UNIVERSIDAD DE YACAMBU
VICERECTORADO DE ESTUDIOS VIRTUALES
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVA
MERCADO DE CAPITALES
Lic. María Fernanda González
ASIGANCIÓN 4
IV.:
Investigue las diferentes tipos de inflación podemos encontrar, según los
dígitos y según su origen.
Inflación: Elevación del nivel general de precios de una
economía, acompañada de una reducción del poder adquisitivo de la moneda
utilizada en esa economía.
Inflación: Elevación en el nivel de precios de una economía
Tasa de inflación: Tasa porcentual a la que crece el nivel de precios
en una economía durante un período específico.
Tasa de interés nominal: Tasa o porcentaje de rendimiento sobre la calcula el
monto de interés bruto de una obligación.
Tasa de inflación: Cambio porcentual registrado en el nivel de
precios.
Tasa de interés: Pago de interés anual sobre un préstamo, expresado como un
porcentaje del préstamo. Equivale al monto de interés anual dividido entre el
monto del préstamo.
En general, todos los poseedores de
activos financieros que tengan una tasa de rendimiento nominal fija, sufrirán
una pérdida ante aumentos en la tasa de inflación.
A mayor tasa de inflación
mayor tasa de interés. Esto se explica porque quien suministra el dinero
considera que debe recuperar el poder adquisitivo de su dinero y ganar un poco
más, por encima de la inflación.
La inflación consiste en un aumento general del nivel de precios que obedece a la pérdida de valor del dinero. Las causas concretas e inmediatas de la inflación son diversas pero, en esencia, se produce inflación cuando la oferta monetaria crece más que la oferta de bienes y servicios. Cuando esto ocurre, existe una mayor cantidad de dinero a disposición del público para un conjunto de bienes y servicios que no ha crecido en la misma proporción. Ello hace que el dinero resulte relativamente más abundante y que, como en el caso de cualquier otra mercancía cuya oferta se amplía, tienda a reducir relativamente su valor, haciendo que se necesite entregar más unidades monetarias para obtener la misma cantidad de bienes.
El origen más frecuente de la inflación es el déficit fiscal. Los gobiernos normalmente emiten bonos o títulos para enjugarlo, con lo que incrementan la deuda pública; pero todos los instrumentos de financiamiento obligan al pago de intereses y deben rescatarse, al menos en parte, en algún momento, pues no es posible sustituirlos indefinidamente por otros. Ello origina que aumente en definitiva la cantidad de dinero en circulación, creándose dinero inorgánico que no está respaldado por una ampliación de la base monetaria. El proceso, en ciertas condiciones, puede llevar a una espiral incontenible de precios: el aumento del valor nominal de las mercancías hace que los sindicatos y otras fuerzas sociales presionen por aumentos en los salarios (y a veces por un incremento en el gasto público social), lo que incide en los costos nominales de las empresas quienes, a su vez, aumentan el precio final de sus mercancías. Cuando el gobierno acepta estas presiones -imponiendo aumentos de salarios o su indexación, y aumentando sus gastos nominales- se produce una presión inflacionaria creciente que lleva al fenómeno conocido como hiperinflación o, en todo caso, a que se mantenga un alto nivel de inflación durante períodos bastante prolongados.
Analíticamente suele distinguirse
entre inflación de demanda e inflación de costos aunque ambas, en
el proceso referido anteriormente, son dos expresiones de un mismo fenómeno.
La inflación de costos se produce cuando
aumentan los precios de los factores productivos, especialmente los salarios,
lo que lleva a que las empresas trasladen tales aumentos de costos a los
precios.
La inflación de demanda ocurre cuando la
economía entra en una fase expansiva, hay mayor cantidad de dinero en poder del
público y existe una presión de la demanda que encuentra una oferta que no
puede crecer al mismo ritmo.
No se produciría inflación, en realidad, si los salarios aumentasen sin que se expandiese la oferta monetaria: sus incrementos serían compensados, directa o indirectamente, por el descenso de otros precios; pero, al validar el aumento de los salarios con un aumento en la oferta monetaria, se genera una expansión en la demanda agregada que impulsa los precios hacia arriba. Se crea así un círculo vicioso, pues unos aumentos retroalimentan a otros, provocando situaciones inflacionarias que a veces se prolongan por muy largo tiempo
La inflación está formada por varios
niveles de gravedad. De ahí que se analicen mediante la siguiente distribución:
inflación moderada, galopante e
hiperinflación.
Inflación moderada: Se caracteriza por una lenta subida de los precios.
