El
área de las comunicaciones móviles, junto con
Internet, es la de crecimiento más rápido dentro
del sector de las telecomunicaciones. En todo el
mundo, a finales de 1999, había 450 millones de
usuarios de telefonía móvil celular y la previsión
es alcanzar los mil millones en el año 2004, una
cifra similar a la de usuarios de Internet, de los
cuales se espera que, al menos, unos 400 millones
compartirán el uso de ambas redes, utilizando el
teléfono móvil como el medio preferido de acceso a
la Red. Esta tendencia es lógica si se tiene en
cuenta que el número de móviles con capacidad
multimedia y de navegación será muy superior al de
ordenadores personales, superando incluso a las
líneas de telefonía fija que existen en la
actualidad. La explicación a este crecimiento del
mercado se encuentra en el rápido avance de la
tecnología, a las oportunidades comerciales que se
asocian con la movilidad personal, y a la bajada
del precio de los terminales y de las tarifas de
conexión y por tráfico.
Este
crecimiento tan espectacular y rápido lleva
aparejado el desarrollo e implantación de
diferentes tecnologías -analógicas como FDMA y
digitales como TDMA y CDMA- y estándares -AMPS,
TDM, NMT, TACS, GSM, DECT o PHS-, muchas veces
coexistiendo en el mismo país, lo que hace que
resulte complicado, además de costoso, dotar de
movilidad universal a los usuarios en sus
desplazamientos. Es por ello que dentro de la UIT
(Unión Internacional de Telecomunicaciones), un
organismo perteneciente a las Naciones Unidas en
el que organizaciones públicas y privadas
coordinan las redes de telecomunicaciones y la
creación de servicios en todo el mundo, se ha
venido desarrollando una nueva solución
denominada, en el año 1996, IMT-2000. El 2000
corresponde al año en que deberían estar definidos
los estándares, entre los que se incluye UMTS
(Universal Mobile Telecommunications System), que
estará plenamente operativo antes del 2005, aunque
algunas fases se pondrán en marcha mucho antes,
como ha sucedido con GSM; las primeras,
previsiblemente, lo estarán a finales de
2001
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MAYOR VELOCIDAD Y MEJORES
SERVICIOS |
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| La
tercera generación de móviles, denominada 3G,
evoluciona para integrar todos los servicios
ofrecidos por las distintas tecnologías y redes
actuales, como GSM, TACS, DECT, RDSI e Internet,
utilizando cualquier tipo de terminal, sea un
teléfono fijo, inalámbrico o celular, tanto en un
ámbito profesional como doméstico, ofreciendo una
mayor calidad de los servicios y soportando la
personalización por el usuario y los servicios
multimedia móviles en tiempo real. La velocidad de
transferencia de datos que la UIT requiere en su
solución IMT-2000 va desde los 144 kbit/s sobre
vehículos a gran velocidad hasta los 2 Mbit/s
sobre terminales en interiores de edificios (cifra
al menos 60 veces superior a la que se tenía hasta
hace poco utilizando un módem y la RTC), pasando
por los 384 kbit/s para usuarios móviles en el
extrarradio, o vehículos a baja velocidad.
Los
servicios 3G combinan el acceso móvil de alta
velocidad con los servicios basados en el
protocolo IP. Pero esto no sólo conlleva una
conexión rápida con la World Wide Web, sino que
implica además nuevas formas de comunicarse, de
acceder a la información, de hacer negocios, de
aprender y de disfrutar del tiempo libre, dejando
a un lado las conexiones lentas, los grandes
terminales y los puntos de acceso fijos. Con la 3G
se pueden realizar múltiples conexiones
simultáneamente desde un mismo terminal móvil.
Así, por ejemplo, un usuario podría conectarse a
una base de datos remota para obtener información
sin necesidad de interrumpir una sesión de
videoconferencia.
Para
que los usuarios utilicen los servicios 3G hará
falta nuevos teléfonos y otros dispositivos
capaces de proporcionar los servicios que se
deseen, desde los de telefonía móvil hasta los de
multimedia (voz, datos y vídeo). Además, en las
redes móviles es necesario introducir nuevos
sistemas de transmisión por radio, cambiar parte
de las plataformas de conmutación y de
transmisión, e incorporar los nodos de servicio
que hagan posibles las prestaciones 3G; algo que
ya está empezando a suceder en las redes actuales
con la introducción de tecnologías intermedias
como WAP o GPRS.
