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TÍTULO: |
LA
GERENCIA MILITAR ¿EXISTE NEGOCIACIÓN?
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Aportado por: Igor René Guariguata Mederos,
Coronel (Av). dingo@icnet.com.ve |
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TRABAJO | |
CONTENIDO
1.
ANTECEDENTES
2.
LA LEGITIMIDAD DEL LIDERAZGO Y EL MANDO EN LAS FUERZAS ARMADAS
VENEZOLANAS
3.
ETICA Y MORAL MILITAR
4.
EL MILITAR COMO LIDER Y COMO GERENTE ¿HAY DIFERENCIAS?
5.
¿HAY NEGOCIACION O NO?
1.- ANTECEDENTES:
El inicio
de los militares venezolanos se remonta a la época de la colonia española,
cuando algunos criollos (hijos de españoles nacidos en Venezuela) comenzaron a
prestar su servicio militar, para lo cual se alistaron en las milicias de
Caracas, donde a los más aprovechados los mandaban a la Madre Patria para que se
prepararan mejor como Oficiales.
En este orden de ideas, es necesario tocar
la situación cultural de la época, a efecto de comprender mejor la total
situación que enmarcó la actividad militar en la Capitanía General de
Venezuela:
· Primero: La causa considerada real y aceptada por la mayoría
de los historiadores contemporáneos de nuestra gesta emancipadora fue que ya ¨a
mediados del siglo XVIII América sentía en si misma una pujanza que en España
continuaba adormecida y por eso, para la renovación mundial que se anunciaba, el
criollo americano estaba mejor preparado que aquellos peninsulares - escritores,
políticos y funcionarios - que siendo sus contemporáneos parecían ser siempre
sus abuelos¨ (Augusto Mijares: El Libertador. Biblioteca Simón Bolivar, Edit.
Cumbre, México, tomo I, 1979), lo cual impulsó, entre otras causas, la voluntad
de no depender de la Corona.
· Segundo: El eminente criollo Miguel José
Sanz, denunció ante el Ayuntamiento de Caracas a ¨... la vanidad como el defecto
que transformaba las ideas de padres e hijos sobre la formación que debía darse
a éstos. Generalmente se juzga no existir más ciencia fuera de la contenida en
la Gramática de Nebrija, la filosofía Aristotélica, las Institutas de
Justiniano, la Curia Philippica, la Teología de Gont y la de Larraga y se cree
que basta con saber redactar memorias, decir misas, lucir cordones de Doctor o
llevar hábitos sacerdotales o monacales; que la decencia prohíbe trabajar la
tierra y ordena el desprecio de las artes mecánicas y útiles. Por pura
ostentación se viste el uniforme militar, se traduce mal el francés para afectar
el castellano; se obtiene el título de abogado para ganar el sustento diario, se
reciben las órdenes sacerdotales para adquirir consideración y se hace voto de
pobreza en un convento precisamente para librarse de ella¨. (Augusto Mijares: El
Libertador. Biblioteca Simón Bolívar, Edit. Cumbre, México, tomo I, 1979). En
este trozo se nota un pensamiento o sentimiento de desagrado con la sociedad
peninsular y su manera de administrar, donde ya no se comparten valores, ni
visión.
· Tercero: Mucho más adelante en nuestra historia, ante la
necesidad de profesionalizar la actividad y en procura de aumentar la eficiencia
de la artillería (ante la amenaza latente de ataque por parte de los piratas) se
crea la escuela de matemáticas con sede en la Planicie, Caracas. En esta
Escuela, en 1798, se graduó el Subteniente Simón Bolívar. Esta escuela, a la
larga, se convertirá en la Escuela Militar de Venezuela, crisol de los Oficiales
del Ejército propiamente dicho que nacerá mucho después.
· Cuarto: Hasta
ahora hemos hablado de la época colonial en Venezuela. Es más adelante, cuando
el ¨General¨ Juan Vicente Gómez (Jefe de peones en la Mulera que acompañó a
Castro en su Revolución Restauradora y que al llegar a Caracas ya era ¨Coronel¨)
funda las Fuerzas Armadas Venezolanas, empujado por las circunstancias políticas
predominantes en su momento y por la necesidad de contar con un cuerpo armado,
entrenado, disciplinado y capacitado que le garantizara estabilidad y paz en el
territorio de la Nación venezolana.
