Me acuerdo de todo lo ocurrido como si hubiera sido ayer...

Es el año 2023, la tercera guerra mundial ya a explotado, duro desde el 2017 hasta el 2020, la Tierra no es como se esperaba la gente, no hay ni coches volantes ni naves espaciales, pero si no hemos construido aun ni la base lunar! Después de la guerra el mundo canvió, ya no existen poderes políticos, puede que si, pero bien escondidos tratando de captar adictos como si de una religión se tratase, haciendo ellos su propio mundo y como ellos dicen, su propia paz. Lo único que hay que pueda dominar un país son las corporaciones, mientras mas dinero tenga la corporación, mas poder tendrá sobre el país. En estos años todo el mundo lleva alguna arma encima, el que no lleva es que esta loco, pero si ya ni la policía se preocupa, ya que esta comprada por la corporación y esta manda sobre ellos. En una cosa si que hemos avanzado, la tecnología ha superado lo esperado, la gente si quiere se puede convertir en robot, existen diferentes tipos de ciberimplantes que cada uno puede escoger a su gusto, desde un brazo biónico hasta propias bibliotecas de archivos en tu cabeza, pasando por visión térmica y muchas cosas más ¡joder, pero si terminator es pura chatarra! Ya no es posible encontrar edificios de mas de 8 plantas, a no ser que sea de la corporación, ya es casi imposible de encontrar alguno de 6... los trabajos decentes se puede decir que ya han pasado a la historia, todo el mundo engaña a alguien, vende al mercado negro, compra mercancía robada, vende órganos, hasta la policía vende armas a la mafia mientras esta les deje en paz. Os estaréis preguntando quien soy yo, me llamo Alpha, mi trabajo consiste en una especie de recadero, se podría decir que parezco un mercenario pero no es así. Los mercenarios trafican, matan, violan incluso provocan atentados solo por el dinero o por placer, yo no soy así, tengo algún parecido, pero todo lo hago por algún propósito. Por suerte tengo un gran grupo que me ayuda, pero primero empecemos por mí, ya os he dicho mi nombre, tengo 21 años, como os he dicho soy una especie de mercenario, eso quiere decir que tengo conocimientos en armas y artes marciales, no os penséis que es mucho, la mayoría de la gente sólo con ponerse un simple chip o un ciberimplante superan a Bruce Lee. Manejo bien las pistolas, las armas automáticas y las espadas como la katana, de arte marcial conozco el kick-boxing, ahora os voy a explicar como soy físicamente, tengo el pelo corto, color rubio castaño, los ojos marrones claros, mido 1,83 y peso 62 kg. El siguiente componente del grupo, se llama Horus pero le llaman Izard, este es su apodo en la red y en el grupo le llamamos Horus. Izard es un hacker, su trabajo consiste en infiltrarse en los ordenadores que nos interesen, coger los datos pertinentes, burlar su seguridad y irse sin dejar ni rastro, eso si, siempre con su apodo Izard escondido en algún archivo. Tiene 19 años, mide 1,84, pesa 61 kg, tiene el pelo rubio a capa y los ojos verdes, le gusta vestir informal, tejanos rotos, chaquetas de cuero y esas cosas. El chico es un poco rarete ya que tiene varios ciberimplantes, su capacidad de memoria ha sido ampliada, tiene varias conexiones en el cuerpo para poderse conectar a cualquier ordenador o ciberterminal de la ciudad (son ordenadores para poder pedir un taxi, saber la hora de los cines, etc., pero si lo usas bien puede servir para mas cosas), la cual cosa le permite guardar en su cabeza toda la información necesaria y después transferirla a disket o CD. Solo hay una cosa mala, la ampliación de memoria para podérsela poner necesitaron borrar algunos de sus recuerdos, se borró los mas antiguos, ya que ni el mismo los recordaba, son esos recuerdos de cuando eras un bebé. Siempre lleva su ordenador portátil encima y unos cuantos Cds. La verdad es que en estos tiempos Horus nos sirve de mucha utilidad. Después viene Jose, pero todos le llamamos Chema, tiene 23 años, tiene el pelo castaño con mechas rubias, los ojos marrones, mide 1,78 y pesa 58kg, no es de complexión fuerte, sus armas preferidas son las pistolas, imagino que por eso se puso ciberreflejos, los ciberreflejos