Si el
paso de los sistemas de primera generación
(analógicos) a los de segunda consistió,
básicamente, en el cambio de terminal, el paso de
la segunda a la tercera generación significará,
además del cambio de terminal, el cambio de modelo
de negocio. En este nuevo modelo las aplicaciones
personalizadas/localizadas y multimedia serán las
protagonistas, tanto para los ciudadanos
residenciales como para los empresariales, viendo
los operadores como se incrementa el tráfico en
sus redes y se crean nuevas oportunidades de
negocio.
Existen, además, razones evidentes que
explican la necesidad de introducir la 3G. Por una
parte se encuentra la capacidad de las redes
móviles actuales que sólo permiten albergar un
número determinado y limitado de usuarios, con un
patrón de consumo similar al actual, y que en
cuanto se sobrepasa la congestión de la red se
manifiesta de manera insoportable para los
usuarios. Por otra parte, se encuentra el
incremento de tráfico motivado por la sustitución
del tráfico fijo por el móvil, en cuanto el coste
de las llamadas se reduzca y los hábitos de los
usuarios se modifiquen, necesitándose entonces más
espectro. Y, por último, la aparición de nuevos
servicios, muchos de ellos personalizados, donde
la convergencia con Internet y el aumento de
aplicaciones multimedia supondrá un aumento
significativo de tráfico; tanto es así que los
analistasnalista estiman que supondrá en torno a
un 30% de tráfico adicional en tan sólo dos o tres
años.
Los
fabricantes de infraestructura y terminales
móviles están haciendo un gran esfuerzo para
disponer de los equipos de 3G, ya que ven en ella
una gran oportunidad para el desarrollo de su
negocio y supervivencia a largo plazo. Así, todos
los grandes, como Alcatel, Ericsson, Lucent,
Motorola, Nokia, Nortel o Siemens, enfocan su
estrategia en esta línea y se esfuerzan por
desarrollar los estándares y fabricar los equipos
para que estén a tiempo, además de impulsar el
desarrollo de aplicaciones mediante la alianza con
terceros.
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Para asegurar el éxito de los servicios
3G, se ha de proporcionar a los usuarios unas
comunicaciones muy eficientes, con una alta
velocidad y calidad y fáciles de utilizar. Los
sistemas de 3G deben ofrecer:
- Transmisión simétrica/asimétrica de alta
fiabilidad.
- Hasta 384 kbit/s en espacios abiertos y
2Mbit/s con baja movilidad.
- Uso de ancho de banda dinámico, en
función de la aplicación.
- Soporte tanto de conmutación de paquetes
como de circuitos.
- Acceso a Internet (navegación WWW),
videojuegos, comercio electrónico, y vídeo y
audio en tiempo real.
- Diferentes servicios simultáneos en una
sola conexión.
- Calidad de voz como en la red
fija.
- Mayor capacidad y uso eficiente del
espectro.
- Personalización de los servicios, según
perfil de usuario.
- Servicios dependientes de la
posición.
- Incorporación gradual en coexistencia con
los sistemas actuales de 2G.
- Itinerancia o roaming, incluido el
internacional, entre diferentes
operadores.
- Economías de escala y un estándar global
y abierto que cubra las necesidades de un
mercado de masas.
- Cobertura mundial, con servicios
terrestres y por satélite.
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Hasta
entonces y a lo largo del año 2000, se irá
introduciendo progresivamente GPRS (General Packet
Radio Service) en las redes GSM para incrementar
el ancho de banda del usuario hasta los 115
kbit/s, algo que tienen previsto los tres
operadores actuales de nuestro mercado: Telefónica
Móviles, Airtel y Amena. Con GPRS se facturará por
cantidad de información transferida en lugar de
por tiempo de conexión, como sucede actualmente en
las redes GSM, ya que se da un salto radical,
pasando de conmutación de paquetes a conmutación
de circuitos, con lo que el ancho de banda se
aprovecha mejor. De esta manera podremos estar
siempre conectados, "always on", y eliminar el
tiempo de establecimiento de la comunicación, con
lo que todo irá mucho más rápido.