Hasta este momento nos conseguimos
con mucha influencia de Europa en el desarrollo de nuestra sociedad. Para el
entrenamiento de las Fuerzas Armadas como tal, traen instructores Prusianos,
considerados con mucho, como el ejército más disciplinado del mundo y la visión
de Gómez definió como uno de los problemas álgidos de su montonera, a la
indisciplina. Se inicia así un período de entrenamiento y transformación de
nuestros ¨militares¨, donde a su tradicional uso de la fuerza (crueldad y/o
simple abuso) sumamos técnica, disciplina y el castigo físico, orientado a la
formación del carácter del soldado (Oficiales y Tropa). Esta última
consideración signó la imagen del militar venezolano, pues muchas fueron las
oportunidades donde, en nombre de la disciplina o del deber, se abusó de la
autoridad y del mando.
Al sucesor de Gómez, General Eleazar López
Contreras, le correspondió avanzar en la profesionalización de las Fuerzas
Armadas y a la vez impulsar el inicio de la democratización de las mismas.
Comenzaron así los Cursos de Estado Mayor en la Escuela del Chorrillo, Perú
(también de ascendencia Prusiana) donde el graduado con más altas notas, hasta
hace muy poco tiempo, fue el Mayor (Ej-Ven) Marcos Evangelista Pérez
Jiménez.
· Quinto: Corresponde este quinto comentario a la administración
del General Pérez Jiménez (década de los 50´) odiado enemigo de los ¨demócratas¨
contemporáneos y a quien no se le ha podido ocultar su obra por el
engrandecimiento de Venezuela. Rescató a las Fuerzas Armadas ¨botiquineras¨ y
las introdujo a la ¨ética militar¨, las hizo instruidas, tecnificadas,
pensantes, eficientes y planificadoras. Implantó el sistema norteamericano de
conducción militar, por demás, bastante más ¨humano¨ que el concepto prusiano.
El ámbito social del Oficial militar mejoró muchísimo (la extracción del Oficial
venezolano es todavía hoy, de cualquiera de las capas que componen a nuestra
sociedad) y para mantener esta mejora, el General Pérez Jiménez ordenó construir
el Círculo Militar de las Fuerzas Armadas, donde los diferentes Oficiales, en
sus diferentes jerarquías y marcos sociales, se comenzaron a reunir y departían
con sus familiares y amigos en un ambiente cónsono con su profesión y carrera.
Ya no más el botiquín del barrio y sus complacientes mesoneras.
1.1. ¿QUE ES LA INSTITUCION MILITAR EN VENEZUELA?:
No
podemos menos que reconocer la ingerencia, para bien o para mal, de las Fuerzas
Armadas de Venezuela en todos o en la gran mayoría de los procesos históricos
del país. La lucha en contra del poder político de los españoles en la Capitanía
General de Venezuela, fratricida por demás, cimentó los principios que todavía
hoy orientan a la institución militar venezolana. Bajo el control del
Libertador, se unificó doctrina, esfuerzo, moral, disciplina y liderazgo,
valores que a la larga permitieron la victoria ante los Generales realistas (que
fueron enterrados junto con el Libertador y luego rescatadas por el General Juan
Vicente Gómez).
Fundamentalmente, la institución militar posee sus
propios símbolos, manifestados en el lenguaje, vestuario, ceremonias, disciplina
y carácter que la convierten en un segmento social singular dentro de la nación
venezolana.
En tercer lugar, tenemos presente un submundo tecnológico
exclusivo, definido, porque los miembros de esta institución son los únicos en
Venezuela, autorizados para manejar la totalidad del material bélico del Estado,
lo cual hace indispensable la especialización de su personal para la correcta
operación del heterogéneo equipo con el que se ha dotado a las Fuerzas
Armadas.
