Me acuerdo de todo lo ocurrido como si hubiera sido ayer...
Es el año 2023, la tercera guerra mundial ya a explotado, duro
desde el 2017 hasta el 2020, la Tierra no es como se esperaba la
gente, no hay ni coches volantes ni naves espaciales, pero si no
hemos construido aun ni la base lunar! Después de la guerra el
mundo canvió, ya no existen poderes políticos, puede que si,
pero bien escondidos tratando de captar adictos como si de una
religión se tratase, haciendo ellos su propio mundo y como ellos
dicen, su propia paz. Lo único que hay que pueda dominar un país
son las corporaciones, mientras mas dinero tenga la corporación,
mas poder tendrá sobre el país. En estos años todo el mundo
lleva alguna arma encima, el que no lleva es que esta loco, pero
si ya ni la policía se preocupa, ya que esta comprada por la
corporación y esta manda sobre ellos. En una cosa si que hemos
avanzado, la tecnología ha superado lo esperado, la gente si
quiere se puede convertir en robot, existen diferentes tipos de
ciberimplantes que cada uno puede escoger a su gusto, desde un
brazo biónico hasta propias bibliotecas de archivos en tu
cabeza, pasando por visión térmica y muchas cosas más ¡joder,
pero si terminator es pura chatarra! Ya no es posible encontrar
edificios de mas de 8 plantas, a no ser que sea de la corporación,
ya es casi imposible de encontrar alguno de 6... los trabajos
decentes se puede decir que ya han pasado a la historia, todo el
mundo engaña a alguien, vende al mercado negro, compra mercancía
robada, vende órganos, hasta la policía vende armas a la mafia
mientras esta les deje en paz. Os estaréis preguntando quien soy
yo, me llamo Alpha, mi trabajo consiste en una especie de
recadero, se podría decir que parezco un mercenario pero no es
así. Los mercenarios trafican, matan, violan incluso provocan
atentados solo por el dinero o por placer, yo no soy así, tengo
algún parecido, pero todo lo hago por algún propósito. Por
suerte tengo un gran grupo que me ayuda, pero primero empecemos
por mí, ya os he dicho mi nombre, tengo 21 años, como os he
dicho soy una especie de mercenario, eso quiere decir que tengo
conocimientos en armas y artes marciales, no os penséis que es
mucho, la mayoría de la gente sólo con ponerse un simple chip o
un ciberimplante superan a Bruce Lee. Manejo bien las pistolas,
las armas automáticas y las espadas como la katana, de arte
marcial conozco el kick-boxing, ahora os voy a explicar como soy
físicamente, tengo el pelo corto, color rubio castaño, los ojos
marrones claros, mido 1,83 y peso 62 kg. El siguiente componente
del grupo, se llama Horus pero le llaman Izard, este es su apodo
en la red y en el grupo le llamamos Horus. Izard es un hacker, su
trabajo consiste en infiltrarse en los ordenadores que nos
interesen, coger los datos pertinentes, burlar su seguridad y
irse sin dejar ni rastro, eso si, siempre con su apodo Izard
escondido en algún archivo. Tiene 19 años, mide 1,84, pesa 61
kg, tiene el pelo rubio a capa y los ojos verdes, le gusta vestir
informal, tejanos rotos, chaquetas de cuero y esas cosas. El
chico es un poco rarete ya que tiene varios ciberimplantes, su
capacidad de memoria ha sido ampliada, tiene varias conexiones en
el cuerpo para poderse conectar a cualquier ordenador o
ciberterminal de la ciudad (son ordenadores para poder pedir un
taxi, saber la hora de los cines, etc., pero si lo usas bien
