sobre
todo con actividades de tipo social, en conjunción con las actividades de tipo
Tarea o actividades técnicas (Inicio-Elaboración-Coordinación-Evaluación, entre
otras) que se observan en el cuadro de Sashkin, M. y Morris, C.W. (1987), que
son aplicables a cualquier tipo de Grupo.
Se requiere de trabajo de
las disciplinas que Senge propone, que puntualizamos con anterioridad, como son
el Dominio Personal y los Modelos Mentales sin los cuales difícilmente se
establecerá el Trabajo de Equipo. Se requiere trabajar muy bien las actividades
relacionadas con el Apoyo Social como: Alentar y Apoyar, Armonizar, Observar,
hacer Seguimiento y establecer Normas Propias.
La sociedad condiciona la
actividad y la estructura de una organización, y esta a su vez condiciona la
actividad y estructura del Grupo. El Grupo se desarrolla en un periodo de tiempo
influenciado por la Cultura Organizacional, que se desarrollará en capítulo
posterior, de manera que adquiere y posee en gran medida su cultura, sus
valores, creencias, y normas de conducta, lo que permite coordinar las
actividades de sus integrantes y del conjunto en una misma
dirección.
El condicionamiento social
por un lado y el individual y el grupal por el otro, pueden crear
contradicciones, y por eso hay que insistir en el trabajo a nivel de la
conciencia individual, a nivel de modelos mentales, y en el desarrollo de los
recursos humanos a nivel individual, como parte del entrenamiento de la Cultura
Grupal.
Citamos al pionero de los trabajos sobre los Grupos, Durkheim, E., así como a Olmstead, D.W. (1969) que resume e integra numerosas definiciones señalando como los elementos más importantes: la continuidad de la interacción social, la creación de una conciencia recíproca, la estabilidad de las relaciones en el tiempo y la estructura de roles, que permite la comunicabilidad entre sus miembros que se proponen metas comunes, así como que se elaboran normas grupales y que permite que el Grupo adquiera su personalidad propia.
Continuidad de la interacción
social-Creación de conciencia recíproca-Estabilidad de las relaciones en el
tiempo-Estructura de roles-Comunicabilidad entre los miembros-Metas
comunes-Normas propias-Personalidad propia
Aunque tradicionalmente se
destacan dos funciones básicas, la Función Social y la Tarea o Función Técnica,
al igual que cuando hablamos de las organizaciones, puesto que recordemos, el
Grupo es una Organización, la definición del comportamiento del grupo es mucho
más compleja.
Parafraseando a Mintzberg, H. y tomando elementos de su Teoría Política de Gestión en la cual se identifica el rol directivo con un conjunto de comportamiento, entre los que destacan las Funciones Interpersonales, la de Información y la de Decisiones, estas propias funciones y el comportamiento deciden la vida del grupo.
Funciones
Interpersonales-Información-Toma de decisiones
Recalcamos, es importante
tener en cuenta la relación Organización Mayor Grupo (Equipo). El Grupo
primario es una organización simple en la cual todos los miembros se conocen y
reconocen a un jefe común, por el cual hay una relación directa e inmediata, y
que para muchos autores es el único grupo reconocido.
Cuando se asocian dos o más
organizaciones simples para la consecución de objetivos comunes más generales,
se habla de una organización compleja. Es en este momento de desarrollo
histórico donde empieza la escala jerárquica que ha llegado a tener hasta un
máximo de 12 niveles con una media de seis a siete niveles en las organizaciones
verticales mecanicistas tradicionales, y es aquí donde el Grupo primario fue
perdiendo su personalidad propia.
La constitución de un Grupo pasa por distintas fases de desarrollo. Si en un primer momento puede unirlos la tarea común o intereses comunes, la similitud del comportamiento y la proximidad entre los individuos, son dos principios que harán que en fases posteriores de desarrollo el Grupo pueda fortalecerse, o hacer que se desintegre.
Los autores Sashkin, M. y Morris, C.W. (1987) plantean las siguientes Fases de Desarrollo del Grupo, que nos parecen interesantes, y que resumimos en el Cuadro 3, aunque desde luego hay que aclarar que puede ser que no ocurran siempre de manera tan clara y simple.
Cuadro 3
- Formación
Reconocimiento de los miembros y su cohesión. Identificación de la tarea común u objetivo.
- Ordenamiento
Conflicto de dirección y búsqueda del líder. Fuerte trabajo social antes de acometer la tarea. Control
- Normalización
Desarrollo del comportamiento cooperativo. Definición de la tarea y el rol de cada integrante
- Desempeño
Desempeño de roles de acuerdo a la tarea y los objetivos propuestos. Coordinación y acciones
- Desintegración
Final de la tarea
Desde luego, estas fases
describen más bien un ciclo ideal, pues algunos no pasan de la segunda fase y al
provocar una crisis de liderazgo y no resolverse está o resolverlos por vías
ajenas al Grupo, el Grupo no tiene el desempeño eficiente y eficaz que se espera
de él, en definitiva no se estructura como tal y se desintegra antes de cumplir
las fases de desarrollo. También puede ocurrir que en la tercera fase, si es un
Grupo más informal no se lleguen a establecer las normas de conducta.
No obstante es importante tenerlo en cuenta como modelo a seguir para trabajar los valores culturales propios del Grupo, y no necesariamente deben ser los mismos de la organización a que pertenecen, y sobre todo tenerlo en cuenta para que el Grupo pueda seguir desarrollándose, superando la tendencia al desgaste (entropía) para lo cual puede ser determinante la Información y la Comunicación Intergrupo y con la Organización Mayor a la que responde para una actuación unificada.
Información-Comunicación
Intergrupo y con la Organización Mayor
El Grupo puede llegar a ser
tan poderoso, que no sólo influye en cada uno de sus integrantes sino también en
la toma de decisiones de la Organización, y mientras más coincidan los intereses
individuales y los del Grupo más poderoso es el Grupo; tanto en la ejecución de
la tarea como desde el punto de vista de cohesión social.
El Grupo adopta una
estructura, regula el comportamiento de sus miembros estableciendo normas
regulatorias en dependencia: de si es un Grupo más formal o no, de sus
relaciones de autoridad, de sus comunicaciones, todo ello propicio para llevar a
cabo actividades principales relacionados con la tarea tales como: Actividades
Iniciales, donde se produce un fuerte intercambio de ideas, sugerencias de
solución de problemas, definiciones preliminares; Actividades de Elaboración y
Clasificación, donde se mejoran las propuestas y se elabora el plan; Actividades
de Coordinación, donde se coordinan las acciones de los integrantes en función
de la tarea; Actividades de Resumen, donde se evalúan las decisiones, se
registran y controlan las actividades, y finalmente las Actividades de
Evaluación.
Dentro del Grupo hay roles,
o comportamientos característicos de las personas dentro de un contexto
(Biddle, B.J. 1979), que pueden ser comunes a todos los integrantes, y roles
individuales importantes para conocer los comportamientos y las interacciones
que se establecen. Este es un tema profundo y bastante investigado desde el
desempeño de roles hasta la planeación de procesos en los
Grupos.
Retomando el tema del Tipo de Organizaciones, la superación de paradigmas jerárquicos va más allá de diseñar una estructura formal, o de adoptar el Trabajo en Equipo. Puntualizamos, es necesario redefinir el rol de las personas sobre la base de los cambios de las relaciones entre las personas en ese sistema que es la Organización, y eso implica cambios profundos revolucionarios sobre los principios y concepciones acerca de la Dirección. Esta es la real dificultad para establecer las NFO a nivel global, y que muchas veces se limitan a NFOT, o a una parte del proceso de trabajo.
En esta redefinición es
impensable dejar de lado la satisfacción de las necesidades de las personas, sus
actitudes y percepciones, como los principales fundamentos de las NFO y las
NFOT, junto con la nueva dimensión de los puestos de
trabajo.
Cuando se habla de TQM o
Calidad Total, motor impulsor para los cambios, ya sea sólo a nivel de procesos
de trabajo y de modelos de producción, o de manera global a nivel de toda la
Organización, que exige enfoques estratégicos y sistémicos, un cuerpo de
conocimientos y herramientas desarrolladas en los últimos años, vemos que se
trata de posibles NFO, siempre y cuando se concede prioridad al factor humano, y
que no sean propuestas técnicas despersonalizadas.
Es en este sentido que
cobra importancia y proyección la necesidad de enfocar y de trabajar estos
problemas con amplio espíritu y conocimientos multidisciplinarios. No es posible
hablar de desarrollar un enfoque sistémico en la empresa, y que las distintas
disciplinas técnicas, sociales y políticas intervengan cada una por su
lado. Pero sigue siendo habitual, entre nosotros y en el mundo, que las
propuestas se presenten ya sea desde el punto de vista administrativo, o
desde el punto de vista sociológico o desde el punto de vista organizacional
o desde el punto de vista ingenieril, sin integralidad.
Es cierto, hay cada vez
mayor conciencia de ello, así Nonaka, I. dice: Una compañía no es una máquina,
sino una organización viviente, y a semejanza del individuo, puede tener un
sentido colectivo de identidad y propósito.
Si analizamos en el Cuadro
4, el modelo de los 10 factores propuesto por Leal Millán (citado por Mateos,
1999), observamos que el peso recae en los sistemas; es decir, en elementos que
requieren un enfoque en sistema.
No es posible hablar de
mejora de procesos, por ejemplo, desde el punto de vista instrumental o de los
nuevos procedimientos y de nuevos modelos de producción, si no se han
introducido y desarrollado cambios en la Capacidad de Reacción o la
flexibilización de la organización (Autonomía, Motivaciones, Desempeños,
Participación) que interesa a toda la dirección y organización de la empresa, y
que sustenta los desarrollos posteriores a nivel de procesos, o el Proceso de
Toma de Decisiones, o los Controles.
Esa es la importancia de los determinantes del Tipo de Organización.
Cuadro 4
2.2 De la Organización
Jerárquica a la Organización de Conocimientos
En el mundo en los últimos
años se ha escrito y se escribe profusamente sobre la Organización de
Conocimiento, y a veces se malinterpreta en nuestra sociedad, al considerar
estas organizaciones desde las nuevas herramientas y estilos de gestión que
imponen, sobre los supuestos de que el modo de producción capitalista está
cambiando, y que las relaciones Capital-Trabajo no tiene el mismos significado
de hace medio siglo atrás, para no hablar de hace un siglo o más.
Así, los obreros ya no dependen de la máquina, pues tienen en el saber el capital, supuestamente poseen los medios de producción, es decir, su saber, y así un largo etcétera de tergiversaciones. Sobre la base de una nueva interrelación, se establecen entonces los principios de que la supervisión tradicional no es posible ejercerla. Y en esta sociedad poscapitalista del saber, ya el obrero no sirve al Capital, sino es el Capital el que sirve al obrero, o al empleado, al decir de algunos autores.
Por lo tanto, la
organización moderna no puede ser una organización de jefes y subordinados; debe
ser una organización como un equipo de asociados, dice Drucker, P. en La
sociedad Post-Capitalista (1992).
Es bastante evidente de qué
se trata, y está claro que el problema de las NFO y las NFOT no es ni con mucho
sólo un problema técnico, o de técnicas de Dirección, o de procedimientos de
trabajo; es un enfrentamiento ideológico y filosófico fuerte, que debemos
aceptar, y contraponer nuestros propios desarrollos, y nuestras
ideas.
Al decir de un estudioso
latinoamericano:
la sociedad del capital y su ley del valor necesitan cada vez
menos del trabajo estable y cada vez más de las diversificadas formas de trabajo
parcial o part-time, tercerizado, que son, en escala creciente, parte
constitutiva del proceso de producción capitalista (Antunes, R. 2001). Y
prosigue, Exactamente porque el capital no puede eliminar el trabajo vivo del
proceso de creación de valores, debe aumentar la utilización y la productividad
del trabajo de modo que intensifique las formas de extracción del sobretrabajo
en tiempo cada vez más reducido. Por lo tanto, una cosa es tener la necesidad
imperiosa de reducir la dimensión variable del capital y la consecuente
necesidad de expandir su parte constante. Otra, muy diferente, es imaginar que
eliminando el trabajo vivo, el capital pueda continuar reproduciéndose
(ibíd).
Es evidente, o no, que la
expansión del trabajo dotado de mayor dimensión intelectual, las capacidades de
los trabajadores de poder ampliar sus saberes (
) se torna una característica de
la capacidad del trabajo en general. Y no es una exageración decir que la fuerza
de trabajo se presenta cada vez como fuerza inteligente de reacción a las
situaciones de producción en mutación... (Vincent, J. M. 1995 en Antunes, R.
2001).
Todo esto impone al
capital la necesidad de encontrar una fuerza de trabajo aún más compleja,
multifuncional, que debe ser explotada de manera más intensa y sofisticada, al
menos en los ramos productivos dotados de mayor incremento tecnológico
(Antunes, R. 2001).
Es imprescindible citar a
Engels, F., cuando expresa: La sociedad, al adueñarse de todos los medios de
producción para emplearlos socialmente y con arreglo a un plan, acaba con el
sojuzgamiento a que hasta hoy se ha visto sujeto el hombre bajo el imperio de
sus propios medios de producción. La sociedad no puede, evidentemente
emanciparse sin emancipar a todos los individuos. No hay mas remedio que
subvertir desde los cimientos hasta el remate todo el antiguo régimen de
producción, haciendo principalmente que desaparezca la vieja división del
trabajo (el subrayado es nuestro).
Se agudizan las
contradicciones de creer que una sociedad superior se alcanza con los mismos
esquemas y mentalidad. Al respecto, Engels señala:
Ahora, juzguemos de la
pueril idea, de que la sociedad puede posesionarse del conjunto de los medios de
producción sin revolucionar de raíz todos los medios de producción, y, sobre
todo, sin abolir la vieja división del trabajo; como si todo quedase arreglado
con sólo «tener en cuenta las circunstancias naturales y las aptitudes
personales», aunque haya masas enteras de existencias que sigan encadenadas ni
más ni menos que antes, a la producción de un solo artículo, «poblaciones»
enteras entregadas a una sola rama de producción, aunque la humanidad siga
dividiéndose, exactamente lo mismo que antes, en una serie de «modalidades
económicas» mutiladas, como por ejemplo, «peones de carretilla» y «arquitectos».
Es decir, que la sociedad se convierte en dueña y señora de todos los medios de
producción para que cada individuo siga siendo esclavo de su medio de
producción, sin más libertad que la de elegir cual de ellos.(el subrayado es
nuestro).
La concepción actual del trabajo, según la cual el proceso de trabajo se desarrolla sobre la base de la Información-Comunicación-Conocimientos, llámese Organización de Conocimiento, evidentemente debe desarrollarse sobre una base social mucho más amplia y unas relaciones sociales entre las personas diferentes a las que predominaron hasta ahora.
Información-Comunicación-Conocimientos
Si hasta hace apenas unas décadas atrás, el objetivo primero era sobre todo concebir y diseñar un aplanamiento jerárquico, sobre la base de que la autoridad debe ser más del conocimiento que de la posición, así como la cooperación para disminuir las diferencias entre los niveles directivos y de los subordinados, lo que le da una capacidad de respuesta mayor hoy día, son las redes de comunicación, incomparablemente superiores, que permiten flujos de información intra e interempresa.
Hoy día, las prácticas lo
demuestran, las metodologías y documentos de procedimientos, no bastan para
concebir, diseñar y ejecutar las estructuras más aplanadas,
con relaciones más horizontales que permitan la integración; es necesario que la
informática y las telecomunicaciones abarquen a todos y a todos los procesos,
para lograr desarrollar el potencial de talento de las personas. Desde luego,
esto no se refiere solamente a empresas y entidades del sector de la
informática.
Hay que tener presente que
estas tecnologías facilitan que los sistemas expertos asuman tareas que con
anterioridad realizaban múltiples trabajadores, mientras estos se dedican como
parte de sus funciones, y apoyados por la propia tecnología, al diseño, la
planificación, el control, las coordinaciones, actividades todas que en
definitiva llevan a la transformación de los sistemas sociales de las
organizaciones.
Por lo tanto, estamos
hablando de las necesidades de lograr equipos de trabajadores competentes, y un
equipo competente no es sólo personal con conocimientos, destrezas y
habilidades, como muchas veces se presenta. El reconocimiento de los saberes de
los trabajadores, la realización del conocimiento y la preparación de los
trabajadores, comienza con la aplicación de éstos, pero se completa con el
reconocimiento y aplicación de los saberes a todos los niveles, incluyendo la
integración de las funciones de dirección y gestión a todos los
niveles.
No puede hablarse de una
revalorización del trabajo humano sólo porque se reconocen los saberes y las
competencias que el trabajador debe aplicar; es sumamente importante insistir,
en nuestra sociedad, en los cambios del sistema social, en la arquitectura
social que representan las organizaciones, en los cambios de las relaciones
sociales de trabajo.
Las organizaciones de
conocimiento o en aprendizaje, exigen nuevas
demandas al trabajador, pero si no cambian los principios de dirección y
organización, se siguen ejerciendo la dirección y los controles de siempre, de
arriba hacia abajo. La alta profesionalidad, un ambiente competitivo y de
respuestas rápidas por parte de la Organización, en este tipo de organizaciones,
sólo lo garantiza la integración. Hablando en términos de competencias, está
claro que no estamos hablando de competencias funcionales, sino de competencias
generales o competencias claves o transversales.
No es de extrañar, que hoy
día, cuando se trata de diseñar, introducir y desarrollar las NFO y NFOT, se
exijan competencias generales o claves que poco tienen que ver con las
competencias básicas. Es la diferencia que existe entre las exigencias y
requisitos tradicionales, de acuerdo a los principios tradicionales de
organización y dirección y ejecución de las tareas, y las nuevas exigencias y
requisitos para poder integrar funciones, para que las estructuras planas integren
horizontal y verticalmente, para que unidades organizativas funcionen con
independencia relativa, que pueden ser organizaciones en paralelo a las
organizaciones a las que pertenecen, tal como las descritas en el acápite
anterior; por ejemplo, Equipos de Proyectos.
Una Organización que estimula la creatividad y la innovación, y busca la mayor flexibilidad, necesita que sus trabajadores tengan, al menos:
La capacidad de adaptación
es importante para asimilar la posible diversidad de producciones o de servicios
con rápida sucesión de cambios tecnológicos, de procesos y de modelos
productivos, incluso de ambientes sociales al tener que dejar de pertenecer a un
equipo para formar o integrarse a otro. Desde Parsons, T. se sentó la
importancia de la adaptación al cambio, junto a los objetivos organizacionales
y las actividades de coordinación, y esto hay que tenerlo muy en cuenta en la
forma de equipos de trabajo.
Si las organizaciones
jerárquicas constituyen una barrera para la creatividad y la innovación, y el aprendizaje organizativo es limitado, y
se expresa poco en las decisiones y en la ejecución, al inhibir la aplicación
del aprendizaje continuo
y la transferencia de conocimientos, porque en definitiva las decisiones las
siguen tomando las mismas personas de la misma manera poco participativa o con
participación formal, y las consultas e indicaciones llegan de arriba al
mínimo detalle hasta de procedimientos de ejecución, está claro que deben
cambiarse los principios tradicionales establecidos.
Si del Cuadro 2 escogemos algunos elementos de cada uno de los grupos de factores determinantes, obtenemos las características organizativas esenciales que deben tener en cuenta las organizaciones que favorecen y aplican el conocimiento de todos, a saber:
Como hemos hecho referencia
en varias ocasiones a la descentralización, como factor de desarrollo de las
NFO, es conveniente puntualizar de qué nivel y forma de descentralización
hablamos. Hablamos de descentralización vertical y horizontal; de
descentralización de políticas y de funciones.
Antes, definiremos la
descentralización como la transferencia de funciones y competencias de los
niveles superiores a niveles intermedios y de base, que hagan posible una
gestión descentralizada. Obsérvese que no hablamos de delegación sino de
transferencia, de desconcentración en primer lugar, puesto que la delegación es
una limitación para el establecimiento de NFO, tanto para el que delega que en
última instancia sigue respondiendo por ello, como para el que asume parte de
autoridad delegada que muchas veces no siente la responsabilidad. Debemos
recordar que la delegación se conceptualizó en la época en que se empezaba a
hablar de dirección participativa bajo los mismos principios tradicionales de
dirección descritos con anterioridad.
En primer lugar, hablamos de descentralización vertical que puede implicar:
La descentralización
horizontal es una forma de descentralización, y a diferencia de la vertical, se
trata de dispersar o compartir el poder o la autoridad entre las unidades organizativas del mismo
nivel.
Pero, lo que es importante
subrayar, como parte de la descentralización, en relación con las NFO, es la
descentralización de las políticas y de las funciones. La descentralización
política, traslada los poderes, competencias y funciones administrativas,
normativas y estratégicas a nivel de unidades de base, lo cual le otorga una
autonomía relativa, y no significa que anula la capacidad del centro decisorio.
La descentralización funcional consiste en el reconocimiento al órgano
correspondiente de competencias específicas o delimitadas sólo a una actividad o
área.
La realidad es que la gran
mayoría de los procesos de cambios se conciben como intervenciones,
intervenciones participativas pero al fin intervenciones, que se hacen de
arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba, sin concebir en ningún caso una
participación bidireccional a todos los niveles, y muy pocas veces se conciben
más allá de las normas, la estructura física, los procesos de trabajo, los
sistemas de remuneración, no de estimulación, o los mecanismos de control
existentes, o los llamados elementos más visibles.
Pocos quieren y trabajan
realmente las actitudes, las creencias y los valores de las personas. Es por eso
que la estructura física cambia, el organigrama cambia, las normas y los
reglamentos cambian, los procedimientos cambian, los procesos en sus aspectos
técnicos también pueden cambiar, pero no cambian las actuaciones ni los roles, o
no lo hacen en la medida necesaria.
Pocos se arriesgan y pocos entienden que hay que asumir todas y cada una de las disciplinas o saberes en una organización, y sobre todo, y no en último lugar, los Modelos Mentales y las Necesidades Sociales y Psicológicas de las personas que implican.
Pero esto nos plantea un
reto enorme, no técnico ni organizativo, ni siquiera de
Dirección o de concepción de la empresa en la sociedad socialista; es un reto
ideológico, político y social, primero, y luego técnico y
conceptual.
