Reflexiones para un modelo de evolución para el cambio
El elemento clave para los procesos evolutivos de cualquier sistema dinámico es el poder compartir, entre todos los elementos que lo integran, el concepto de la finalidad: cuáles son los objetivos básicos a ser alcanzados, cuál debe ser la orientación de la gestión, las distintas modalidades de acción y la línea de conducta a seguir.
En estos términos, la eficiencia de la acción será entonces medida por su contribución a los propósitos generales de la organización y a los objetivos de la misma. Por lo tanto, la instrumentación de programas de acción sin contar con dichos propósitos pasa a ser simplemente una ficción, absoluta o relativa; la existencia de dichos propósitos sin la característica de ser compartidos por el "grupo organizado" pasa a ser alienante.
Todas las organizaciones tienen siempre una finalidad básica que les es asignada por la sociedad y es la que, en principio, define su creación (producir, distribuir bienes y/o servicios). Son finalidades compartidas por las organizaciones de una misma rama, pero más allá de eso, es el modo de proceder, la forma de hacer las cosas, de entender su propia función, lo que las diferencia y define la clave del éxito individual.
LA FILOSOFIA DE GESTION
"Si queremos marcar la diferencia, la clave es el
compromiso"
Debemos contar con "algo" para compartir, alrededor de lo cual podamos sumar voluntades, aglutinar esfuerzos y compartir logros. Algo que nos diferencie, algo que constituye la base y esencia del mensaje que promueve la evolución y el cambio. Ese "algo" es la Filosofía de Gestión.
La Filosofía de Gestión es la expresión clara de cuáles son los propósitos fundamentales y razón de ser de la organización (misión y valores); cuál es la dirección que debe seguir la gestión de la empresa (directrices, estrategias, objetivos corporativos o estratégicos); cuáles son las orientaciones que guiarán la toma de decisiones y las líneas de conducta que deben caracterizar a sus miembros (Políticas generales de la organización).
La Filosofía de gestión aparagua y apalanca todos los procesos y a todas las instancias de la institución, fluye a través de la pirámide organizacional y potencia los logros, en la medida en que es asumida y compartida.
La Filosofía de Gestión debe ser la base del discurso, el elemento fundamental de comunicación, el concepto que avale en un momento dado, la adopción de técnicas, teorías y herramientas para lograr alcanzar los fines que se persiguen. Es el concepto que prevalece, aún cuando los medios selecionados para alcanzarlo se modifiquen.
¿QUIENES SOMOS? ¿DONDE ESTAMOS? ¿HACIA DONDE VAMOS?
¿COMO TRANSITAREMOS EL CAMINO HACIA
NUESTRA
SITUACION
OBJETIVO?
¿Quiénes somos?
En primer lugar, es muy importante dejar perfectamente clara la diferencia entre lo que somos realmente y lo que aspiramos ser, ya que es muy fácil caer en la tentación de tratar de transmitir que "somos lo que queremos ser", lo cual generará confusión, errores y peor aún, frustración. Debemos esforzarnos en asumir lo que somos realmente para, a partir de allí, poder identificar el rumbo correcto hacia lo que queremos llegar a ser.
¿Hacia dónde vamos?
Es a este nivel al que debemos configurar los fines, la situación objetivo a alcanzar.
¿Dónde estamos?
Cúales son las fortalezas y debilidades que se derivan de lo que somos, una vez que sabemos hacia dónde vamos. Cuáles son las oportunidades y amenazas que nos muestra el entorno para evolucionar de lo que somos a lo que queremos ser.
Cómo transitar hacia la situación objetivo?
Una vez revisados, definidos de manera explícita, acordados y compartidos a nivel de alta gerencia, los postulados que conformarán todo el esquema de la Filosofía de Gestión, es el momento de potenciar la acción.
¿Qué se ha hecho?
¿Qué falta por hacer?
· Debe construirse la Filosofía de Gestión y explicitarse a todos los niveles de la organización
· Debe construirse el discurso central del proceso alrededor de la Filosofía de Gestión y mantenerlo siempre presente en todas las intervenciones, eventos, visitas, etc.