La manera como se manejan los asuntos
relacionados con la gente hace la diferencia entre un cambio
exitoso y uno no exitoso. Por eso es importante colocar a las
personas adecuadas en el lugar correcto, luego trabajar en
equipo para que así estas personas contribuyan a apoyar la
nueva organización.
En la fase de planificación del cambio,
es necesario evaluar las habilidades de la gente en las
organizaciones, lo que contribuirá a implementar el cambio
exitosamente. La evaluación de perfiles de competencias de la
gente en la empresa y su comparación con los perfiles de
aquellos individuos que han liderizado exitosamente el cambio
en otras empresas, es esencial pues con ello se resaltaran las
dificultades para poder implementar soluciones que permitan a
las empresas definir las estructuras que necesitan para
conseguir el cambio.
El cambio se ha convertido en una
constante en las organizaciones: globalización, organizaciones
centradas en el cliente, Internet y nuevas tecnologías,
Gestión de relaciones con los clientes (CRM), cambios en la
gestión de recursos humanos, gestión de la cadena de
aprovisionamiento (Supply Chain Management), etc., pero los
problemas vienen cuando, tras haber definido qué se necesita
cambiar, se ha de gestionar ese cambio.
Es habitual que los directivos de una
organización vean claramente cómo la organización ha de
cambiar, pero no consigan hacerlo correctamente ya que se
invierte mucho tiempo y conocimientos en el desarrollo del
plan y muy poco tiempo en como conseguir que la organización
implante, se implique y desarrolle ese cambio.
El resultado de esto es que se fracase
estrepitosamente cuando esa visión que el directivo tiene, ha
de implantarla y conseguir cambiar los procesos y cultura de
la organización. Nuestro consejo, aunque cada proyecto en
concreto "es un mundo", es invertir el 65% en cómo gestionar
el cambio y un 35% en el desarrollo del plan.
Los problemas en la gestión del cambio
son siempre debidos a los "miedos" de las personas de la
organización, a todos los niveles (dirección, mandos
intermedios, ...)
Estos "miedos" son debidos a la
incertidumbre y pérdida de control de la nueva situación,
falta de confianza, ruptura de la rutina, pérdida de derechos
adquiridos... en general, miedo a lo desconocido.
Y es por varios conceptos:
· Falta
de planificación estratégica y de definición de objetivos en
el proceso de cambio
· Falta de metodología en el proceso
· Estructura inadecuada
· Falta de recursos
·
Pobre comunicación interna
· No haber pensado
correctamente en qué va a ganar cada empleado con el
cambio
En muchas ocasiones, se cambian
procesos y se invierte sin tener planificado ni comunicado
cuales son los objetivos del proceso con lo que disminuyen
enormemente las posibilidades de éxito.
Por ello, en la
metodología desarrollada se hará mucho hincapié en estos
elementos para conseguir gestionar el cambio y alcanzar los
objetivos planteados.
Es importante destacar que no se va a
hablar de las técnicas empleadas en cada una de las etapas
(reingeniería, tecnologías de la información, gestión de
costes, sistemas de calidad, etc.) ya que no es el objetivo
del presente documento.
DESCRIPCIÓN DE LAS FASES
Fase 1.-
DEFINICIÓN de los objetivos del proyecto así como una visión
de cual será la situación final tras el desarrollo del
proyecto. Creación del equipo global de trabajo
Fase 2.-
DIAGNÓSTICO de la situación actual
Fase 3.- DESARROLLO del
plan de acciones (incluyendo el plan de comunicación interna),
así como los objetivos concretos que alcanzará. Creación de
equipos de trabajo
Fase 4.- IMPLANTACIÓN DEL CAMBIO en las
fases definidas. Ejecución del plan FORMACIÓN.
Fase 5.-
SEGUIMIENTO de la solución y CONTROL
Fase 1.- Definición de los objetivos
del proyecto así como una visión de cual será la situación
final tras el desarrollo del proyecto. Creación del equipo
global de trabajo
Para el correcto desarrollo y ejecución
del proyecto, el primer paso será definir los objetivos que
persigue y la visión de cuales serán sus resultados. Una mala
definición de estos conceptos puede conllevar indefiniciones y
problemas posteriores.
Los objetivos en esta fase serán
cualitativos ya que la cuantificación de los mismos se
realizará en fases posteriores. Además, se creará un equipo de
trabajo para todo el proyecto que básicamente estará compuesto
por directivos de la organización.
Fase 2.- DIAGNÓSTICO de la situación
actual
Tras haber sido definidas la visión y los objetivos
del cambio, en esta etapa se emplearán distintas técnicas de
análisis en función de las características del
proyecto.
En función del tipo de proyecto a
desarrollar, las herramientas pueden variar pudiendo ser por
ejemplo un estudio de posicionamiento, el autodiagnóstico
empleando el modelo de la EFQM, el desarrollo de un análisis
DAFO (Debilidades Amenazas Fortalezas Oportunidades), el
cálculo y análisis de costes, análisis de puestos de trabajo,
etc.
Independientemente del proyecto a
desarrollar, es indispensable analizar la cultura de la
organización ya que entenderla es el primer paso para
gestionarla correctamente.
Partiendo por un lado de la información
recogida con una u otra técnica y por otro lado el análisis de
la cultura de la organización, ya se está en disposición de
planificar el cambio.
