Arqueo Aegyptos Las Moradas Para La Eternidad De Los Altos Dignatarios Del Antiguo Egipto
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Localización: El-Qurna, Oeste de Luxor |
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La morada para la eternidad de Rejmire |
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Rejmire fue el funcionario de más alta graduación bajo el mandato de dos faraones, Thutmosis III y Amen-Hotep II. Padre e hijo, tuvieron bajo sus ordenes a un hombre de espléndidas facultades. Egipto había extendido sus fronteras hacia lugares insospechados, bajo el reinado de Thutmosis III. Nadie osaba levantar la cabeza entre los nueve arcos. Procedente de familia acomodada, el abuelo y bisabuelo de Rejmire habían sido ya visires. Ahora, él era el responsable de la zona que abarca Aswan y Asiut. Era alcalde de Tebas, administrador del Santuario de Amón en Karnak y visir. Su morada para la eternidad fue explorada por Frederic Caillaud entre los años 1819 y 1822. El resultado de su trabajo fue una obra publicada en 1831, llena de copias de las escenas que conmovieron a hombres como Sir Wilkilson, Champollión ó Hoskins. Su forma arquitectónica es muy parecida a sus homólogas del área de El-Qurna. Consiste en un patio, un vestíbulo y la cámara funeraria. Sabemos que Rejmire nunca descansó en éste lugar, e ignoramos si, tal vez, su momia fue parar al Valle de los Reyes. Así como entramos, vemos cinco maravillosas escenas divididas en registros, que nos muestran a hombres fabricando objetos típicos del Alto Egipto. A continuación, uno puede admirar la autobiografía del visir Rejmire. Lo que a continuación se nos presenta, es algo realmente increíble: Las tierras que se hallan bajo la protección del rey acuden a presentar sus tributos, en señal de amistad para con el Señor de las Dos Tierras. Acuden los habitantes de Kefftiu (Creta), portando cubos y potes. Llegan los habitantes de las tierras de Kush (Nubia), y entregan a Su Majestad jirafas, leopardos, babuinos, monos y perros, objetos de marfil y oro. Los habitantes de la tierra de Retenu (Siria) obsequian a su amigo el rey con potes, carros con armas, caballos, un oso y un elefante. Por último, se nos presenta gente procedente de varias tierras. Justo en el ala este, Rejmire examina los tributos entregados al Bajo Egipto. Se halla frente a una balanza en la que controla todo lo que es registrado. También vemos a los talleres de los artesanos del Santuario de Amón en Karnak. En este lado, también hallamos objetos que provienen de la costa mediterránea egipcia, escenas de pesca y también de caza. La techumbre de la cámara funeraria se halla a demasiada altura, por ello es muy difícil de poder ver las pinturas. Sin embargo, así como entramos vemos una serie de registros. Hallamos a Rejmire supervisando una importante reunión que consiste en preparar los diversos trabajos que los artesanos deben realizar en el Santuario de Amón. Allí podemos ver a carpinteros, pintores, dibujantes, orfebres y escultores. Tras éstos, una serie continua de diez registros demuestran los títulos de la necrópolis, la instalación de los obeliscos de Thutmosis III, a nueve amigos de Rejmire que llevan el catafalco, un peregrinaje a la ciudad de Abydos y una escena de baile. La zona de atrás, contiene un lugar donde un día reposó una estela. Una escena donde vemos a Rejmire ante Osiris, mientras su hijo Menkepereseneb a ofrendas a su padre y a su madre. Al este, los hijos de Rejmire: Menkepereseneb, Amen-Hotep y Senwosret. Una imagen de Rejmire y una escena en la que se preparan ofrendas para los difuntos. Lo que a continuación nos llega, está catalogado como las mejores escenas de la morada de Rejmire. Aquí vemos una serie de diez registros. Los músicos, hombres y mujeres, tocan dulces melodías, ataviados con brillantes ropajes. Vemos una singular escena, en la que una sirvienta echa vino sobre un cuenco, sujetado por una invitada que se halla sentada frente a una mesa con alimentos. Es el banquete funerario. Los hijos e hijas de Rejmire ofrecen ramos de flores y guirnaldas a sus padres. Vemos como el funcionario realiza un viaje en barco. Se dispone a viajar a Tebas y postrarse ante su rey, Amen-Hotep II, del cual va a recibir la más alta condecoración. Su hijo le presenta flores, junto a los dignatarios que acuden a las audiencias que Rejmire convoca como Visir. La morada para la eternidad de Rejmire no representa solo una promesa de eternidad para su dueño, sino que nos permite ver el grado de suma finura con la que los artesanos de éste período trabajaban, y como no, nos permite soñar con unas horas en la vida de este Alto Dignatario del Antiguo Egipto.
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Productos del Alto Egipto.
Rejmire examina los tributos al Bajo Egipto. |
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Varios artesanos del Santuario de Amón.
Músicos en el banquete fúnebre. |
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Una mujer sirve a una invitada al banquete fúnebre. |
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![]() Rejmire viaja en su barco para recibir una gran condecoración de manos del Faraón Amen-Hotep II. |
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-Amenofhis |