ARQUEO AEGYPTOS

El Egipto Militar

Los Asirios

 

 
 
Período Tardío  
 
 

Los asirios asoman en el panorama político de Egipto a mediados del Siglo VIII a. C. Comienzan a expandirse hacia Fenicia, Siria y Palestina  bajo el mando del rey Sargón II (722-705). Su relación con Egipto era buena, puesto que Sargón mantenía relaciones con Sabaqa (712-698). Así pues, los dos pueblos no pensaban en enfrentamientos.  No obstante, tras la muerte de Sargón, el poder lo alcanza  un nuevo rey llamado Senaqerib. Este nuevo monarca, de corte conquistador,  asedia Jerusalem. El rey judío Ezeqías pide socorro al rey egipcio Shebitju (698-690). Así, Jerusalem escapa a la destrucción.

Tras el fiasco, el sucesor de Senaqerib, Asaradón, intenta invadir el Delta del Nilo. En un primer intento, el faraón nubio Taharqa  (690-664) repele la ofensiva. Sin embargo,  en el año 671 a. C. Asaradón toma Menfis y obligó a Taharqa a retirarse a Tebas. Asardón nombra a Neco-Nekao I como faraón. Egipto se declara vasallo del imperio asirio. Pero Taharqa recupera en control de Menfis en el año 669. La balanza de la guerra no se ha inclinado todavía en favor de nadie.

En medio de estos hechos, el rey Asaradón muere, y el imperio asirio es controlado ahora por Arsubanipal, el cual se enfrenta a Taharqa. Lo vence en Menfis, y avanza hacia el Alto Egipto, cayendo Tebas en su poder. La capital de este imperio está en Nínive. Una vez que Arsubanipal se ha asegurado de controlar Egipto, se retira a su ciudad capital. Las dinastías libias que controlan el Delta del Nilo no tardan en rebelarse. Neco-Nekao, que había liderado la revuelta, es deportado a Nínive. Allí debe ocurrir que vuelve a jurar fidelidad al rey asirio, porque regresa nuevamente a Egipto. Arsubanipal no solo le entrega el control del Delta, sino que Psamético, hijo de Neco-Nekao; lo nombra gobernador de Atrhibis.

Pero en la zona de Kush se está gestando una rebelión. El sucesor de Taharqa, Tantamani, es un hombre guerrero, consciente de las raíces bélicas que envuelven toda su cultura. Se ve como un humillado expoliado, y en una campaña sanguinaria, Tantamani recupera Aswan, Tebas y Menfis. Comienza una lucha sangrienta por el poder, en la que también están Neco-Nekao I y su hijo Psamético. Pero durante ese mismo año, el ejército asirio destruye Tebas. Tantamani, incapaz de repeler los ataques, huye a Napata. Psamético, tras asistir a la muerte de su padre Neco-Nekao I, huye a Siria. Los asirios han restablecido el orden. Los doce reyes de esta dinastía establecen su gobierno en Menfis y El-Fayum

Pero Psamético regresa a Egipto con un ejército poderoso. Con ayuda de los griegos se hace con la zona del Delta. El paso siguiente es una alianza con el rey de Lidia. Psamético aprovecha un frente abierto que los asirios tienen con los babilonios. Así, tras una gran lucha, consigue expulsarlos definitivamente en el año 653. Sube al trono de Egipto Psamético I (653-610), el cual unifica nuevamente el país fundando la XXVI Dinastía. Ha comenzado el Período Saíta.

Los asirios, humillados y vencidos, tienen un gran problema llamado Babilonia. Por si esto fuera poco, también los medos y los escitas se enfrentan a ellos. El último rey asirio es Ashur-Uballit II. Con la desaparición del Imperio Asirio, los babilonios ocupan su lugar y se colocan durante varios siglos como una gran potencia en el mapa del Antiguo Próximo Oriente.

 
 
 
© 2006, Amenofhis III (Luis Gonzalez Gonzalez) amenofhis_29@hotmail.com