Castillo de arena
Castillo de arena en el que habitan
princesas, hadas y dragones;
en él no falta nada, ni un soñador,
ni las mariposas azules, los unicornios,
y las flores.
Castillo de arena, en el que habitan
mirándose en los espejos,
las palabras, los sueños, los corazones...
Castillo de arena, al que llego a diario,
saltando las horas, ignorando el cansancio,
olvidando tristezas,
atesorando a su lado, lunas de colores
y cielos azules.
De mi noche a tu madrugada,
de mi luna escondida entre nubes,
de tus ojos de noche, a mi alma despierta,
espejos claros que se miran, sin pesadumbres.
Castillo de arena, has permanecido
a travez del tiempo, a travez de los siglos,
en una tierra de hadas;
cobijando almas, pintando cielos...