te permiten ser mas rápido de lo habitual en tus movimientos, si tienes experiencia incluso puedes llegar a esquivar balas, cuando un hombre normal podría disparar 4 balas en un segundo, el las dispara en menos, el siempre lleva sus dos pistolas a mano, las lleva a las espaldas. Ahora viene Omega, tiene 25 años, parece el mas fuerte de los 4, pero las apariencias engañan, tiene el pelo moreno, mide 1,86, pesa 78kg tiene los ojos verdes y sus armas preferidas son las escopetas y los rifles, le gusta llevar la escopeta a la espalda, la cual cosa hace que tenga que llevar una gabardina para camuflarla, también sabe boxeo, tiene un brazo biónico, su brazo derecho es de un metal especial, resistente a las balas y a casi todo, imagino que por eso puede disparar la escopeta con una sola mano sin que el retroceso de esta le afecte o abollar chapas de metal de un simple puñetazo, no me gustaría saber lo que le puede hacer a alguien de un puñetazo, eso tengo que verlo! Dispone de su propio coche, pero la mayoría de las veces siempre va acompañado por alguien de nosotros, y nuestro equipo suele llevarlo él. Es un golf VR6 5 puertas, pero en aspecto parece un coche de rallyes y su motor esta trucado a mas no poder. Yo tengo una moto, una Honda CBR 600, con las chapas de color negro, tengo dos pistolas y dos uzis y la ropa que me gusta llevar es la típica, unos tejanos y sudadera, llevo las pistolas en una cartuchera bajo los hombros, y en el cinturón llevo 2 cargadores de mas para cada pistola, pero siempre llevo una chaqueta tejana negra, esto me ayuda a camuflar las armas. A la espalda llevo una Katana, cuesta mucho de ver ya que siempre llevo el cuello de la chaqueta levantado. Aparte de esto yo soy el único del grupo que no usa ciberimplantes. Ahora me falta por nombrar un último componente, ella es una chica, se llama Synka, tiene 22 años, mide 1,72, es morena, tiene los ojos negros y es la dueña de un bar de la zona, es el mejor contacto que tenemos y de la única que me puedo fiar, ya que también es mi mejor amiga, lleva con nosotros desde el comienzo, pero no quiso formar parte en nuestro grupo, dice que prefiere llevar el bar antes de acabar muerta en un tiroteo o en una pelea. A parte de esto es la chica que me gusta, puede que se lo diga antes de que...

Todo comenzó una mañana lluviosa, todos nos reunimos en el bar de Synka, Omega traía a Chema y a Horus, yo iba en mi moto. Quedamos allí a las 9:00 a.m., como cada día. Nunca quedamos cara a cara con nadie para que nos ofrezca un trabajo, así ellos no nos conocen ni nosotros a ellos, eso facilita las cosas. Normalmente lo hacemos por medio de Synka o por Internet, que gracias a Horus nos permite hablar sin temor a que nos encuentren o nos capten la señal, casi siempre que enviamos a Synka a algún recado, suelo ir sin que ella lo sepa, por si algo sale mal que no le ocurra nada. Esa mañana el bar estaba vacío, Synka nos esperaba. Cuando estabamos todos nos empezó a hablar, ya teníamos un trabajo, era algo sencillo, sacar información sobre una persona, ya nos lo habían pedido más de una vez, lo único que teníamos que hacer era infiltrarnos en el ordenador de la policía y sacar la información, el porque no me interesa, puede ser un ajuste de cuentas o algo así. A canvio nos llevábamos 2.000.000 de pesetas. Nos pusimos en marcha, esperábamos acabarlo antes del mediodía. Nos alejamos de la zona donde estábamos, cuando localizamos una ciberterminal aparcamos y fuimos caminando hasta allí, a partir de ahí el trabajo era de Horus, nosotros solo teníamos que vigilar por si había algún contratiempo. Estabamos en un callejón, yo estaba junto a Horus, Omega en una salida del callejón y el Chema en la otra. Horus comenzó, saco un cable de la ciberterminal y se lo conectó a una entrada de su brazo, cada vez que se conecta parece que se quede como dormido, en un trance profundo. Ya llevaba media transferencia cuando algo raro sucedió, observé como Chema se escondía en la esquina de la pared, como si no quisiese que le vieran desde fuera del callejón. Después vino corriendo hacia donde estabamos nosotros, me dijo que había visto a la banda de esa zona, parecía