Reflexiones

Un dia tu mesa fué un árbol, 
donde dormían las aves
donde crecían la frutas,
donde nacían los trinos, el mismo 
al que iluminaba la tarde.

Un día mi vida fué semilla
fruto de otro árbol, que tambien lo fué,
me dió su savia, crecí a su sombra
y entre sus hojas, dejé de ser niña,
para convertirme en mujer.

Un día la letra se convirtió en palabra,
la palabra en frase, la frase en sueños,
y los sueños en mi vivir. Si despierto de ellos,
de nadie es la culpa, asumo mi sentir,
volveré a soñar, quien lo ha de impedir?

Hay también cosas que no sé, me pregunto;
Cuándo un día me vaya, que seré?
Sere tambien una semilla?
seré, sólo una estrella que titila,
junto a la luna al anochecer?

O seré parte del mar, entre olas
y arenas amarillas, buscando lo que no sé?
O seré parte también de un árbol,
que algún día se convertirá en cuna,
para mecer los arrullos de un bebé?

Qué lloramos lo que hicimos?
Qué lloramos lo que un día fué o no fué?
Todo ha sido antes de ser,
desde la semilla al árbol, 
desde la niñez a la madurez.

Todo ha tenido preguntas y respuestas,
de quién es la culpa si no las sabemos?
Quién es culpable si no lo queremos ver?
Se asume lo que hemos sido,
y lo que seremos después.

Es parte de todo, respuestas inciertas, 
culpas, pesares, amores y olvidos,
también hay soles y lluvias de otoño,
miremos arriba, para saber lo que somos.
Vivamos la vida, ya llegará el después!