LA IMPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Existen diferentes definiciones de lo que significa ser una persona inteligente. Los psicólogos nos hemos esforzado no solo por definirla, sino por crear herramientas confiables para establecer parámetros de medición que reflejen la capacidad de las personas, de lo que llamaremos inteligencia racional, están diseñadas de acuerdo al desarrollo académico, edad y sexo de las personas. Sin embargo todos estos esfuerzos no reflejan el éxito que puede tener una persona en la vida.

¿Cuántas veces conocemos personas académicamente sobresalientes, “brillantes”, pero que en la vida práctica no logra tener éxito en sus empleos, negocios o la vida privada; no pasa de ser una persona promedio?

Jack Mayer y Peter Salovey, pioneros en el desarrollo del concepto de Inteligencia Emocional, son quienes establecen la teoría de que existen distintas ramas en la inteligencia emocional en orden jerárquico (desde la más sencilla hasta la más compleja) y definen la Inteligencia Emocional como “la habilidad para *percibir emociones, *para accesar y generar emociones que soportan en raciocinio, *para entender emociones y el conocimiento emocional y *para regular, de manera efectiva, emociones y promover crecimiento emocional e intelectual”

Los autores de “La Inteligencia Emocional; aplicada al liderazgo y a las organizaciones”, Robert K. Cooper y Ayman Sawaf, señalan que la Inteligencia Emocional es “la capacidad de sentir, entender y aplicar eficazmente el poder y la agudeza de las emociones como fuente de energía humana, información, conexión e influencia.”

Coopper plantea los cuatro pilares de la Inteligencia Emocional: Conocimiento Emocional, Aptitud Emocional, Profundidad Emocional y Alquimia Emocional.

Por otra parte Daniel Goleman, quien difundió el término a través de su publicación “Inteligencia Emocional” presenta conceptos básicos, la define como “el sine qua non del liderazgo, afirma que sin ella, una persona puede tener la mejor capacitación del mundo, una mente aguda y analítica y ser una fuente inagotable de magnificas ideas, y aún así no ser un buen líder”

Todas estas definiciones expuestas plantean que el raciocinio y las emociones no se contraponen en nuestro cerebro, sino interactúan y se combinan en cada proceso mental. Podemos afirmar que las emociones ayudan y soportan nuestro pensamientos, les dan “tono y color” en forma individual, y con el razonamiento lógico podemos analizar nuestras emociones.

Goleman propone un Modelo de Inteligencia Emocional:

 



Este sencillo esquema plantea una serie de actitudes y habilidades que no se pueden medir a través de una herramienta convencional. ¡Hay que romper esquemas o paradigmas convencionales para enfrentar este nuevo reto! Hasta hoy solo conocemos dos instrumentos de evaluación de lo que los autores nombran, Coeficiente Emocional (CE). El primero fue elaborado por Cooper y Sawaf quienes presentan en su libro el “Cuadro de Cociente Emocional” con 21 dimensiones evaluadas en cuatro escalas (optimo, diestro, vulnerable y de cautela). El segundo instrumento es el “EQ-i: Formulario EQ” elaborado por el Dr. Reuven Bar-On (Manejado por la consultoría MGT) quien inicia el desarrollo de un enfoque teórico para medir la Inteligencia Emocional dentro de cinco dimensiones:

· Interpersonal. Habilidad para el buen funcionamiento de relaciones interpersonales: Estas personas entienden, interactúan y se relacionan bien con otros, a pesar de las dificultades.

· Intrapersonal. Habilidad para sentirse bien con uno mismo y con lo que se hace en la vida a pesar de las dificultades y adversidades. Estas personas son capaces de expresar sus sentimientos, son independientes, fuertes y con gran confianza en sí mismos para expresar ideas y creencias.

· Adaptabilidad. Habilidad para enfrentar los problemas del día a día y manejar situaciones difíciles. Estas personas son realistas, flexibles y efectivas para evaluar y resolver situaciones problemáticas.

· Manejo de Estrés. Capacidad para tolerar y trabajar bajo presión y estrés sin perder el control.

· Estado General de Animo. Habilidad para enfrentar la vida desde una perspectiva positiva. Estas personas son generalmente positivas, dispuestas a ayudar a otros, optimistas, alegres, con gran capacidad para disfrutar la vida.

Nota: Esquema planteado en el curso: “Inteligencia Emocional. Importancia de la inteligencia emocional en nuestras vidas” impartido por el Ing. Edmundo Cruz L. (09-11-01) en la ciudad de Querétaro.

Le invito a preguntarse ¿cuál es su nivel de Conocimiento Emocional?. Esto implica el reconocer, valorar y respetar la sabiduría inherente de las sensaciones. Al responderse sea leal y honrado consigo mismo.

Ahora las organizaciones ya no se conforman con buscar evaluaciones cuantitativas y buscarán líderes Emocionalmente Inteligentes

Lourdes Velázquez
VELAZQUEZ
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