que buscaban a alguien. Justo cuando acabó de decirme eso Horus acabó de transferir los datos y los pasó a un CD. Nos fuimos de ahí lo más rápido que pudimos, no nos interesaba crearnos mala fama con las bandas de la zona por si acaso teníamos que volver. El trabajo ya estaba echo, cuando llegamos al bar le pregunté a Synka que como se llamaba el hombre para quien habíamos hecho el trabajo, me dijo que se llamaba Pedro González. Algo me daba mala espina, ese nombre ya lo conocía, era el hermano de un difunto, pero el culpable de la muerte de su hermano había sido yo. Antes de que Horus borrara los archivos que había cogido le pedí que me hiciera una copia, después seguí a Synka al punto de encuentro para el pago, no me dio tiempo a mirar lo que había en el CD. No ocurrió nada extraño hasta que cobro el dinero, cuando Synka cogía un taxi para marcharse me di cuenta que un coche esperaba para seguirla. No dejé que la siguieran, primero cogí la matrícula del coche y después me coloqué delante de ellos, empezaron a pitar y a gritar, pero yo no les dejaba pasar. Cuando vi que el taxi ya estaba bastante lejos me marché de allí, pero antes me giré y me quité el casco para que me pudieran ver la cara, parecía que no me reconociesen, mejor. Esa misma tarde nos volvimos a reunir todos para cobrar nuestra parte, siempre cobramos a partes iguales, menos Synka, que se lleva un porcentaje mas bajo que los demás. Pedí a Horus que me investigara el número de esa matrícula, que al día siguiente por la mañana ya hablaríamos todos. Esa noche le pedí a Synka que si me podía quedar en su casa, que en la mía estaban haciendo reparaciones y estaba todo patas arriba, no tardo mucho en decir que sí. Yo solo me quedaba para vigilar, por si los del coche descubrían donde vivía y quisiesen algo de ella ¿Pero por que la seguían? ¿Quiénes eran esos hombres, para quien trabajan? Yo tenía una idea echa, pero tenía que encajar unas piezas aún. Miré lo que había en el CD, era la descripción de un hombre, era un cazarecompensas, o un asesino a sueldo, como prefiráis llamarlo, no parecía muy bueno, porque ya había estado un par de veces en la cárcel. También busqué el nombre de Pedro González, el chico no había perdido el tiempo estos años, era el vicepresidente de una corporación, la cual cosa no era nada bueno ya que si estaba en mi contra me costaría mucho quitármelo de encima, por no decir imposible, y no solo eso, sino que también conocerá a los demás, eso querrá decir que ellos también están en problemas, en problemas muy gordos, pero eso solo era una hipótesis. Esa noche no dormí, Synka me preguntaba que me pasaba, yo le respondía que no era nada. Nos pasamos casi toda la noche hablando y riendo, nada mas que eso, una lástima. Cuando se quedó dormida me puse a mirar por si había algún coche vigilando el edificio o algo así, pero no vi nada fuera de lo normal. Al día siguiente nos reunimos como siempre en el bar. Horus me contó que la matrícula era de una vehículo que había sido robado hace dos días, pero que fue encontrado ayer por la tarde cerca de la zona donde yo los vi. Eso podía decir que los del coche eran matones contratados, o simples ladrones, pero me extraña, porque sino, no hubieran dejado el coche por ahí tirado, habrían vendido las piezas o algo parecido para sacarse algo de dinero. Esa mañana recibimos un mensaje desde Internet, nos pedía que sacáramos a un hombre de la cárcel, uf, prefiero que me pidan que asesine a alguien antes que eso. No me gustaba la idea de mezclarme con la policía, podría traernos muchos problemas (mas de los que pienso que tenemos), la recompensa era de 10.000.000 de pesetas que serían ingresados en nuestra cuenta, la mitad al principio por si necesitamos comprar equipo y la mitad al acabar el trabajo. No ponía el nombre de la persona que quería que sacáramos, solo que cuando verificáramos nuestra decisión diría quien es. El dinero no me importaba, la verdad es que no me faltaba, mas bien me sobraba pero más vale que sobre que no que falte ¿no? Tampoco sabíamos en que prisión estaba ni el porque lo quería sacar, teníamos que discutirlo entre todos. El dinero no iba nada