Magos y Guerreros
El caballero de valar
Aquella cueva no aprecia estar bien vigilada, pero tras
decidir que entraríamos, ninguno nos echamos atrás, excepto las
amigas de Megara, que decidieron quedarse.
Saltamos corriendo al ataque, matamos a los que vigilaban las
puertas, y al entrar una gran puerta que no estaba sé cerro a
nuestra espalda, de pronto todo cambió, de lo que era una cueva
fría y asquerosa, se convirtió en un castillo de los más
grandes que jamas había visto. Decidimos seguir el silencioso y
por eso escalofriante pasillo, pero de repente se escucho un
aullido.
- Duke dile a tu lobo que se calle.- Diijo Gorb.-
- Siento decirte que mi lobo sé a quedaado a fuera.
- Mi mapache también.- dijo Viola.-
>
- ¿Entonces que a sido eso?.- Dijo Mab..-
- Si no es un lobo, pero aúlla como un lobo... ¿será una
loba?.- Pregunte yo.-
- Quieres hacer el favor de ponerte serrio Adok.- Dijo Viola.-
- ¿Cómo que una loba?, del bocao que tee voy a meter vas a pasar
a ser una niña.- Dijo un hombre lobo que apareció delante
nuestro.-
- Bocado, niña, es mentira como me vas a convertir en niña dándome
un bocado ¿eh?.- Dije yo mientras le señalaba.-
- Adok si te muerde en los... - me expllico Hermes.-
- Ah que se refiere a eso, pues no dejaare que te acerques a esa
parte de mi cuerpo.- Grité yo mientras desenvainábamos a la vez
el monstruo y yo. Dimos un salto, y cruzamos nuestras espadas en
el aire, los dos atacamos a la misma vez que defendíamos, jamas
imagine que un hombre lobo pudiera ser tan ágil y tan fuerte a
la vez, cuando me puse en situación de ataque después de caer,
el ya estaba atacando, era impresionante, luchaba con una maestría
impresionante, era sin duda un gran adversario.-
- Luchas bien para ser un Elfo.- Dijo éél-
- Gracias, tu no lo haces mal.- Responddí yo.- Pero te ganaré de
todas maneras.-
- Lastima que no vivas para contarlo.- Respondió el.-
- ¿A que te refieres?.- Pregunté yo.-
- ¿No es posible? Mientes.- Dije yo. Loos dos nos lanzamos al
ataque pero antes de quem yo pudiera estar a 2 metros de el,
apareció Duke y desenvaino una espada Elfica.- Duke, ¿qué
haces?, Y ¿de donde has sacado la espada?.-
- Detenerle, y de un viejo, antes de irr al primer castillo, la
reservaba para una ocasión especial, y esta es, vosotros iros
que de este ya me encargo yo, debéis impedir que su jefe, haga
lo que se propone.- Dijo el.-
- Pero Duke...
- Iros, no me reproches.- Dijo él acabaando la discusión.-
- Ten cuidado.- Dije yo. Y emprendimos camino.-
- A donde os creéis que vais insectos.-- dijo el monstruo poniéndose
de un salto delante nuestro.-
- Tu adversario, soy yo.- dijo Duke mieentras empezaba a luchar
con él impidiéndole detenernos. Y nos fuimos pasillo abajo,
dejando a Duke atrás, llegamos a una gran sala, bien iluminada,
pero aparentemente vacía, pero de pronto, aparecieron unos
monstruos alados, eran grifos. Sacamos las armas todos.
- Ahora es nuestro turno, marchados y ssalvad el mundo.- Dijeron
Hermes y Mab y se pusieron a luchar contra las bestias, nosotros
ya no sabíamos que hacer, pero nos pusimos a luchar con ellos,
eran demasiadas, pero entonces, Hermes me pegó un puñetazo.-
Iros marchaos y haced lo que tenéis que hacer.- Dijo Hermes
gritando.- Así que seguimos dejándolos allí, al poco rato
bajamos unas escaleras, y nos encontramos con muchos Balrogs.
- Aquí lucharemos todos no nos separareemos.- Dije yo.-
- No nos que da otro remedio Adok así ees la vida.- Me respondió
Gorb con una serenidad y una seriedad que no eran propias de él.-
- Pero que necesidad hay podemos acabarr con ellos y después
cargarnos al jefe, ¿porque no lo hacemos así?.- Pregunté yo,
pero la mirada que Gorb me echó lo decía todo y no me dejó
otra opción que hacerle caso, así que se quedaron Megara y él,
mientras nosotros tres seguíamos adelante, al llegar a un
estrecho pasillo tuvimos que ir en fila de a uno, nadie dijo nada
al terminar el pasillo, nos encontramos otras escaleras, no podíamos
pasar por otro sitio, era como si el camino estuviera marcado,
como si no tuviéramos mas remedió que seguir adelante, yo no
hacia otra cosa que pensar en mis amigos, en lo valientes que habían
sido al quedarse solos ante aquellos monstruos y enemigos, y me
daban ganas de volver para ayudarlos, pero mi espíritu me decía
que tenia que seguir adelante, que después de lo que ellos habían
echo tenia que seguir y vencer a aquel jefe.