Si no se concientiza que
estos problemas pasan por el cambio o el establecimiento de relaciones
sociolaborales nuevas dentro del sistema complejo que constituye cada
Organización, no avanzaremos mucho ni por caminos nuevos siguiendo principios
ajenos.
Cada una de las disciplinas
de Senge y todas en conjunto, nos llevan a desarrollar el Pensamiento Sistémico
que nos aleja del pensamiento lineal arraigado de causa-efecto presentes en
tiempo y espacio, y nos sitúa en posición de dar un salto
cualitativo.
Ciertamente, al asumir el
Pensamiento Sistémico y los Modelos Mentales, o en otras palabras, las
necesidades sociales y psicológicas de las personas, se asume trabajar
directamente con el individuo, y entonces surge la interrogante de ¿cómo
consolidar el trabajo con las personas?
La respuesta no es ni puede
ser simple ni sencilla. Y no lo es porque tiene relación directa con los métodos
y estilos de dirección generalizados, que no consideran la percepción
colectiva ni al trabajador colectivo como la esencia de la dirección de la
organización.
Hemos verificado en la
práctica investigativa en los últimos años, que incluso en aquellos lugares
donde se han llevado a cabo cambios, más o menos radicales, y se ha insistido
sobre los elementos de dirección participativa, no se ha avanzado más allá de
una dirección participativa donde sigue siendo el Director, no líder, sino
como jefe el que decide cuándo y cómo participar. La asunción de riesgos
en este sentido es mínima o no existe.
Tampoco se concibe el
Liderazgo como liderazgo colectivo o compartido entre un colectivo de
trabajadores; no más allá de una persona iluminada o con capacidades
extraordinarias. Y muchas veces no sólo se trata de ubicar o tener en cuenta el
Liderazgo como factor importante, sobre todo para lograr los cambios propuestos,
sino que conceptualmente hablando, sino de analizarlo e interrelacionarlo
con otro factor, muy mencionado en las intervenciones diarias de académicos y
empresarios, la Motivación, pero poco practicado y trabajado en las
organizaciones. Entonces, se trata de tener otra concepción del Liderazgo, así
como del rol del colectivo en la dirección de los procesos.
Estos problemas complejos
no se deben concebir como saltos, sino en avances progresivos y constantes. A
fin de cuentas, para no perder el tiempo, es mejor empezar con el trabajo
individual de las personas, para terminar con el Pensamiento Sistémico, y no al
revés, para darnos cuenta que empezar con el Pensamiento Sistémico que facilita
la introducción y desarrollo del enfoque sistémico de la organización, no puede
llevar a buen término, si desconocemos a la persona.
Hablando de Modelos Mentales, veamos en el Cuadro 5 (Zohar, D. 1997, tomado de Serra, R. Iriarte, J. y Le Fosse, H. G. 2000) algunas diferencias entre los modelos mentales tradicionales y los nuevos.
Cuadro 5
Modelo mental tradicional |
Modelo mental para los nuevos entornos | |
Claves |
Autoridad, Recursos, Estructura, Control, Resultado |
Visión, Posicionamiento, Comunicación, Integración |
Actitud frente al cambio |
Rechazo |
Oportunidad |
Medición |
Cuantitativa |
Cualitativa |
Comunicación |
Vertical |
En todos los sentidos |
Visión |
Organicéntrica |
Empresa como parte del mundo |
Actitud ante los errores |
Se castigan |
Se aceptan |
El lugar que le corresponde a las relaciones sociales, a los procesos sociales del sistema complejo de la Organización, queda definitivamente incorporado, desde el punto de vista teórico y conceptual a las NFO, al enfocar de una nueva manera el concepto de productividad, como integrador de los procesos técnicos, relacionales y comunicacionales (Coriat, B. 1992), que a nuestro entender constituye un reto.
Procesos Técnicos-Procesos
Relacionales-Procesos Comunicacionales
No es la actividad del
hombre realizada en determinado tiempo, como se acostumbra por lo general a
definir la productividad, porque esto no refleja su contenido real sino su
medición. La productividad es la efectividad de la actividad racional del
hombre, y no se puede considerar sólo los factores técnico-materiales para su
incremento, ni hacer medición sólo de elementos técnicos.
Los factores
económico-sociales como son la elevación del nivel cultural y profesional de los
trabajadores y el perfeccionamiento de la organización del trabajo social, en
otras palabras, los elementos de los procesos relacionales y comunicacionales,
no se pueden desconocer en una época que marca diferencias esenciales en las
relaciones de las interrelaciones e interdependencias entre el Trabajador y los
Medios de Producción (objeto de trabajo y medio de trabajo), o las formas de
existencia material del proceso de trabajo de Marx (unidad del medio de trabajo
y la fuerza de trabajo; unidad del medio de trabajo y del objeto de trabajo).
Sin el planteamiento y
búsqueda de una nueva relación de eficiencia entre los tiempos, que se mantiene
desde los tiempos, entre los tiempos de operación y los tiempos de circulación,
según el autor antes citado, recordando que con las NFO y las NFOT se busca la
integración de las actividades y las funciones, de tal manera que los tiempos de
ejecución ya no son sólo los referidos a la ejecución técnica, no es posible
solucionar la medición de los resultados del trabajo, lo que ha sido
probablemente un freno a una mayor aplicación de las NFOT.
Para que la calidad llegue
a ser función de la productividad a través de la autonomía responsable de
los trabajadores, para que se redefinan los flujos productivos, es necesario
trabajar de conjunto la eficiencia de los medios de producción, la organización
del trabajo social del proceso de producción y la gestión del
conocimiento.
La gestión y la teoría de organizaciones está enfrentando un verdadero cambio paradigmático, forzado por cambios trascendentes en el contexto en que deben sobrevivir y desarrollarse las organizaciones (Kuhn, S. T. 1967), ha sido expresado hace cuatro décadas. Nuestro contexto es doblemente retador; por el mundo en que vivimos y por la sociedad que debemos transformar. El modelo racionalista no es capaz de dar respuesta a las complejidades crecientes del factor humano dentro de las organizaciones, y a los cambios sociolaborales que deben producirse y desarrollarse dentro de las organizaciones.
Hacemos nuestras estas
palabras: Crear nuevos conocimientos significa literalmente recrear la empresa
y a cada uno de los que la conforman en un ininterrumpido proceso de
autorenovación organizacional y personal (Nonaka y Takeuchi en Senge, P.
1992).
Pero interpretemos
correctamente este pensamiento, y ya que hablamos de la Organización de
Conocimientos, es imprescindible referirnos al significado de Capital Humano,
del cual tanto se habla y escribe, y muy pocas veces o casi nunca se ubica
dentro del contexto específico, y se desconoce su aspecto relacional y se obvia
como actividad social, es decir, actividad social del sistema social que
constituye la Organización. Y son los aspectos a los cuales, en nuestra
sociedad, hay que dar el máximo valor, si vamos a desarrollar las NFO y
construir nuevas relaciones entre las personas en las
organizaciones.
De lo contrario, el
tratamiento a la Información, a la Cultura, a los Valores, a los propios
Conocimientos, que junto al Capital Humano, se ha planteado como las piedras
angulares de la llamada Nueva Economía, se convierten en aspectos puramente
técnicos, a veces economicista, sin diferenciación entre su aplicación en una
sociedad capitalista desarrollada actual y una sociedad socialista con la
características de la nuestra.
Es necesario entonces
distinguir los planteamientos de los pensadores marxistas de los no marxistas,
incluso los progresistas con ideas revolucionarias que no llegan a ser
marxistas, de los retrógrados y conservadores.
No vamos volver a
referirnos a los elementos históricos diferenciadores que hacen que se distingan
unas épocas de otras. Lo cierto es que la década de los 90 ha traído consigo una
revalorización del significado del personal, diríamos la parte que constituye, y
ya veremos porqué, más recursos del Capital Humano, o de los Recursos Humanos
(RRHH), ya que hay autores que los equiparan. Y este es un gran error que
nosotros como sociedad, con nuestra ideología y nuestros valores, debemos
rechazar de plano.
No basta simplemente con decir que en una economía de conocimiento es esencial el activo que representa el conocimiento de los trabajadores. Esto lo puede decir cualquier empresario capitalista.
Luego, a veces, en un
segundo plano, se trata tanto teórica como prácticamente, la importancia de lo
humano de las organizaciones, en la misma medida en que se ha ido desarrollando
la concepción de Organización en Aprendizaje, Gestión de
Conocimientos, y aquello es necesario tenerlo en cuenta de todas maneras, puesto
que es un factor esencial para los Cambios
Organizacionales.
Pensemos qué significa
equiparar la función de RRHH con Capital Humano; pretende simplificar ambos en
determinados elementos técnicos vinculados con la Capacitación y con la
identificación y elevación de las Competencias individuales (correspondencia
entre las exigencias y los requisitos individuales cubiertos por la
capacitación), eliminando o desconociendo el valor de los elementos de
orientación social del individuo, como sus Valores y Motivaciones,
Intereses y Necesidades.
De esta manera se limitan
ambos conceptos, puesto que no se consideran las Capacidades Grupales, y
Colectivas así como de la propia Organización como un todo, que constituyen
parte también del Capital Humano, del Capital Relacional, del Capital Estructural, del Capital Intelectual que
los agrupa dentro de la teoría que lo propone; en última instancia, requieren de
una determinada organización social.
No es posible abstraernos
de la relación social, ni fuera ni dentro de la entidad, y
considerar que la capacidad productiva de la fuerza de trabajo es causada
solo por la formación, es decir, la capacitación. La socialización de
conocimientos, debería ser una característica de la revolución actual de la
Informática y las Comunicaciones, y que aplicado en la empresa llevaría
efectivamente a nuevos estilos y métodos de dirección revolucionarios, pero no
es así. De ello habló Marx o mejor intuyó todas las posibilidades, cuando
denominó transmisión de habilidades y conocimientos de un trabajador a
otro.
Cada vez que se habla o se proyecta y lleva acabo la introducción de NFO en los países capitalistas, es con la idea histórica de que las personas son prescindibles e intercambiables, y sobre el análisis de la relación Capital Humano-Empleo-Salarios, que trae como consecuencia formas laborales precarizadas, o como se denomina también desempleo tecnológico. De ello habló Marx o mejor intuyó todas las posibilidades, cuando denominó transmisión de habilidades y conocimientos de un trabajador a otro.
La
configuración de factores
consustanciales con las personas desde que se alcanzó el nivel evolutivo de
homo sapiens, como lo son: el Conocimiento, la Información, la Comunicación,
la Tecnología, la Innovación, exige una nueva configuración y una integración
mayor.
La integración de RRHH, de los Recursos de las Personas, con el Tratamiento a las Personas, con la Formación y los Conocimientos que posee, exige la visión de la persona como un todo único, no divisible. No es persona por un lado, y los conocimientos y otros valores que posee por otro.
Recursos de la
Persona-Tratamiento a la Persona-Conocimientos
Exige la integración del
Capital Humano, del Capital Estructural y del Capital Relacional, o en
otros términos, de las Capacidades, Conocimientos, Experiencias, Valores, Necesidades, Motivaciones,
con las Capacidades Grupales, Valores Culturales Organizacionales, Capacidad de
Cambio y de Aprendizaje
Organizacional, y las Relaciones Institucionales.
Ya en la década del
60 hubo una reacción y una controversia entre un grupo de académicos y
filósofos acerca de la Homogeneidad del Capital, o como se conoce la
Controversia de Cambridge, que pretendió diferenciar de los modelos y teorías
económicas y organizativas anteriores, el
Trabajo y Capital, como insumos por igual del proceso productivo y que se
adquirían desde luego como mercancías.
De manera que la
Homogeneidad de Capital fue sustituida por la Heterogeneidad de Capital,
intentando elevar el trabajo humano. Pero, en la práctica con los años y
bajo nuevas formas,
actualmente, vuelve a reducirse el trabajo humano a la condición de
capital acumulable, razón por la que se insiste tanto en la formación y hoy día
en gestión del conocimiento, como factor directo vinculado a los activos
intangibles.
Este camino condujo en años
posteriores a la Teoría del Capital Humano, que considera el trabajo como
forma de capital; en consecuencia, Capital Humano (conocimientos, habilidades y
destrezas de Levinson), se considera como forma de Capital. El recurso humano
en sentido amplio o estrecho del término significa el medio o factor disponible
en posesión de la empresa. A partir de ese momento cobra interés la actividad
funcional de RRHH, y se empiezan a proponer índices e indicadores económicos y
financieros que reflejen el impacto de la inversión realizada. A mayor
acumulación de Capital Humano mayor crecimiento económico sostenido (Becker, G.
1975), aunque los salarios no tienen los mismos aumentos.
Y desde un enfoque no marxista, es un stock de conocimientos, habilidades y destrezas que hay que aprovechar al máximo, y que como activo intangible tiene un valor de mercado y se considera parte del Capital. Y el Capital invierte, no gasta, en los conocimientos, la formación y la información, y debe obtener el mayor rendimiento posible, que debe reflejarse, supuestamente, en forma de salarios más altos.
Autores como Fischer, S., Dornbusch, R. y Schmalensee, R. señalan que Capital Humano se desarrolla para explicar la relación de la educación y experiencia con la remuneración, y qué determina la educación que reciben los individuos.
Es el valor del potencial
de obtención de renta que poseen los individuos
incluye la capacidad y el
talento innatos, así como la educación y las calificaciones
adquiridas.
Al decir de Mora, J. H y
Hinkelammert, J. F.: Convertir la vida humana en simple capital humano es punta
de lanza de la Globalización, puesto que la transformación de la vida en
capital es la imposición de las leyes más inhumanas del
mercado.
Para el Capital, los
conocimientos, las capacidades, son activos, y como en las máquinas, equipos o
instalaciones, se invierte y se rentabiliza a lo largo de un período de tiempo.
El Capital Humano visto así, no es nada humano; es tan inhumano como cuando se
concibió la Organización en términos mecánicos, puesto que concibe como parte
del Capital aquellos elementos más tangibles o mensurables de la
persona.
Hay que recordar y tener presente que para los marxistas, Capital es una relación social de producción, en la cual el Trabajo es fuente y valor de las riquezas, no el Capital.
El trabajo es un proceso
social que se realiza entre la persona y la naturaleza, en cuyo transcurso
regula, controla y hace de mediador, con lo cual no solo transforma la
naturaleza, sino que se modifica él mismo con nuevas experiencias,
conocimientos, habilidades, necesidades, intereses, valores, sería más adecuado
referirnos a esto como Desarrollo Multifacético de la Personalidad, que incluye
aspectos no sólo técnicos sino éticos y estéticos. Y este desarrollo depende en
mucho de la armonización de las capacidades y necesidades de los individuos con
las posibilidades que brinda la sociedad.; depende en mucho de la dinámica
social del proceso de formación de las necesidades y capacidades de la fuerza de
trabajo.
La capacidad de trabajo se
considera además de la fuerza física, todo el complejo de la preparación socio
psicológica del trabajador lo que en su conjunto garantiza la efectividad social
del funcionamiento laboral del hombre (Chuprov, I. V. 1975), una similitud con
el concepto de Fuerza de Trabajo de Marx cuando lo define como el conjunto de
capacidades físicas y espirituales que posee el hombre, las que pone en marcha
en el proceso de producción de valores de consumo.
Sería más adecuado
entonces, denominar a lo que posee la persona indivisible, que es además
imprescindible y no cambiable, no prescindible y cambiable como muchas veces se
dice o se piensa, de acuerdo a la concepción anterior de la
persona-trabajador, como Riqueza Humana, o mejor aún como Desarrollo
Multifacético de la Personalidad, que se desarrolla y proporciona valor por la
actividad social que realiza, y no como activo que se usa y calcula al valor del
mercado.
El Capital Humano, para nosotros, no puede ser nunca sólo conocimientos o recursos intelectuales y la valoración de éstos a precio del mercado; sería como simplificar la personalidad del individuo a lo mensurable.
Capítulo III
Sistemas de gestión integrados.
Principios y conceptos.
3.1Sistemas de gestión integrados
Luego de recorrer y
recordar las raíces históricas y conceptuales hasta nuestros días, la época de
los sistemas, y caracterizar los tipos de organización que
han predominado y predominan, y reflexionar acerca de la filosofía que los
sustenta, veamos algunas ideas importantes acerca de la Gestión, y de sistemas
de gestión, o gestión con enfoque sistémico.
El concepto Gestión,
admitido o descubierto hace apenas medio siglo, o mejor dicho esta función
genérica, no es otra cosa que proporcionar y aplicar el saber para producir
resultados, y sin embargo, es algo diferente, porque presupone la incorporación
de este proceso de todos los trabajadores; concepto, por demás, muchas veces
rechazado, y otras simplemente se equipara con la administración.
Por supuesto, se trata de
una revolución, porque hasta ese momento no se evaluaba o establecía una
relación directa entre los resultados o el impacto y la aplicación del saber; el
requisito era el conocimiento, el contenido o el qué de las cosas, y no la
aplicación o el cómo de las cosas.
Muchas veces surge la duda
y la interrogante del porqué si se habla de sistemas, se habla también de
integración: Y efectivamente, visto así es una redundancia, puesto que el
sistema se define en términos de los elementos que lo integran, es decir, que
interactúan y se interrelacionan entre sí. Pero cuando se introduce o antepone
la gestión, entonces la integración y la integralidad se refieren al sistema de
gestión en cuestión. Entonces no es redundante, es una condición que el sistema
de gestión debe cumplir para que la Organización del cual forma parte como
sistema mayor funcione como tal.
No es nada extraño, más
bien es habitual, observar y analizar en la práctica los esfuerzos para
establecer y desarrollar sistemas de gestión, que al interior de sí funcionan
relativamente como sistemas. Pero, como el entorno inmediato, es decir, la
Organización, no funciona como sistema, ni el entorno de la Organización-Empresa
tampoco funciona como sistema, se trata entonces de un sistema de gestión no
integrado; no integrado al sistema mayor que es la Organización, y
relativamente integral porque difícilmente responde como un
todo.
Prácticamente se trata de
un enfoque contingencial en el que son las características ambientales (tanto el
supra-sistema externo como de la propia organización con relación a sus
sub-sistemas), las que condicionan las características del sistema, y donde se
pueden encontrar las explicaciones causales.
Cuando hablamos en términos
de sistema, o con enfoque sistémico, y hablamos de sistemas de gestión
integrados a la Organización, y hablamos de Organizaciones de nuevo tipo, ya no
se trata de producir resultados a nivel individual, ni a nivel de puesto de
trabajo, ni en un área o unidad organizativa por separado, sino de integrar. Se
trata de que los saberes sean productivos para toda la Organización y a nivel de
toda la Organización. Es importante evitar mal interpretaciones, no hablamos de
plantear todo a nivel de toda la Organización.
Veamos en el recuadro
siguiente, los cinco aspectos básicos para enfocar un Sistema, según Churcham,
W. C (1972) citado por Chiavenato, I.
Objetivos del sistema global Medidas de rendimiento del sistema entero, para comprobar si funciona bien. Los objetivos son fundamentales para orientar y dirigir el funcionamiento de los elementos constituyentes. |
Ambiente del sistema Todos aquéllos que está fuera del sistema y por lo tanto fuera de su control, pero que influye mucho determinando en parte su funcionamiento. |
Recursos del sistema Medios que usa para desempeñar sus tareas. |
Componentes del sistema, sus actividades, finalidades y medidas de rendimiento Generalmente las empresas están divididas en departamentos, divisiones, sectores, secciones; sin embargo, un examen minucioso muestra que esos no son los componentes reales de un sistema. El enfoque sistémico se preocupa más por los objetivos, por las misiones, por las tareas o las actividades, y no simplemente por la división interna del trabajo. |
Administración del sistema Crea planes, considera el ambiente, la utilización de los recursos y los componentes, determina las finalidades de los componentes, procede a la consecución de los recursos, y controla el rendimiento del sistema. |
Volvamos a referirnos a las
leyes de la dinámica de sistemas de Forrester, J. a la Ley de límite del
sistema, que plantea que las interacciones a examinar son las más relevantes
para el problema en cuestión, no son todas las interacciones, ni se trata de
agotarlas.
Así, fuerzas sistémicas críticas pueden surgir dentro de una zona funcional dada, sin que se tengan que agotar las interacciones a nivel de toda la organización. Esto es importante conocerlo y tenerlo en cuenta, pues la gran mayoría de nuestras entidades y empresas, siguen un enfoque o Modelo Funcional o de Áreas Organizativas, e incluso cuando exista o tengan una tendencia a desarrollar modelos y enfoques sistémicos y estratégicos (véase Cuadro 6), el momento en que se alcance una verdadera transfuncionalidad, está lejos aún.
Cuadro 6
Conceptualización de modelos de gestión utilizados
Funcional-administrativo |
Organizativo |
Estratégico | |
Misión |
Control del trabajador Hacer lo indicado |
Desarrollo del personal Participación según se requiera |
Adaptación Anticipación Transformación Cooperación Trabajo en Equipo |
Contenido |
Normativas Procedimientos Preestablecidos Optimización parcial |
Áreas operativas Coordinación y conciliación con otras áreas organizativas |
Transfuncionalidad Descentralización de funciones |
Funciones |
Fragmentadas Administración del personal |
Agrupadas Desarrollo de Recursos Humanos |
Estratégicas Prospección Asesoría |
Implica un cambio de
mentalidad profundo, de filosofía y de concepción de trabajo, no sólo de una
persona, especialista o técnico, o de un grupo de ellas, sino de toda la
Organización. Un cambio en la propia formación y preparación del personal, de
nuevos contenidos de trabajo, y quizás el diseño de nuevas disciplinas que
integren más los aspectos sociales y los aspectos técnicos.
Baste preguntarnos y
meditar ¿en qué medida se articulan nuestros conocimientos de diferentes disciplinas con el diseño y desarrollo
de sistemas de gestión y de modelos organizativos no jerárquicos de las
NFO?
Se plantea una gran
contradicción, y es que mientras la arquitectura interior de las
organizaciones sigue en la mayoría de los casos un modelo funcional, este no
permite ver claramente las interacciones importantes, puesto que se trabaja en
compartimentos estancos.
Las funciones principales
de dirección, planificación, organización y control, se ejercen en cada
una de las áreas estructurales, y a nivel de toda la Organización, pero
separadamente una de otras, y todo converge en el área de Dirección, donde se
lleva a cabo el mayor número de interacciones. De esta manera es un conjunto de
elementos y acciones, divididos estructural y funcionalmente, por lo que no
puede recibir la denominación de sistema.