puede servir para mas cosas), la cual cosa le permite guardar en
su cabeza toda la información necesaria y después transferirla
a disket o CD. Solo hay una cosa mala, la ampliación de memoria
para podérsela poner necesitaron borrar algunos de sus
recuerdos, se borró los mas antiguos, ya que ni el mismo los
recordaba, son esos recuerdos de cuando eras un bebé. Siempre
lleva su ordenador portátil encima y unos cuantos Cds. La verdad
es que en estos tiempos Horus nos sirve de mucha utilidad. Después
viene Jose, pero todos le llamamos Chema, tiene 23 años, tiene
el pelo castaño con mechas rubias, los ojos marrones, mide 1,78
y pesa 58kg, no es de complexión fuerte, sus armas preferidas
son las pistolas, imagino que por eso se puso ciberreflejos, los
ciberreflejos te permiten ser mas rápido de lo habitual en tus
movimientos, si tienes experiencia incluso puedes llegar a
esquivar balas, cuando un hombre normal podría disparar 4 balas
en un segundo, el las dispara en menos, el siempre lleva sus dos
pistolas a mano, las lleva a las espaldas. Ahora viene Omega,
tiene 25 años, parece el mas fuerte de los 4, pero las
apariencias engañan, tiene el pelo moreno, mide 1,86, pesa 78kg
tiene los ojos verdes y sus armas preferidas son las escopetas y
los rifles, le gusta llevar la escopeta a la espalda, la cual
cosa hace que tenga que llevar una gabardina para camuflarla,
también sabe boxeo, tiene un brazo biónico, su brazo derecho es
de un metal especial, resistente a las balas y a casi todo,
imagino que por eso puede disparar la escopeta con una sola mano
sin que el retroceso de esta le afecte o abollar chapas de metal
de un simple puñetazo, no me gustaría saber lo que le puede
hacer a alguien de un puñetazo, eso tengo que verlo! Dispone de
su propio coche, pero la mayoría de las veces siempre va acompañado
por alguien de nosotros, y nuestro equipo suele llevarlo él. Es
un golf VR6 5 puertas, pero en aspecto parece un coche de rallyes
y su motor esta trucado a mas no poder. Yo tengo una moto, una
Honda CBR 600, con las chapas de color negro, tengo dos pistolas
y dos uzis y la ropa que me gusta llevar es la típica, unos
tejanos y sudadera, llevo las pistolas en una cartuchera bajo los
hombros, y en el cinturón llevo 2 cargadores de mas para cada
pistola, pero siempre llevo una chaqueta tejana negra, esto me
ayuda a camuflar las armas. A la espalda llevo una Katana, cuesta
mucho de ver ya que siempre llevo el cuello de la chaqueta
levantado. Aparte de esto yo soy el único del grupo que no usa
ciberimplantes. Ahora me falta por nombrar un último componente,
ella es una chica, se llama Synka, tiene 22 años, mide 1,72, es
morena, tiene los ojos negros y es la dueña de un bar de la
zona, es el mejor contacto que tenemos y de la única que me
puedo fiar, ya que también es mi mejor amiga, lleva con nosotros
desde el comienzo, pero no quiso formar parte en nuestro grupo,
dice que prefiere llevar el bar antes de acabar muerta en un
tiroteo o en una pelea. A parte de esto es la chica que me gusta,
puede que se lo diga antes de que...
Todo comenzó una mañana lluviosa, todos nos reunimos en el bar
de Synka, Omega traía a Chema y a Horus, yo iba en mi moto.
Quedamos allí a las 9:00 a.m., como cada día. Nunca quedamos
cara a cara con nadie para que nos ofrezca un trabajo, así ellos
no nos conocen ni nosotros a ellos, eso facilita las cosas.