En cuarto lugar ¨ ... lo relacionado con el estatus, en donde
cada eslabón representa un poder interno que le asigna a sus Comandantes una
responsabilidad sobre personas, materiales y situaciones, absolutamente
institucionales. (El Militar como Líder. General de División Iván Darío Jiménez
Sánchez, Ministerio de la Defensa, Caracas, 1993).
En quinto lugar nos
conseguimos con ¨la socialización militar¨, a través del cual se logran los
procesos de enseñanza y aprendizaje, donde se transmiten e internalizan los
valores, normas y doctrina de la vida castrense. (Doctrina para nosotros los
militares es el cómo hacemos las cosas, recogido en textos como manuales,
directivas y reglamentos, oficializados y estandarizados. Su característica
principal es que no deben ser rígidos y deben ser susceptibles de cambio para
mejorar). Así mismo, se pasa de generación en generación, el conocimiento
específico que define el empleo (cargo o nombramiento de responsabilidad) de
acuerdo con los grados (conocidos los grados en el ambiente civil como
Jerarquía. En nuestro ambiente Jerarquía define el rango para los suboficiales y
el Grado define el rango para los Oficiales. Ej: Un suboficial va desde la
Jerarquía de Sargento Técnico de Tercera hasta la de Maestro Supervisor y un
Oficial va desde el Grado de Subteniente hasta el Grado de General de División)
y a una división del trabajo producto de organismos especializados.
Otro
aspecto, el sexto que define a nuestras Fuerzas Armadas es que precisamente por
la realidad del devenir histórico, político y social de nuestra nación, hemos
evolucionado en forma organizativa, tecnológica y operacional para adaptarnos a
la modernidad militar del presente y a la vez estar conscientes de las inmensas
responsabilidades institucionales que le asigna el Estado para su empleo en
Tiempo de Paz (La conquista del Sur, apoyo a las instituciones nacionales como
Universidades, Gobernaciones, apoyo a comunidades indígenas, custodia de nuestra
inmensa frontera, por demás desolada, habitada casi exclusivamente por nuestros
indígenas y nuestros soldados con sus Oficiales y
Suboficiales).
Desafortunadamente, nuestra conducción política, adolece de la
consistencia y persistencia suficientes como para determinar y definir de manera
exacta las Políticas Nacionales que marquen el rumbo de la Nación y sus
instituciones.
Como séptimo, la renovación de los cuadros de mando tiene
como propósito el mantenernos actualizados con los cambios organizacionales y
tecnológicos (entrada a las generaciones de relevo) lo que amerita y justifica
la selección del personal que ejercerá el mando en sus diferentes
niveles.
La larga tradición institucional de las Fuerzas Armadas, tomando
en especial el aporte doctrinario del Libertador Simón Bolívar, generó un
proceso de integración para crear en la comunidad venezolana un sector
profesional de la carrera de las armas, con un fuerte sentimiento de pertenencia
experimentado por sus participantes, cuya colectividad es a veces afectiva,
vocacional y en oportunidades tradicional. Las Fuerzas Armadas, como grupo
humano, son un agregado de la sociedad venezolana; en ellas puede ingresar todo
ciudadano, sin distingos de raza, credos o condición socioeconómica. Esta
situación ha favorecido la integración de las Fuerzas Armadas a la comunidad
nacional.
2.- LA LEGITIMIDAD DEL LIDERAZGO Y EL MANDO EN
LAS FUERZAS ARMADAS VENEZOLANAS:
Es evidente que se han planteado
interrogantes en cuanto a la dinámica de los aspectos psicosociales de la
organización militar, como los siguientes: Autoridad, conducción, legitimidad,
obediencia, dominación, prestigio y liderazgo, en su sentido más amplio. También
cuesta entender la razón del por qué los individuos participan en forma activa o
pasiva en los procesos de dirección, control, guía o la manera de comportarse,
pensar o sentir de los miembros de las Fuerzas Armadas y sus relaciones
humanas.