Un sistema no puede
dividirse funcionalmente, aunque sí estructuralmente, y por eso, aunque se
trabaje con un Enfoque Organizativo, es necesario
establecer las interacciones e integraciones entre las distintas áreas organizativas que cumplen
determinadas funciones.
Por eso, "el todo", ya sea
toda la Organización, o a nivel de cualquier área organizativa, representa
siempre más que la suma de las partes, porque representa una propuesta diferente
y superior, que exige un tratamiento e instrumentación también
diferentes.
Por la incomprensión, por
una parte, y la práctica que sigue su curso sin haber cambiado la
instrumentación por otra, la mayoría de nuestras organizaciones, al diseñar y
aplicar sistemas de gestión con enfoque sistémico estratégico, siguen cayendo,
para parafrasear a Hamel, G. 1997) más que nada en un ritual formal,
reduccionista, elitista, sin involucrar todo el potencial creativo de la
organización para desarrollar un proceso de planificación real estratégico,
inquisitivo, expansivo, innovativo.
Cualquier sistema de
gestión integrado, recuerden integrado al Sistema Mayor-Organización, es una
actividad de múltiples interrelaciones, interdependencias e interactuaciones,
por lo tanto debe ser multidisciplinaria e interdisciplinaria, tanto si es de
Recursos Humanos como si es de Calidad, Financiero, Comercial u otro. Ninguno de
estos (sub)sistemas domina ni somete ni subordina a los demás. Esto es muy
importante desde el punto de vista conceptual y práctico.
Por su dependencia con el
medio, ya sea del área organizativa hacia el entorno inmediato que el
Sistema-Organización, o de este con el medio externo, todo sistema de gestión,
es sistema abierto, diríamos absolutamente abierto; por lo tanto no basta con
definir el sistema, diseñar el sistema y decir que se va a trabajar en sistema.
En primer lugar, hay que definir los elementos más importantes y las relaciones
con el medio, cosa que muchas veces no se hace, sino se sigue
trabajando con las mismas funciones de la misma forma.
Estos sistemas de gestión,
no son naturales, son intencionales y direccionables, y exigen el trabajo
coordinado de un amplio grupo de especialistas de alto nivel intelectual y
profesional, Son grandes sistemas por el número de sus partes o subsistemas, o
las funciones que se realiza, y poseen una organización estructural
compleja que prevé la conjugación de la Dirección centralizada con la
autonomía de las partes, por lo que se puede hablar de "sistemas jerárquicos de
niveles múltiples" (Mesarovich, M. D., Macko, D. y Taakahara, Y. 1970).
Se caracterizan por un
comportamiento complejo e integral, con interconexiones complejas y entrelazadas
entre las variables, cuyos vínculos son prioritarios, incluida la
retroalimentación que conduce a posibles cambios de una o varias
variables.
Intercambian constantemente
con el entorno materia, energía e información. El flujo hacia y desde el
entorno es desigual, y normalmente es mayor el que fluye desde el entorno hacia
el sistema. En los sistemas abiertos la energía usada (entropía) es baja,
lo cual significa que la organización del sistema se conserva, pero es preciso
siempre mantener un equilibrio con el entorno. Cuando hay cambios en el entorno
que rodea el sistema, se sistema se adapta, regula el equilibrio, o de lo
contrario se desorganiza el sistema.
Una categoría importante,
que es absolutamente necesario tener en cuenta, es la Complejidad de los
Sistemas. Por un lado, están las influencias mutuas entre las variables,
por lo que los análisis de los efectos sistémicos son sumamente complejos. Por
otro lado, y en relación con lo anterior, no es posible ni necesario describir
el sistema y sus interrelaciones en su totalidad.
Para ello se diseñan
Modelos, que no son más que un conjunto de propuestas con determinado nivel de
abstracción que describe las variables, clases o una selección de los niveles,
como señala Mesarovic (1970). Se puede o debe tener en cuenta: la selección del
nivel (es) teniendo en cuenta las condiciones y las necesidades; los
principios utilizados para caracterizar el sistema; los requisitos o
restricciones de los niveles, puesto que los requisitos de un nivel pueden
actuar como condiciones en otro nivel inferior (hacia arriba los niveles cobran
significado de todo el sistema) y hacia abajo se va más al detalle y a los
elementos).
Cualquier modelo que no
tenga estas propuestas no es un modelo completo. Y cuando se diseñe y proponga
un modelo completo, aún es insuficiente.
Modelos de sistemas de gestión
Debemos recordar que Marx y Engels, los máximos exponentes del enfoque sistémico aplicado al sistema más complejo, a la Sociedad, mostraron que la sistematicidad, la integridad, obtiene su máxima expresión, señalando que la sociedad como sistema de orden social no es un conglomerado mecánico, sino un conjunto objetivamente existente de fenómenos sociales interconexos de manera orgánica. No hay ni puede haber sistema social sin la persona, sin sus objetivos; de la misma manera y por la misma razón, no es posible seguir tratando a una Organización como sistema social, relegando a las personas y las relaciones entre las personas a un segundo plano.
Lo principal de los
sistemas integrados son las cualidades integradoras. Tanto si se trata de
un Sistema de Gestión Integrado de los Recursos Humanos (SGIRH), o de la
Calidad, Comercial u otro, como de una NFO, la cualidad sistémica de estos no lo
poseen sus componentes en sí.
La cualidad integradora lo
pone, la persona, el individuo, que hace que los componentes puedan integrarse.
Por eso, es fundamental el trabajo individual con cada persona, el trabajo con
el grupo, con el colectivo, el trabajo en equipo, y la cooperación; no la
cooperación de la primera manufactura, que profundizó la especialización sobre
la base de una mayor fragmentación y división del trabajo, sino la cooperación
integrativa colaborativa. En la cooperación se crea una fuerza productiva nueva,
masiva por su esencia, y el propio contacto social, la interacción de los
trabajadores, "produce una emulación...que eleva la capacidad individual de
rendimiento" (Marx, C.).
CUALIDAD
INTEGRADORA
PERSONA
SISTEMA
En resumen, a continuación detallamos los atributos más importantes de un sistema de gestión integrado, en que los vínculos internos entre las partes y con el exterior son prioritarios:
Como la capacidad de los
procesos y fenómenos de establecer interacciones de tal naturaleza que como
resultado de los mismos se forman nuevas cualidades.
Los que forman el todo,
sin el cual este no es posible. Según Engels el todo es equivalente a sus
partes en la medida en que las partes son equivalentes al
todo.
Organización interna que
asegura el funcionamiento y desarrollo según los principios
establecidos.
No es un conjunto de
fenómenos casuales. Tiene intención y direccionalidad.
Acciones encaminadas a
lograr los objetivos de la Organización, sistémicos si se trabaja con enfoque
sistémico, por lo que las funciones de los componentes son derivadas de las
funciones del sistema. Es el atributo menos instrumentado en la práctica. Las
funciones de los distintos subsistemas componentes no pueden ser ajenas ni
diferentes a las funciones del sistema como tal.
Cada sistema es
componente de otro sistema de nivel más elevado, por lo que existen
vínculos comunicacionales sin los cuales no habría
equilibrio.
Están en movimiento y
desarrollo, por loo que el tiempo es una variable
importante.
Aspecto importante de la
sistematicidad es la integralidad, dado por la gestión que utiliza la
información como herramienta principal, y como el intercambio de la
información es permanente, la gestión debe ser sistemática y
permanente.
Es el modo de comunicarse
los componentes entre sí, de cada uno de ellos con el sistema en su conjunto,
y de éste con el medio externo.
Para tener un impacto
real en la Organización, todos y cada uno de los atributos y en su conjunto,
deben aplicarse de manera sistemática, es decir, el enfoque sistémico necesita
también de la sistematicidad, lo que conlleva a un proceso por
etapas.
Etapas:
1° Definición de la Organización en términos de sistema a partir de la aplicación de los atributos anteriores.
2° Definición de los objetivos por cada elemento y partes implicadas.
3° Diseño e instrumentación de sistemas de gestión con los procedimientos de control y de las etapas del proceso de toma de decisiones.
4° Integración de los sistemas de gestión teniendo presente los objetivos de la Organización como un "todo", de cada uno de los subsistemas que a su vez son sistemas de otros elementos de nivel inferior.
Los cambios que tengan
estos atributos no se imponen por decreto, sino que deben ser diseñados,
discutidos, conducidos y controlados desde "dentro del sistema". Si se trata de
sistemas de gestión integrados o Sistemas de Gestión Global (ERP o Enterprise
Resource Planning), la clave ya no es sólo la integración de los componentes
funcionales, sino la integración de toda la cadena interna.
Los avances de los sistemas
de información permiten la optimización de los procesos internos, o de toda la
cadena de valor de la empresa. Los software a través de la transmisión lógica de
datos ofrece la posibilidad de conectar los componentes de cada subproceso y
subsistema, y de organizar, codificar y estandarizar todos los procesos.
Es así que evolucionan los
sistemas MRP (Material Requirements Planning) desde la gestión de materiales, de
cuándo y en qué cantidad deben producirse y comprarse los materiales hasta
gestionar la capacidad productiva disponible para realizar los planes de
producción, hasta los sistemas ERP que se imponen, puesto que integran desde
compras-producción hasta la distribución.
Lo que sucede es que la
utilización de bases de datos compartidas por diferentes áreas de la empresa,
trae aparejado la ventaja de disponer de grandes conjuntos de información, pero
con las limitaciones que impone la complejidad del cúmulo de información; lo que
impone una necesaria rigurosidad en el tratamiento, priorización y actualización
de la información.
Ya no puede ser la mera
transmisión de datos entre las partes o unidades organizativas aisladas, ni
pretender que al compartir la información se logra automáticamente la
integración. Es necesario modificar la naturaleza de las relaciones entre las
áreas funcionales en la empresa, y entre las empresas. Lo primero es entender
que no se trata sólo de compartir la información, sino de compartir los
conocimientos, y eso, son palabras mayores.
Es una tecnología
facilitadora, y hay que entenderlo como tal; fuerza a cambiar los procesos y las
técnicas y los procedimientos de trabajo, facilita las interconexiones, afecta
la Organización estructural y funcionalmente, influye en los procesos de
dirección; pero nunca sustituye a estos.
Las interconexiones entre
los componentes de los procesos y sistemas posibilita la optimización de los
procesos, de lo contrario cada sistema o subsistema funciona en sí y para
sí, lo que en la práctica se convierte o constituye en el enfoque funcional
tradicional, con el tratamiento de cada función por
separado.
No está de más recordar que una función no se equipara o no es equivalente a sistema. Este es un punto esencial para cambiar los procedimientos de trabajo si realmente se trabaja con enfoque sistémico.
FUNCION =/=
SISTEMA
Volvemos a insistir en la importancia del desarrollo de los valores culturales nuevos, directamente relacionados con el desempeño superior de las personas en las NFO. Estos valores no son universales, pero algunos no pueden faltar, como por ejemplo:
La era de las
organizaciones sistémicas, de las organizaciones en aprendizaje apenas comienza.
Su consolidación y desarrollo pasa por la superación de los supuestos, de las
políticas, y las expectativas de las etapas anteriores.
En lugar de un trabajador
dependiente se necesita un trabajador interdependiente, colectivo; en lugar de
un trabajador conservador, uno creativo; en lugar de un trabajador que compite,
uno que trabaje en equipo; en lugar de un trabajador que considera y vive los
cambios como problema, uno que lo considere como nuevas oportunidades; en lugar
de un trabajador con pensamiento lineal, uno con pensamiento sistémico; en lugar
de un trabajador inactivo o reactivo, uno que sea capaz de crear el futuro. Todo
esto, pasa por la preparación y superación continua de todos los
trabajadores en todos los temas importantes, sin excluir a
nadie.
3.2 Funciones principales de la Organización
No nos vamos a referir a
las cuatro funciones fundamentales de Dirección, establecidas sobre la
base de los principios y conceptos históricamente identificadas en los acápites
anteriores, a saber, ejecución directa, dirección, planificación, organización y
control, de las que existe una profusa
bibliografía.
Sólo vamos a recordar que
la propia denominación de tales funciones lleva implícito los principios de
separación del trabajo de dirección y el trabajo intelectual del trabajo
manual y de ejecución directa, presentes en Taylor (Shop management), en Gantt
(Work, Wages and Profits), y Fayol (Industrial and general
Administration).
Incluso dentro de las
propias funciones intelectuales y ejecutivas, surge una división, y es así que
las funciones de organización y control directamente relacionadas con los
procesos de ejecución, es llevado a cabo por trabajadores de la categoría
ocupacional técnicos, mientras la organización y control como función auxiliar
no aplicado al proceso de ejecución directo, determina la existencia de la
categoría ocupacional administrativos y de servicios.
Por todo ello, se ha estado
diciendo durante décadas y décadas, que la relación del trabajador al
proceso de producción determina el carácter de la función, y el carácter de la
función determina la existencia de categorías ocupacionales. Surge la concepción
de que funciones directamente relacionadas con el proceso de ejecución, por su
complejidad, no requerían nivel educacional y de formación altos, y es así, al
menos eran y son relativamente mucho más bajas en comparación con los técnicos,
por ejemplo. Sin embargo, las funciones técnicas separadas de la ejecución pero
consideradas directamente relacionadas, por tener mayor componente intelectual,
sí requerían un nivel de formación superior.
Concepciones no sólo
falsas, sino contradictorias. Pensemos por un momento en un escenario posible.
No se trata, como es usual pensar, que es necesario concebir un trabajador con
nivel superior de educación que desempeñe las funciones de obrero.
Si el obrero realiza
complejidades de trabajo superiores a la división funcional del trabajo
establecido, y de eso se trata en las NFO, entonces, ya no se trata de la
categoría ocupacional obrero; si los obreros ya no sólo modifican,
transforman o cambian de estado el objeto de trabajo directamente o a través de
los medios de trabajo, sino también realizan trabajo analítico, organizativo y de
control, correspondiente a la categoría ocupacional de técnicos, entonces
ya no se trata de obreros.
Parece evidente, pero no lo
es, que las NFO, que buscan la integración de las actividades, funciones,
procesos intelectuales y manuales, requieren que la clasificación actual se
redefina. De lo contrario, no se produce la superación de un principio
históricamente establecido, no se produce la integración.
Es posible que los cambios
en la división funcional, antes de llegar al replanteamiento de las categorías
ocupacionales y las diferencias de complejidad entre éstas, las complejidades
puedan tener solución práctica estableciendo un continuo de grados, lo cual de
hecho rompe con los límites de los grupos establecidos. El punto inicial puede
ser el establecimiento de los puestos genéricos, y como su nombre lo indica, en
éstos no se encuentran las especificidades; las especificidades hay que
identificarlas, construirlas y aplicarlas en la Organización de acuerdo a sus
necesidades.
Un continuo de grados que
abarque indiferenciadamente todas las actuales categorías ocupacionales es un
viejo anhelo de la Evaluación del Trabajo, que ha visto como con los nuevos
métodos organizativos todo lo que divida a unos trabajadores de otros es dañino
y limitante, y va contra el enfoque sistémico que se quiere
implantar.
Por ello, la solución más
salomónica que se ha propuesto es paga lo suficientemente alto como para que el
trabajador sienta que se le paga de más, y hazlo que se concentre sólo en su
trabajo y despliegue su conocimiento. De hecho se hace hoy día en algunos países
y actividades, con algunos de los tipos de organización
referidos en el capítulo anterior.
Cuando se le dice al trabajador haga esto y recibirá aquello, se envía el mensaje oculto de que la tarea no tiene valor en y por sí misma, pues debe darse algo a cambio de ella. Además recordemos que las recompensas:
Desde el punto de vista de la Evaluación del Trabajo es una tarea muy compleja. Concebir y llevar a cabo la implantación de un sistema que abarque a todos los trabajadores, significa introducir factores que son de tipo muy subjetivo.
Cuando se adoptó el método
mecanicista-burocrático o taylorista, de la división máxima del trabajo y de la
separación de las funciones manuales de las intelectuales era muy fácil hacer
una metodología que recogiera las diferencias entre las acciones manuales, y de
éstas con las intelectuales. Sin embargo, las funciones intelectuales son más
difíciles de medir, en particular la función de Responsabilidad asume la máxima
complejidad y subjetividad.
Pero si no se solucionan los problemas de división funcional históricamente establecida, desde luego que se contraponen las funciones de las categorías ocupacionales con el nivel técnico-educacional y de preparación necesaria, y mientras mayor sea este último, mayor es la contradicción, y menores los resultados.
Al momento de hablar de
integración, de sistemas, de complejidades, de transfuncionalidad, de nuevas
relaciones socio-laborales en las organizaciones, es obligado pensar en diseñar
funciones que no sean privativas de una categoría ocupacional, sino en funciones
que se realizan con un continuo de complejidades en dependencia de las
exigencias de las actividades.
Con los conceptos y los nuevos principios, el lenguaje cambia también. No es posible hablar de "superiores" al referirse a los jefes, si no se trata de una "línea de mando" en una jerarquía de rango; y porque si hablamos de superiores es que se conciben los "inferiores", es decir, los subordinados. Se comprenderá que en una Organización que se basa en conocimientos, y el aprendizaje es igual para todos, con las mismas oportunidades, es difícil asimilar estos conceptos.
De manera que en una
organización jerárquica, cabe hablar de superiores-inferiores, facultades
superiores, poder superior, incluso conocimientos superiores, pero en una
organización de nuevo tipo, se debe hablar de Dirección Participativa
Cooperativa, de cooperación colaborativa, de trabajo en equipo, de líderes, de
seguidores, incluso de liderazgo grupal, de autoridad colectiva, de
responsabilidad colectiva.
Al decir de Menguzzato, M.
(1997): " El cambio democrático depende de la intención de sus líderes, la
unidad de sus seguidores, la claridad de la visión, la coordinación de los
diversos esfuerzos, la honestidad de la retroalimentación".
Una y otra vez, sea
en organizaciones sistémicas u otro tipo de organización, cuando se habla de
funciones nuevas, se enfatiza en el liderazgo. Y ciertamente, la transmisión de
la visión, la generación de compromiso e integridad, la colaboración, la
aceptación de retos, la congruencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos, y
la toma de decisiones, no son características habituales de los "superiores" o
de los directivos por el hecho de serlo.
Pongamos, por ejemplo, el
trabajo por proyecto, o la Dirección Integrada por Proyecto (DIP). Esta
organización que funciona como una organización temporal, independiente o
autónoma, con una estructura generalmente matricial, en la que se cruzan la
organización funcional vertical a la que pertenece y responde, con la
estructura por proyecto, horizontal, si lo analizamos a nivel global de la
organización, es una organización en transición en la que se crea una
colaboración activa y estrecha entre las funciones verticales con
responsabilidad directa para apoyar los objetivos a nivel de toda la
organización, y estas propias funciones sirven de apoyo a la ejecución del
proyecto
temporal.
Estructura vertical
funciones
Proyecto
Sin embargo, en las
relaciones jefe-subordinado se producen cambios reales y profundos. Mientras
en la estructura piramidal sigue existiendo las relaciones jerárquicas, en la
unidad o Equipo donde se lleva a cabo el Proyecto, la relación
director-integrantes es de iguala igual, porque el énfasis se pone en el flujo
de trabajo horizontal.
Cuando se habla de NFO y de
las funciones necesarias, hay que hablar de la organización interna, ya sea de
las áreas funcionales u organizativas, ya sea si se
trata de un Enfoque Funcional u Organizativo: Pero si se
trata de un Enfoque Estratégico, entonces las funciones tradicionales tienen
acción e impacto limitado, puesto que este enfoque exige un trabajo sobre la
base de una Planificación Estratégica., más allá de la organización operativa
que define y da respuesta a la Organización según sea su tamaño, nivel
tecnológico, condiciones de trabajo o la capacitación de sus trabajadores. El
Enfoque Estratégico es una filosofía, pero también una concepción de trabajo, y
unos procedimientos que posibilitan su instrumentación. No se soluciona con una
declaración de fe o de buena voluntad.
Y es que una Planificación
Estratégica exige no sólo el trabajo coordinado y de interrelación de las
funciones, sino un trabajo fuerte con las Normas Culturales de la Organización,
la elaboración sistemática y sistémica del Diagnóstico interno y del ambiente
externo, y el trabajo de los Escenarios, o la prospección de la situación
deseada. No se trata de planes de las áreas, que proyectan los medios y las vías
para su cumplimiento con alto grado de probabilidad de ocurrencia, sino de
describir la situación futura y la trayectoria que permite llegar a ella. De
manera que el Enfoque Estratégico se diferencia marcadamente de los dos
anteriores, o digamos los tradicionales, aunque no se
excluyen.
Digamos, la planificación,
mantenimiento y desarrollo de los recursos humanos seguirá siendo la misión de
una Dirección de RR.HH., con tratamiento integral y multifacético de las
personas, pero la misión se llevará a cabo de una u otra forma, en dependencia
del enfoque. En el caso del Enfoque Estratégico, la gestión de la función que
sea, no se asume única y solamente la responsabilidad por el área en cuestión.
Parece una contradicción, pero en la medida en que las áreas organizativas asumen mayor
responsabilidad, tengan mayor descentralización y autonomía, en esa misma medida
las áreas organizativas
deben colaborar más entre sí.
De esa manera, los
objetivos de un área no son privativos de la misma, y es así que se pueden
llegar a integrar a nivel de toda la Organización. Más que la carencia de una
planificación estratégica a nivel de cada área organizativa o función principal
de dirección, es una constante en nuestras organizaciones, la falta de una
colaboración entre las distintas áreas organizativas. La falta de
polivalencia del personal técnico y la rigidez de los puestos de trabajo limita
también los contenidos y la proyección estratégica a nivel de toda la
Organización.
En resumen, mientras los
enfoques funciona-administrativo y el organizativo siguen
promoviendo las normativas, el segundo constituye un paso de avance, ya que
agrupa las funciones por áreas operativas, y trata de conciliar y coordinar los
intereses de una determinada área con el resto de las áreas, lo cual exige mucho
esfuerzo y toda la responsabilidad; en tanto el Enfoque Estratégico establece
interconexión y una colaboración activa entre las áreas.
Pero esta permeabilización entre las
áreas tradicionales, las establecen las personas; los trabajadores de nuevos
conocimientos y de altas motivaciones.
