|
A no ser que hayamos
estado viviendo en una cueva por los últimos dos años, seguramente
habremos oído acerca del comercio electrónico, o comúnmente conocido como
e-commerce. Hemos oído acerca de todas las
compañías que ofrecen sus productos por la red. Hemos oído anuncios
en la televisión y radio, hemos oídos los grandes boom de las punto com,
noticias, artículos de investigación y muchas cosas más, pero seguramente
aun no hemos adquirido ningún producto vía Internet, debido a cierto
desconocimiento de este tema. ¿Realmente es tan
importante para la nueva economía este tipo de comercio? ¿Cómo funciona?
¿Es sencillo exportar nuestra idea a este mercado en desarrollo? ¿Qué es
el e-márketing o márketing electrónico? En este artículo intentaremos
dar respuestas a estas preguntas. Primeramente haremos
una descripción general de lo que es el e-commerce. El comercio electrónico se puede definir, en
un sentido amplio y formal, como cualquier forma de transacción o
intercambio de información comercial basada en la transmisión de datos
sobre redes de comunicación como Internet. En este sentido, el
concepto de comercio electrónico no sólo incluye la compra y venta
electrónica de bienes, información o servicios, sino también el uso de la
Red para actividades anteriores o posteriores a la venta, como publicidad,
búsqueda de información, atención pre y post
venta, etc...
En el comercio
electrónico participan como actores principales las empresas, los
consumidores y la administraciones públicas. Así
se distinguen normalmente tres tipos básicos de comercio
electrónico:
Muchos
factores han desembocado en lo que tenemos hoy día. Hasta no hace
demasiado tiempo la interacción social a nivel comercial se efectuaba cara
a cara, por teléfono o bien por correo postal. Sin embargo, gracias a las
innovaciones técnicas acontecidas en los últimos años, se ha producido el
nacimiento de este nuevo tipo de comercio.
|
|
|
| |||||||
Las ventajas del
comercio electrónico son evidentes. El comprador puede ver de manera
rápida todo el escaparate electrónico y no tiene que ir tienda por tienda
en busca del producto deseado. Se optimiza también el tiempo de atención
al cliente, que no tiene que esperar largas colas para ser
atendido. Por su parte, el
vendedor también se beneficia, puesto que puede ofertar sus productos sin
necesidad de mostrarlos físicamente al comprador ni disponer de tiendas
físicas abiertas las 24 horas del día. Otras ventajas del comercio
electrónico podrían resumirse en:
Pese a todo, también
es cierto que este tipo de comercio presenta sus inconvenientes, algunos
de ellos potencialmente peligrosos y todavía por solucionar. Entre ellos,
el más importante es la falta de seguridad en los procesos de
compra-venta. En el caso del
comercio tradicional, como se ha indicado anteriormente, las mayoría de transacciones se efectúan cara a cara, por
teléfono o por correo. Todas estas actividades pueden considerarse
intrínsecamente seguras. Sin embargo, en el
caso del comercio electrónico, la interacción entre comprador y vendedor
se realiza a través de una red abierta, que no puede en sí mismo
considerarse un canal de comunicación seguro a menos que se adopten
ciertas medidas de protección. El estudio y
desarrollo de estas medidas de protección es precisamente uno de los
objetivos fundamentales del comercio electrónico del futuro. Algo hemos
hablado en artículos anteriores acerca de la criptografía. Ésta
proporciona al comercio electrónico las herramientas necesarias para
garantizar la seguridad. Sin embargo, el
problema de la identificación o autenticación todavía no está del todo
resuelto. A este respecto, conviene señalar que una de las situaciones más
preocupantes actualmente es la publicación de los datos personales y
confidenciales del comprador. como el número de
su tarjeta de crédito, en Internet. Otro tema pendiente
de resolver es el de cómo obtener los resguardos que permitan realizar
posteriores reclamaciones tanto al comprador como al vendedor en el caso
de que alguno de ellos se sienta perjudicado. Estos problemas provocan el
recelo de los compradores y evitan el boom
definitivo de las compras "on line". un medio totalmente
abierto como es Internet. |
|
| |
|
| |
A pesar de este dato,
gran cantidad de empresas españolas están realizando actividades
relacionadas con el llamado comercio electrónico o e-commerce para intentar llegar a los niveles de otros
países y zonas europeas. Según un estudio
realizado por consultoras de primera línea en relación con la provisión de
servicios a través de Internet en España, existe un tanto por cien muy
elevado de empresas que se muestran reticentes al uso de los métodos del
comercio electrónico. Tan sólo un 10 % se muestra muy
favorable. ¿A qué se debe esto?
La reticencia se incrementa por la necesidad de reorganizaciones dentro
del seno de la empresa dadas las especiales características del e-commerce. En la actualidad, Internet se utiliza en los
campos del comercio electrónico de una forma unidireccional que limita sus
posibilidades. Esta unidireccionalidad se basa en la mera transmisión de
información sobre los productos que ofrece la compañía, así como sobre
ella misma. De este modo, se imposibilita una interacción que permita la
adquisición de productos por medio de la red. Una de las
principales formas de implantar el comercio electrónico es, precisamente,
favorecer esta interacción multidireccional.
Algo que, por el momento, no termina por valorarse. Otro factor positivo
que no termina por tenerse en cuenta es el que determina las relaciones
empresa-empleado a través de las intranets, o redes privadas.