Más allá de los principios de integración social, sobresale el
carácter institucional de las Fuerzas Armadas, en donde sus miembros están
regidos por leyes y reglamentos especiales. La relación de dominio es
eminentemente legal y la obediencia se basa en el reconocimiento formal de las
órdenes y reglas que se imparten. En este sentido, se entiende por
subordinación, la aceptación consciente y disposición anímica de obedecer los
mandatos recibidos. La subordinación crea una relación recíproca de mando y
obediencia en una organización muy bien estructurada y regida por sistemas
legales, sistema de sanciones y premios racionales que son garantía de la
continuidad y legitimidad de la relación de dominación (en la más pura presencia
del modelo burocrático).
Es necesario recordar que el estricto apego a
este sistema, puede generar una relación social impersonal, debido al espíritu
formalista de la organización burocrática y que al aplicarse todo el peso de la
letra de los reglamentos y disposiciones, no se prevean reivindicaciones
subjetivas, humanas o afectivas que muchas veces caracterizan la comunión entre
los hombres y los supremos intereses de la Institución Militar. Ha sido
preocupación constante del Ministerio de la Defensa como institución que no como
lineamiento de un Ministro, el tomar en cuenta al hombre como individuo, como
ser vivo, con sentimientos, necesidades, padecimientos y aspiraciones, así como
elemento de trabajo y esa, en parte, es la razón de existir de una de las
mejores organizaciones de bienestar social de la sociedad venezolana, la cual y
vale la aclaratoria, es totalmente sostenida por descuentos del sueldo de los
integrantes de las Fuerzas Armadas, sin aportes del Ejecutivo
Nacional.
3.- ETICA Y MORAL MILITAR:
Jean
Beachler define la ética como ¨La elaboración consciente e individual del bien y
el mal y como la tentativa para adecuar la propia conducta a ciertos
principios¨. Vale decir que la ética tiene que ver con el establecimiento, por
parte de la sociedad, de normas para convivir y como el comportamiento de la
sociedad varía en el tiempo, podemos decir que la ética es variable.
La
ética y la moral son intrínsecas del hombre, son valores personales, están en el
espíritu y se forman según la sociedad en la cual se vive. Esta les da forma y
cuerpo, a través de las expresiones culturales, incluyendo a la religión y otros
símbolos y valores, los cuales serán expresados por el hombre en su
comportamiento.
Sobre la Moral (moral según lo entendemos los militares,
moral militar) José Ingenieros expresó: ¨El hombre que atesora esas fuerzas
adquiere valor moral, recto sentimiento del deber que condiciona su dignidad.
Piensa como debe, dice cómo siente, obra como quiere. No persigue recompensas,
ni le arredran desventuras, recibe con serenidad el contraste y con prudencia la
victoria. Acepta la responsabilidad de sus propios yerros y rehúsa su
complicidad en los errores ajenos. Sólo el Valor Moral puede sostener a los que
impenden (ofrendan, desgastan) la vida por su patria o por su doctrina,
ascendiendo al heroísmo. Nada se les parece menos que la temeridad ocasional del
matamoros o del pretoriano que aceptan riesgos estériles por vanidad o por
mesada, una hora de bravura episódica no equivale al valor de Sócrates, de
Cristo, de Spinoza; constante convergencia de pensamiento y acción, pulcritud de
condena frente a las insanas supersticiones del pasado.¨ En breve y apretado
resumen, Moral Militar es la fuerza interior que impulsa al cuerpo cuando éste
ya no se puede mover por sí mismo, es la voluntad pura (no por pureza, sino por
sólo voluntad) que nos impulsa al cumplimiento de la Misión, cuando el
agotamiento imposibilitaría a cualquier otro mortal, sin esa fuerza interior,
continuar en su esfuerzo. También Moral es ese halo que rodea al militar capaz,
probo, eficiente, voluntarioso y que como tal es reconocido por superiores y
subalternos, generando respeto y ascendiente (ascendiente moral).