Normalmente lo hacemos por medio de Synka o por Internet, que
gracias a Horus nos permite hablar sin temor a que nos encuentren
o nos capten la señal, casi siempre que enviamos a Synka a algún
recado, suelo ir sin que ella lo sepa, por si algo sale mal que
no le ocurra nada. Esa mañana el bar estaba vacío, Synka nos
esperaba. Cuando estabamos todos nos empezó a hablar, ya teníamos
un trabajo, era algo sencillo, sacar información sobre una
persona, ya nos lo habían pedido más de una vez, lo único que
teníamos que hacer era infiltrarnos en el ordenador de la policía
y sacar la información, el porque no me interesa, puede ser un
ajuste de cuentas o algo así. A canvio nos llevábamos 2.000.000
de pesetas. Nos pusimos en marcha, esperábamos acabarlo antes
del mediodía. Nos alejamos de la zona donde estábamos, cuando
localizamos una ciberterminal aparcamos y fuimos caminando hasta
allí, a partir de ahí el trabajo era de Horus, nosotros solo
teníamos que vigilar por si había algún contratiempo.
Estabamos en un callejón, yo estaba junto a Horus, Omega en una
salida del callejón y el Chema en la otra. Horus comenzó, saco
un cable de la ciberterminal y se lo conectó a una entrada de su
brazo, cada vez que se conecta parece que se quede como dormido,
en un trance profundo. Ya llevaba media transferencia cuando algo
raro sucedió, observé como Chema se escondía en la esquina de
la pared, como si no quisiese que le vieran desde fuera del
callejón. Después vino corriendo hacia donde estabamos
nosotros, me dijo que había visto a la banda de esa zona, parecía
que buscaban a alguien. Justo cuando acabó de decirme eso Horus
acabó de transferir los datos y los pasó a un CD. Nos fuimos de
ahí lo más rápido que pudimos, no nos interesaba crearnos mala
fama con las bandas de la zona por si acaso teníamos que volver.
El trabajo ya estaba echo, cuando llegamos al bar le pregunté a
Synka que como se llamaba el hombre para quien habíamos hecho el
trabajo, me dijo que se llamaba Pedro González. Algo me daba
mala espina, ese nombre ya lo conocía, era el hermano de un
difunto, pero el culpable de la muerte de su hermano había sido
yo. Antes de que Horus borrara los archivos que había cogido le
pedí que me hiciera una copia, después seguí a Synka al punto
de encuentro para el pago, no me dio tiempo a mirar lo que había
en el CD. No ocurrió nada extraño hasta que cobro el dinero,
cuando Synka cogía un taxi para marcharse me di cuenta que un
coche esperaba para seguirla. No dejé que la siguieran, primero
cogí la matrícula del coche y después me coloqué delante de
ellos, empezaron a pitar y a gritar, pero yo no les dejaba pasar.
Cuando vi que el taxi ya estaba bastante lejos me marché de allí,
pero antes me giré y me quité el casco para que me pudieran ver
la cara, parecía que no me reconociesen, mejor. Esa misma tarde
nos volvimos a reunir todos para cobrar nuestra parte, siempre
cobramos a partes iguales, menos Synka, que se lleva un
porcentaje mas bajo que los demás. Pedí a Horus que me
investigara el número de esa matrícula, que al día siguiente
por la mañana ya hablaríamos todos. Esa noche le pedí a Synka
que si me podía quedar en su casa, que en la mía estaban
haciendo reparaciones y estaba todo patas arriba, no tardo mucho
en decir que sí. Yo solo me quedaba para vigilar, por si los del
coche descubrían donde vivía y quisiesen algo de ella ¿Pero
por que la seguían? ¿Quiénes eran esos hombres, para quien
trabajan? Yo tenía una idea echa, pero tenía que encajar unas
piezas aún. Miré lo que había en el CD, era la descripción de
un hombre, era un cazarecompensas, o un asesino a sueldo, como
prefiráis llamarlo, no parecía muy bueno, porque ya había
estado un par de veces en la cárcel. También busqué el nombre
de Pedro González, el chico no había perdido el tiempo estos años,
era el vicepresidente de una corporación, la cual cosa no era
nada bueno ya que si estaba en mi contra me costaría mucho quitármelo
de encima, por no decir imposible, y no solo eso, sino que también
conocerá a los demás, eso querrá decir que ellos también están
en problemas, en problemas muy gordos, pero eso solo era una hipótesis.