Fase 3.- DESARROLLO del plan de
acciones (incluyendo el plan de comunicación interna), así
como los objetivos concretos que alcanzará. Creación de los
equipos de trabajo.
Tras el diagnóstico de la fase 2, en
este momento se definirán los objetivos finales del cambio,
cuales serán las tareas a realizar así como los plazos y
recursos tanto internos como externos de la organización
necesarios.
Esta es una fase compleja y en algunos
casos necesitará de varias aproximaciones hasta conseguir el
plan de acciones y objetivos definitivos.
Esta fase a su vez tiene cuatro
subfases:
3.1. Objetivos finales del cambio
Es muy
importante señalar que en esta etapa, se deberá llegar a un
equilibrio entre cual es la visión y los objetivos del cambio
y lo cerca o lo lejos que está de conseguirlos, pudiendo
definir objetivos intermedios.
Este equipo definirá en primer lugar la
visión del cambio para a partir de ahí definir los objetivos
del cambio. Estos objetivos deben ser bastante claros,
alcanzables, objetivos y medibles.
Deberían ser objetivos
del estilo:
· Alcanzar el liderazgo en un mercado
determinado
· Reducir costes en un x%
· Aumentar la
productividad un x%
· Disminuir la rotación del personal
un x%
Otro punto importante es la definición
de tiempo y recursos que se van a destinar para así evaluar a
priori el retorno de la inversión del proyecto.
3.2. Desarrollo de plan de acción
En
esta subfase, se desarrollará perfectamente el plan de
acciones que dependerá totalmente del tipo de proyecto a
desarrollar.
En función de si el proyecto es de
dimensionamiento de plantilla, un plan estratégico, un sistema
de aseguramiento de la calidad según norma ISO 9000, etc.,
será ésta la subfase en la que se desarrollarán los aspectos
técnicos.
Obviamente, se escapa de los objetivos
de este documento profundizar en estos distintos aspectos que
serán diferentes en función del tipo de proyecto y
objetivos.
Es muy importante destacar que pensando
ya en la fase de implantación, se deberá hacer una matriz con
los distintos proyectos y su impacto en la organización,
dándole prioridad en su desarrollo a los que más impacto
tengan ya que conseguirá un efecto positivo en el proceso de
implantación.
3.3. Plan de comunicación
Tras haber
desarrollado el diagnóstico y los planes de acción, es crítico
plasmar toda la visión definitiva del proyecto y comunicarla
para conseguir:
· La integración de todos los integrantes
de la organización.
· Tener un punto de partida y otro de
final para saber en todo momento donde se estaba, a donde se
quiere llegar y en qué punto estamos
· Conocer en todo
momento si se están alcanzando los objetivos así como los
recursos empleados y su comparación con lo
planificado
Es muy problemático cuando los
integrantes de la organización no saben qué esta sucediendo,
cómo les afectará a ellos, quienes son las nuevas personas que
no conocen (en caso de que haya consultores externos), para
qué están aquí, etc.
Y más aún cuando empiezan a haber los
primeros cambios. Es indispensable que todo el mundo sepa lo
que está sucediendo, por qué y para qué así como si le va a
afectar en sus condiciones personales y
profesionales.
Por ello, en el plan de comunicación se
deberán de definir todos sus componentes: objetivos, a quien
va dirigido, con qué mensajes, en qué soportes, con qué
frecuencia, etc.
3.4. Creación de equipos de
trabajo
Para la correcta gestión del cambio es
indispensable la creación de equipos de trabajo que se
"empapen" del cambio y que lo transmitan a toda la
organización. En función de las características del proyecto y
del tamaño de la organización, será necesaria la creación de
más o menos equipos con una cantidad u otra de
integrantes.
En este equipo, se debe definir
exactamente cual serán sus funciones y responsabilidades,
quien serán los integrantes, cual será la dedicación de cada
uno de ellos al proyecto, quien lo liderará y cual será la
frecuencia de las reuniones.
Fase 4.- IMPLANTACIÓN DEL CAMBIO en las
fases definidas. Ejecución del plan de FORMACIÓN
Esta fase
está totalmente relacionada con la creación de equipos de
trabajo ya que son ellos, posiblemente ayudados de personal
externo, los que implantarán el cambio. En esta fase es muy
importante localizar dentro de la organización quienes pueden
ser los facilitadores del cambio.
Si estas personas están perfectamente
identificadas, pueden ser catalizadores del cambio para que
ayuden a motivar a sus compañeros.
En función del tamaño de la
organización y de la complejidad del proceso de cambio, se
puede estudiar el hacer pruebas piloto. Es importante señalar
que estas pruebas piloto pueden servir como palanca del cambio
consiguiendo resultados tangibles dentro de la organización y
así poder motivar a otros elementos menos motivados
inicialmente, y así ayudar como impulsor del proyecto
global.
Fase 5.- SEGUIMIENTO de la solución y
CONTROL
Tras la implantación del proyecto, es crítico que
haya un seguimiento de los indicadores que se habían definido
así como actuar en consecuencia de las desviaciones
producidas.
En esta tarea, una herramienta como un
cuadro de mando pueden ser muy interesantes para su correcto
seguimiento.
En el desarrollo de proyectos es muy
habitual dejar de la lado esta fase con lo que con el tiempo
los proyectos "degeneran" llegando a una situación en la que
un proyecto que se había hecho para mejorar y ha mejorado la
organización hasta un momento determinado llega a ser
contraproducente debido a no haber realizado un correcto
seguimiento y control del mismo.