Llegamos a una puerta, entramos y tras ella había una habitación
redonda y al fondo una puerta, estaba muy bien decorada, con
cuadros magníficos, y una lampara excepcional, entonces la
puerta del fondo se abrió, y de ella salió alguien que no nos
esperábamos para nada, era Ala, nos que damos asombrados.
- ¿Qué haces aquí?.- Pregunté yo.-
- He venido para mataros.- Respondió ellla con una mirada fría y
espeluznante y tras ella salieron un montón de vampiros,
sedientos de sangre y ansiando matarnos a todos.-
- Pero, ¿por qué, que te hemos hecho noosotros?.- Dijo Arene.-
- ¿Es que no eres consciente de que desstruirá a todo el
mundo?.- Dije yo.-
- Dejadme malditos insectos, el poder qque me dará el poderoso
comparado con vosotros no es nada, os convertiréis en cadáveres
y yo seré poderosa ¿y, además para qué quiero a la gente,
teniendo el poder?.
- La pregunta no es ¿para que quieres aa la gente teniendo el
poder?, La pregunta es, ¿para qué quieres el poder si no tienes
a la gente?.- Dije yo.-
- ¿A que te refieres?.- Dijo ella.-
>
- Me refiero a que aras con el poder sii no estará nadie para
admirarlo, ni para luchar contra él- Me explique yo.-
- No, no, no, no, noooooo!!!!!!!!!!!!!!!!, ¡Mientes asqueroso!,
no me convencerás con tus trucos morirás sin remedio alguno.-
- A mi no me da miedo morir, a mí en tuu lugar me daría miedo
vivir, vivir sola.- grite yo.-
- No conseguirás nada Adok, no atiende a razones, vete.- Dijo
Arene.- es lo mejor nosotras nos ocupamos de estos.
- Pero, chicas...
- Vete.- Dijo Viola, y después me besó y lanzó su Chakran,
abriéndome paso, nos miramos y salí de la habitación lleno de
furia, con migo mismo, corrí con todas mis fuerzas por otro
pasillo mientras todavía escuchaba los gritos de agonía de los
Vampiros. Estuve subiendo escaleras bastante rato, pase bastantes
pasillos, no paraba de pensar, en mis amigos, en lo que tenían
que estar pasando, en todo el valor que tenían, en todos los
momentos que habíamos pasados juntos, cuando éramos niños, mi
primer beso con Viola, y muchos mas recuerdos alegres, también
los peligros que habíamos pasado juntos, a tantas y tantas
aventuras a las que habíamos sobrevivido, una lagrima callo por
mi rostro, una lagrima de alegría, no me había dado cuenta de
los amigos tan buenos que tenia, de lo afortunado que era por
compartir tantos recuerdos con ellos, y de lo que les debía a
todos y cada uno de ellos, y eso era lo que me daba ánimos y lo
que me impulsaba a seguir adelante, y a cumplir con lo que ellos
me habían confiado, me sequé la lagrima y seguí corriendo,
atravesando una sala grande y llegando a una puerta enorme, era
como tres veces yo, empujé la puerta con todas mis fuerzas, y
por fin se abrió, tras ella estaba todo oscuro, entre y a pesar
de mi vista de Elfo, no conseguía ver nada, la puerta se cerró
tras mis espaldas, di un paso hacia delante, tenia que palpar con
las manos, para no chocar con nada, dado que no sabía que forma
tenia la habitación, ni que tipo de muebles podía haber, de
repente se escucho algo, y un montón de antorchas se encendieron
dejando al descubierto la habitación, era cuadrada, con una gran
alfombra que llegaba hasta un Asiento donde estaba sentado
alguien, no se le veía la cara.
- Bienvenido.- Dijo el hombre, pero exttrañamente su voz me
sonaba.-
- ¿Quién eres?.- Pregunté yo.-
- Te dije que nos presentaríamos algún día.- Respondió él-
- ¿Eso significa que te conozco?.- Preggunté yo.-
- Solo te suena mi voz, esperaba que mee reconocieras.
- Eres, eres...