Esa noche no dormí, Synka me preguntaba que me pasaba, yo le
respondía que no era nada. Nos pasamos casi toda la noche
hablando y riendo, nada mas que eso, una lástima. Cuando se quedó
dormida me puse a mirar por si había algún coche vigilando el
edificio o algo así, pero no vi nada fuera de lo normal. Al día
siguiente nos reunimos como siempre en el bar. Horus me contó
que la matrícula era de una vehículo que había sido robado
hace dos días, pero que fue encontrado ayer por la tarde cerca
de la zona donde yo los vi. Eso podía decir que los del coche
eran matones contratados, o simples ladrones, pero me extraña,
porque sino, no hubieran dejado el coche por ahí tirado, habrían
vendido las piezas o algo parecido para sacarse algo de dinero.
Esa mañana recibimos un mensaje desde Internet, nos pedía que
sacáramos a un hombre de la cárcel, uf, prefiero que me pidan
que asesine a alguien antes que eso. No me gustaba la idea de
mezclarme con la policía, podría traernos muchos problemas (mas
de los que pienso que tenemos), la recompensa era de 10.000.000
de pesetas que serían ingresados en nuestra cuenta, la mitad al
principio por si necesitamos comprar equipo y la mitad al acabar
el trabajo. No ponía el nombre de la persona que quería que sacáramos,
solo que cuando verificáramos nuestra decisión diría quien es.
El dinero no me importaba, la verdad es que no me faltaba, mas
bien me sobraba pero más vale que sobre que no que falte ¿no?
Tampoco sabíamos en que prisión estaba ni el porque lo quería
sacar, teníamos que discutirlo entre todos. El dinero no iba
nada mal, por que Synka tenía la intención de abrir otro bar y
el Chema quería comprarse un piso más grande y también quería
casarse con su novia Leisa, no la he comentado porque desde un
principio el Chema nos aviso de que ni le preguntásemos si quería
formar parte en el grupo, no quiere que le pase nada. A Omega le
daba lo mismo, solo dijo que si lo hacíamos que contásemos con
él y que sino que otra vez será, siempre se puede contar con él.
Horus opinaba que según la prisión que fuera no le costaría
mucho conseguir los planos y desconectar las cámaras durante
cierto tiempo, el justo para entrar y salir de allí supongo. A
mi no me daba muy buena espina todo eso, y menos después de lo
que ha pasado estos días, sí, puede que todo sean alucinaciones
mías (eso espero), pero también puede que todo esto tenga
alguna relación, una relación que no encuentro. Nadie vio
tampoco el peligro que podía haber en una prisión ¿si algo
saliese mal y nos pillaran que haríamos? Matar a los guardias y
salir por patas de allí o quedarnos y sufrir las consecuencias.
Si alguien no se atreve a disparar todos los demás del grupo
estaríamos perdidos y todo el plan cambiaría por completo en un
intento de salvar nuestras propias vidas. La gente estaba
decidida a hacerlo, lo veían una cosa la mar de sencilla y yo no
podía abandonar al grupo. Esa tarde me fui a dar una vuelta,
necesitaba despejarme, fui a visitar a un par de
"amigos" de la ciudad, también se les puede llamar
contactos pero no siempre lo que me cuentan es verdad, los muy
cabrones a lo mejor trabajan para alguien de la competencia y me
llevan a una trampa, pero el dinero puede hacer muchas cosas...
empecé por un antiguo policía que ahora trabaja por su cuenta,
es investigador privado, fui a visitarle a su despacho, estaba en
una zona poco transitada. Cuando llegué estaba sentado en el
sillón de su despacho, si se le podía llamar despacho, no parecía
que tuviese mucho trabajo. Por estos tiempos sus problemas como
puede, pero pocas veces por lo legal, y si tienen que llamar a
alguien dudo mucho que ese fuera un investigador privado. También
había engordado lo cual hace pensar que hace bastante que no
tiene un solo cliente. Le pregunté como le iba, me interesaba
entablar una conversación amistosa. Estuvimos hablando un rato
hasta que le pregunté si aun tenía contactos con la policía,
respondió que sí, que allí siempre tendrá amigos (si...
