Arqueo Aegyptos 

 Las Moradas Para La Eternidad De Los Altos Dignatarios Del Antiguo Egipto

 

Localización: Deir el-Medina, Oeste de Luxor

La morada para la eternidad de Ptah-Hotep

TT 3

La morada para la eternidad de Ptah-Hotep nos revela la vida de un hombre de suma importancia, que vivió en la V Dinastía bajo el reinado del faraón Isesi, el precursor de Unas. 

 

Ptah-Hotep fue sacerdote del Santuario de Maat, visir, Inspector de Hacienda, Inspector de los graneros reales y juez, y además nos será mas conocido por las máximas que él mismo relató y que sirvieron de ejemplo durante los años siguientes.

 

Nos hallamos ante una mastaba de pequeñas dimensiones, pero sin embargo, nos ofrece una gran cantidad de información. Junto a él, se enterró también su hijo, Ajti-Hotep. En en interior de la mastaba se halló una momia, pero aún no ha sido identificada.

 

El pasillo de entrada tiene representaciones a los dos lados. En la pared de la izquierda vemos los bocetos elaborados por el dibujante, aún con tinta roja. Sobre este color, el maestro dibujante ejecutó las correcciones adecuadas, en color negro,  para dar la armonía y el equilibrio a la imagen diseñada. A continuación, se nos enseña una escena doble en la que los sirvientes de Ptah-Hotep se dirigen a ver a su señor, llevando vacas y cabras. En otra, vemos a otro grupo de sirvientes que portan aves.

 

En un extremo del pasillo, hay un pilar, y después la cámara funeraria de Ptah-Hotep. Las escenas son las que mejor se conservan de todo el Imperio Antiguo. El adorno de los techos semeja a los troncos de las palmeras. 

 

En el mismo compartimiento, pero a la izquierda, se halla la cámara funeraria de Ajti-Hotep. Es de caracteres muy parecidos a la de su padre, si bien es cierto que los artesanos no trabajaron tanto las paredes ni la techumbre. Sin embargo, no deja de ser menos espectacular.

 

No se puede decir mucho más acerca de la morada para la eternidad de este hombre, cuya sabiduría cruzó los umbrales de la eternidad a través del comportamiento y las estrictas directrices que marcaron su forma de vida. Cuando uno lee las  Máximas de Ptah-Hotep, se asombra del talento que alcanzó este alto dignatario del Antiguo Egipto.

 

© 2003, Amenofhis III (Luis Gonzalez Gonzalez) amenofhis_29@hotmail.com  


Ptah-hotep


Los sirvientes de Ptah-Hotep con ganado.


Detalle de la falsa puerta

Amenofhis
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