- Por fin me conoces.- Dijo él.-
- Eres el viejo que aparecía por las nooches.- Dije yo.-
- Si, veo que te acuerdas de mí- Responndió él-
- ¿Y tengo que luchar contra ti?.- Preggunté yo.-
- Si quieres salvar el mundo, sí- Respoondió él-
- Pero si tú me aconsejabas, pero si grracias a ti nos salvamos.-
Dije yo.-
- Quería asegurarme que llegabas bien hhasta aquí, y le añadí
un poco de acción.- Dijo.-
- ¿Quieres decir, que lo del dragón eraa mentira?.- Pregunté.-
- Lo del dragón si, lo del Nazgul no, eera real, temía que no
pudierais matarlo.- Dijo él como burlándose.-
- ¿Y todo esto?.
- Es real, tus amigos pueden vivir o poor el contrario morir, eso
depende de ellos.- Dijo él.-
- Eres un maldito...
- Yo, de ti, no me insultaría, puedo maandarte al cielo con un
chasquido de dedos.- Dijo él amenazando.-
- Todavía no, aun no a pasado la hora qque té falta para ser el
hombre más poderoso del mundo.- Dije yo.-
- ¿Y tu como sabes eso?.- Dijo él en unn tono de sorpresa.-
- Parece que tu lobo no tiene la boca llo que se dice callada.-
Respondí yo.-
- No importa, te mataré, o no, yo no tee mataré, no eres digno
de probar mi espada, y posiblemente no serás digno de probar las
suyas, pero alguien tiene que hacerlo.- Dijo él.-
- ¿A quien te refieres?.- Pregunté yo.--
- A mis mejores guerreros, Salid.- Entoonces dos hombres, los dos
vestidos de negro salieron de detrás del trono, eran idénticos.
Ni un solo detalle les diferenciaba.- Te los presento, se llaman
Zarius y Zirius, son gemelos, así que se compenetran muy bien,
me gustaría ver como los ganas, pero me temo que ha llegado tu
fin.- Dijo él muy seguro.-
- Cantas victoria demasiado rápido.- Diije yo.-
- Acabar con el.- Dijo él. Entonces loss dos desenvainaron a la
vez y se lanzaron al ataque.
- Los enviáis a morir.- Dije yo. Eran rrápidos, casi no me había
dado tiempo de desenvainar cuando ya los tenia encima, pero ellos
no tuvieron en cuenta que soy un Elfo, salte esquivándolos, pero
volvieron a atacar, empezamos a luchar, debía tener todos los
sentidos alerta, ya que eran dos y muy hábiles con la espada, me
costaba luchar contra los dos a la vez, mi estado era critico, ya
casi no podía defenderme, aunque conseguí golpear a uno, el
otro me desarmó, así que cuando intento clavarme la espada en
el estomago, me la esquive acercándome hasta la mano, con mi
mano derecha le sujeté la muñeca, mientras que con la mano
izquierda le arrebataba su misma espada le empujé tirándolo con
el otro que todavía estaba en el suelo, les tiré la espada,
Atravesándolos a los dos, y consiguiendo vencerlos a la vez,
corrí a coger mi espada, y cuando la tuve en la mano miré hacia
el trono, el viejo todavía seguía sentado, sin casi inmutarse,
se levantó y desenvaino una espada grande y poderosa.
- ¿Por fin lucharas tú?.- Pregunté yo een un tono como de burla
con el propósito de ponerle nervioso, y así hacer que cometiera
un fallo.-
- No lo cometeré.- Dijo él dejándome soorprendido.-
- Eso es trampa, no vale leer los pensaamientos del contrario.-
Dije yo quejándome.-
- Las cosas son como son y tú debes morrir.- Dijo él amenazándome.-
- Tal vez, pero antes de empezar a luchhar me podrías decir, como
té ya mas, me gusta saber con quien lucho, y ya que me vas a
leer el pensamiento, me gustaría descansar un minuto.- Dije yo.-
- Me llamo Fakcrok.- Dijo él.-
- Sabes, lo más triste es que de todos los seres malvados y
horribles que hay, un humano sea el que lleve acabo este maléfico
plan.- Dije yo.-
- "Que tierno" y ahora muere..- Dijo él mientras me
empezaba a atacar, empezamos a luchar, pero adivinaba todos mis
movimientos, era imposible ganarle, sabia lo que hacer en cada
momento, estaba perdido luchaba como podía pero el era superior,
tenia clara ventaja, además, estaba cansado por el combate
anterior, pero entonces se me ocurrió una cosa, luchar
simplemente por el impulso, simplemente reaccionar al ataque y
contraatacar sin pensar, como tantas veces lo había echo, y así
lo intenté.- No te servirá de nada, no puedes poner la mente en
blanco.-
- ¿De veras?.- Dije yo mientras me relaajaba. Entonces él atacó
de nuevo, y yo realmente, empecé a luchar sin pensar lo que
hacia, eran tantas batallas libradas, y lo que mi maestro de
lucha me enseño, que pensara con el corazón y no con la mente,
cuando un adversario era sin duda mas listo que yo o tenia una
seria ventaja, que mi corazón sabría lo que hacer, luchamos sin
cesar, estabamos igualados, él no tenía la técnica suficiente,
sin su ventaja, era imposible que me ganara, yo sabía que tenía
que acabar rápido, el tiempo no paraba y si él conseguía
hacerse el mas poderoso, ya no tendría remedio, así que me
decidí por terminar con él pero cuando iba a hacerlo, algo me
lo impidió, no podía matar a alguien que no tenía Mi categoría,
seria como matar a alguien desarmado y no pude matarlo.
