CARNAVAL

 

Bañáronse las rocas, 
cubriendo de espuma su desnudez,
los corales abriendo sus corolas
en una danza frenética,
mostraron su altivez.
El nácar en su lecho de luna, 
sorprendido en su candor,
caballitos marinos 
saltando en el bosque de las algas,
se unieron a la danza 
en su mágico esplendor.
Las arenas quietas 
guardaban las huellas de las olas,
en un mundo de figuras, 
de arabescos de color,
las gaviotas en su vuelo de sonrisas, 
cantaban al amor.
Pequeñas caracolas, 
atentas a guardar el sonido del mar,
de nada se enteraban, 
ajenas a todo aquel carnaval,
dejábanse llevar 
por la música eterna que sabian amar.
Yo las miraba sonriente, 
en su afán de trabajar,
entre tanta algarabía 
guardaban su pensar
para atesorar profundamente, 
el sonido del mar.
Nació el sol entre las nubes 
y se dijo, 
me vuelvo a acostar ?
Si me levanto ahora, 
los corales no danzarán,
y los nácares dejarán su lecho de luna, 
para volver a soñar.
Las arenas olvidarán las huellas, 
que dejaron al caminar
tantos enamorados, 
tomados de la mano,
mirando el mar.
Mejor me acuesto de nuevo, 
no quiero molestar.
No porque el sol se oculte, 
dejará de brillar,
ni porque los corales duerman, 
cesarán de bailar,
y entre sus bosque de algas, 
miles de caballitos saltarán.
La vida sigue su curso, 
soñar es soñar, amar es amar,
sin títulos ni jueces, 
sin rencores que perdonar.
La vida es como un carnaval de ilusiones...
vienen las olas, 
y se las lleva el mar...

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