3.3 Estructuras
Cuando hablamos de tipos de organizaciones,
estamos hablando, entre otras cosas, de Estructuras. Es lo primero
que viene a la mente de todos, cómo se agrupan las unidades, cómo se relacionan,
las subordinaciones, los controles. Para ello se hacen los organigramas que
permiten no sólo visualizar e identificar los tipos de estructuras, sino que
establecen las normas de funcionamiento. Y he aquí el primer y gran error, la
equiparación mecánica de los organigramas con las estructuras.
Las organizaciones crean estructuras para facilitar la coordinación de las actividades y para controlar los actos de sus miembros. La estructura misma está compuesta de tres elementos. El primero se refiere al grado en que las actividades de la Organización se descomponen o diferencian. Esto se llama Complejidad., al menos de acuerdo a los principios tradicionales.
En segundo está el grado en que se usan las reglas y procedimientos, este componente se llama formalismo.
El tercer componente de la estructura es la Centralización, que se refiere al punto donde radica la autoridad para tomar decisiones. Estos tres componentes, juntos, constituyen la estructura organizacional (Robbins, P. S. (1994).
Estructura = Complejidad +
Formalismo + Centralización
En el siguiente recuadro se caracterizan los componentes principales.
Complejidad |
Horizontal Grado de separación entre las unidades organizativas. Cuanto mayor es la cantidad de ocupaciones diferentes en una organización que requieren conocimientos y habilidades especiales, tanto más compleja es la organización en el plano horizontal. Vertical Profundidad de la jerarquía de la organización. Cuanto más niveles existan entre los altos mandos y los operativos, tanto más compleja es la organización. Espaciales Grado de dispersión de la ubicación de lasas instalaciones físicas y del personal de la organización. |
Formalismo |
Grado de estandarización de los trabajos de la organización. Si es un puesto muy formal, entonces la persona que ocupa el puesto tiene muy poca libertad para decidir qué se hará, á, cuándo se hará y cómo se hará. |
Centralización |
Grado en que la toma de decisiones se concentra en un solo punto de la organización. |
Las organizaciones
burocráticas y mecanicistas han creado grandes estructuras burocráticas,
que todos visualizan e identifican, los nuevos tipos de organizaciones
difícilmente los pueda identificar alguien. Ya no basta con el organigrama,
puesto que hay elementos o determinantes que los caracterizan, como la Capacidad
de Reacción o Flexibilidad que simbólicamente no se
representan.
Lo que queremos decir es que la estructura o la arquitectura organizacional, es mucho más que un organigrama, que en el mejor de los casos debe representar formalmente, la forma que adopta la Organización, la forma que adoptan las relaciones y las agrupaciones entre las personas para que organicen eficiente y eficazmente los recursos materiales y financieros a disposición para cumplir una función o un objetivo. En otras palabras, la mejor forma para llevar a cabo las funciones de Dirección; y esto, recordemos, es precisamente un objetivo de las NFO.
Por lo tanto, cuando se
concibe, diseña e implanta una estructura, se piensa, en primer lugar, en cómo organizar a las personas para que
lleven a cabo de la mejor manera la misión, en este caso, de las
NFO.
Desde la década de los 60
del siglo XX, Chandler, A. (1962) verificó que la estructura sigue a la
estrategia, reafirmando lo dicho por Burns, T. y Stalker, G. M (1961) y más
tarde por Miles, R. E. y Show, C. C. (1978), elaborando así una tipología de
estructura basada en la adaptación entre la estrategia, el entorno y las metas
organizacionales (Cuadro 7).
Cuadro 7
Tipología de estructura
Mecanicista |
Orgánica | |
Estabilidad en los mercados de productos |
Defensor |
Analizador |
Mercados de productos dinámicos/inestables |
Reactor |
Proyectista |
(Combinación de Burns y Stalker y Miles y Show, tomado de Tyson y Jackson, 1997)
Leyenda:
Defensor (Gama limitada de productos)
Analizador (Comercialización en masa de bienes de consumo baratos. Capacidad de construir unidades de negocios nuevos
Reactor (No tiene estrategia consistente. Tarda en pasar a posiciones nuevas a pesar de las oportunidades)
Proyectista (Busca y
explota productos nuevos con rapidez. Poca formalización, estructuras flexibles y
competencias en tecnología diferente.)
Si hacemos un análisis
horizontal, observamos que estrategias diferentes con estabilidad en los
mercados, determinan estructuras más estables,
menos flexibles, con relativa mayor burocracia, sean estructuras mecanicistas u
orgánicas, que aquellas otras con mercados de productos
dinámicos.
Pero Greiner, L. E. (1972)
defiende la idea de que es la estructura la que determina la estrategia. En todo
caso, se influyen mutuamente, y como señala el propio autor, los cambios en las
empresas es un proceso dinámico, de evolución, y los cambios en las
variables de cada caso deben ir acompañados de cambios que sean de la estructura
o de la estrategia.
En la década del 80 del
propio siglo, primó el concepto de que había que buscar el liderazgo en costos,
y que las estrategias deben apoyar las fortalezas de las empresas (Porter, M.
1980). Cuando se trata de estrategias de diferenciación, como puede ser el caso
del Analizador o el Proyectista, requieren flexibilidad y enfoques mucho más
orgánicos, diríamos más sistémicos.
Pero, cuando la estrategia
es Defensiva o tardan en ocupar posiciones nuevas, como es el caso de la
estrategia reactiva, entonces se apoyan en organizaciones de tipo mecanicista
con controles fuertes. No es secreto para nadie que siguen predominando estructuras más o menos
mecanicistas, porque predominan estrategias defensivas, pero aunque pueden
estar en mayoría, no son las que marcan las pautas.
Si la Estrategia marca
pautas a la Estructura, o se influyen mutuamente, no es menos cierto que
la Estructura la hacen las personas, y sin las personas que respondan a las
exigencias, no se hacen las estrategias. Ni la Estrategia ni la Estructura se
pueden aislar de otras variables e influencias externas.
No se debe diseñar la
estrategia hasta tanto no se tiene clara la estrategia a seguir, ni acometer la
estrategia sin el diseño conceptual de la estructura que lo puede posibilitar.
No hablamos en este caso de detalles, que pueden afinarse y ajustarse de forma
sistemática y periódica, sino de la concepción general. A nadie se le ocurre
pensar en una estructura mecanicista para llevar a cabo una organización por
Proyecto.
La estructura de organización para una DIP se identifica conceptualmente con una estructura matricial y un tipo de organización muy flexible con gran capacidad de reacción, independientemente que puede pertenecer a otra organización mayor existente, altamente motivadora, en la cual los integrantes deben asumir, todos y cada uno, una mayor responsabilidad, que induzca a la participación activa y la colaboración, con una mayor Visión o capacidad para concebir y crear, con alta Determinación o fortaleza mental para perseguir los objetivos, e Integridad o congruencia entre el pensamiento y lo que se hace, de cada integrante del proyecto, y con un Liderazgo Colectivo que genera compromisos.
Liderazgo-Visión-Determinación-Integridad
Si esto no se produce, no
puede haber trabajo interdisciplinario, ni se actúa por convencimiento, la
estructura no funciona, mucho menos la de la DIP, y la estrategia diseñada no se
sigue ni se lleva a cabo tal y como fue concebido.
En cualquier caso, lo que hemos visto desde el acápite de Tipos de Organización, en el diseño de la Estructura de las organizaciones, tradicionalmente, intervienen básicamente tres aspectos:
Los niveles jerárquicos
Los márgenes de control
La agrupación de
actividades
En la misma medida en que
se conciben y diseñan NFO menos mecanicistas, más flexibles, con mayor capacidad
de reacción, menos niveles y menores detalles de control, la toma de decisiones
esté más cercana a la ejecución, exista mayor grado de coordinación y de
descentralización, los niveles jerárquicos serán mínimos o desaparecerán.
Los márgenes de control o la cantidad de personas que se interrelacionan
será menor (no mayor de 3-7) y la agrupación de actividades será mayor en
función de la similitud de funciones y de procesos.
Mucho se habla del diseño
de las organizaciones y el tipo de organización que sustentan las NFO, en
relación a la tecnología nueva, y muchos consideran que las NFO vienen
determinadas únicamente y sobre todo por la tecnología. Ciertamente, las
propuestas de Sistemas de Gestión integral (ERP) o Sistemas de Gestión Global,
organizaciones en red, se basan en la aplicación de nuevas tecnologías y la
integración creciente de los sistemas computarizados y de
automatización.
Pero, por ese camino, se
adopta el Enfoque Tecnocéntrico, o del dominio de la técnica, con la mínima
presencia del factor humano o la persona, por lo que no habría que preocuparse
ni ocuparse por sus necesidades, o su desarrollo multifacético; sólo de sus
capacidades y conocimientos que potencian la técnica.
Nos parece más atinado el Enfoque Antropocéntrico que aboga por el rediseño de los puestos de trabajo y de las organizaciones (Corbett, J. M. 1990).
Rediseño de Puestos de
Trabajo-Rediseño de la Organización
Como señala un autor: En
lugar de incorporar casi todos los conocimientos y la secuencia del trabajo, en
la medida de lo posible, en el sistema computarizado, en este caso la
computadora sirve como sistema de información general y consistente, y también
operaciones de rutina, pero deja la planeación de las acciones laborales a la
capacidad de los trabajadores y los diseñadores (Brodner, P. 1990) (el
subrayado es nuestro).
A partir de cinco partes, y
de cinco tipos de
descentralización, Mintzberg, H. (1984) propone cinco tipos de estructuras organizativas (ver Cuadro
8); es interesante, en este caso, ya clásico, observar cómo se siguen
manteniendo las divisiones entre la base o el denominado Núcleo de
Operaciones, la Línea Media, el Staff de Apoyo y la Tecnoestructura, y la
cúspide o el Ápice estratégico., como aparece en el esquema siguiente
adaptado:
Cuadro 8
Tipología de estructura organizativa
Configuración Estructura |
Principal mecanismo de coordinación |
Parte fundamental de la Organización |
Tipo de descentralización |
Estructura simple |
Supervisión directa |
Ápice Estratégico |
Centralización vertical y horizontal |
Burocracia maquinal |
Normalización de los procesos de trabajo |
Tecno-estructura |
Descentralización horizontal limitada |
Burocracia profesional |
Normalización de las habilidades |
Núcleo de operaciones |
Descentralización vertical y horizontal |
Forma decisional |
Normalización de outputs |
Línea media |
Descentralización limitada |
Adhocracia |
Adaptación mutua |
Staff de apoyo |
Descentralización selectiva |
La integración de las
funciones de dirección y las funciones de ejecución, que debe ser principio de
las NFO y las NFOT, como el trabajo en equipo, la alta profesionalidad, marcan
tendencia para que las pirámides jerárquicas desaparezcan, y adquieran distintas
formas, ya sea de red, circular o romboide, pero donde existe un grupo mínimo de
directivos administrativos, así como grupo mínimo de trabajadores de servicios,
y la mayor parte de los trabajadores sean especialistas y técnicos.
Esto tiene profundas
consecuencias conceptuales y prácticas para los sistemas salariales, para el
reconocimiento de las complejidades, la propia estimulación individual y grupal
o del colectivo.
Los tipos de organizaciones, los
sistemas, estructuras y
las funciones, se mueven en la dirección de la integración, sobre la base de
altos niveles de innovación, el uso de la inteligencia y la gestión del
conocimiento, que no se detiene en la utilización del conocimiento en la
información, sino que debe alcanzar actuaciones que posibiliten las nuevas
relaciones sociolaborales.
Al decir de North, K.
(2004), los desafíos de innovación para los próximos diez años, se basan, entre
otros, en: integración individualizada de productos físicos y servicios; entre
clientes, proveedores y comunidad profesional como co-innovadores; nuevas
tecnologías que acortan los procesos de innovación; con los costos de desarrollo
que se incrementan pero el tiempo de amortización se
reduce.
Se imponen sin lugar a
dudas las NFO, que más que una posibilidad para nosotros debe ser una necesidad,
como expresión de nuestra cultura y los avances científico-técnicos. Que
condicionan no sólo nuevas formas de organización y dirección, sino incluso
modificaciones de las relaciones sociales en los sistemas de las organizaciones.
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III
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Capítulo IV
Enfoque interdisciplinario para el estudio del comportamiento Organizacional.
De la Cultura de la Eficiencia a la Cultura del Apoyo e Innovación.
Valores de una Dirección
Integral Colaborativa
4.1 Enfoque interdisciplinario para el estudio del comportamiento Organizacional.
La necesidad de desarrollar
un enfoque interdisciplinario que apoyara el buen desempeño de las personas
dentro de la organización, fue en cierta medida sugerido ya por Henri
Farol cuando señalaba que: "En toda clase de empresa, la capacidad
principal de los agentes inferiores es la capacidad profesional característica
de la empresa, y la capacidad principal de los grandes jefes es la capacidad
administrativa", pero guardando las distancias, lo que queremos destacar es la
consideración del autor sobre la posibilidad de que el personal de cualquier
empresa, a cualquier nivel, sea capaz de desempeñar las funciones esenciales, a
saber: la técnica, la comercial, la financiera, la contable, la de seguridad y
la administrativa.
Por enfoque
interdisciplinario estamos considerando aquel enfoque que permite que el objeto
de estudio se analice de forma integral a través del estudio de las
interrelaciones que se establecen entre las diversas disciplinas que intervienen
en el proceso.
Como el Comportamiento
Organizacional analiza, interpreta y trabaja la conducta de las organizaciones,
y desde el primer momento hemos dicho que las organizaciones son sistemas
sociales complejos, para entender qué ocurre con las personas y las causas de
sus comportamientos en todos los aspectos y a todos los niveles, es
imprescindible alcanzar la integración de las grandes Disciplinas Sociales y las
Disciplinas Técnicas.
Desde la Sociología,
pasando por la Psicología, hasta las Ciencias Políticas y la Antropología., y
las disciplinas técnicas, sin simplismos que no capturan las complejidades del
proceso, tanto técnicas como de comportamientos. Si se desconocen las
Disciplinas Técnicas, se vuelve a cometer el mismo error histórico de éstas de
desconocer las ciencias sociales en un momento determinado. Por lo tanto,
también se deben integrar al estudio y entendimiento del Comportamiento
Organizacional, de lo contrario, se sigue dando tratamiento exclusivamente
técnico de los procesos de trabajo.
En la actualidad, el empleo
de este enfoque se hace indispensable, pero también es mucho más complejo,
partiendo de considerar el nivel de integración que es necesario conseguir con
el mismo. Esto hace que muchas veces se rechace o se trabaje de forma parcial.
Exige un cambio no sólo de mentalidad sino de concepción, donde las personas
deben ser capaces de ir integrando los conocimientos que tienen de una
disciplina u otra con las demás, de tal manera que les permita ver y
actuar sistémicamente. Para lograr este enfoque integral es necesario que los
directivos tengan una visión diferente acerca de su papel como (pro)motores de
la organización y que sean integrativos en su
desempeño.
El pensamiento sistémico,
como se ha explicado, es la base para el desarrollo de las NFOT, lo cual deja
atrás el principio de la división del trabajo y la cooperación sobre la base de
la súper especialización de las personas en el puesto de trabajo. Se trata de
entender y aplicar la "complejidad dinámica" (Forrester, J.) que encierra el
enfoque sistémico. De tal manera la mayoría de los problemas en cualesquiera de
las áreas organizativas o
de los procesos, no son problemas privativos de esos lugares, y muchas veces ni
siquiera se originan en los mismos. Las causas no están siempre, o casi nunca, a
la mano, ni el análisis tradicional en el cual causa - efecto están próximos en
tiempo y espacio, como hemos dicho con anterioridad.
Se trata entonces de
escoger entre una gran cantidad de variables, un grupo de las más importantes y
mediante el proceso de análisis establecer la complejidad dinámica. Esto sólo se
puede hacer mediante un trabajo en equipo multidisciplinario e
interdisciplinario que facilite la cooperación con colaboración como un nuevo
valor cultural y de cambio dentro de la organización.
Para lograr establecer la
complejidad dinámica es necesario un pensamiento complejo. El saber complejo no
es el saber en si mismo de alguna de las disciplinas, sino tener en cuenta
el saber de las otras dimensiones de la realidad.
El trabajo en grupo permite
realizar la ampliación y el enriquecimiento de tareas no sólo a nivel individual
sino con un enfoque colectivo. De esta manera se configura un trabajador
colectivo capaz de abordar una actividad laboral más amplia e integrada. La
autonomía que se ejerce en el funcionamiento de los mismos permite una mejor
distribución de las tareas y responsabilidades teniendo en cuenta las diferentes
capacidades y preferencias de los miembros del grupo.
Las relaciones que se
establecen dentro del grupo favorecen una mayor
comunicación de conocimientos y prácticas profesionales lo que sin duda
desarrolla la potencialidad de los trabajadores implicados
4. 2 De la Cultura de la Eficiencia a la Cultura del Apoyo e Innovación.
Desde hace algunos años y
en la medida que avanza el siglo XXI, las tendencias económicas y demográficas,
derivadas del proceso de globalización, en el cual por cierto, se produce la
confrontación entre los países desarrollados y el resto de los países, entre los
países con tendencia al decremento del empleo y la aplicación de tecnologías de
punta y los países con cada vez más altos niveles de desempleo, y todos con una
distribución cada vez más desigual de las riquezas, están causando un gran
impacto en la Cultura Organizacional.
Y es que el anuncio de una
intervención de cambio o de Desarrollo Organizacional, empieza o termina, tanto
en los países capitalistas desarrollados como en los demás, en la reducción de
empleo, en la emergencia de formas laborales precarizadas, en nuevas prácticas
de calificación de la fuerza de trabajo de corte elitista en la misma
medida en que son excluyentes, en definitiva, en la aparición-desaparición de
puestos de trabajo.
Esta incertidumbre,
socialmente construida a partir de las políticas adoptadas, a nivel de las
organizaciones, hace distinguir y llamar a los que salen fuera de estos
procesos, por los cambios técnicos y organizacionales inducidos por la
competencia de mercados, como las clases perdedoras (Bourdieau, P. 1998).
Prescindir del personal fijo, que hace ahorrar costos, controlados socialmente
por el terror del mercado de la fuerza de trabajo, muy cambiante, es lo que
llamaba Weber, M. el látigo del hambre.
Este es un impacto evidente
y que se incorpora como parte de la cultura en las organizaciones que llevan a
cabo cambios, bajo estas políticas de exclusión. Como parte del Comportamiento
Organizacional en estas sociedades, están también el manejo y la modificación de
las conductas y las actitudes laborales, ya sea para implementar la
Calidad Total o la Reingeniería de procesos o alguna de las tantas herramientas
y técnicas de tecnologías blandas para elevar la productividad.
Estas nuevas tendencias y
los cambios dinámicos hacen que las organizaciones y las instituciones en el
mundo de hoy, todas en general, no sin contradicciones, se debaten en la urgente
necesidad de orientarse hacia los avances o los progresos tecnológicos en el
amplio sentido de la palabra, es decir, tecnologías entendidas como los
conocimientos estructurados como métodos que se aplican en todos los ámbitos de
la Organización, y que adopten la innovación como uno de los valores culturales
principales.
Pero, a este enfoque en los
años recientes, sobre todo en la década de los 90 del siglo XX, que aboga por la
potenciación del conocimiento, la mayoría de las veces desvinculado y
desenfocado de los nuevos conceptos de Dirección más allá de la Administración,
es posible quitarle o no considerar el lado humano de McGregor del cambio de
las organizaciones, como muchas veces se dice, pero que fue olvidado en la
práctica demasía. La mejora de la organización de los procesos, la
eficacia de la dirección, la formación y preparación de los trabajadores, exige
no sólo que se considere el lado humano, sino que se integren y sean una misma
cosa, la dimensión técnica y la dimensión social.
Todos estos cambios van
conformando una nueva Cultura Organizacional, caracterizada por una nueva manera
de pensar y de visualizar la organización toda, por una nueva manera de
desarrollar las actividades, y una actitud y valores dirigidos hacia la
innovación y la creatividad.
Si la Organización se concibe y se trabaja en sistema, es decir, que se configuran todos sus componentes interconectados para un determinado propósito, no es posible tratarlo de manera fragmentada y como agregados de muchas disciplinas. He aquí la importancia del enfoque interdisciplinario, y transfuncional para las distintas funciones, para trabajar la Organización como sistema.
Los valores se van modificando como efecto del aprendizaje continuo de las personas ante la necesidad de comprender el cambio que de por sí se originan ante la introducción y desarrollo de las nuevas tecnologías en la organización.
El cambio profundo de una
Organización, exige un Aprendizaje Organizacional
capaz de transformar la Cultura de la Organización; y esto constituye parte
esencial del Desarrollo Organizacional, evolutivo por su esencia. Lo que sucede
es que la cultura predominante, no concibe que una Organización esté siempre en
transformaciones, y los cambios se ven como parte de las intervenciones que las
más de las veces siguen una lógica formal. Es decir, se sigue una visión
utilitaria, buscando la máxima eficiencia humana a partir del supuesto
ordenamiento de los recursos de la Organización.
Como Cultura Organizacional
va de la mano del Cambio Organizacional y del Desarrollo Organizacional, a los
que realmente separa sólo una fina línea, pues el desarrollo constituye una
continuidad de cambios, aunque el Cambio puede constituirse en saltos
discontinuos, veamos algunas ideas acerca del Desarrollo
Organizacional.
En primer lugar algunas
definiciones. Así, está la definición clásica de Blake, R. (1971) dice que es un
esfuerzo planificado y sistemático de renovación que tiene por fin lograr una
excelente empresa, es decir, que esté bien administrada y emplee a sus miembros
óptimamente para sus metas productivas. Tiene sus raíces en la integración
desde un principio, de la Planificación Empresarial (Steiner, G. 1974),
entiéndase estrategias y objetivos, la Dirección Por Objetivos (Drucker,P. 1954,
Odiorne, G. y Humble, J. 1970), la Consultoría de Procesos (Stein, E. 1969) y
las Ciencias del Comportamiento (Blake, R., Bennis, W., y
otros).
De cómo se ha ido
modificando en las últimas décadas, y la relación que tiene la instrumentación
de los cambios a distintos niveles para que la Organización, sobre todo la
modificación de las prácticas habituales, los comportamientos y los valores
culturales, que permita una adaptación a las fuerzas que actúan en y sobre la
Organización, lo dicen las ideas siguientes.
