TU

 

Tú, como un barco 
anclaste en mi puerto dormido
después de recorrer el mundo, 
sin sentido,
trajiste gaviotas 
prendidas a tus velas
pedacitos de luna llena, 
y algunas estrellas. 
Curé tus heridas, 
hasta diría que calmé tus penas,
limpié lentamente, 
y con paciencia, las viejas arenas
que se pegaban como imanes 
a tus venas. 
Miré tus angustias, 
confundiéndome con ellas,
abracé tu cuerpo, 
en noches de luna llena.
Te sentí mio entonces 
como el mar a la arena,
se poblaron mis sueños, 
me sentí plena. 
Te amé locamente, 
como nunca lo hiciera,
fui sólo tuya, 
en esas noches de luna llena.
Como un barco, que deja el puerto,
hizaste las velas, 
dejando mis arenas.
No se por qué vuelvo,
por qué espero aquellas humedades
que dejaste en esas noches 
de luna llena...
Será porque te quiero, 
que ya nada me interesa,
sólo miro el puerto vacío, 
y mis abandonadas arenas...



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