El
Líder militar dirige a seres pensantes que conocen muy bien las realidades de la
sociedad actual, hombres inteligentes que poseen voluntad y disposición para
utilizar su libre albedrío, hombres capaces de actuar y pensar igual que él (el
Líder), quizás con menos experiencia y tal vez con menos conocimientos, pero
hombres al fin, capaces y con control absoluto del ¨Yo personal¨. Es importante
entonces que el Líder se ocupe de su mejoramiento personal, con el estudio de la
historia, de la filosofía, de la guerra, de la literatura clásica y del
pensamiento en general, para contar con ascendiente profesional ante sus
subalternos. En esto, es bueno decirlo, coinciden la mayoría de los autores y
grandes líderes de la humanidad.
¨Kant enseñó que el raciocinio demanda
de nosotros un trato imparcial con nuestros vecinos, o mejor dicho, con nuestros
prójimos que no debemos vernos como una excepción de la regla, porque debemos
tener a alguien a quien seguir, reglas y leyes que cumplir; así mismo, afirma
que la razón nos demanda un trato a las personas con dignidad y sin
manipulación. Según Kant, un Comandante que exige lealtad a sus subordinados,
debe tomar la función de evaluarlos con responsabilidad y un alto sentido de
justicia, debe tratarlos con dignidad y respeto y actuar bajo los principios
morales en los cuales hemos sido educados¨. (El Militar como Líder, General de
División (Av) Iván Darío Jiménez Sánchez, Ministerio de la
Defensa).
Tenemos pues que ética: Es la ciencia de las costumbres, parte
de la filosofía que se ocupa de la moral y de las obligaciones del hombre¨
.
Mientras que la moral es definida: ¨Moral, como adjetivo, lo referente a la
moral cual ciencia y conducta, considerada algo espiritual, abstracto;
concerniente a la percepción o valoración del entendimiento y de la conciencia.
Perteneciente al fuero interno, por contraposición a lo coactivo. En su aspecto
sustantivo, la moral constituye nada menos que la ciencia del bien en general,
el conjunto de normas de conducta que la mutua convivencia fija entre los
hombres, la ciencia de las costumbres sociales, además, el conjunto de las
facultades del espíritu.
La resistencia, la confianza en los Jefes o en
los principios o ideales, la fé en el triunfo de una cosa. En la guerra, el
ansia y la convicción de la victoria. En la derrota, la certeza del desquite
inmediato, tras el análisis de los yerros, la superación de las debilidades y la
interna confesión de las culpas.¨
En este intento de explicar lo
que es Moral y la Etica Militares, quiero agregar que el Ejemplo (dar el
ejemplo) es una característica que todo militar debe exhibir y practicar con
naturalidad y a título de graficar mejor lo que deseo transmitir, transcribiré
el artículo 5º del Reglamento de Castigos Disciplinarios Nº 6 (el cual data de
mediados de los 40¨) :
¨Todo militar cualquiera que sea su grado, clase o
empleo, deberá ser culto en su trato, aseado en su porte, respetuoso con el
superior, atento con el subalterno, severo en la disciplina, exacto en el deber
e irreprochable en su conducta¨.
Estas son las características que todo
subalterno admira y se siente impulsado a seguir, a internalizarlas, cuando las
observa en un superior jerárquico y hacen de este superior jerárquico un líder
carismático que arrastra a su personal hacia el cumplimiento de la misión
asignada, sin importar penalidades, carencias ni dificultades. Seguir al ¨Jefe¨
y tratar de hacerlo ¨como él¨ llega a convertirse en la meta de sus
subordinados, ante una misión aceptada.
Deseo transcribir ahora, el
Código de Etica de las Fuerzas Armadas Nacionales que si bien hemos leído,
escuchado o visto en alguna oportunidad que ha sido transgredido por algún Alto
Oficial, debemos estar conscientes que ese transgresor no representa la masa de
las Fuerzas Armadas y que normalmente son de las mismas Fuerzas Armadas sus
denunciantes, según lo pautado en el siguiente...
3.1.
CODIGO DE ETICA:
1. Seré responsable, en todo momento, por mis
actos u omisiones en que incurra directamente o a consecuencia de mis
funciones.
2. Estudiaré con ahínco para lograr el perfeccionamiento militar,
así como una mejor educación ciudadana.