Bennis, W. (1969) dice que
es una compleja estrategia educacional con la finalidad de cambiar creencias,
actitudes, valores y estructura de las organizaciones..; Beckhardt, F. (1969)
enfatiza en el esfuerzo planeado que abarca toda la organización; Friedlander
y Brawn (1974) son más específicos y dice que es un esfuerzo planeado
sustentado en la ciencia del comportamiento
, y Schmuk y Miles (1971) lo
interpretan como un cambio de la cultura de una organización que pasa de un
estado que se resiste a la innovación a un estado que planea y utiliza
procedimientos para promover la adaptación a los
cambios...
Es importante subrayar que
Desarrollo Organizacional, al igual que el Comportamiento Organizacional,
implica valores humanísticos para la modificación de hábitos y comportamientos.
No es un curso de capacitación, que es en lo que muchas veces empieza y termina,
ni tampoco la aplicación de una encuesta para una solución de emergencia, o una
intervención aislada con el esfuerzo de un grupo de especialistas sin
compromiso de la Dirección; tampoco un diagnóstico sin soluciones ni un medio
para crear sensaciones ni sentimientos.
El Diagnóstico, cuando se
realiza, debe contener aspectos acerca de la cultura, clima, valores, actitudes,
necesidades, aspiraciones, expectativas, estilos, liderazgo, grupos, motivación,
satisfacción, disciplina, competencias, comunicaciones,
participación.
Para tal propósito, es necesario tener en cuenta los pasos principales de gestión de cambio, creando consistencia entre los trabajadores. Los pasos principales son:
1° Comunicar e intercambiar permanentemente con los actores sobre los motivos del cambio
2° Indicar los apoyos internos y externos y los riesgos de cada acción
3° Evaluar y conocer las expectativas de cada acción
4° Identificar los lideres para el cambio
5° Realizar la formación correspondiente in situ como parte del proceso
6° Establecer la
retroalimentación permanente a cada nivel
El cambio de una cultura
orientada sólo a lograr la Eficiencia de la Organización como indicador que mide
el desarrollo de la misma, a una Cultura de Apoyo y de Innovación constante,
entendiéndose por Innovación no solo la tecnológica sino aquella que pueden
aportar los miembros del equipo a la hora de relacionarse, es un cambio tan
profundo que debe ser paulatino y gradual, si se quieren lograr resultados
superiores.
Para que se entienda mejor,
veamos en el siguiente cuadro la matriz de Cultura Organizacional, las
características más importantes de las culturas, orientadas ya sea más a los
resultados globales de la Organización o a la Ejecución de la Tarea, es decir
más individual, con una dimensión más social o más técnica. Así se entenderá
mejor la necesidad, por un lado de la integración, pero también de la claridad y
diferenciación de las estrategias, porque de lo contrario pueden ser
contradictorias y excluyentes.
De tal manera cuando
expresamos la necesidad de evolucionar desde la Cultura de la Eficiencia hacia
la Cultura del Apoyo y de la Innovación, estamos abogando por una reorientación
de la Organización hacia lo social y hacia los resultados a nivel de toda la
Organización; estamos abogando por diferenciar la eficiencia operativa de la
efectividad estratégica, para recordar a Porter,M.
Matriz de Cultura organizacional
Orientado a los resultados de la Organización
Cultura de Innovación Emprendimiento Aceptación de riesgos Innovación |
Cultura de Calidad Planificación efectiva Solución de problemas Aceptación de cambio |
Cultura de Apoyo Trabajo en Equipo Cooperación Crecimiento personal Respuesta al cambio |
Cultura de Producción Eficiencia Consistencia Resistencia al cambio |
Orientado a la ejecución de la tarea
Más
Social
Más Técnico
La Cultura Organizacional,
sin abstracciones, y como reflejo de las características sociales del medio en
que se desenvuelve, aunque algunos autores la pretenden aislar del medio, es la
esencia de los cambios organizacionales actuales, sobre todo, para que estos se
auto-sustenten y auto-desarrollen. De manera que los valores de cultura
organizacional que identifican una empresa, no son ajenos ni pueden serlo, al
medio social más amplio, pero por ello no deja de ser una empresa con identidad
particular.
Las formas de pensar,
sentir y actuar que son compartidas por un grupo más o menos numeroso de
miembros de una organización, y que se caracterizan por su estabilidad o
arraigo, al asumir un proceso de cambios, necesitan el reforzamiento de los
nuevos valores y de los comportamientos que rompan con los hábitos y prácticas
arraigadas que deben modificarse; para ello necesitan del reforzamiento del
entorno social más amplio, y no sólo al interior de la
entidad.
Es un error pensar y tratar
de aislar la empresa de su entorno externo, pretendiendo así alcanzar más rápido
los cambios previstos. Desde luego, es un error también no promover los nuevos
valores en el entorno externo, o que este no los sustente. La transmisión de
nuevos valores debe ser bidireccional. Que no es tarea fácil, se
sabe.
Desde la perspectiva más
general, la globalización, la apertura económica, la competitividad son
fenómenos nuevos a los que se tienen que enfrentar en mayor o menor medida todas
las organizaciones.
En la medida que la
competitividad sea un elemento fundamental en el éxito de toda organización, en
su supervivencia y desarrollo, los directivos, o líderes, harán más esfuerzos
para alcanzar altos niveles de productividad y eficiencia; pero deben hacer
mayores esfuerzos por comprender que no bastan estos elementos para medir el
desempeño organizacional, y que no se alcanzarán estos y otros niveles, que se
verán posteriormente en otro capítulo, sin trabajar persona a persona, los
comportamientos individuales, grupales y de la propia
organización.
Las organizaciones son la
expresión de una realidad cultural, que están llamadas a vivir en un mundo de
permanente cambio, tanto en lo social como en lo económico y tecnológico; o por
el contrario, como cualquier organismo, encerrarse en el marco de sus límites
formales. En ambos casos, esa realidad cultural refleja un marco de valores,
creencias, ideas, sentimientos, voluntades y normas de una comunidad
institucional.
Ciertamente, la Cultura
Organizacional sirve de marco de referencia a los miembros de la organización y
da las pautas acerca de cómo las personas deben conducirse en ésta. En muchas
ocasiones la cultura es tan evidente, que se puede ver cómo la conducta de la
gente se manifiesta y cambia en el momento en que se traspasan las puertas de
una organización.
Cultura Organizacional. Definición.
Existen múltiples y diferentes
definiciones sobre Cultura Organizacional pero todos coinciden en que es un
sistema de creencias, valores, que se manifiestan en normas, actitudes,
conductas, comportamientos, relaciones interpersonales, el estilo de liderazgo,
que se desarrollan en un grupo dentro de la organización, o en una Organización
entendido como Grupo, con el fin de dar cumplimiento a la materialización de la
visión en su interacción con el entorno en un tiempo dado.
La cultura es propia de cada
organización, y siempre hay una cultura. Es un proceso evolutivo donde sus
elementos varían con el cursar del tiempo, y unos se extinguen y otros se
solidifican, pero la cultura como tal no desaparece sino que sufre procesos
continuos de transformación.
Hoy día, es necesario que
las organizaciones diseñen procesos y estructuras más flexibles al
cambio, como se ha visto en capítulos anteriores, y que este cambio se
produzca, no como un proceso forzado de imposición de normas y procedimientos,
sino como consecuencia del aprendizaje de sus
integrantes. Esto implica generar condiciones para promover equipos de alto
desempeño, entendiendo que el Aprendizaje en Equipo
implica generar valor al trabajo y más adaptabilidad al cambio con una amplia
visión hacia la innovación.
Han sido muchos los
esfuerzos de transformación que han fracasado en las organizaciones por falta de
planificación de este proceso y del liderazgo en esas organizaciones, lo cual ha
generado el deterioro en sus funciones generales. Como señala Guédez, V. 1997,
se plantea una inquietud y una respuesta impostergable: ¿cómo ejercer un
compromiso gerencial que realmente incentive el cambio y la
creatividad?.
En este sentido, se pudiera
hablar de dos esferas complementarias de acción. La primera se asocia con el
ejercicio de un estilo en donde, además de dirigir el trabajo, también se
dirige el "cerebro y el corazón"; y dirigir es la palabra justa, aunque la
mayoría de las veces se hable de gerencia.
Por otra parte, la segunda esfera se relaciona con el establecimiento de condiciones organizativas favorables. Mediante los procesos de transformación organizacional, algunos directivos han eludido o han considerado superfluo aspectos tan importantes como la Cultura Organizacional.
Se ha interpretado muchas
veces muy superficialmente el rol del "Líder", visto como la persona
única-imprescindible capaz de llevar a cabo como el único gestor dentro de un
proceso los cambios, al que se carga toda la responsabilidad del proceso de
transformaciones, como si fuera "del más allá". La realidad es que por la
complejidad de los procesos de cambio, esta gestión debe ser concebida a partir
de un liderazgo colectivo, o un liderazgo compartido entre varias
personas.
También es necesario tener
en cuenta lo importante y estratégico que constituye el hecho primario que, si
no hay un cuerpo de políticas coherentes, parte de las cuales es el diseño
y la gestión de una Visión y Misión compartidas, nunca se generará
suficiente energía y significado que movilice a la Organización toda, en
cada uno de los niveles y a las personas-los "recursos de los humanos" en el
proceso de cambio.
El aspecto central de las
organizaciones con miras al éxito global de su gestión, es la calidad de
sus trabajadores todos, no sólo de sus directivos, o líderes, con plena libertad
en el sentido de su emancipación, creación, y poseedores de un alto nivel de
capacidades, motivaciones y valores, lo cual le permite dirigir el cambio con
visión más que preactiva, con una visión integrativa y
estratégica.
En los procesos de cambio,
de las personas, de los grupos o de las organizaciones, ciertamente sería bueno
y necesario disponer de personas que fueran líderes, y que además tengan en
cuenta los aspectos Cognoscitivos, Emocionales y Conductuales, y no sólo los
aspectos o elementos técnicos.
Es decir, por encima de
todo, es necesario un liderazgo que tenga en cuenta a las personas; pero muchas
veces, hoy día, entre nosotros, se piden requisitos y se evalúan los aspectos
técnicos, sin tener en cuenta los antes mencionados, de tal manera que los
directivos no tienen nociones elementales de cómo relacionarse con los demás,
porque esto es algo superfluo, que en el mejor de los casos se aprende por el
camino.
También se pudiera decir
que, un directivo, para no hablar de liderazgo, que no tenga en cuenta a los
demás, no dirige, o no es tal liderazgo, que se basa precisamente en las
relaciones personales, si no de lo contrario cómo ejercer la influencia
legítima, que es el aspecto común que aceptan todos los autores sobre el
liderzazo. Entonces lo más probable es que sean imposiciones de autoridad de tal
o más cual naturaleza, casi siempre de naturaleza técnica. Es imprescindible no
confundir las cosas.
Para mayor claridad digamos, que además de las Influencias y Reciprocidad como dos aspectos o conceptos básicos del liderazgo (Grimes, A. J. (1978 y Hollander, E. P. (1978), es necesario agregar la Voluntariedad tanto de los que confieren el derecho de dirigir, como el o los que asumen, y también la Motivación de todos, pero sobre todo del grupo en cuestión para alcanzar los objetivos o las metas propuestas. Pero, cómo dejar de lado u olvidar la Visión, la Planificación, la Anticipación y la Dedicación.
Líder
Influencias+Reciprocidad+Voluntariedad+Visión+Anticipación+Planificación+Dedicación
En esta transacción
permanente entre los líderes y los seguidores, en las que se producen
influencias mutuas, algunos autores señalan que deben producirse tres
condiciones para poder hablar de liderazgo, como son: la demostración de que
algo ha ocurrido por la influencia de esta persona; que la relación entre el
comportamiento y las consecuencias sea observable; y que los cambios, o los
comportamientos, o los resultados sean de significación.
El cambio cultural puede
suceder, y de hecho ocurre; más es ilusión pensar que este tipo de cambio ocurre
de forma simple y rápida. Por el contrario, es un proceso gradual y dolorido
donde predomina un incremento a la incertidumbre al riesgo, a la incomodidad y a
la ansiedad personal, más muchas veces necesarias para las mejoras y hasta para
la supervivencia de la organización.
Otros elementos que deben
tenerse en cuenta para el éxito del cambio requerido por la introducción y el
desarrollo de las NFO y las NFOT, que es el tema central del libro, son la
Comunicación y el nivel de Compromiso que se establece por parte de los miembros
con la organización.
Los nuevos esquemas gerenciales son reflejo de la forma cómo la organización piensa y opera. Exigen, entre otros aspectos:
Cuando se investiga la
Cultura Organizacional es imposible no prestar atención al área o la
función de Recursos Humanos puesto que es como el verdadero guardián de
la cultura (....) ejerciendo funciones estratégicas que promueven la aceptación,
consolidación, manutención y cambios culturales. (Freitas,
1991)
Algunos autores (Cordeiro,
1996) sostienen que el énfasis en los Costos, Clientes, Caos y Competitividad,
son factores sobre los cuales la gerencia de activos humanos está orientando
sus decisiones y acciones en forma global y estratégica, de manera tal que se
debe agregar valor en forma sistemática y continua a los procesos de la
organización.
El éxito de la estrategia
para llevar a cabo estos cambios, es mayor si se consideran los elementos
referidos de la cultura de la organización, puesto que están directamente
intervinculados con las funciones directivas que debe asumir la nueva "Gestión
de Recursos de los Humanos", más allá de las personas. Las propias funciones y
la manera en que se llevan a cabo son parte de la cultura de la
organización.
El órgano de Recursos
Humanos (RR:HH.) es la puerta de entrada de las personas para la Organización,
pues esta elabora perfiles de candidatos de acuerdo con los valores de la
organización. En otras palabras, las personas seleccionadas por el órgano de
RR.HH. deben ser compatibles con los supuestos básicos de la
organización.
La nueva concepción sobre el desarrollo del Enfoque Sistémico e integrativo de la Gestión de los Recursos Humanos potencia acciones que permiten no solo definir o transmitir nuevos valores, sino también reforzar los valores ya existentes que se adecuen con la introducción y desarrollo de las Nuevas Formas Organizativas y las Nuevas Formas de Organización del Trabajo, desarrollar procesos de formación que trasmitan nuevas formas de percibir y analizar las cosas, establecer sistemas de estimulación donde se establezcan recompensas por concebir y desarrollar:
Las NFOT no pueden ser una
adopción mecánica de las prácticas y técnicas de los países desarrollados en
cuanto a los procedimientos y políticas relacionadas con la Dirección de
Recursos Humanos, entendido como personas en este caso; deben ser propias de
nuestra sociedad, de su sistema socialista y en consonancia con nuestros
valores.
Valores organizacionales
tales como: la confianza y apoyo, igualdad de poder, participación,
colectivismo, desarrollo del potencial ilimitado, orientación al futuro,
autorrealización, asunción de riesgos hay que reforzarlos al máximo. Son estos
valores en los que la Dirección de Recursos Humanos, como función directiva
principal, debe centrar sus políticas y acciones para poder llevar a cabo el
proceso de transformaciones actuales en un entorno cada vez más
competitivo.
Los Valores junto con la Visión y la Misión constituyen el marco de referencia mayor que define la Cultura Organizacional y enrumba la estrategia de la organización, convirtiéndose estos en lineamientos que permiten una gestión consistente a través de toda la organización, a cualquier nivel.
Los valores para ser inculcados deben:
Una experiencia
desarrollada de los efectos que puede producir la Cultura Organizacional lo
encontramos en el ejemplo siguiente:
La Empresa X es una empresa
de servicios de Ingeniería. Surge debido a la necesidad dentro del sector de
agrupar estos servicios que se encontraban disgregados en tres empresas, ya que
por las particularidades de los mismos (no poseer un proveedor estable, mala
calidad de los servicios, equipamiento deficiente, personal no capacitado, etc.)
los diferenciaba del resto de los servicios que brindaban las empresas que
conformaban el grupo corporativo, y los colocaba en una posición desventajosa
que no sólo afectaba su proyección estratégica, sino también sus posibilidades
financieras.
Los estudios de cultura
realizados, uno al constituirse la organización, y otro a los cinco años
después, muestra cómo una simple unión de culturas no da lugar a una cultura
resultante, si no existe el desarrollo de un Sistema de Gestión Integrado
de Recursos Humanos que potencie los nuevos valores de una Dirección
Participativa-Cooperativa, de Colaboración, de Confianza y de Apoyo.
Se mantuvieron situaciones y valores tales como:
Las contradicciones e incomprensiones surgidas en el transcurso del estudio, indican la necesidad de orientar el proceso de cambio cultural en la organización. Las experiencias internacionales demuestran lo arduo y difícil que constituye este proceso, pero las evidencias sugieren que cuando emergen algunas situaciones específicas es más probable el cambio como un hecho. Estos elementos no fueron tenidos en cuenta y finalmente la Organización se desintegró para nuevamente formar otra entidad.
La Cultura Organizacional
es el conjunto de Valores, Creencias y entendimientos o normas que los
integrantes de una Organización tienen en común. La cultura ofrece formas
definidas de pensamiento, sentimiento y reacción que guían las actividades de
las personas en la Organización.
Las organizaciones de éxito tienen fuertes culturas que atraen, retienen y recompensan a la gente por desempeñar roles y cumplir metas. La filosofía de una persona ofrece lineamientos para la conducta. El estilo se refiere a la forma en que se hace algo.
Todas las definiciones de
Cultura Organizacional comparten conceptos comunes. Subrayan la importancia de
los Valores y Creencias compartidos y su efecto sobre el comportamiento.
Entonces la cultura es como el pegamento social que mantiene unida a una
organización. Expresa los valores o ideales sociales y las creencias que los
miembros de la organización llegan a compartir, manifestados en elementos
simbólicos, como mitos, rituales, historias, leyendas y un lenguaje
especializado.
La Cultura Organizacional incluye lineamientos perdurables que dan forma al comportamiento. Cumple con varias funciones importantes al:
4.3 Valores de una Dirección Integral Colaborativa
Las NFOT apuntan hacia la
necesidad de crear nuevas culturas y nuevos valores, para que puedan
efectivamente introducirse y desarrollarse.
Los Valores constituyen la
base de evaluación que los miembros de una organización emplean para juzgar las
diferentes situaciones, comportamientos, y personas dentro de la misma. Estos
reflejan las metas reales, así como las creencias y conceptos básicos de una
organización, y como tales son el eje central para el desarrollo de la Cultura
Organizacional, por tanto, definen el éxito en términos concretos para los
trabajadores y establecen normas para la organización.
Como esencia de la
filosofía que tenga la Organización para alcanzar la eficacia y la efectividad,
los valores proporcionan un sentido de alineamiento común para todos los
trabajadores estableciendo un sentido de compromiso y de
responsabilidad.
Una Dirección Integral
Colaborativa debe tener comprendidos y sistematizados los Valores y las ideas
que constituyen el comportamiento motor de la empresa.
En la actualidad se ha
estado haciendo énfasis en el desarrollo de una Dirección Por Valores, y se
comienzan a observar cambios sustanciales en el comportamiento de las personas
dentro de las organizaciones. Pero falta conciencia del compromiso que se
establece con lo que se va a obtener, se persiguen una acciones eficientes, una
anatomía y responsabilidad del trabajo no solo a nivel de individuo sino a nivel
de los colectivos o grupos, pero muchas veces falta interconexión entre las
diferentes acciones.
El rasgo constitutivo de valor no es sólo la creencia o la convicción, sino también su traducción en patrones de comportamiento que la organización tiene derecho de exigir a sus miembros. Los valores se generan de la cultura de la Organización, por lo tanto, son acordados entre todos. Igualmente son exigibles y se toman en cuenta para la evaluación y el desarrollo del personal que integra la Organización.
La importancia del Valor radica en que se convierte en un elemento motivador de las acciones y del comportamiento humano, motor impulsor de los comportamientos organizacionales otros niveles. Define el carácter fundamental y definitivo de la Organización, y crea un sentido de identidad del personal con la Organización (Denison, 1991).
Por lo tanto, los Valores son formulados, pero deben ser enseñados y asumidos dentro de una realidad concreta y no como entes absolutos en un contexto social, representando una opción con bases ideológicas con las bases sociales y culturales .
Los Valores deben ser claros, compartidos y aceptados por todos los miembros y niveles de la Organización, para que exista un criterio unificado que compacte y fortalezca los intereses de todos los miembros con la Organización (Robbins, S. P. 1991).
Sistema de valores
A partir de las diferentes definiciones sobre los valores organizacionales planteadas por los estudiosos, consideramos relevante lo señalado por Monsalve (1989) cuando enfoca este proceso desde la siguiente perspectiva: aprender el Valor a través del pensar, reflexionar, razonar y comprender, enseñar el Valor a través de su descripción, explicación, ejemplificación y transmisión y actuar el Valor convertirlo en un hábito, entendido éste, como la integración del conocimiento, por lo que deja de ser una abstracción.
Aprender el Valor-Enseñar el Valor-Actuar el Valor
Aunque los valores sean abstractos, su utilidad organizacional se basa en su capacidad para generar y dirigir conductas concretas o en la factibilidad de su conversión en pautas, lineamientos y criterios para acciones y conductas. Esto determina que siempre sean formulados, enseñados y asumidos dentro de una realidad concreta de actuación, convirtiéndose en atributos de dignidad o perfección que debe tener cada elemento de lo real o de lo que se hace en el puesto o función .
Valores compartidos
En términos de Valores, es importante comunicar a todos los miembros de la organización cuál es exactamente el Sistema de Valores de la empresa, especialmente en períodos de cambio. Además, para producir el cambio en la Cultura de la Organización, otro mecanismo importante es el entrenamiento gerencial que está explícitamente orientado a modificar la conducta en apoyo de los nuevos valores corporativos (Jackson,1992).
Y como dijimos al inicio, esto lo consideramos una medida necesaria, pero no suficiente. Este es el enfoque que centra la atención al cambio desde la perspectiva de la alta dirección y de los directivos intermedios, pero no de todos los trabajadores. De esta forma, evidentemente no se alcanza producir los cambios para el desarrollo de NFO.
La internalización de los Valores Organizacionales, desde la perspectiva anterior, implica que el individuo se identifica con la Organización, y se comprometa con la gerencia, y esta a mantener informado al colectivo organizacional del quehacer diario, lo que la Organización identificada por parte de sus integrantes, propone como beneficioso, correcto o deseable.