Gracias a la reciente adjudicación por el
Ministerio de Fomento el pasado mes de marzo 2000
de las cuatro licencias individuales B2 para la
explotación del servicio de comunicaciones móviles
de tercera generación, España se convertirá en uno
de los primeros países en disponer de este tipo de
redes. De hecho, se ha fijado agosto del año 2001
como la fecha para que el servicio esté
implantado, como mínimo, en las ciudades de más de
250.000 habitantes, algo que es todo un reto dado
el estado actual de la tecnología.
La
tecnología de acceso radio, según el pliego de
condiciones, para ofrecer el servicio podría ser
cualquiera de las contempladas en el International
Mobile Telecommunications IMT-2000 (UMTS,
cdma2000, UWC-136...), pero al menos una de ellas
debía estar reservada a la implantación de
sistemas UMTS, en cumplimiento de la decisión del
Parlamento Europeo relativa a la introducción de
un sistema de comunicaciones móviles de 3G
(UMTS/WCDMA). Como todos los operadores han
apostado por UMTS, un estándar apoyado por ETSI,
que lleva más de 10 años de estudio y desarrollo,
existirá total compatibilidad entre las redes
nacionales y, previsiblemente, las que se
implanten en otros países europeos. No en vano,
difícilmente ningún operador se decantará por otra
tecnología, como cdma2000, ya que ésta, aunque
utilizada en Estados Unidos, no representa un
camino lógico de migración de las redes GSM,
mayoritarias no sólo en Europa, sino en todo el
mundo con más de 250 millones de
usuarios.
UMTS
(Universal Mobile Telecommunications System) es
uno de los principales sistemas móviles de tercera
generación que está siendo desarrollado en el
marco definido por la UIT y que se conoce como
IMT-2000. UMTS permite llevar imágenes, gráficos,
comunicaciones de vídeo y otra información de
banda ancha, así como voz y datos, de manera
directa a los usuarios quienes, además, mientras
podrán estar desplazándose de un lugar a otro.
UMTS introduce, además de la movilidad del
terminal y personal, la movilidad de servicios.
Sirva de ejemplo VHE (Virtual Home Environement) o
Entorno de Residencia Habitual, consistente en la
provisión de un conjunto de servicios que tienen
la misma apariencia y forma, con independencia de
la red a la que se conecten los usuarios durante
sus desplazamientos.
Desde
el punto de vista físico, UMTS comprende una nueva
interfaz de aire y un nuevo componente radio. El
objetivo es combinar ambos de forma modular con
los nuevos elementos de red y con los elementos de
las redes fijas y móviles pre-UMTS, en el supuesto
de que estas hayan realizado los procedimientos
previos necesarios para permitir la evolución.
Esta filosofía permitirá que nuevas empresas
establezcan redes UMTS y que los operadores
actuales de 2G dispongan de un camino de
transición suave -pasando por GPRS y EDGE-
mediante la reutilización de parte de su
infraestructura.
No
cabe ninguna duda de que, de acuerdo con los
crecimientos que están experimentando la telefonía
móvil e Internet, si hoy en día las redes móviles
son la forma de acceso de mayor crecimiento,
mañana será la forma de acceso preferida por los
usuarios.
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Europa ha sido pionera en el nacimiento
de la 3G, a través de los programas de
investigación RACE, ACTS e IST, iniciados a
principios de la pasada década, y más tarde
dentro del seno de ETSI. Desde 1998, está en
desarrollo en cooperación con organizaciones de
estandarización en el 3GPP.
En países como Finlandia (Sonera) y Japón
(NTT DoCoMo), muy adelantados en el camino hacia
UMTS, ya se han realizado pruebas de los
sistemas experimentales y se han adjudicado las
correspondientes licencias para los nuevos
operadores de sistemas de 3G. España, por raro
que parezca, será en esta ocasión otro de los
primeros en lanzar el servicio, ya que estará
disponible en poco más de un año, situándose
incluso por delante de países como Alemania y
Reino Unido, que van al menos doce meses por
detrás. En estos países está previsto que se
lancen los concursos de adjudicación en el
verano de 2000 y en el primer trimestre de 2001
respectivamente.
En España, el pasado 13 de marzo se hizo
público el resultado del concurso para la
adjudicación de licencias, que fueron a parar a
Telefónica Móviles, Airtel, Amena y Xfera.