claro). Le pregunté si había alguien nuevo en la ciudad que
estuviera causando problemas o gastando mas dinero de lo normal,
dijo que él no sabía nada de eso, entonces saque de mi bolsillo
1.00.000 pesetas y las dejé encima de la mesa (era eso o sacar
la katana y ponérsela en el cuello, que según como puede ser más
efectivo), un silencio permaneció en la habitación, entonces me
dijo que si le quería sobornar para sacarle información.
Respondí rápidamente que sí, entonces cogió el dinero y siguió
hablando. Me comentó que un nuevo magnate con mucha pasta había
llegado a la ciudad, y desde que ha llegado toda la criminalidad
de la ciudad ha aumentado bastante, se comenta que es el nuevo
Alcapone de la ciudad. Con eso tenía bastante, entonces me
acerqué a él y le dije en voz baja- Como comentes esto con
alguien más y yo me entero, juro que te mataré- antes de
marcharme le dejé otras 100.000 pesetas encima de la mesa y le
di las gracias, si quería algo ya sabía donde encontrarme.
Cuando salí de allí ya eran las 11:00 p.m., decidí que lo
mejor era dejarlo por ese día, tampoco me acordaba que tenía
que ir a dormir a casa de Synka, estaba pensando en decirle que
las obras durarían unos días, así no tendría que estar todos
los días diciéndole lo mismo, las obras durarán hasta que este
seguro que no hay peligro, o hasta que me eche de su casa. Llegué
a las 12:30 p.m. a su casa, cuando entré la vi en la mesa ¡estaba
bebiendo bozka! ¿Qué hacía bebiendo a estas horas, y sola?
Cuando me vio se levanto de golpe y se abalanzó sobre mí, me
preguntó que donde había estado, que estaba preocupada, que
tendría que haber llamado. Por Dios, se parecía a mi madre
diciendo todo eso, cosa que no me gustaba... Después me beso,
parecía que quería ir a mayores, entonces deje de besarla, le
dije que estaba borracha y que lo mejor sería que se acostase,
ella no quería, decía que no quería dormir en toda la noche,
no le podía obligar a que se acostara, así que me senté en el
sofá y bebí un poco de bozka, ella se sentó a mi lado, apoyo
su cabeza en mi hombro y nos quedamos en silencio hasta que ella
se durmió. Cuando ya estaba dormida la cogí y la lleve a su
habitación, la metí en la cama y la acosté. Yo dormí en el
sofá, no pude dormir mucho después de lo que había pasado, a
que venía ese beso, ese abrazo, esas ganas de verme, esa
preocupación... pero luego seguía pensando y siempre acababa en
lo mismo, estaba borracha, así que no le di mas vueltas. A la mañana
siguiente cuando nos volvimos a ver todos, enviamos nuestra
respuesta a nuestro "amigo" anónimo. A la hora de
haber enviado el mensaje recibimos otro suyo, nos indicaba quien
era y donde estaba el prisionero, el nombre me sonaba mucho, se
llamaba Alberto. La prisión era de mínima seguridad, lo habían
trasladado hacía dos días, parece que el amigo lo tiene todo
bien preparado. Empezamos a preparar el plan, Synka no comento
nada de lo que pasó anoche, imagino que ni se acordaba. Antes de
preparar nada necesitábamos los planos de la prisión, con los
tubos de ventilación, las cámaras de seguridad, no se nos podía
colar nada, después ya prepararíamos el plan. Horus se puso
manos a la obra y se fue a su apartamento para trabajar mejor,
nos avisó que por la tarde ya tendría todos los planos, le
avisamos que no había prisa, vaya a ser que los sacase
defectuosos. Los demás esperaron en el bar hasta que llegase,
pero yo decidí marcharme a ver si encontraba otro de mis