Al proactivarse un Valor se crean condiciones que permiten elegir, escoger o seleccionar los valores que la organización oferta y propone. Esto a su vez, invita a compartir un sentimiento de pertenencia de cada uno de sus miembros, que influye en sus manifestaciones conductuales.
Los Valores representan pautas o referencia para la producción de la conducta deseada, conforman la toma de decisiones de la organización, mientras que la pro-activación por su parte, conforma la capacidad real de ejecución de esos resultados a través de las acciones concretas de los integrantes de la organización (Monsalve, 1989).
Por lo anteriormente señalado, se puede discernir que para desarrollar una verdadera Cultura Organizacional, es necesario que todos los trabajadores desarrollen una filosofía global que guíe la actuación de todos y cada uno de los miembros de la organización.
Al estudiar cada uno de los enfoques de Cultura Organizacional, se ha podido observar que los autores citados, han enfatizado sobre el comportamiento de las organizaciones y de las modificaciones permanentes y vertiginosas de las condiciones competitivas a que están sujetas las organizaciones.
Por tanto, las organizaciones exitosas serán aquéllas que sean capaces de reconocer y desarrollar sus propios valores basados en su capacidad de crear valor a través de la creación del conocimiento y su expresión, así como la expresión de los valores y la cultura de las personas, y esta es la vía para una Dirección Integral Colaborativa y la Dirección Por Valores.
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Capítulo V
Nuevas Formas de
Organización del Trabajo a nivel de puesto de trabajo
5.1 Principios fundamentales tradicionales
Antes de hablar de
cualquiera de las NFOT, es necesario sintetizar el modelo referente básico que
ha dominado de manera más o menos uniforme la Organización del Trabajo desde los
comienzos del siglo XX, y que sigue influyendo. Se pueden denominar como los
principios fundamentales de la organización del trabajo tradicional, o del
taylorismo como prefieren denominarlo algunos autores, en alusión a su precursor
Taylor, aunque este no fuera el único como hemos visto en capítulos precedentes.
El modelo siguió desarrollándose, por un grupo de seguidores en las primeras
décadas del siglo.
A este enfoque conocido
también como Enfoque Científico Trabajo, debe sumarse otro precursor relacionado
con el establecimiento de los principios del enfoque científico de la
Administración Moderna, a saber Fayol. Este complemento es lo que se conoce e
identifica en la historia de las organizaciones y de la organización del trabajo
como la época de la Organización Científica del Trabajo.
Veamos lo que consideramos como los Principios Fundamentales de la Organización del Trabajo Tradicional:
-Separación entre el trabajo manual y el intelectual.
-Simplificación de la actividad y de la organización del trabajo teniendo por base
la tarea
-Sistema de control y
supervisión
1º Separación entre el trabajo manual y el intelectual.
La época industrial y de la gran industria de hace un siglo exigía mayor rendimiento y productividad que en épocas anteriores, lo cual se alcanzaba separando las funciones especializadas de dirección, como la planificación, la organización y el control así como de las actividades que garantizaban el funcionamiento de la empresa, de la ejecución propiamente dicha, primeramente más manual y luego más mecanizada.
Es un ejemplo claro del
carácter y contenido del trabajo establecido sobre la base de una
división social del trabajo.
Ahora bien, alguna reflexión y comentario es necesario hacer.
En la misma medida en que
las funciones de regulación de las operaciones, el aseguramiento técnico
directo, la necesidad de tomar decisiones en el curso de proceso productivo, es
decir, el contenido del trabajo, han ido avanzando y enriqueciéndose en sus
múltiples elementos por separado, el carácter del trabajo, es decir las
ocupaciones, que clasifican y califican a los trabajadores, debían haber
cambiado en la misma medida.
Sin embargo, los distintos
tipos de actividades
laborales por los elementos claves que los identifican, se mantienen
relativamente similares.
Las categorías de carácter
y contenido de trabajo se intervinculan y se superponen, pero no se ha producido
un salto cualitativamente superior que permita calificarlo de radical y
revolucionario. Este aspecto por si solo habla claramente hasta donde se ha
avanzado en un nuevo modelo de organización del trabajo y un nuevo tipo de
trabajador, y una nueva forma de organización.
Si en la sociedad no se
contraponen las distintas categorías ocupacionales con el nivel
técnico-educacional y cultural, no hay razón para no superar la división social
y la división funcional del trabajo establecido históricamente en un momento
dado. Auque hablamos de todas las categorías, se debe hacer hincapié en la
categoría ocupacional de obrero relacionado con la ejecución directa y la
distancia que lo separa de las actividades intelectuales, como para que ello se
haya constituido en un principio básico de organización del trabajo, y de la
propia empresa.
No es la función en sí, ya
sea de ejecución o de dirección, de planificación, de organización o control la
que ha determinado o determina la existencia de una u otra categoría con sus
contenidos, como expresan algunos autores, sino es el principio de
división social del trabajo establecido por los ideólogos del
capitalismo.
"Entre las mayores
incomprensiones y tergiversaciones del marxismo, se encuentra la reducción de la
clase obrera a quienes están ligados de manera más o menos directa a la
producción y servicios de carácter material, al trabajo físico y de escasa o
mediana calificación. Tal posición no deja espacio para el trabajo complejo
(Cervantes, M. R. y Pérez, D. O. 2003 ).
Por su parte Machado, R. D.
(2003 ), dice: "El sociólogo alemán Hans Roder, luego de recordar que las
diferencias sociales que se originan en la división social del trabajo
subsistentes en el socialismo, son también una herencia del pasado, señaló:" Sin
embargo, sería falso considerarlas solo como vestigios históricos. La sociedad
socialista, en la cual domina el principio de cada cual según su capacidad, a
cada cual según su trabajo, contiene en sí misma las condiciones
materiales objetivas para la reproducción sujeta a leyes y socialmente necesaria
de las diferencias sociales basadas en la división del trabajo en el socialismo,
y originadas en ella", lo que indica el camino complejo a seguir en nuestra
sociedad.
Los Obreros siguen
definiéndose como los que "directamente o a través de los medios de trabajo
modifican, transforman o cambian de estado el objeto de trabajo, se encargan
directamente de la instalación y funcionamiento correcto de los medios de
trabajo, cambian de lugar los objetos y medios de trabajo...".
Evidentemente se trata de
una relación histórica determinada de interrelación entre la fuerza de trabajo y
los medios y objetos de trabajo, históricamente establecido, y que se ha ido
modificando y se sigue modificando, aunque los factores siguen siendo los
mismos.
Mientras, la categoría de
los Técnicos se define como "los que realizan el trabajo analítico,
constructivo-organizativo
y de control. "Si las NFOT buscan cada vez más, la integración de actividades,
funciones o procesos, es evidente que la clasificación anterior deberá
refundirse y redefinirse. De lo contrario, no se produce la integración de los
trabajos o actividades intelectuales y manuales.
Si la revolución
científico-técnica y tecnológica ha elevado de manera extraordinaria la
complejidad del trabajo, de tal manera que la preparación profesional del obrero
tal y como se define, requiere de un nivel incomparablemente superior al de hace
medio siglo atrás, de manera que debe integrar las funciones de técnico para
llevar a cabo las NFOT, las definiciones de las categorías ocupacionales deben
cambiar.
Pero, las definiciones de
las categorías ocupacionales y los contenidos de los cargos y ocupaciones en la
práctica, reflejan precisamente el avance de las NFOT.
Cabe aquí un recordatorio y
una reflexión en relación con la definición del proceso de trabajo de Marx, que
señala que el proceso de trabajo se descompone en: actividad personal del hombre
o trabajo propiamente dicho, el objeto sobre el cual actúa el trabajo, y el
medio por el cual actúa. La combinación de las relaciones de los factores o las
"formas de existencia material del proceso de trabajo", su interdependencia, es
lo que distingue las diferentes épocas económicas, señala
Marx..
La primera manufactura
radicaliza al extremo la unión de la fuerza de trabajo y el medio de trabajo, de
manera tal que el uso efectivo de los medios requería un conjunto de cualidades
sobre todo físicas y en menor medida intelectuales, así como hábitos y aprendizaje. Ese conjunto
del obrero, formado por ese aprendizaje mínimo
necesario, los hábitos y el medio de trabajo, constituía una técnica.
Las formas del proceso de
trabajo han ido cambiando, y con el establecimiento de la gran industria, la
técnica ya no será el conjunto de un medio de trabajo y de un obrero, sino el
conjunto de ciertos materiales y de los instrumentos de trabajo. Y esta unidad
se expresa en la aparición de la tecnología.
El desarrollo en ascenso de
la máquina-instrumento independiza a esta de la fuerza de trabajo, es decir, los
medios de trabajo y el trabajador separados adquieren formas de evolución
diferentes, y hacen posible una relación de unidad diferente, la unidad del
medio de trabajo y del objeto de trabajo. Este desarrollo tiene más de un siglo
y ha llegado hoy a situaciones inimaginables entonces. Baste citar las maquinas
con control numérico por ordenador (CNC), diseño asistido por ordenador (CAD),
con combinación con sistemas de fabricación (CAM), sin mencionar los sistemas
flexibles de producción de la automatización compleja y la robotización del
último decenio, y los sistemas de gestión y la informática al servicio de
actividades de trabajo.
El hecho que la época de la
Informatización acentúa la transformación de trabajo vivo en trabajo pretérito,
no significa que la creación de valores no se siga apoyando en la explotación
del trabajo vivo, sino que el Capital impone al Trabajo formas de trabajo
complejas, formas mas sofisticadas de intensificación de la explotación del
trabajo y de alineación del trabajador, y que pueden y de hecho se hacen
denominar como NFOT.
El reemplazo de la fuerza
en la función del instrumento, en que se suprime el contacto directo con el
objeto de trabajo, lleva en la mecanización compleja o en la automatización
compleja a una transformación completa de la relación entre el trabajador y los
medios de producción. En esta misma medida el trabajo colectivo o el "trabajo
socializado" de Marx adquiere mayor importancia, y esto debería llevar a un
nivel cualitativamente superior del contenido y el carácter del
trabajo.
La información del objeto
de trabajo, el hecho que el trabajador lo aprehenda, no depende ya de la cultura
artesanal adquirida mediante el hábito de la fuerza de trabajo, sino de la forma
de los instrumentos, del mecanismo de su funcionamiento, que se va más allá de
lo individual y requiere de un comportamiento colectivo, y de niveles de
conocimientos individuales y colectivos no concebidos hace un siglo
atrás.
En esta reflexión se
encuentra la explicación de lo que deben constituir las NFOT hoy día para
nosotros, en nuestra sociedad, y también cómo se ha desarrollado la Organización
del Trabajo y la formación de los trabajadores en el último siglo, que aunque
con grandes diferencias, son diferencias relativas que no han permitido
desarrollar NFOT con una base verdaderamente fuerte.
El desarrollo de los
instrumentos y de los mecanismos de funcionamiento también obliga a una
redefinición de las categorías ocupacionales, puesto que exigen la integración
en lugar de la separación de las partes ejecutivas y ejecutoras o de las
funciones operacionales y las funciones técnicas.
La división funcional del
trabajo va cambiando en dependencia del carácter de las funciones que desempeñan
las distintas categorías de trabajadores, y las funciones originales han variado
y varían. No se trata, como muchas veces se ha dicho que se contraponen los
conceptos de nivel técnico-educacional y las categorías, y que un trabajador con
formación media o superior puede desempeñar funciones de obrero, sino que las
funciones combinen con las profesiones, con incidencia desde el punto de vista
técnico-organizativo. La
elevación de la complejidad del trabajo exige un replanteo de las
funciones.
Esto lleva a la necesidad
también de que el principio fundamental de la organización del trabajo
tradicional, la organización del tiempo, se deba replantear, puesto que el punto
clave de la "racionalización" tradicional de los procesos, el tiempo, no puede
ser la esencia de las NFOT, lo cual no significa que no se tenga en cuenta. En
caso de mantenerlo en primer plano, los procesos de socialización y la dimensión
social en los procesos de trabajo, pierden valor, o se utilizan como argumento
de baja eficiencia, como ha ocurrido en experiencias ya históricas (Kalmar vs.
Uddevalla, Suecia).(1)
La incomprensión de este
problema, y la creencia en la no existencia de métodos estandarizados a la
manera de los modelos tradicionales de los gastos de trabajo, aunque sí existen
métodos sofisticados de tiempos predeterminados, puesto que se trata de
métodos de trabajo de integración de diferentes disciplinas, puede ser la causa
de la combinación de la "racionalización tradicional con elementos nuevos de
las NFOT, aunque las primeras formas guarden la esencia de la Organización del
Trabajo Tradicional.
Para avanzar y reflexionar
desde el punto de vista técnico-organizativo alrededor de
distintos elementos tradicionales, un lugar especial lo ocupa la División y
Cooperación del Trabajo.
La División y Cooperación
del trabajo, establece la distribución de las actividades dentro del proceso de
trabajo a partir de la fragmentación de las tareas, y a la vez establece las
formas de agrupación de los trabajadores para llevar a cabo una actividad de
trabajo. Tiene como punto clave los gastos de trabajo para la elaboración de
una unidad de producto o el cumplimiento de un volumen determinado de trabajo en
una unidad de tiempo" en condiciones técnico-organizativas dadas, sin
más.
Más adelante, analizaremos
las consecuencias de considerar y confundir la Productividad del Trabajo con
indicadores que lo miden, y la importancia de superar la concepción de la
División y Cooperación tal y como se establecía apenas medio siglo atrás para
poder desarrollar las NFOT en aquel entonces.
No se trata de contraponer
las formas tradicionales y las NFOT; incluso pueden coexistir, acercarse y hasta
superponerse. De hecho en la práctica lo han hecho y lo hacen desde hace varias
décadas, siempre y cuando los elementos tradicionales, desde el punto de vista
técnico, no entran en contradicción con los elementos de la dimensión social
propios de las NFOT. Y es aquí donde se han dado los mayores problemas en las
distintas experiencias y aplicaciones en diversos países en relación con las
NFOT.
Lo cierto es que, más allá
de los elementos técnicos del proceso de trabajo, las mayores contradicciones se
dan en los elementos sociales y los métodos de dirección que sustentan unas y
otras. En la misma medida en que predominan los elementos de las NFOT con una
nueva dimensión social, del subsistema Social y el subsistema Cultural, se
anulan los elementos tradicionales, incluso desde el punto de vista
técnico.
Quizás el elemento que
mayor claridad brinda acerca de este cambio, o del cambio que aún está por
producirse, como parte de los nuevos principios a establecer, es el referido a
la Autonomía y la Toma de Decisiones, que va a determinar la arquitectura o el
diseño de estructuras organizativas de dirección,
así como la complejidad de cargos y ocupaciones; si antes se concebía desde
arriba, y siempre desde arriba, y antes de las acciones de ejecución, las NFOT
exigen que sea en tiempo real y en el puesto donde se
ejecuta.
2- Simplificación de
la actividad y de la organización del trabajo teniendo por base la
tarea
Relacionado directamente
con el principio anterior, la actividad del trabajo se concibe y organiza en
los primeros tiempos de la empresa moderna del siglo XX, fragmentándolo en
tareas simples y fáciles de realizar en cortos espacios de tiempo, de manera
repetitiva, requisitos del tipo de producción en gran escala, masiva y/o
grandes series de productos homogéneos.
Al simplificar las
tareas, no sólo se separaban las actividades ejecutivas de las ejecutoras, "lo
mental y lo manual", cumpliendo así con el primer principio, sino también las
tareas directas de ejecución propiamente dichas de las tareas indirectas como
mantenimiento, calidad, o de preparación. Entre las funciones técnicas de
planificación, concepción, organización, y control se simplificaban a su vez
las funciones a nivel de tareas, y con ello, en ambos casos, se necesitaba
tiempo mínimo de aprendizaje, o aprendizaje estandarizado
que exigía la tarea o función destinada. Esto, desde luego, ayer podía
llamarse requisitos y exigencias de las destrezas y habilidades, hoy pueden
ser las competencias laborales con similar perfil de exigencias, sin la
necesaria integración de funciones que exigen las NFO.
La fragmentación de
tareas, el "trabajo fragmentado", de manera tal que se multiplican las
funciones hasta donde se quiera, y las personas necesarias, señala un autor
(Friedmann, G. 1946) es uno de los aspectos culturales que mayor peso ha
tenido de la organización del trabajo tradicional en la organización de la
empresa hasta nuestros días.
Hay que tener en cuenta que, según la Ley de Dinámica de Sistemas, la Ley de Fragmentación, expresa que si se divide un sistema en sus partes componentes este pierde dinámica. En consecuencia, la fragmentación de tareas reduce la dinámica de los procesos, y la fragmentación de las funciones o la departamentalización de la empresa de forma tradicional reduce la dinámica de la empresa; es decir, son acciones que van en contra del establecimiento y funcionamiento del sistema-empresa, y de los enfoques integrales que trabajan fundamentalmente los procesos. La fragmentación es contraria a las NFO y a las NFOT.
Estos aspectos culturales de identidad de los trabajadores con un tipo de quehacer, con un tipo de saber, con un tipo de "involucramiento" como lo denomina determinada bibliografía, y que no hay que confundir con participación consciente, y si se considera como tal es porque los trabajadores desconocen los objetivos, son los componentes que mas pesan hoy día en la consolidación de las NFOT y métodos de gestión que exigen un comportamiento de las personas con una mentalidad diferente, con formas de pensar y modos de relacionarse diferentes, con valores e intereses diferentes.
Es por eso, como se verá
mas adelante, que es necesario reconocer la prioridad de los Recursos Humanos
como función directiva principal, cosa que aún no pasa de la formalidad, tanto
en el mundo como entre nosotros, y la importancia de la dirección participativa
cooperativa con el tratamiento de los componentes comportamentales de las
personas, de los Grupos y de las propias Organizaciones, para el establecimiento
y desarrollo de las NFO y las NFOT, como lo fuera el tratamiento ingenieril del
tiempo y los movimientos o el ritmo del proceso de trabajo del
taylorismo-fordismo.
3- Sistema de control
y supervisión
El tercer principio se
refiere a una de las funciones que más que como uno de los componentes de la
función de dirección, se ha convertido a lo largo del último siglo en el
factor emblemático de los distintos estilos gerenciales o de dirección.
Influyen y pueden determinar una u otra forma de trabajar, incluso que se
manifieste una forma de una manera diferente a como fuera concebido.
Existen verificaciones de
sobra que confirman que la capacidad para dirigir, para motivar, para
comunicar, para influir, son dimensiones de la efectividad de los directivos,
como lo veremos en el capítulo de la evaluación del desempeño. Y la
Motivación, la Comunicación y el Liderazgo, son entre otros, los factores
principales para las NFO y las NFOT con una dimensión social
destacada.
Pensemos por un momento en
un ejemplo sencillo, y no relacionado con la industria ni otros procesos
complejos de otras actividades, sino con la variedad de tareas y funciones que
puede desarrollar hoy día una Secretaria, con la introducción de la tecnología
informática. Esta enriquece su contenido y funcionamiento, de manera tal
que le facilita la ejecución de tareas rutinarias, pero también le amplía la
posibilidad de atender otras de carácter administrativo, de gestión y de
relaciones sociales. A su vez se le exige mayor iniciativa y tiene mayor
autonomía en su actividad. Pero, sin dudas, y esto se verifica cada día en la
práctica, no solo está condicionada por la cantidad de tareas y el alcance de
éstas y la responsabilidad que implican; está condicionada en primer lugar por
su jefe con su estilo y métodos de dirección.
Tomemos de ejemplo la
Autonomía de antaño del artesano tantas veces analizada. En la misma medida
que se fue desarrollando la relación Medio de trabajo-Objeto de trabajo a un
nivel cualitativamente superior, debía haberse desarrollado la autonomía y
responsabilidad de la Fuerza de Trabajo, considerando el avance y desarrollo
de la inteligencia, los conocimientos y las experiencias del trabajador
colectivo. Sin embargo, no ha sido así.
La división social y
técnica del trabajo, reflejados en la separación entre la concepción y la
ejecución antes referidos, y en la estandarización de objetos de trabajo, de
los instrumentos y de los procedimientos para ejecutar las tareas, se completa
y complementa con el principio de control, tanto sobre el trabajador como
sobre los resultados de su trabajo; llámense número de piezas o parámetros de
calidad. Las personas, antes fueron controladas de cerca para alcanzar los
estándares fijados, luego según el desempeño, o los procedimientos a seguir o
el "comportamiento técnico" en la cadena, o las cámaras de
televisión.
Decía Taylor que "...casi
todos los actos de un obrero deben ir precedidos de acciones preparatorias de
dirección..." fuera de su alcance. Hoy, bajo supuestas nuevas formas o
enfoques como puede ser el Toyotismo, de Producción Ajustada o de Alto
Rendimiento, al decir de algunos autores, se sufren estas mismas limitaciones,
pero llevadas al extremo.
Las consecuencias de la
realización de las tareas fragmentadas simples y repetitivas, de trabajos poco
o nada calificados, con la supervisión y control escalonado excesivo, basado
en la falta de confianza, y responsabilidad casi nula que no fuera la
del desempeño establecido, fueron tan graves desde el punto de vista social,
aunque con éxito económico, con modelos de economía de escala, que llevan a
cambiar a una filosofía aparentemente distinta, la de la "disciplina de
trabajo a cambio de paz social".
Desde el punto de vista de Dirección, el cambio fue de "limítese a hacer lo que le digo" por "limítese a hacer lo que le digo y cuidaremos de usted para que produzca mas". Desde luego que las NFOT no pueden estar al margen de estos problemas que van más allá de los elementos técnicos del proceso de trabajo e interesa a toda la organización, y exige NFO.
Todas las propuestas desde
hace mas de cuatro décadas y que pueden denominarse como NFOT, tienen que ver en
menor o mayor grado con los tres principios fundamentales referidos, y tienen
que ver no sólo con las formas, aunque se denomine como formas, sino que en la
misma medida en que se van desarrollando e interesando más a los principios
fundamentales tradicionales, se van cambiando también los contenidos hasta
interesar a toda la Organización.
Quizás esto se refleje
mejor si se expone de manera gráfica las diferencias entre los dos modelos de
formación de los contenidos de trabajo, el tradicional y el actual o
integrativo.