- Levántate.- Dije yo.-
- Osea que es por eso por lo que no pueedes matarme.- Dijo él.-
- Si, pero sabes de sobras que puedo accabar contigo, date por
vencido, deshaz el conjuro y vive para poder intentarlo de
nuevo.-
- No puedes matarme, puedo hacer lo quee me dé la gana.- Dijo él.-
- No lo intentes.- Dije yo. Entonces mee lanzó un cuchillo en
cuanto lo sacaba, y se me clavó en el hombro.-
- Tu piedad lo ha echado todo a perder..- Dijo él.-
- Tal vez si, pero sabes lo que me dijoo, mi maestro.- Dije yo.-
- ¿El que?.- Dijo él.-
- Que cuando matara a un ser maligno, nno pensara en quien mataba,
sino en cuantas... - Y antes de pronunciar la última parte, le
lancé la espada, sin darle tiempo a esquivarla y dando de pleno
en el blanco.-... personas salvaba.
Él murió con mi espada atravesándole, me levante, me quite el
cuchillo del hombro, le desclavé mi espada, y cuando la estaba
enfundando, paso algo impresionante, empecé como a volar y en
vez del castillo, de pronto me encontré en un palacio bellísimo,
y de pronto en mi mente, aparecieron un montón de imagines, una
en la que Duke partía en dos al hombre lobo, otra en la que Mab
hacia un conjuro, lo enviaba a la espada de Hermes, el cual
exterminaba a un montón de Balrogs, otra en la que Gorb y Megara
mataban sangrientamente a los últimos grifos y una última en la
que Arene mataba con un fuerte conjuro a muchos Vampiros,
mientras Viola mataba a Ala. Entonces, llegué a un sitio donde
había una mujer hermosa.-
- Soy Valar, reina de la luz, te doy laas gracias por haber
salvado el mundo de ese ser, aquí están tus amigos, entonces
mis amigos aparecieron, abracé y bese a Viola, después salude a
los demás, estaba muy contento.-
- Gracias, por reunirnos a todos.- Dijee yo.-
- Es lo mínimo que podría hacer, pero mme gustaría que te
quedaras aquí con nosotros para enfrentarte contra todo ser maléfico
que aceche el mundo.- Me propuso ella.-
- Con todos los respetos, yo no soy de este mundo y además no lo
hubiera conseguido, sin mis amigos.- Respondí yo.-
- De acuerdo, pero si no tienes inconveenientes te nombraré mi
caballero.- Dijo ella.-
- Seria un honor.- Dije yo. Entonces ellla con una espada de
cristal, me nombró caballero.-
- Deberás proteger el mundo de cualquieer ser maléfico, por
insignificante que sea, ¿aceptas la tarea?.- Preguntó ella.-
- Sí la acepto.- Dije yo.-
- Levántate, ya eres caballero, graciass a tu gran corazón has
vencido, mereces un premio, te concedo un único deseo.- Dijo
ella, me quede pensativo un momento.- ¿Sabes ya que deseas?.
- Si, deseo que el príncipe Artemis vueelva a la vida, para poder
continuar su boda.- Dije yo.-
- Deseo concedido, ya está, y ahora os dejaré, en un sitio que
os gustará.- Dijo ella.-
- Gracias por todo, siempre estaré a suu servicio.- Dije yo.-
- Hasta pronto.- Dijo ella, y entonces aparecimos en la boda,
vestidos adecuadamente, miré al príncipe Artemis, miré hacia
la muralla, pero en esta ocasión no vi a nadie, después miré
hacia la silla de Ala, pero tampoco estaba, la boda termino.-
- Chicos, ¿ha sido un sueño?.- Preguntéé yo.-
- No, creo que ha sido realidad.- Dijo Duke.-
- ¿Entonces, es cierto que soy un caballlero de Valar?.- Pregunté
de nuevo.-
- Y él más guapo.- Respondió Viola, y ddespués me besó, me
sentí el hombre mas afortunado del mundo.-
- Chicos, somos los responsables de quee la paz halla vuelto.-
Dijo Hermes.-
- Sí, ¿y ahora que?.- Pregunté yo.-