Clasificamos entonces, con arbitrariedad, las tasas anuales de inflación de un dígito. Cuando los
precios son relativamente estables, el público confía en el dinero. De esta
manera lo mantiene en efectivo porque dentro de un cierto tiempo (mes, año),
tendrá casi el mismo valor que hoy.Comienza a firmar
contratos a largo plazo expresados en términos monetarios, ya que confía en que
el nivel de precios no se haya distanciado demasiado del valor del bien que
vende o que compra. No le preocupa o no le interesa tratar de invertir su
riqueza en activos reales en lugar de activos monetarios y de papel ya que
piensa que sus activos monetarios conservarán su valor real.
Inflación galopante: Es una inflación que tiene dos o tres
dígitos, que oscila entre el 20, el 100 o el 200 % al año. Dentro del extremo
inferior del conjunto encontramos países industriales avanzados, caso de
Italia. Otros países, como los latinoamericanos, Argentina y Brasil, muestran
en la década de los setenta y en la de los ochenta, tasas de inflación entre el 50 y el 700
%.Cuando la inflación galopante arraiga, se
producen graves distorsiones económicas. Generalmente,
la mayoría de los contratos se ligan a un índice de precios o a una moneda
extranjera (dólar); por ello, el dinero pierde su valor muy deprisa y los tipos de interés pueden ser de 50
ó 100 % al año.Entonces, el público no tiene más que
la cantidad de dinero mínima indispensable para realizar las transacciones
diarias. Los mercados financieros desaparecen y los fondos no suelen asignarse
por medio de los tipos de interés, sino por medio del racionamiento. La población recoge
bienes, compra viviendas y no presta dinero a unos tipos de interés nominales bajos.Es extraño ver que las economías que tienen una inflación anual del 200 % consigan
sobrevivir a pesar del mal funcionamiento del sistema de precios. Por el
contrario, estas economías tienden a generar grandes distorsiones económicas,
debido a que sus ciudadanos invierten en otros países y la inversión interior
desaparece.
Hiperinflació: Aunque parezca que las economías
sobreviven con la inflación galopante, el concepto de la hiperinflación se afianza como una
tercera división. Decimos que esta se produce cuando los precios crecen a tasas
superiores al 100 % anual. Al ocurrir esto, los individuos tratan de
desprenderse del dinero líquido de que disponen antes de que los precios
crezcan más y hagan que el dinero líquido de que disponen antes de que los
precios crezcan más y hagan que el dinero pierda aún más valor. Todo este
fenómeno es conocido como la huída del dinero y consiste en la reducción de los
saldos reales poseídos por los individuos, ya que la inflación encarece la posesión del
dinero. No se puede decir nada bueno de una economía de mercado en la que los
precios suben un millón o incluso un billón % al año.Las
hiperinflaciones se consideran como algo extremo y vienen asociadas a guerras,
consecuencias de dichas guerras, revoluciones, etc. Hoy en día todo escasea,
menos el dinero. Los precios son caóticos y la producción está desorganizada.
Todo el mundo tiende a acaparar cosas y a tratar de deshacerse del papel moneda
malo que desplaza de la circulación al dinero metálico
bueno. Con ello, llegan de nuevo los inconvenientes del trueque. La
hiperinflación más documentada se produjo en Alemania durante el periodo
posterior a la primera Guerra Mundial (1.922-1.923). En ella el gobierno puso
en marcha la emisión de dinero, elevando los precios y el dinero a grandes
niveles. Consecuencia de esto fue, que el dinero que una persona tenía en 1.922
queda apenas sin valor en 1.923. Algunos estudios han encontrado varios rasgos
comunes en las hiperinflaciones: Primero, la demanda real de dinero disminuye
radicalmente. Como consecuencia de esto, los precios crecen en un 29’72 %, es
decir, en la trigésima parte del nivel existente anteriormente. Se intenta
deshacerse del dinero para no sufrir su pérdida de valor, Segundo, los precios
relativos se vuelven muy inestables. Normalmente, los salarios reales sólo
varían al mes un punto porcentual o menos. Pero en esa época, los salarios
reales variaron en un tercio al mes (aumentando o disminuyendo).Esta variación
de los precios relativos y de los salarios reales muestra con claridad el
elevado costo de la inflación. Finalizando, la hiperinflación produce los efectos más profundos en
la distribución de la riqueza.
Para el economista Paulo E Ricardo Arsuza se habla de la
inflación y el PIB nominal
El producto interno bruto nominal crece más aprisa que el real, debido a que los precios suben año por año por causa de la inflación
Inflación por
Inflación por