mal, por que Synka tenía la intención de abrir otro bar y el Chema quería comprarse un piso más grande y también quería casarse con su novia Leisa, no la he comentado porque desde un principio el Chema nos aviso de que ni le preguntásemos si quería formar parte en el grupo, no quiere que le pase nada. A Omega le daba lo mismo, solo dijo que si lo hacíamos que contásemos con él y que sino que otra vez será, siempre se puede contar con él. Horus opinaba que según la prisión que fuera no le costaría mucho conseguir los planos y desconectar las cámaras durante cierto tiempo, el justo para entrar y salir de allí supongo. A mi no me daba muy buena espina todo eso, y menos después de lo que ha pasado estos días, sí, puede que todo sean alucinaciones mías (eso espero), pero también puede que todo esto tenga alguna relación, una relación que no encuentro. Nadie vio tampoco el peligro que podía haber en una prisión ¿si algo saliese mal y nos pillaran que haríamos? Matar a los guardias y salir por patas de allí o quedarnos y sufrir las consecuencias. Si alguien no se atreve a disparar todos los demás del grupo estaríamos perdidos y todo el plan cambiaría por completo en un intento de salvar nuestras propias vidas. La gente estaba decidida a hacerlo, lo veían una cosa la mar de sencilla y yo no podía abandonar al grupo. Esa tarde me fui a dar una vuelta, necesitaba despejarme, fui a visitar a un par de "amigos" de la ciudad, también se les puede llamar contactos pero no siempre lo que me cuentan es verdad, los muy cabrones a lo mejor trabajan para alguien de la competencia y me llevan a una trampa, pero el dinero puede hacer muchas cosas... empecé por un antiguo policía que ahora trabaja por su cuenta, es investigador privado, fui a visitarle a su despacho, estaba en una zona poco transitada. Cuando llegué estaba sentado en el sillón de su despacho, si se le podía llamar despacho, no parecía que tuviese mucho trabajo. Por estos tiempos sus problemas como puede, pero pocas veces por lo legal, y si tienen que llamar a alguien dudo mucho que ese fuera un investigador privado. También había engordado lo cual hace pensar que hace bastante que no tiene un solo cliente. Le pregunté como le iba, me interesaba entablar una conversación amistosa. Estuvimos hablando un rato hasta que le pregunté si aun tenía contactos con la policía, respondió que sí, que allí siempre tendrá amigos (si... claro). Le pregunté si había alguien nuevo en la ciudad que estuviera causando problemas o gastando mas dinero de lo normal, dijo que él no sabía nada de eso, entonces saque de mi bolsillo 1.00.000 pesetas y las dejé encima de la mesa (era eso o sacar la katana y ponérsela en el cuello, que según como puede ser más efectivo), un silencio permaneció en la habitación, entonces me dijo que si le quería sobornar para sacarle información. Respondí rápidamente que sí, entonces cogió el dinero y siguió hablando. Me comentó que un nuevo magnate con mucha pasta había llegado a la ciudad, y desde que ha llegado toda la criminalidad de la ciudad ha aumentado bastante, se comenta que es el nuevo Alcapone de la ciudad. Con eso tenía bastante, entonces me acerqué a él y le dije en voz baja- Como comentes esto con alguien más y yo me entero, juro que te mataré- antes de marcharme le dejé otras 100.000 pesetas encima de la mesa y le di las gracias, si quería algo ya sabía donde encontrarme. Cuando salí de allí ya eran las 11:00 p.m., decidí que lo mejor era dejarlo por ese día, tampoco me acordaba que tenía que ir a dormir a casa de Synka, estaba pensando en decirle que las obras durarían unos días, así no tendría que estar todos los días diciéndole lo mismo, las obras durarán hasta que este seguro que no hay peligro, o hasta que me eche de su casa. Llegué a las 12:30 p.m. a su casa, cuando entré la vi en la mesa ¡estaba bebiendo bozka! ¿Qué hacía bebiendo a estas horas, y sola? Cuando me vio se levanto de golpe y se abalanzó sobre mí, me preguntó que donde había estado, que estaba preocupada, que tendría que haber llamado. Por Dios, se parecía a mi madre diciendo todo eso, cosa que no me gustaba... Después me beso, parecía que quería ir a