contactos para ver si me podía ayudar, era un camello, me podría
ser de gran utilidad. No me costó mucho encontrarle, transitaba
en uno de los peores barrios de la ciudad vendiendo su mierda. Se
llamaba Angel, le pregunté si podía la mercancía antes de
comparar nada, y si tenía un lugar mas tranquilo para negociar,
no se lo pensó mucho cuando le enseñé un fajo de billetes. Nos
fuimos a su apartamento, no estaba muy lejos de allí. Una vez
allí le dije que la verdad es que no iba para comprarle nada,
que solo venía para buscar información pero que le pagaría
igualmente de bien o mejor por la información, no se lo tomó
muy bien, me sacó una mariposa del bolsillo y me dijo que si le
quería tomar el pelo o algo así, que nadie se ríe de él (la
verdad es que todo el mundo se ríe de él). Le recomendé que la
guardase, que no quería problemas ni dejar a alguien muerto
antes de irme. Él persistía en que me iba a rajar y después
vender mis órganos y que sacaría mucho mas de lo que yo le iba
a dar, la verdad es que tenía razón. Al ver que no cedía, saqué
la katana de la espalda y le dije que tirara su mariposa, que le
dejaría marchar en cuanto me dijese lo que quería escuchar.
Encontraba una tontería desenfundar las pistolas por esa tontería.
Cuando vio la katana se empezó a poner aún mas nervioso, pero a
mi favor, porque lo que tenía era miedo. Se guardo la mariposa y
me preguntó que quería saber, le pregunté si sabia algo de un
pez gordo que había llegado hace poco. Respondía en frases
cortas y pausadas, casi no podía tragar saliva. Me dijo que lo
único que sabía él es que le pagaban mejor la mierda que vendía,
y que mientras más vendiese mejor le pagarían, incluso había
bajado sus precios. Después de escuchar eso le puse la katana en
el cuello y le dije que como hablase de esto con alguien le
cortaría la cabeza, por si acaso le deje una señal en el brazo
para que se acordara. Para la hora de comer ya estaba en el bar,
aún seguían allí todos, excepto Horus que llegaría mas tarde
con los planos. Al poco rato de llegar yo apareció Horus con los
planos bajo el brazo, todos le avisamos que no era muy normal ir
con los planos de una cárcel bajo el brazo y que no lo volviese
a hacer, a quien se le ocurriría... Una vez estabamos todos allí
decidí mejor hablar por la noche, cuando el bar estuviese vacío
y nadie nos molestase, ahora había mucho cotilla por ahí...
decidimos quedar a las 12:00 p.m.. Dijeron de irnos de fiesta
hasta la hora, pero yo preferí ir a descansar un rato y el Chema
irse con Leisa, y claro, como no podía irme a mi casa porque
estaba patas arriba me quedé en el piso de arriba del bar (el
piso de la Synka) a dormir. Cuando llegó la hora tuvieron que
venir a despertarme porque aún seguía durmiendo, ¡estaba
reventado! Me lavé la cara, me despejé un poco y bajé. Cuando
estabamos todos reunidos Horus sacó los planos, como a Synka no
le interesaba empezó a limpiar el bar, eran tres planos y una
hoja aparte, en la hoja ponía los cambios de horario de los
guardias. Los planos eran, uno del edificio, como solo era una
planta no había problema, el segundo era de los tubos de
ventilación, si poníamos este por encima del primero se podía
ver perfectamente los tubos sobre el edificio, el tercero era
parecido al primero, también era el edificio pero con la posición
y rutas de los guardias marcados. Aparte de todo esto todos
estuvimos de acuerdo en que hacían falta mas cosas, necesitábamos
intercomunicadores para hablarnos entre nosotros y minicámaras.