En el primero prima la división de trabajo, actividades fragmentadas y la optimización parcial; en el segundo la integración y la optimización global. Aunque se observan diferencias radicales, se observa cómo se siguen proponiendo figuras que perpetúan la división funcional, y los conocimientos que deben ser socializados, pertenecen realmente a un grupo especial o selecto de un grupo u otro de personas.
Modelo taylorista de
formación de los contenidos de trabajo
Alta Gerencia
Función
1
Función
2
Función
3
Función 4
Procedimiento, Normas, Supervisión, Decisiones
Ejecución
Modelo integrativo de los contenidos de trabajo
Alta Gerencia
Expertos
Conocimientos
Gerencia de Procesos
Muchas veces se ha hecho y
se sigue haciendo la pregunta, que es válido, de si los cambios referidos a los
tres principios fundamentales significa un avance hacia las NFOT, es decir,
formas nuevas con contenidos nuevos. Ciertamente se puede considerar así. Sin
embargo, no a punto de cambiar los principios establecidos para establecer las
NFO, y el gráfico anterior así lo muestra. La evidencia más clara está en el
avance de los contenidos de trabajo.
Pretender un modelo
universal que alcance integrar cambios profundos de los tres principios parece
tan alejado de la realidad, por la heterogeneidad de situaciones de todo tipo,
desde las condiciones económicas, sociales y políticas, hasta las condiciones
técnico-organizativas y
de preparación de la fuerza de trabajo, y sobre todo ideológicas, que son muy
pocos los autores que se proyectan en tal sentido.
Y sin embargo, es necesario
trabajar y desarrollar el cambio en esta dirección. De lo contrario, las NFOT
tienen alcance limitado, y por su parte las NFO, a nivel de la arquitectura de
toda la Organización, es eso, cambios de forma, sin profundizar en los
contenidos y la dirección de los procesos.
Quizás se puedan entender
mejor las dificultades de lo que implica la gestión de cambio para las NFOT, si
se reflexiona acerca del elemento División y Cooperación del Trabajo, y lo que
representa para la Organización de la Producción y la Organización del Trabajo,
que siguen sin recibir un tratamiento integrado, como veremos más
adelante.
Antes caracterizaremos los
cambios ya clásicos de NFOT puestos en práctica desde la década de los sesenta,
aunque posteriormente se han desarrollado modelos y enfoques como el toyotismo,
de gran repercusión en el mundo, y en menor medida enfoques conductistas o con
énfasis en las necesidades psicológicas y sociales de los trabajadores, que
aunque rompen con los esquemas establecidos con ópticas diferentes, no
establecen de hecho nuevos principios aceptables para todos, que satisfagan
tanto las necesidades sociales y psicológicas de los trabajadores, así como los
parámetros de productividad.
En nuestro país, también
han tenido repercusión y se han aplicado, aunque no de una manera extendida,
sobre todo la Rotación de puestos, la Ampliación y Enriquecimiento de tareas, y
en menor grado los Grupos Autónomos con distintas denominaciones y variadas
características, pero no al extremo de cambiar toda la Organización, o que toda
la Organización responda como una NFO.
Veamos a continuación las
Nuevas Formas de Organización del Trabajo (NFOT), que se pueden considerar como
tradicionales ya, referidas fundamentalmente a elementos técnicos del proceso de
trabajo y conceptualizadas internacionalmente a partir de la década de los 60
del siglo XX hasta el momento actual:
Rotación de puestos
Los trabajadores pasan de una tarea a otra, y la mayoría de las veces este movimiento no implica cambio del tipo de tarea o actividad. Son tareas similares dentro del puesto de trabajo de la misma familia. Si cambia el puesto de trabajo, esto puede repercutir en la organización de trabajo. Aunque el objetivo es diversificar las tareas, poco se logra si son de la misma familia; siguen siendo repetitivas, simples y sin necesidad de otra calificación que la anterior.
Es un paliativo para aumentar el interés por el trabajo, y sobre todo atenuar la fatiga con el cambio de actividad, pero de hecho no tiene repercusión para la organización del trabajo tradicional, que implique nuevos métodos y técnicas.
Ampliación de tareas
Con la ampliación se pretende superar la excesiva fragmentación de las actividades, agrupando o mejor dicho sumando en un mismo puesto de trabajo varias tareas de una misma naturaleza, es decir, de la misma complejidad y calificación. Con la introducción de nuevas tecnologías y el perfeccionamiento de las líneas y las cadenas de montaje, viene a ser una respuesta como la anterior, a las necesidades psicológicas de bajo perfil frente a la agresión del ritmo de trabajo y la monotonía de tareas repetitivas.
El resultado es la
acumulación de tareas simples, repetitivas y poco calificadas, lo cual no lleva
a una organización del trabajo distinta ni a formas cualitativamente superiores.
Puede, como en el caso anterior, contribuir o reducir la monotonía y aumentar el
interés, pero por poco tiempo, como se ha demostrado en múltiples experiencias
prácticas en las décadas de los años sesenta y setenta, e incluso en
experimentos realizados en nuestro país en los años
ochenta.
Enriquecimiento de tareas
Al tratar de integrar tareas "verticalmente", es decir, integrar tareas de distintas familias de puestos de trabajo, cobra desde el punto de vista técnico importancia cualitativamente superior para la organización del trabajo. Se integran tareas simples con otras de mayor exigencias y responsabilidades. Se modifica la naturaleza de la actividad y con ello se rompe con las características de la organización del trabajo tradicional.
Al hablar de roles laborales, se tratan de integrar roles de ejecución con funciones técnicas, como es la preparación del trabajo, el mantenimiento, la planificación, o el control. Se trata sobre todo de superar el principio fundamental primero con implicaciones en los otros dos principios. Constituye un real avance en relación con los planteamiento anteriores.
Grupos (semi)autónomos
Constituye una superación de los tres principios fundamentales de la organización del trabajo tradicional y un cambio en las NFOT, desde el propio planteamiento de buscar nuevas formas no a nivel individual y de tarea, sino con un enfoque colectivo y que rompe también con la concepción espacial.
Integra varios individuos y configura una organización no solo del trabajo, sino de la producción o los servicios y de dirección diferentes.
Esto obliga a pensar en reconceptualizar y tratar en un enfoque integrador la Organización del Trabajo con la Organización de la Producción y la Organización de la Dirección, puesto que la organización de las personas, de los recursos y la creación de mecanismos de funcionamiento, no pueden estar separados o a espaldas de la organización de las relaciones, las operaciones y la coordinación de éstas; como tampoco separados del plan de acción, de la creación del organismo ejecutivo eficaz o mas recientemente el diseño de estrategias. Es una forma de percibir, sentir y pensar diferente; son valores de una cultura nueva. Es por ello que se aceptan los factores Tecnología, Procesos y Personas como los que definen la empresa hoy día, como veremos más adelante.
La Organización del Trabajo no se puede seguir interpretando sólo como la mezcla de personas, recursos y economía del tiempo, sin interrelacionarlo con las relaciones y operaciones y logística de la Organización de la Producción y el accionar de la Organización de la Dirección.
La capacidad de decisión y la autonomía aumentan, y se potencia realmente el enriquecimiento de tareas, puesto que esta se aborda desde la perspectiva de varios trabajadores que funcionan como un equipo y no como un simple grupo primario. Pueden producirse cambios significativos para toda la organización a la cual pertenecen, porque los cambios técnicos, culturales y sociales repercuten a nivel global en toda la entidad.
Al buscar integración a nivel de colectivos, que desde el punto de vista técnico y de organización de la producción, puede identificarse más allá del puesto de trabajo y del área del taller, incluso a nivel de procesos o parte de éstos, o proyectos, las exigencias ya no pueden ser individuales sino grupales.
Los factores que antes no tenían importancia o estaban en un segundo plano, como la Comunicación y la Gestión o Transmisión de Conocimientos y prácticas entre los integrantes, en el significado de las NFO y las NFOT cobran nuevas dimensiones como se verá mas adelante, y es la forma más próxima a los modelos productivos y de gestión integrados y de sistemas de trabajo con amplia base social.
La Dimensión Social de la
empresa y del proceso de trabajo cobra verdadera importancia, y este nivel de
integración no asimila el predominio de la ejecución sobre las funciones
intelectuales o de dirección, o viceversa, porque se trata de subsistemas
integrados en tiempo y espacio y en el mismo grupo de
personas.
Al caracterizar los Grupos Autónomos que pueden recibir distintas denominaciones como veremos más adelante, hay un factor, la Comunicación, que queremos destacar sobre los demás, puesto que las formas de comunicación, desde luego, sobre la base del grado de centralización-descentralización que implican los Grupos Autónomos, determinan en gran medida el éxito del desempeño de esta unidades organizativas.
La eficiencia de la Comunicación se sustenta en:
-la complejidad de los asuntos
-la saturación de los canales y su multiplicidad
-identificación del emisor
-cantidad de comunicados
-posibilidad de independencia de acciones
-autonomía
-dirección de las propias
acciones
Consecuente con el cambio
que ha habido en la Organización del Trabajo se han estado produciendo
modificaciones en lo que respecta a la Remuneración y Estimulación por el
trabajo, que se analizarán en un capítulo posterior.
Sin embargo, nos
atreveríamos a afirmar, que las NFOT no han producido un cambio tan
significativo e importante en lo referente a la Estimulación y la Remuneración,
en su concepción más amplia, y los cambios no han ido más allá de buscar la
flexibilidad en el salario móvil, y estimular la participación accionaria
exigua, por supuesto, sin prácticamente ninguna decisión a nivel de la
Organización, pero que sirve para obtener mayor cooperación por parte de grupos
de trabajadores en las sociedades capitalistas.
Cuando decimos Estimulación
en su concepción más amplia, nos referimos a todo aquello que constituye un
elemento motivador para el trabajador. Es decir, no puede reducirse únicamente a
los aspectos contemplados tradicionalmente en la estimulación moral y material,
concebidos y tratados separadamente, como la mayoría de las veces se
hace.
El enriquecimiento del
contenido de trabajo, la promoción de mejoras de las condiciones de vida en el
trabajo y del reconocimiento social por la labor que se realiza, así como la
utilización de métodos y estilos de trabajo que dejan a un lado su carácter
autocrático de dirección, constituyen aspectos integradores de motivación y de
realización individual más allá de los mecanismos y formas de estimulación
tradicionales.
En la satisfacción de las
necesidades, tanto la estimulación moral como la material están dirigidas a
satisfacer necesidades de naturaleza diferente, pero ambas son esenciales, pues
... el hombre no satisface en primer término sus necesidades básicas y después
trata de lograr los medios para satisfacer las necesidades de mayor nivel, sino
que más bien cambia su énfasis, mientras procede a satisfacer ambas categorías
simultáneamente... (Koontz y O'Doneel, 1967).
Esta idea que citamos,
aclara muy bien algunos planteamientos y modelos teóricos de motivación que se
han tratado de llevar en la práctica a los extremos y de manera simplista,
atendiendo a veces las necesidades básicas a costa de no satisfacer o no querer
hacerlo, las necesidades de mayor nivel como puede ser la realización, y han
servido incluso para elaborar propuestas de estimulación y
remuneración.
Al llegar a este punto no
pueden dejar de mencionarse los intentos de vincular los Grupos (semi)autónomos
a los distintos modelos y sistemas productivos y de gestión en los años setenta
y ochenta, y sobre todo en la década de los 90 del siglo XX hasta nuestros días,
como puede ser la Dirección Integrada por Proyectos (DIP) como una derivación,
que veremos al final de este acápite.
Lo importante es señalar
que las distintas interpretaciones, en las cuales, desde luego, pesan los
factores económicos, sociales, culturales e ideológicos de las sociedades, han
llevado a diferentes prácticas y desarrollos, incluso contrapuestos.
Tal es el caso del modelo
de "producción ajustada, aligerada, o de alto rendimiento" (Lean Production),
desarrollado fundamentalmente en Japón y en EU, que vuelven a adolecer de falta
de dimensión social, y otras prácticas adaptadas a las condiciones y
culturas europeas que se alejan de las prácticas anteriores, privilegian mas la
dimensión social aunque con resultados de rendimiento mas
bajos.
La Producción Ajustada o de alto rendimiento se basa inicialmente en:
Rotación de puestos,
Gestión de Calidad Total,
Existencias Justo a Tiempo,
Trabajo en Equipo,
Delegación de mayor responsabilidad
Toma de decisiones que pasa de las estructuras de dirección a los grupos constituidos,
Integración de funciones con el objetivo de incrementar la calidad,
Incremento continuo de la productividad,
Respuestas acordes a las exigencias de las nuevas tecnologías.
Se completa con la participación en los beneficios, estabilidad en el empleo, remuneración en función de las competencias y las calificaciones, programas de socialización para infundir valores de la organización.
Las limitaciones
conceptuales y prácticas es que los valores no tienen en cuenta las necesidades
e intereses de los trabajadores, ni las necesidades de formación básica y
adicional en materia de relaciones humanas y la
comunicación.
Veremos a lo largo del capítulo en qué derivan estas prácticas, como es el caso del llamado toyotismo. Siguen siendo retos para alcanzar los desarrollos conceptuales y teóricos alcanzados, que están alejados de las prácticas impuestas; y los objetivos claves que se persiguen a toda costa, por encima de toda otra consideración y valoración conceptual, aunque con una amplitud conceptual mayor que antaño, son, los Costos, la Calidad, y el Tiempo. Así lo ven los empresarios, y si estos elementos de carácter o dimensión técnica se conjugan con algunos elementos psicológicos y sociales, de allí el concepto de "involucramiento de los trabajadores, entonces se utilizan; pero para potenciar los factores técnicos, no para el mejoramiento humano.
Si los sistemas de
Producción Ajustada, de Alto Rendimiento o Lean Production, son hasta dos veces
más productivos que los tradicionales, curiosamente a veces entre los modelos
tradicionales se sitúan los que pretenden atender las necesidades de los
trabajadores., con lo que a las claras se dice que Lean Production no atiende al
trabajador, sino a la Tarea.
La Producción Ajustada, ya
sea en Japón, EEUU. ó en Europa, singulariza el interés por la eficiencia de la
producción; aunque existen documentos de la Comunidad Europea desde 1997 que al
mismo tiempo que establece la "Nueva Organización del Trabajo" como una
prioridad para el incremento de la productividad, y la creación de condiciones
para la competitividad y el empleo, reconoce que es necesario prestar mayor
atención a la vida laboral y familiar.
Sólo queremos puntualizar
en este punto que los sistemas de remuneración que se han utilizado de acuerdo a
la práctica del modelo de la Productiva Ajustada o de alto rendimiento (Lean
Production), con todas las limitaciones e insuficiencias señaladas, refuerzan e
incentivan dos elementos:
·La flexibilidad en las tareas;
·La identificación con el objetivo de la calidad total y del mejoramiento
continuo.
Veamos a continuación la
conceptualización de modelos y propuestas que surgen después de las propuestas
iniciales de las NFOT, que se han estado desarrollando en las últimas tres
décadas.
En el Cuadro 1 vemos una comparación (Capelli. P. y Rogovsky, N. 1994) entre la Organización Científica del Trabajo (OCT), la Producción Ajustada, y el enfoque o propuesta de Reformas Conductistas, es decir, concepción que trata de satisfacer las necesidades psicológicas y sociales de los trabajadores de manera prioritaria. Se ubica en el segundo lugar, a pesar de la máxima evaluación de los factores, porque los rendimientos que se alcanzan, se argumenta, que no llegan a los niveles de Producción Ajustada.
Cuadro 1
(Capelli. P. y Rogovsky, N. 1994)
Sistemas Factores |
OCT |
Reformas Conductistas |
Producción Ajustada |
Autonomía individual |
nula |
alta |
baja |
Variedad de tareas |
nula |
alta |
Moderada |
Significado de la tarea |
baja |
alta |
Alta |
Retroinformación |
moderada |
alta |
Moderada a alta |
Unicidad del cometido (grado de integración o dominio sobre el producto final |
nula |
alta |
baja |
Si comparamos las formas anteriormente descritas de NFOT, y hacemos un análisis comparativo en base a algunos de los propios factores que caracterizan las NFOT, propuestos en la Encuesta de Diagnóstico de los Puestos de Trabajo desarrollado por Hackmn, R. Y Oldham, G. (1980) y considerados por Capelli y Rogovsky (1994) en el cuadro anterior, obtenemos lo siguiente (Cuadro 2):
Cuadro 2
NFoT / Factores |
Rotación de puestos |
Ampliación de tareas |
Enriquecimiento de tareas |
Grupos (semi) autónomos |
Variedad de tareas |
Nula a baja |
Baja a moderada |
moderada |
alta |
Significado de la tarea |
baja |
Baja a moderada |
Moderada a alta |
alta |
Autonomía individual |
nula |
nula |
Moderada a alta |
alta |
Trabajo en equipo |
nula |
nula |
Baja a moderada |
alta |
Nivel de integración |
Tarea |
Tarea y puesto |
Puesto y área |
Unidad organizativa, partes del proceso o proceso |
Se observa una evolución
desde la Rotación de Puestos a Grupos Autónomos, y el denominador común de ambos
cuadros es la calificación baja que reciben los factores conceptualizados como
los que identifican los cambios de las formas de organización del trabajo
tradicional a las NFOT. Este es un argumento sólido para trabajar las NFO a la
par de las NFOT, pues de lo contrario el avance es muy
limitado.
Sin entrar a comentar cada
factor, hay que destacar la Autonomía "baja" y la Unicidad del cometido o la
Integración "baja" de la Producción Ajustada, con Variedad de Tareas
"moderada" y Significado de las tareas para los individuos "alto" a partir
de una fuerte labor de motivación. Es lo que hemos estado comentando, que la
atención priorizada lo sigue recibiendo la Tarea. No se alcanza la valoración
integral de las Reformas Conductistas.
Al evaluar algunos de los
factores en relación con las NFOT, es evidente que la Autonomía, el Trabajo en
Equipo y el Nivel de Integración, son mayores a medida que se desarrollan
unidades organizativas
que integran nuevos principios de organización y de
dirección.
Tanto en el caso de las
Reformas Conductistas, como en el caso de los Grupos (Semi)Autónomos que pueden
organizarse y funcionar sobre la base de aquellas, es decir, de los principios
de satisfacer las necesidades psicológicas y sociales de los trabajadores, se
destaca el papel activo del trabajador y la función que realiza sobre los
aspectos técnicos de la organización, de tal manera que el carácter del trabajo
es mas complejo y creador, y a través de aspectos sociales sobre los cuales
tiene también decisiones el trabajador, se alcanza el nivel de realización
personal mayor.
En resumen, si comparamos
el modelo de la Producción Ajustada con el de las Reformas Conductistas, tenemos
que el primero limita la Autonomía individual porque es una exigencia técnica
del proceso, ya que las tareas están fijadas estrictamente de antemano, aunque
con algún grado de libertad mayor en los procedimientos en comparación con la
OCT, lo cual la diferencia de la concepción de décadas atrás.
También se puede establecer
que la OCT y el Trabajo en Equipo son concepciones diametralmente
opuestas, aunque el Trabajo en Equipo en Producción Ajustada es bajo también, al
igual que la Unicidad del cometido.
Finalmente, no debemos
olvidar que estos análisis hay que hacerlos teniendo en cuenta que el objetivo
primero de la modernización de la organización del trabajo, o las NFOT, es
elevar el rol de los trabajadores, disminuido al mínimo posible bajo el
taylorismo-fordismo, lo cual hasta donde hemos visto hasta aquí, se logra de
manera limitada e insuficiente. Se impone rescatar y potenciar la Dimensión
Social.
Si se potencian las Capacidades Humanas, se establece Gestión del Conocimiento, se habla de Inteligencia Empresarial, es evidente que debe ser para cambiar la forma en que se trabaja; pero no siguiendo los principios fundamentales tradicionales, puesto que de esa manera no es posible alcanzar la integración bajo formas de humanización del trabajo.
Es significativo como los
empresarios interpretan las NFOT a través del prisma de la Competitividad de
Mercado, de la Calidad, los Costos y los Plazos de Entrega; mientras los
trabajadores lo interpretan, según investigaciones realizadas, en términos de
"humanización del trabajo". Entonces, sigue latente y con mayor fuerza el
planteamiento inicial de hace mas de cuatro décadas.
Si tradicionalmente el
trabajo se organizaba independientemente de los conocimientos del hombre, o
mejor dicho de todas las personas de la Organización, hoy es algo impensable,
puesto que las capacidades y conocimientos son factores que se privilegian.
En este sentido Vincent, J.
M (1995), citado por Antunez, R. (2001) al referirse a la producción del
conocimiento y su transformación en un elemento esencial de la producción de
bienes y servicios, señala que: "las capacidades de los trabajadores de poder
ampliar sus saberes...se torna una característica de la capacidad del trabajo en
general. Y no es una exageración decir que la fuerza de trabajo se presenta cada
vez mas como una fuerza inteligente de reacción a las situaciones de producción
en mutación y al ecuacionamiento de problemas inesperados".
Y el propio Antunez, R.
reflexiona:"...el saber científico y el saber laborativo se combinan mas
directamente en el mundo contemporáneo sin que el primero se sobreponga al
segundo. Las maquinas inteligentes no pueden sustituir a los trabajadores. Al
contrario, su introducción se vale del trabajo intelectual del operario que al
interactuar con la maquina informatizada, acaba también por transferir parte de
sus nuevos atributos intelectuales a la nueva maquina que resulta de este
proceso...este proceso de retroalimentación impone al capital la necesidad de
encontrar una fuerza de trabajo aun mas compleja, multifuncional, que debe ser
explotada de manera mas intensa y sofisticada..."
Dos elementos
imprescindibles desde el enfoque marxista vamos a subrayar de estas citas. La
primera, la razón por la cual se insiste una y otra vez en los últimos años en
la necesidad de desarrollar el llamado "Capital Humano", es decir, inteligencia
y los conocimientos además de las habilidades y destrezas puestos al servicio
del Capital en las sociedades capitalistas; y el trabajador individualizado, si
no se organiza colectivamente conlleva a que todo el conocimiento y la
inteligencia al servicio del Capital se vuelva contra el Trabajo, lo cual
imposibilita en esas sociedades la búsqueda y desarrollo de NFO y de NFOT con
nueva Dimensión Social.
Si las necesidades
psicológicas y sociales determinan el papel del trabajador, es necesario que las
causas del Comportamiento Individual, Grupal y Organizacional sean tratados
desde la integración interdisciplinaria, y se propongan soluciones casuísticas
en cada caso.