mayores, entonces deje de besarla, le dije que estaba borracha y que lo mejor sería que se acostase, ella no quería, decía que no quería dormir en toda la noche, no le podía obligar a que se acostara, así que me senté en el sofá y bebí un poco de bozka, ella se sentó a mi lado, apoyo su cabeza en mi hombro y nos quedamos en silencio hasta que ella se durmió. Cuando ya estaba dormida la cogí y la lleve a su habitación, la metí en la cama y la acosté. Yo dormí en el sofá, no pude dormir mucho después de lo que había pasado, a que venía ese beso, ese abrazo, esas ganas de verme, esa preocupación... pero luego seguía pensando y siempre acababa en lo mismo, estaba borracha, así que no le di mas vueltas. A la mañana siguiente cuando nos volvimos a ver todos, enviamos nuestra respuesta a nuestro "amigo" anónimo. A la hora de haber enviado el mensaje recibimos otro suyo, nos indicaba quien era y donde estaba el prisionero, el nombre me sonaba mucho, se llamaba Alberto. La prisión era de mínima seguridad, lo habían trasladado hacía dos días, parece que el amigo lo tiene todo bien preparado. Empezamos a preparar el plan, Synka no comento nada de lo que pasó anoche, imagino que ni se acordaba. Antes de preparar nada necesitábamos los planos de la prisión, con los tubos de ventilación, las cámaras de seguridad, no se nos podía colar nada, después ya prepararíamos el plan. Horus se puso manos a la obra y se fue a su apartamento para trabajar mejor, nos avisó que por la tarde ya tendría todos los planos, le avisamos que no había prisa, vaya a ser que los sacase defectuosos. Los demás esperaron en el bar hasta que llegase, pero yo decidí marcharme a ver si encontraba otro de mis contactos para ver si me podía ayudar, era un camello, me podría ser de gran utilidad. No me costó mucho encontrarle, transitaba en uno de los peores barrios de la ciudad vendiendo su mierda. Se llamaba Angel, le pregunté si podía la mercancía antes de comparar nada, y si tenía un lugar mas tranquilo para negociar, no se lo pensó mucho cuando le enseñé un fajo de billetes. Nos fuimos a su apartamento, no estaba muy lejos de allí. Una vez allí le dije que la verdad es que no iba para comprarle nada, que solo venía para buscar información pero que le pagaría igualmente de bien o mejor por la información, no se lo tomó muy bien, me sacó una mariposa del bolsillo y me dijo que si le quería tomar el pelo o algo así, que nadie se ríe de él (la verdad es que todo el mundo se ríe de él). Le recomendé que la guardase, que no quería problemas ni dejar a alguien muerto antes de irme. Él persistía en que me iba a rajar y después vender mis órganos y que sacaría mucho mas de lo que yo le iba a dar, la verdad es que tenía razón. Al ver que no cedía, saqué la katana de la espalda y le dije que tirara su mariposa, que le dejaría marchar en cuanto me dijese lo que quería escuchar. Encontraba una tontería desenfundar las pistolas por esa tontería. Cuando vio la katana se empezó a poner aún mas nervioso, pero a mi favor, porque lo que tenía era miedo. Se guardo la mariposa y me preguntó que quería saber, le pregunté si sabia algo de un pez gordo que había llegado hace poco. Respondía en frases cortas y pausadas, casi no podía tragar saliva. Me dijo que lo único que sabía él es que le pagaban mejor la mierda que vendía, y que mientras más vendiese mejor le pagarían, incluso había bajado sus precios. Después de escuchar eso le puse la katana en el cuello y le dije que como hablase de esto con alguien le cortaría la cabeza, por si acaso le deje una señal en el brazo para que se acordara. Para la hora de comer ya estaba en el bar, aún seguían allí todos, excepto Horus que llegaría mas tarde con los planos. Al poco rato de llegar yo apareció Horus con los planos bajo el brazo, todos le avisamos que no era muy normal ir con los planos de una cárcel bajo el brazo y que no lo volviese a hacer, a quien se le ocurriría... Una vez estabamos todos allí decidí mejor hablar por la noche, cuando el bar estuviese vacío y nadie nos molestase, ahora había mucho cotilla por ahí... decidimos quedar a las 12:00 p.m.. Dijeron de irnos de fiesta hasta la hora, pero yo preferí