Lo demás como el traje y las armas ya lo teníamos de acciones
pasadas. Había una entrada por el tejado, así que entraríamos
y saldríamos por ahí, la entrada daba al tubo de ventilación,
el cual daba a la cocina. Según el tercer mapa ahí nunca había
guardia, solo los cocineros, y mirando el horario de los turnos
podíamos entrar a las 2:00 a.m. y salir por el mismo sitio antes
de las 3:30 a.m., teníamos una hora y media para entrar, hacer
el menos ruido posible, coger a la víctima y salir de allí.
Tendríamos que ser como unas putas ratas, rápidas y silenciosas
y que nadie se diese cuenta de que hemos pasado por allí, todos
creíamos que era tiempo de sobra. La cosa parecía sencilla,
mientras uno seguía por el conducto de ventilación hasta la
celda de Alberto los otros dos bajaban a la cocina y esperaban
allí, mas que nada por si surgían problemas. Horus no iba a
entrar en el edificio, su tarea consistía en indicarnos en cada
momento por donde debíamos de ir, eso lo haría mediante las cámaras
y los intercomunicadores, el sabría en todo momento donde
estabamos porque lo estará viendo desde su posición, y nos
indicaría por donde debemos ir por los intercomunicadores, todo
esto lo pagaríamos con la mitad del pago, y aún nos sobraría
bastante. Todo estaba preparado al cabo de las dos semanas. Todos
estabamos en el bar a la hora señalada, las 12:00 p.m., cada uno
apareció con su mochila, menos Horus que ya lo tenía todo
preparado en su apartamento. Empezamos a cambiarnos y a preparar
las armas. Todos nuestros trajes eran negros, con sus respectivas
capuchas o pasamontañas, solo había un traje distinto, era el
del Omega, como era morenito prefería llevar su traje sin
mangas. Chema llevaba sus dos beretas a la espalda, con la culata
de oro que las mando hacer el mismo, mas dos cargadores (uno para
cada pistola) en el cinturón. Omega llevaba su escopeta a la
espalda y unos cartuchos de mas en el cinturón. Yo llevaba la
katana a la espalda y mis dos pistolas (también eran beretas)
bajo los sobacos, en sus respectivas fundas, llevaba dos
cargadores de mas en el cinturón, uno para cada pistola. No hacíamos
mala pinta, estábamos para una foto, jeje. Antes de irnos todos
nos despedimos de Synka, como era habitual (mas que nada lo hacíamos
por si alguno de nosotros moría o le pasaba algo, por eso Chema
prefirió ir con Leisa la pasada noche), solo había una cosa
distinta, antes de marcharnos me dijo al oído - ves con cuidado
- nunca me lo había dicho, yo diría quue nunca se había
preocupado por ninguno de nosotros, quizá por no ponernos
nerviosos o para ver que confiaba en nosotros, o quien sabe, quizá
porque de verdad ninguno de nosotros le importaba. Cuando
marchamos de allí eran las 12:30 p.m.. Omega llevaba a Chema y
Horus en su coche, mientras que yo iba en mi moto. Primero fuimos
a dejar a Horus a su apartamento. Llegamos a las afueras del
recinto de la cárcel a la 1:15 a.m., dejamos el coche y la moto
en un pequeño bosque de al lado, tuve suerte, ya que la moto es
más fácil de esconder que el coche. No nos resultaría muy difícil
llegar hasta el tejado, ya que afuera solo había una torre de
vigilancia, y como es lógico una sola torre no llegaba a ver
todo el recinto de fuera, a mas, lo mas probable es que el
guardia estuviese dormido. Antes de hacer nada comprobamos que
todo el equipo funcionase, Horus izo las debidas pruebas y todo
funcionaba a la perfección, después cogimos las ventosas y unos
sencillos alicates y nos dirigimos a la verja. Hicimos un agujero
en la verja, mas que nada, porque si nos poníamos a saltar la
verja hubiéramos hecho un ruido espantoso. Una vez dentro del
recinto subimos la pared con las ventosas, ya estábamos en el
tejado. Omega sacó el destornillador de su bolsillo y empezó a
aflojar la rejilla del conducto de ventilación. Mientras Omega
desaflojaba los tornillos los demás comenzamos a ponernos lo
pasamontañas. Cuando acabó sacó la rejilla con mucho cuidado
para no hacer ruido, la dejó en el suelo y se puso su pasamontañas,
ya estabamos todos listos, juntamos los puños como si fuéramos
los mosqueteros (puede parecer una tontería, pero la verdad es
que a nosotros nos daba mucha seguridad) y nos preparamos para
entrar. Omega iba primero, seguido por Chema, yo iba el último.