Un uso óptimo de este
modo de comunicación favorecería la mejora de los procesos internos de la
empresa y la paulatina implantación de nuevos modos de comercio. Y no
solamente son las empresas las que tendrían que abrirse hacia nuevos
conceptos de mercado. Los mismos
consumidores también deberían prepararse para la aceptación y uso de estos
nuevos mecanismos de intercambio comercial. Pero para que esto se pueda
dar, se hace necesaria una renovación legislativa que proteja los derechos
y colme las necesidades de los consumidores. Para que esto cambie,
se han intentado hacer algunas iniciativas. Tan aconsejable es moverse
rápido e intentar desarrollar nuevas ideas en la venta de productos por
Internet como apoyar las ofertas en servidores que ofrezcan hospedaje para
darles mayor credibilidad. Otra iniciativa
interesante es la de marcar diferencias entre los productos ofrecidos
"on line" y los que
pertenecen al ámbito fuera de la red Internet. De ese modo, se favorece la
idea que sólo se puede encontrar un producto a través de la
Red. Por ejemplo, hacer
uso de precios más rebajados, ofrecer un servicio satisfactorio o crear
modos de transacción flexibles que se ajusten a las necesidades de cada
posible cliente. En todo caso, debe aprovecharse el imponente elemento de
interactividad que ofrece el uso de Internet. Otra característica
de las nuevas tecnologías es que, desde hace poco tiempo, el comercio
electrónico no es sólo Internet. La recién desarrollada tecnología Wap o Internet para móviles puede aprovecharse para
realizar ofertas de e-commerce. Y es que,
cualquier nueva tecnología, es buena para desarrollar un intercambio
comercial. | ||
|
| ||||||||||||
|
| ||||||||||||
En este apartado
presentaremos una clasificación que se realiza teniendo en cuenta todo el
proceso de comercio entre el cliente y el proveedor y que lo podemos
dividir en varios puntos diferenciables
dependiendo de algunos aspectos.
El primer paso en el
comercio electrónico consiste en trasladar a Internet el negocio que la
empresa posee en el mundo real. Para ello, la empresa publicará en la Red
el catálogo de sus productos o de sus servicios. Generalmente, la empresa
venderá sus productos agrupados en diferentes categorías de
precios. Los productos que
mejor se adaptan a este modelo son los que prácticamente carecen de
intangibilidad, como por ejemplo, billetes de avión, entradas de
espectáculos, discos compactos, libros, software, herramientas, comida,
coches, etc... Otros servicios que
no se centrarán necesariamente alrededor de los productos en venta
complementarán la venta. Por ejemplo, en un sitio Web donde se vendan
corbatas puede aparecer información adicional acerca de los distintos
modos de realizar los nudos de corbata. Los consumidores
esperan que los precios de los productos en línea sean inferiores que los
correspondientes a las compras tradicionales. Como ejemplo, los libros en
la Red suelen venderse con un descuento, o bien no suelen incluir cargos
adicionales por el transporte. Con respecto a los
servicios disponibles en Internet, especialmente los servicios
relacionados con la información, hay que señalar que los consumidores
consideran que han de ser gratis. De esta manera, los nuevos servicios que
aparecen en la Red, como los periódicos on line suelen ser inicialmente gratis, para
posteriormente desarrollar servicios adicionales de pago.
Un centro comercial
electrónico (en lo sucesivo CCE) ofrece un sitio Web común donde se
albergan distintas tiendas electrónicas. Debido a que el propietario del
CCE realiza sus propias campañas de publicidad, es esencial para el
propietario de la tienda electrónica elegir el CCE más adecuado a sus
intereses. Un buen CCE, entre
otras cosas, poseerá una marca reconocida, una buena estrategia de
marketing y un sitio Web que conduzca de forma rápida a las distintas
tiendas electrónicas que allí se alberguen. Además contendrá la proporción
adecuada de tiendas de distintos tipos, además de ofrecer valor añadido
por medio de informaciones sobre los sectores en los que se agrupan las
tiendas. Volviendo al ejemplo
anterior de la tienda de corbatas, su propietario podría elegir o bien
pertenecer a un CCE formado por tiendas de moda, o bien pertenecer a un
CCE formado por tiendas de artículos especializados. El CCE puede cobrar
una cantidad fija por albergar la tienda o un porcentaje de las
transacciones realizadas.
La subasta
electrónica es un modelo de gran éxito en Internet. Dentro de las
categorías de Comercio Electrónico, puede utilizarse tanto en B2B como en
B2C. Y teniendo en cuenta la atención que este modelo genera, puede
también integrarse en tiendas electrónicas convencionales. Los productos
vendidos en una subasta electrónica pueden ser:
Al igual que en un
CCE, una subasta electrónica suele aglutinar una gran cantidad de
vendedores. El responsable de la subasta o intermediario suministra
los mecanismos necesarios para la exposición de los objetos y para las
pujas. El intermediario normalmente cobra un porcentaje prefijado de la
transacción al vendedor. | |||||||||||||
|
| |
|
| |
Seguramente en los
próximos años veremos el boom definitivo del
comercio electrónico, con lo que las previsiones actuales se sobrepasarán
y las compras en Internet no serán tan extrañas como lo son en este
momento. Un mundo en el que
compremos todo por la Red es difícil de imaginar, y seguramente no será
así pero lo que está claro es que para muchas cosas el desplazarse se va a
acabar, con lo que disfrutaremos de una mejor calidad de vida como
compradores. Mejoras en la
competencia, comprar a la hora que nos apetezca y con precios más
reducidos son las ventajas que disfrutaremos en el nuevo comercio
electrónico que veremos en el futuro próximo.
| ||