ir a descansar un rato y el Chema irse con Leisa, y claro, como no podía irme a mi casa porque estaba patas arriba me quedé en el piso de arriba del bar (el piso de la Synka) a dormir. Cuando llegó la hora tuvieron que venir a despertarme porque aún seguía durmiendo, ¡estaba reventado! Me lavé la cara, me despejé un poco y bajé. Cuando estabamos todos reunidos Horus sacó los planos, como a Synka no le interesaba empezó a limpiar el bar, eran tres planos y una hoja aparte, en la hoja ponía los cambios de horario de los guardias. Los planos eran, uno del edificio, como solo era una planta no había problema, el segundo era de los tubos de ventilación, si poníamos este por encima del primero se podía ver perfectamente los tubos sobre el edificio, el tercero era parecido al primero, también era el edificio pero con la posición y rutas de los guardias marcados. Aparte de todo esto todos estuvimos de acuerdo en que hacían falta mas cosas, necesitábamos intercomunicadores para hablarnos entre nosotros y minicámaras. Lo demás como el traje y las armas ya lo teníamos de acciones pasadas. Había una entrada por el tejado, así que entraríamos y saldríamos por ahí, la entrada daba al tubo de ventilación, el cual daba a la cocina. Según el tercer mapa ahí nunca había guardia, solo los cocineros, y mirando el horario de los turnos podíamos entrar a las 2:00 a.m. y salir por el mismo sitio antes de las 3:30 a.m., teníamos una hora y media para entrar, hacer el menos ruido posible, coger a la víctima y salir de allí. Tendríamos que ser como unas putas ratas, rápidas y silenciosas y que nadie se diese cuenta de que hemos pasado por allí, todos creíamos que era tiempo de sobra. La cosa parecía sencilla, mientras uno seguía por el conducto de ventilación hasta la celda de Alberto los otros dos bajaban a la cocina y esperaban allí, mas que nada por si surgían problemas. Horus no iba a entrar en el edificio, su tarea consistía en indicarnos en cada momento por donde debíamos de ir, eso lo haría mediante las cámaras y los intercomunicadores, el sabría en todo momento donde estabamos porque lo estará viendo desde su posición, y nos indicaría por donde debemos ir por los intercomunicadores, todo esto lo pagaríamos con la mitad del pago, y aún nos sobraría bastante. Todo estaba preparado al cabo de las dos semanas. Todos estabamos en el bar a la hora señalada, las 12:00 p.m., cada uno apareció con su mochila, menos Horus que ya lo tenía todo preparado en su apartamento. Empezamos a cambiarnos y a preparar las armas. Todos nuestros trajes eran negros, con sus respectivas capuchas o pasamontañas, solo había un traje distinto, era el del Omega, como era morenito prefería llevar su traje sin mangas. Chema llevaba sus dos beretas a la espalda, con la culata de oro que las mando hacer el mismo, mas dos cargadores (uno para cada pistola) en el cinturón. Omega llevaba su escopeta a la espalda y unos cartuchos de mas en el cinturón. Yo llevaba la katana a la espalda y mis dos pistolas (también eran beretas) bajo los sobacos, en sus respectivas fundas, llevaba dos cargadores de mas en el cinturón, uno para cada pistola. No hacíamos mala pinta, estábamos para una foto, jeje. Antes de irnos todos nos despedimos de Synka, como era habitual (mas que nada lo hacíamos por si alguno de nosotros moría o le pasaba algo, por eso Chema prefirió ir con Leisa la pasada noche), solo había una cosa distinta, antes de marcharnos me dijo al oído - ves con cuidado - nunca me lo había dicho, yo diría quue nunca se había preocupado por ninguno de nosotros, quizá por no ponernos nerviosos o para ver que confiaba en nosotros, o quien sabe, quizá porque de verdad ninguno de nosotros le importaba. Cuando marchamos de allí eran las 12:30 p.m.. Omega llevaba a Chema y Horus en su coche, mientras que yo iba en mi moto. Primero fuimos a dejar a Horus a su apartamento. Llegamos a las afueras del recinto de la cárcel a la 1:15 a.m., dejamos el coche y la moto en un pequeño bosque de al lado, tuve suerte, ya que la moto es más fácil de esconder que el coche. No nos resultaría muy difícil llegar hasta el tejado, ya que afuera solo había una torre de