Como señala Robbins, S. P.
uno de los destacados autores de la década de los ochenta: "La clave radica en
descifrar en qué condiciones una propuesta resulta correcta o equivocada", como
para que todos se den cuenta de la complejidad de los problemas cuando se trata
de atender al individuo como parte principal del sistema del
trabajo.
Como se señaló con
anterioridad, es necesario puntualizar algunas ideas acerca de un elemento que
se ha considerado por casi un siglo como determinante de la organización del
trabajo, en sus términos iniciales, como la División del Trabajo, y que lo sigue
siendo para las formas organizativas tradicionales.
Es imprescindible superarlo cualitativamente, para introducir, transformar y
desarrollar las NFOT, para desarrollar los enfoques sistémicos de las
NFO.
De esta manera se puede
entender mejor como una NFOT, aunque es mas que eso, es un sistema de trabajo, y
es una NFO, al que es necesario hacer una breve referencia, la Dirección
Integrada de Proyecto (DIP) o "Proyect Management" que de alguna manera se
identifica con los Grupos Autónomos, con gran desarrollo en los últimos veinte
años, fundamentalmente en las actividades de la Construcción e I + D, va
superando la división del trabajo tradicional.
Si recordamos que uno de
los principios fundamentales de la organización del trabajo tradicional hace
énfasis en la simplificación de las actividades, y que las técnicas y métodos
que se utilizan sirven para reducir el contenido de trabajo, pues así se reduce
también el tiempo improductivo, para llegar a un valor (mínimo) de la
unidad de trabajo, no es difícil pensar que la División del Trabajo, que
establece la distribución de las actividades entre los trabajadores dentro del
proceso, sigue esta pauta.
Al establecer tres formas
fundamentales de División del Trabajo, es decir, por Tecnología, por Funciones y
por Calificación Profesional, lo que se está determinando en la intervinculación
de las tres, es realmente la distribución de todo el conjunto de actividades de
trabajo en la empresa o entidad, con relación al proceso de producción o de otro
tipo de actividades. Otro argumento para que se trabaje la NFO a la par de la
NFOT.
La función que realiza cada
individuo, función que puede llegar a identificarse con una tarea o un elemento,
o varios de éstos, según el principio de simplificación de tareas y
fragmentación del trabajo, clasifica a los trabajadores en directos o aquellos
que ejecutan los procesos básicos, y en trabajadores indirectos a los ocupados
en labores auxiliares, como mantenimiento, ajustes, engrase, o limpieza,
calidad, o almacén.
Si se empieza por dividir
el trabajo según los aspectos tecnológicos, y esto llega hasta cada puesto de
trabajo, dentro de cada fase, etapa o ciclo, subproceso, proceso, taller,
fábrica y empresa, no sólo se alcanza la especialización de las divisiones y
subdivisiones, sino la simplificación y fragmentación de las propias
unidades organizativas
cualquiera que sean, que por demás, se multiplican en la misma medida que se
organiza el trabajo mas allá del puesto de trabajo. De manera que hablamos aquí
de la "especialización por fragmentación" que ha predominado durante casi un
siglo, y que es diferente a la especialización por
integración.
En consecuencia, el tipo de
trabajo que realizan los obreros fija la división por calificación profesional,
predeterminando la calificación necesaria; en consecuencia, fija también la
división por funciones. Como lo primordial es la relación del trabajo al proceso
de producción, que determina el carácter de la función que desempeña el
trabajador, y existe estrecha relación entre la división tecnológica y la
división funcional, de manera que una puede llevar a la otra, es la tecnología
la que establece las pautas, o las "necesidades" del
trabajador.
Con las NFO y las NFOT se
debe tratar de buscar y establecer una relación cualitativa diferente entre la
unidad de trabajo y los procesos o unidades organizativas, de tal manera
que la unidad de funciones satisfaga no sólo la dimensión técnica sino las
necesidades psicológicas y sociales de los trabajadores, que le plantea a su vez
nuevos requisitos y exigencias calificatorias y de preparación.
Esta era la intención desde
los primeros planteamientos de las NFOT, aunque puede parecer menos evidente en
las primeras formas. La tecnología, y en aquellos momentos aún se identifica
como tecnología dura, en definitiva se consideraba, y considera aún hoy
día como determinante. Pero incluso así, con la tecnología dura determinando,
las funciones y las calificaciones por avances culturales y educacionales deben
pasar al primer plano, puesto que recordemos que la división funcional y la
división tecnológica interactúan, de manera que se debe establecer una relación
diferente entre la unidad del trabajo y los procesos tecnológicos, sin dominio
de estos últimos.
La relación de tiempos
varía también, hay una relación de tiempos diferente, en que los contenidos de
trabajo suplementarios al contenido básico no limitan o reduce la productividad,
definida correctamente, como actividad racional realizada con efectividad, ni
esta se puede considerar ajeno a ello. De lo contrario, cómo hablar de la
calidad como función de la productividad.
Los avances tecnológicos de
los 60 del siglo XX, impulsaron las primeras NFOT y una División del Trabajo
tecnológica y funcional hasta el punto en que esta no contradecía los principios
fundamentales de la organización de trabajo tradicional.
Evidentemente, surge la
pregunta entonces si se trataba o trata realmente de NFOT, y la respuesta es que
no son pocos los autores que reconocen la ambigüedad del término, sobre todo por
los cambios constantes que se producen en los procesos técnico-productivos, es
decir, en los elementos técnicos del proceso de trabajo.
Al tratar el desarrollo de
nuevas tecnologías y la transformación de los mercados, se presenta la siguiente
situación. Se reconoce que la tecnología microelectrónica y los procesos
mecanizados complejos y automatizados, son más flexibles o permiten mayor
flexibilidad que los procesos tradicionales.
Flexibilidad en el surtido,
puesto que libera el proceso productivo de la rigidez del equipamiento de una
producción en masa, y permite pasar a lotes pequeños de gran variedad de
producción y modelos que responden a las exigencias de los clientes, a bajo
precio, y con el mercado garantizado, puesto que se trabaja sobre la base de los
pedidos de los clientes, que pueden sufrir modificaciones incluso en el propio
proceso de fabricación o ejecución, o transportación del pedido.
Esta es la filosofía de las
ultimas dos décadas, en que se interrelaciona fuertemente la tecnología y el
mercado. Es necesario analizar las consecuencias y posibilidades que ha generado
esta filosofía y los nuevos sistemas de producción para los sistemas de
trabajo.
Pero seguimos hablando de
aspectos técnicos del proceso de trabajo o de modelos productivos y de
gestión.
Es evidente, aunque a veces
no lo es tanto, que el paso de las Estrategia de Producción Masiva, con
productos estandarizados que utilizaban maquinas diseñadas con objetivos
limitados, y sobre todo la baja calificación relativa de la fuerza de trabajo,
que garantizaba un mercado estable y homogéneo, a la Estrategia de la
Competitividad en base a los precios, calidad en el diseño y la satisfacción de
los clientes, que los procesos de trabajo no pueden ser los mismo de
antaño.
Pero, la atención al
hombre, ¿puede seguir siendo la misma de antes?
La Competitividad
trasciende las fronteras de la entidad, y requiere de enfoques amplios de
políticas económicas, financieras, comerciales y de desarrollo de recursos
humanos, en los que se integran las Inversiones y Exportaciones, Capital y
Recursos Humanos, Salarios y Productividad, Política impositiva y monetaria,
Gestión del Conocimiento, Gestión de Información e Inteligencia Empresarial; en
una palabra, se requiere de estrategias y políticas
totalizadoras.
¿Alguien pretende que estas
integraciones pueden lograrse con áreas funcionales tradicionales, sin entender
y atender la interdisciplinariedad y trabajar la transfuncionalidad, lo que
implica cambios radicales de los contenidos de los especialistas y
técnicos?
La heterogeneidad de las
producciones, las exigencias de los clientes, las nuevas tecnologías utilizadas,
las exigencias de preparación cualitativamente superior del personal, obliga no
solo a nuevas estrategias de producción, sino a conjugar estas con las NFOT y
los nuevos sistemas de trabajo en los cuales el factor determinante y el único
importante, es la persona.
El avance relativamente
lento en nuestro país y en el mundo, es producto precisamente de la falta de
capacidad a nivel de las organizaciones para llevar a cabo y desarrollar las
Estrategias Globales totalizadoras; y muchas veces incluso de estrategias que
tengan en cuenta los elementos básicos esenciales de la Cultura de cada
Organización en cada sociedad, como señalan algunos autores.
Por otro lado, y
directamente relacionado con los nuevos sistemas de producción y nuevos sistemas
de trabajo, en conjugación ambos, es innegable que en la mayoría de los países
desarrollados, a pesar de buscar un equilibrio entre la Calidad y los Costos, se
sigue apostando sobre todo a los Costos y a la Eficiencia, por encima de
cualquier otra consideración de Orientación Social, e incluso de la
Calidad.
La elevación de la
profesionalidad, la asunción de nuevos roles por parte de los trabajadores, el
rediseño de los contenidos de trabajo, la reestructuración de los procesos de
producción y del trabajo desde luego que implica Costos, que no siempre se
asumen en toda su extensión.
Muchas veces entran en
contradicción las políticas y estrategias adoptadas en las organizaciones con
las funciones y la estructura y los procesos de trabajo, y mientras se realizan
cambios en un sentido, no se realizan en otro.
Si se adopta una política y
estrategia de la llamada Calidad Total, y una estrategia de descentralizar y de
distribuir responsabilidades, y de otorgar Autonomía hasta la base, pero no se
trabajan en consecuencia las funciones y los procesos de trabajo, o en otras
palabras, no se conjuga la NFO con las NFOT, es probable que se produzca un bajo
aprovechamiento de las potencialidades tecnológicas y pobres resultados
económico-financieros, productivos o de servicios, que se siguen midiendo además
con estrechos criterios técnico-económicos, y se llegue entonces a la conclusión
que se debe a estrategias y políticas erróneas., cuando realmente se trata
muchas veces de la instrumentación.
Si se introducen cambios en
las funciones y la estructura, en los procesos y la preparación de las personas,
y también se sigue midiendo con los mismos criterios tradicionales anteriores, y
se llega a pobres resultados técnico-económicos, entonces se llega a la
conclusión que se debe a los cambios, que pudieran se las NFOT, tal y como lo
recoge ya la historia de las NFOT. Desde luego, que en estos casos los
resultados no se deben ni a las estrategias ni a las políticas ni a las nuevas
formas de trabajo; sino a la falta de integración de los distintos subsistemas,
técnico-social-cultural, y a seguir midiendo los resultados de forma y con
indicadores tradicionales.
Lo cierto es que hay una
tendencia, tanto en nuestro país como en el mundo, de ir transitando
gradualmente a NFOT, o a formas mixtas, dada la gran variedad de situaciones en
las organizaciones, lo cual hace que se combinen métodos de "racionalización" de
la producción con características o rasgos de organización tradicional, con
nuevos elementos que superen las limitaciones e insuficiencias de la
organización tradicional; y también casos en los cuales se gestiona un cambio
radical revolucionario. En todo caso, las nuevas prácticas no se establecen de
la noche a la mañana, y los nuevos desarrollos se miden en
años.
Una y otra vez se verifica
en la práctica que, cuando se comienza el proceso de transformaciones, cuando se
forma una fuerza de trabajo altamente calificada y profesional, esta acepta
difícilmente seguir trabajando en un contexto organizativo, de dirección y
de gestión en lo que el rol individual y como integrante de un colectivo se ve
disminuido o anulado.
Pero recalcamos que la
elevación de la calificación profesional, el rediseño de tareas y funciones, la
importancia concedida a los aspectos sociales y psicológicos en situación
de trabajo, el predominio del elemento Cooperación del Trabajo, rompen con los
marcos establecidos de la organización tradicional, y se establecen las premisas
para desarrollar las NFOT, por lo tanto, es necesario actuar en consecuencia con
las NFO.
Si es ampliamente
reconocido que uno de los componentes fundamentales de gestión moderna es de
tipo comportamental, es necesario reconocerlo incluso a nivel de cargo u
ocupación en las entidades. De los estudios de casos llevado a cabo entre
2002-2003 por el Instituto de Estudios e Investigaciones del Trabajo (IEIT), que
han servido para profundizar en los análisis, solamente una empresa de las
seis en estudio lo tiene identificado, y con varios especialistas a
cargo.
5.2 División y Cooperación
Desde el momento que se
dice División y Cooperación del Trabajo, se están dividiendo estos elementos, y
de lo que se trata es de integrar. Pero al momento de establecer la
simplificación y fragmentación de las tareas, hace más de un siglo, en la misma
medida se requería establecer la cooperación entre las partes, que con el tiempo
y la complejización de las partes, hoy día, resulta prácticamente imposible
coordinar e interconectar la multiplicidad de las partes.
De manera que se impone la
Integración del Trabajo; integración desde el nivel del puesto de trabajo y área
de trabajo como en las primeras NFOT, pasando por talleres, fábrica, y empresa o
entidad, y más allá de la empresa y entidad si se trata de integración
horizontal.
Si el elemento División y Cooperación del Trabajo determina la distribución de las actividades de los trabajadores en el proceso y las formas de agrupación de los mismos, y se establece que es necesario elevar y perfeccionar la Cooperación, significa que es necesario integrar, pero integrar menos elementos; integrar a nivel del puesto de trabajo, a nivel de todas y cada una de las unidades organizativas que se establecen, así como entre éstas. Esto conduce a la integración a nivel de toda la organización de la empresa o entidad, que es la empresa como un "todo".
En la misma medida que se gana en integración, se disminuye el peso de la División del Trabajo, se disminuye la importancia de la influencia y determinación de la División Tecnológica sobre la División Funcional, y aumenta el peso de la colaboración.
Es imprescindible identificar por cada unidad organizativa, o a nivel de la empresa o entidad, en dependencia del avance de la organización:
-las fases y procesos principales de trabajo,
-la complejidad necesaria de los trabajos para integrar funciones, que definirán los contenidos de cada trabajador y del conjunto de trabajadores según la forma de agrupación que se adopte,
- las calificaciones y la
preparación necesarios, para que la agrupación adoptada funcione como un
todo.
También es necesario recalcar, que cuando se habla de la Cooperación, como de un elemento fundamental de las NFOT, deben tratarse temáticas nuevas desde el punto de vista psico-sociológico como son: Grupos, Comunicación, Liderazgo y Motivación que deben ser tratadas como parte del Comportamiento Organizacional inherente a las NFOT.
Grupos-Comunicación-Liderazgo-Motivación
En nuestro país, sobre todo
en las últimas dos décadas, se han desarrollado formas colectivas de
organización del trabajo, con la denominación de Brigadas (Integrales y
Permanentes); conceptuadas como Brigadas Especializadas o de cooperación simple,
integradas por obreros de una sola profesión para realizar el mismo trabajo, y
las Brigadas Complejas o de cooperación compleja, integradas por obreros de
distintas profesiones para realizar trabajos diferentes por su naturaleza, con
las cuales se fue desarrollando el multiofício, la polivalencia, la rotación de
puestos, la ampliación y enriquecimiento de tareas.
Como unidades organizativas y de
dirección, adolecían de los mismos problemas de limitaciones e insuficiencias
referidos en la bibliografía, en cuanto a los factores tratados con
anterioridad, fundamentalmente relacionados con la Autonomía, Comunicación,
Motivación y Liderazgo; es decir, los factores determinantes de las
NFO.
El objetivo de perfeccionar
las formas de producción y de organización, de estimulación, de planificación y
de dirección, para mejorar los niveles de utilización de la fuerza de trabajo,
aumentar la producción y reducir costos, no se cumplió de manera general y
sistemática. Quizás una de las razones pudo haber sido el hecho que se dio
prioridad a la Dimensión Técnica sobre la Dimensión Social, a la Tarea sobre las
Relaciones, lo que se muestra en los propios aspectos
evaluados.
No se midió en el momento
de introducir estas formas, el avance de la gestión y dirección de los procesos,
ni el desarrollo de los recursos humanos, ni el avance de la nueva cultura de
trabajo, o la satisfacción de los aspectos psicológicos y sociales de los
trabajadores. De manera que no se diferenciaba mucho en lo que se hacía en otros
momentos anteriores.
Aunque el objetivo era que
las brigadas fueran de nuevo tipo, tanto en su forma como en su contenido, y que
se basaran en nuevos principios y con nuevos objetivos, tanto las "Brigadas
Permanentes" en la Agricultura como las "Brigadas Integrales" en el resto de los
sectores de la economía tuvieron problemas principales comunes, de los cuales
ellos subrayamos cuatro.
El primero, es la
Autonomía. Por principio en el funcionamiento de las mismas no se constituyeron
ni tuvieron desarrollo como células principales de los colectivos obreros, ni de
la empresa.
El segundo, el factor
Unicidad del Cometido o el dominio que se tiene sobre el resultado o producto
final, o el Significado de la Tarea para el individuo, que fueron establecidos
prácticamente sobre la misma base de la división del trabajo establecido, el
mismo principio de fragmentación y simplificación de las tareas. En consecuencia
había una baja motivación y desestímulo para alcanzar los mejores resultados
finales o los resultados parciales identificables, desde el punto de vista de la
Dimensión Social, magnificando el factor Salario como
estímulo.
El tercero, la constitución
y desarrollo de la Brigada como Grupo. Fue violado constantemente el principio
del tamaño del grupo, para no hablar de Equipo, lo cual incidió directamente en
que no se pudieran llevar a cabo ni desarrollar las relaciones sociales
necesarias.
Y el cuarto, la integración
de funciones de dirección no se llegó a cumplir, por lo que funciones como la de
planificación, y el control, se siguieron ejerciendo desde fuera de la célula
básica, y desde arriba.
De manera que el objetivo
de perfeccionar las formas de producción y de organización, de estimulación, de
planificación y de dirección para mejorar la utilización de la fuerza de
trabajo, aumentar la producción y reducir costos, no se cumplió en
general.
Los objetivos dieron
prioridad a la Dimensión Técnica sobre la Dimensión Social, lo que se muestra a
través de los propios resultados que se perseguían, sin valorar ni medir
el avance de la gestión y dirección de los procesos, ni el desarrollo de los
recursos humanos.
No hay dudas que ha habido
experiencias y un desarrollo incipiente de las NFOT a través fundamentalmente de
las Brigadas, pero sin desarrollos posteriores, y sin romper con los marcos
conceptuales establecidos por los principios fundamentales de la organización
del trabajo tradicional.
Generalmente se ha partido
de la División Tecnológica que ha determinado la división funcional,
manteniendo el carácter del trabajo, y sobre todo el principio del sistema de
control y supervisión tradicional.
En consecuencia, la
definición de nuevas complejidades y de las calificaciones necesarias para su
realización, que es uno de los elementos principales para el perfeccionamiento
de la Cooperación del Trabajo, cualitativamente no ha avanzado lo suficiente,
como para hablar de una tendencia generalizada en que se busca la integración
funcional y espacial del trabajo, que implica la demarcación rígida de las
tareas, la integración vertical y horizontal y la co-responsabilidad del
trabajador, o responsabilidad colectiva, un concepto tan discutido y poco
aplicado.
Una de las estrategias
básicas necesarias para producir los Cambios Organizacionales es la elaboración
de un Sistema de Gestión de Recursos Humanos (SGRH) que permita potenciar todo
el potencial humano con que contamos. No hay que olvidar que la remuneración y
estimulación constituyen un elemento básico de todo SGRH, que es imprescindible
trabajar de manera casuística y como parte de cada sistema en cada Organización
en particular, aún con las características restrictivas y centralizadoras que
tiene el mismo actualmente.
Sin embargo, no se debe
pretender que la remuneración sea ni el centro ni un estanco separado como parte
de la introducción y desarrollo de las NFOT, sino que tiene que concebirse como
parte integrante del mismo para la reorganización empresarial e institucional y
de la adecuación de todos los sub-sistemas a estos cambios.
El tema de la Productividad
del Trabajo no se pude ni debe soslayar. Muchas veces surgen conceptos y
enfoques contradictorios al hablar de NFOT y de la Productividad del
Trabajo. Máxime cuando bajo las "nuevas formas de organización del trabajo" se
han estado y se siguen aplicando procesos de intensificación del trabajo y un
nuevo tipo de alineación en las sociedades capitalistas desarrolladas, cuyos
experimentos y experiencias prácticas llegan a nuestro país bajo la denominación
de "tecnologías blandas" con posibilidades de su aplicación "independiente de la
ideología".
Procesos, formas y sistemas
de trabajo en los cuales se involucra o implica al trabajador, como una
supuesta nueva técnica de participación activa o de socialización, cuando de lo
que se trata es de técnicas de "envolvimiento" de los trabajadores para que
acepten y propugnen por una mayor intensificación del trabajo que realizan, ya
sea con la extensión de la jornada, o a partir de cálculos de jornada flexible,
o supuestas reducciones de jornada como respuesta a problemas de empleo, cuando
de lo que se trata es de menor tiempo de trabajo por trabajador, pero
utilización mas efectiva de la jornada al emplear varios trabajadores en lugar
de uno y mayor rentabilización de las instalaciones y equipos, incluso del
llamado Capital Humano , pero sin que se refleje en los salarios más altos en
la misma proporción.
Recordemos que Marx, al
referirse al Capital, decía: "...disminuye, pues, el tiempo de trabajo en la
forma de tiempo de trabajo necesario, para aumentarlo en la forma del
trabajo excedente; pone, por tanto, en medida creciente el trabajo excedente
como condición del necesario. Por un lado despierta a la vida todos los poderes
de la ciencia y de la naturaleza, así como de la cooperación y del intercambio
sociales, para hacer que la creación de la riqueza sea (relativamente)
independiente del tiempo de trabajo empleado en ella".
Al decir de Antunez, R.: "Exactamente porque el capital no puede eliminar el trabajo vivo del proceso de creación de valores, debe aumentar la utilización y la productividad del trabajo de modo que intensifique las formas de extracción del sobre trabajo en tiempo cada vez mas reducido".
La Productividad del Trabajo sigue siendo en nuestra sociedad un objetivo fundamental de la organización del trabajo social y decisivo para la actividad económica y social del país. Pero no se debe seguir identificando con su medición, con la actividad que realiza el hombre en determinado tiempo, sino sólo aquella actividad racional realizada con efectividad y con el nivel medio social de intensidad del trabajo.
Productividad del Trabajo:
actividad racional realizada con efectividad
Y el nivel medio social