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En la
implantación de los sistemas 3G juega un papel
importantísimo el Foro UMTS (http://www.umts-forum.org/), un
organismo independiente creado en diciembre de
1996 en el que participan casi 170 compañías de 30
países pertenecientes a las industrias
suministradoras de equipos, operadores de
telecomunicaciones y organismos de regulación. El
Foro está comprometido en la formación del
consenso necesario para introducir y desarrollar
con éxito el estándar UMTS y así poder satisfacer
la demanda del mercado de unas comunicaciones
móviles personales de bajo coste y alta calidad.
El
Foro UMTS también actúa como catalizador con las
organizaciones especializadas que tratan sobre
estandarización y espectro, entre otros aspectos,
y mantiene relaciones con organizaciones de
carácter regional y mundial, organismos de
estandarización y otras comunidades reconocidas
tanto de la industria como de
operadores.
Una
aportación, básica, pero esclarecedora e
imprescindible del Foro es la propia definición de
UMTS, dejando aparte sus aspectos tecnológicos,
como "un sistema de comunicaciones móviles que
ofrece significativos beneficios a los usuarios,
incluyendo una alta calidad y servicios
inalámbricos multimedia sobre una red convergente
con componentes fijos, celulares y por satélite.
Suministrará información directamente a los
usuarios y les proporcionará acceso a nuevos y
novedosos servicios y aplicaciones. Ofrecerá
comunicaciones personales multimedia al mercado de
masas, con independencia de la localización
geográfica y del terminal empleado (movilidad del
terminal, personal y de servicios).
Actualmente, del estándar 3G basado en la
evolución de las redes GSM (G-UMTS) se ocupa 3GPP
(Third Generation Partnership Project),/http://www.3gpp.org//, creado en
diciembre de 1998 y formado por grupos de
estandarización de todo el mundo. En concreto,
participan ETSI (Instituto Europeo de Estándares
de Telecomunicación) en Europa, TTC y ARIB
(Asociación de las Empresas del Sector de Radio)
en Japón, TTA (Asociación de Tecnologías de
Telecomunicaciones) en Corea, T1 en Estados Unidos
y CWTS en China, junto a diversos fabricantes y
operadores. La finalidad del 3GPP consiste en
establecer especificaciones abiertas aceptadas en
todo el mundo para garantizar, entre otras cosas,
la itinerancia mundial, mediante la cooperación
entre distintos organismos de normalización
nacionales y regionales. En la pasada reunión de
diciembre del 3GPP en Francia se aprobó el primer
conjunto de especificaciones conocido como "3GPP
release 99", que incluye los servicios básicos
compatibles entre las redes GSM actuales y las
futuras de UMTS.
En
Estados Unidos, de manera similar, la TIA ha
puesto en marcha 3GPP2, con el objetivo de
estandarizar la tecnología de acceso radio
cdma2000, así como las interfaces hacia las redes
centrales ANSI-41.
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En tasa de penetración de móviles,
algunos países europeos han alcanzado cuotas muy
elevadas; en Finlandia, por ejemplo, más del 70%
de la población dispone de un teléfono móvil. En
conjunto, Europa goza ahora de la mayor
penetración del mundo, superando incluso a
Estados Unidos, antes en cabeza. España ha sido
en 1999 el país del continente de mayor
crecimiento, con un 112%. De hecho, se estima
que en mayo se superen los 18 millones de
usuarios, lo que representa una penetración del
45%, muy superior a la de hace unos años pero
aún por debajo de la media de la Unión Europea.
Dada la rapidez con que cambian la
tecnología y los hábitos de los usuarios,
resulta muy arriesgado hacer cualquier
previsión, pero parece ser que existe cierto
consenso entre los consultores en que, durante
los próximos cinco años, el mercado actual de
móviles se triplicará y que los nuevos usuarios
se abonarán en un 25% a los servicios de 3G. Es
decir, GSM continuará siendo la tecnología
dominante, con una cuota de mercado en torno al
50%. Mientras, otros sistemas digitales seguirán
existiendo y los móviles se irán incorporando
con las máquinas para aplicaciones de
telecontrol y telemedida, sin olvidar que WAP ya
será una característica habitual en todos los
nuevos terminales. | |
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