Según las indicaciones que nos iba dando Horus tendríamos que
ir a parar a la cocina, y efectivamente así fue. Para no perder
tiempo sacando el destornillador, Omega agarró la rejilla con la
mano izquierda para que no se cayese al suelo y con la derecha le
propinó un pequeño golpe, suficiente para que los 4 tornillos
saltaran. Omega puso a un lado la rejilla y bajo muy
silenciosamente hasta la cocina, se apostó rápidamente en su
posición (en la puerta que da al comedor). Chema justo después
de haber bajado Omega izo lo mismo, se sacó las dos beretas
mientras caía y fue a cubrir su zona (una puerta que daba a un
pasillo). Omega se asomó un poco para ver si había alguien,
acto seguido apoyo la cabeza contra la pared y se dio un pequeño
golpe en la cabeza cuando de repente se puso a hablar por el
intercomunicador.- Ejem... Horus, ¿tu no sabrás por casualidad
si esta prisión tiene cámaras de seguridad?- Al momento se oyó
un- ups, pues ahora que lo comentas, jeje, ya decía yo que se me
olvidaba algo... Chema se sentó en el suelo en acto de
desesperación -joder Horus, explícame como cojones has hecho
para olvidarte de las putas cámaras, ¡menos mal que nos hemos
dado cuenta!, y también suerte que hemos traído los pasamontañas-
entonces hablé yo, que aún no había bajado del tubo, ni era mi
intención- bueno chicos, ya hemos llegado hasta aquí, no
vayamos a estropearlo, lo único que tenemos que hacer es
esquivar las cámaras, y si todo sale según lo previsto no
tienen ni porque olernos, ¿entendido?
- Entendido.
- Entendido, pero como el capullo estee vuelva a tener un fallo
como este...- Dijo Omega.
- Horus, indícame hacia donde tengo quue ir para ir hacia las
celdas.
Seguí el camino que me iba indicando Horus, tardé unos 5
minutos en llegar. Tenía que ir mirando desde arriba celda por
celda, ya que no sabíamos donde estaba Alberto. Joder, en ese
momento pensé que hubiera sido mucho mejor dejar la Katana en el
bar, me estaba molestando un huevo y además tenía que ir con
mucho cuidado para que no rozase con la lámina de arriba del
tubo para que no hiciese ruido. Le encontré en la cuarta celda.
Pegué unos golpecitos en la rejilla, Alberto se fijo, le dije
que no hablara muy alto y que no gritase, que un amigo suyo me
enviaba para sacarle de allí. De vez en cuando se oían a Omega
y a Chema decir que todo por allí estaba despejado. Quité la
verja de un pequeño golpe y bajé hasta la celda, en ningún
momento me quité el pasamontañas. Le dije que lo único que tenía
que hacer era seguirme y que si causaba muchos problemas la mejor
solución era eliminar el problema, me entendió a la primera.
Después pensé que era mejor que él fuese delante, prefería
tenerlo a vista. Le ayudé a subir al tubo, detrás de él subí
yo, que me pare un momento a poner en su sitio la rejilla.
Hicimos el mismo recorrido pero de vuelta, una vez sobre la
cocina avisé a Omega y a Chema de que ya podían subir, ya
estaba echo. Mientras Omega se dirigía hacia donde estaba yo
para subir, escuchamos la voz de Horus por el intercomunicador.