Aunque
es indudable que el seguimiento de la competencia es algo tan
antiguo como el origen de los negocios, el reto de la inteligencia competitiva consiste
en establecer un mecanismo que gestione la recogida, el
análisis y la difusión de la información del entorno
competitivo de forma eficaz.
Cuando
estos conocimientos son utilizados en los procesos internos de
decisión, como testimonian diferentes empresas, el
resultado es que la estrategia de la compañía se ve
fortalecida de muy diversas formas.
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