vigilancia, y como es lógico una sola torre no llegaba a ver todo el recinto de fuera, a mas, lo mas probable es que el guardia estuviese dormido. Antes de hacer nada comprobamos que todo el equipo funcionase, Horus izo las debidas pruebas y todo funcionaba a la perfección, después cogimos las ventosas y unos sencillos alicates y nos dirigimos a la verja. Hicimos un agujero en la verja, mas que nada, porque si nos poníamos a saltar la verja hubiéramos hecho un ruido espantoso. Una vez dentro del recinto subimos la pared con las ventosas, ya estábamos en el tejado. Omega sacó el destornillador de su bolsillo y empezó a aflojar la rejilla del conducto de ventilación. Mientras Omega desaflojaba los tornillos los demás comenzamos a ponernos lo pasamontañas. Cuando acabó sacó la rejilla con mucho cuidado para no hacer ruido, la dejó en el suelo y se puso su pasamontañas, ya estabamos todos listos, juntamos los puños como si fuéramos los mosqueteros (puede parecer una tontería, pero la verdad es que a nosotros nos daba mucha seguridad) y nos preparamos para entrar. Omega iba primero, seguido por Chema, yo iba el último. Según las indicaciones que nos iba dando Horus tendríamos que ir a parar a la cocina, y efectivamente así fue. Para no perder tiempo sacando el destornillador, Omega agarró la rejilla con la mano izquierda para que no se cayese al suelo y con la derecha le propinó un pequeño golpe, suficiente para que los 4 tornillos saltaran. Omega puso a un lado la rejilla y bajo muy silenciosamente hasta la cocina, se apostó rápidamente en su posición (en la puerta que da al comedor). Chema justo después de haber bajado Omega izo lo mismo, se sacó las dos beretas mientras caía y fue a cubrir su zona (una puerta que daba a un pasillo). Omega se asomó un poco para ver si había alguien, acto seguido apoyo la cabeza contra la pared y se dio un pequeño golpe en la cabeza cuando de repente se puso a hablar por el intercomunicador.- Ejem... Horus, ¿tu no sabrás por casualidad si esta prisión tiene cámaras de seguridad?- Al momento se oyó un- ups, pues ahora que lo comentas, jeje, ya decía yo que se me olvidaba algo... Chema se sentó en el suelo en acto de desesperación -joder Horus, explícame como cojones has hecho para olvidarte de las putas cámaras, ¡menos mal que nos hemos dado cuenta!, y también suerte que hemos traído los pasamontañas- entonces hablé yo, que aún no había bajado del tubo, ni era mi intención- bueno chicos, ya hemos llegado hasta aquí, no vayamos a estropearlo, lo único que tenemos que hacer es esquivar las cámaras, y si todo sale según lo previsto no tienen ni porque olernos, ¿entendido?
- Entendido.
- Entendido, pero como el capullo estee vuelva a tener un fallo como este...- Dijo Omega.
- Horus, indícame hacia donde tengo quue ir para ir hacia las celdas.
Seguí el camino que me iba indicando Horus, tardé unos 5 minutos en llegar. Tenía que ir mirando desde arriba celda por celda, ya que no sabíamos donde estaba Alberto. Joder, en ese momento pensé que hubiera sido mucho mejor dejar la Katana en el bar, me estaba molestando un huevo y además tenía que ir con mucho cuidado para que no rozase con la lámina de arriba del tubo para que no hiciese ruido. Le encontré en la cuarta celda. Pegué unos golpecitos en la rejilla, Alberto se fijo, le dije que no hablara muy alto y que no gritase, que un amigo suyo me enviaba para sacarle de allí. De vez en cuando se oían a Omega y a Chema decir que todo por allí estaba despejado. Quité la verja de un pequeño golpe y bajé hasta la celda, en ningún momento me quité el pasamontañas. Le dije que lo único que tenía que hacer era seguirme y que si causaba muchos problemas la mejor solución era eliminar el problema, me entendió a la primera. Después pensé que era mejor que él fuese delante, prefería tenerlo a vista. Le ayudé a subir al tubo, detrás de él subí yo, que me pare un momento a poner en su sitio la rejilla. Hicimos el mismo recorrido pero de vuelta, una vez sobre la cocina avisé a Omega y a Chema de que ya podían subir, ya estaba echo. Mientras Omega se dirigía hacia donde estaba yo para subir, escuchamos la voz de Horus por el intercomunicador.