3. Seré justo e imparcial en el trato
con mis subalternos y no les ordenaré algo que atente contra su dignidad e
integridad moral.
4. Seré honesto en todos los actos de mi vida profesional y
privada.
5. Contribuiré con el perfeccionamiento y desarrollo de las Fuerzas
Armadas Nacionales. No emitiré juicios, ni ejecutaré acciones que desdigan de su
prestigio y majestad.
6. Cumpliré y haré cumplir la disciplina, la
subordinación y la exactitud en el deber militar.
7. Profesaré, practicaré y
enseñaré permanentemente la doctrina del Libertador Simón Bolívar, Padre de la
Patria.
8. La verdad será la guía permanente de todas las acciones de mi
vida.
9. Amaré a Dios, a mi Patria y a mi familia; serán mis valores
supremos, les dedicaré esfuerzos y lucharé por ellos hasta la muerte si fuere
necesario.
10. Seré defensor permanente de nuestra Soberanía, Integridad
Territorial y de la Constitución y las Leyes de la República.
Comentaré
ahora, algunos de estos principios éticos, tratando de irme introduciendo cada
vez más en el tema del Gerente Militar y la negociación:
· Artículo 3.
Seré justo e imparcial en el trato con mis subalternos y no les ordenaré algo
que atente contra su dignidad e integridad moral.
El respeto a la dignidad
humana debe ser el punto focal que oriente el trato que se dé al personal. Por
ser dignos, se nos puede exigir honor, integridad, lealtad y en general, la
observancia de los valores característicos de la vida militar.
El Oficial
debe privilegiar la justicia. Su atención debe ser igual tanto en las pequeñas
como en las grandes cosas. Cuando se desatienden las primeras, por considerarlas
irrelevantes, pueden desembocar en daños mayores y en una percepción
distorsionada de su equidad.
· Artículo 6. Cumpliré y haré cumplir la
disciplina, la subordinación y la exactitud en el deber militar.
Tales
aspectos nos distinguen como organización militar. El Oficial tiene el
ineludible deber de reforzarlos y de llevar una vida recta que vislumbre el
ejemplo. La permisividad, el paternalismo y la aquiescencia ante el
quebrantamiento de las normas, por ningún concepto podrán tener justificación;
constituyen un factor erosivo de los cimientos de la Institución y no deberán
ser practicados, es por esto que el militar no puede dejar pasar faltas o
transgresiones a las normas, pues esta acción va en detrimento de su
credibilidad, autoridad y confianza.
· Artículo 9. Amaré a Dios, a mi
Patria y a mi familia: Serán mis valores supremos, les dedicaré mis mejores
esfuerzos y lucharé por ellos hasta la muerte, si fuere necesario.
Quien ama
a Dios (cualquiera sea la concepción que de él se tenga) se halla (idealmente)
envuelto por la verdad y la luz. Su Ser es fuente inagotable de vida, sabiduría
y felicidad. Su Omnipotencia nos da la entereza necesaria para enfrentar las
responsabilidades y obligaciones características de nuestra existencia. Dios nos
proporciona la fé, la esperanza y la paz espiritual, necesarios para
perseverar.
El Amor a la Patria que en cada uno de nosotros encarna su
inmortalidad y su gloria, heredada de nuestros próceres originales, conforma el
motor impulsor del sacrificio máximo por su supervivencia. Ella convoca,
concentra nuestros sentimientos, afectos y creencias, materializa nuestro
espíritu de identidad nacional.
La Familia: El círculo del hogar; nuestros
primeros amores, los más sinceros y desinteresados; allí comienza nuestra
identidad y es donde se conjugan todas las emociones y situaciones de confianza,
amor, solidaridad, lealtad; es donde se concentra el motivo de nuestros
esfuerzos y el deseo del triunfo; es donde aprendemos a vivir y a buscar la
felicidad. ¿Quién no moriría o mataría por su familia?
No, los militares
venezolanos no estamos entrenados para morir por nuestra Patria y Familia, sino
para que los enemigos de ellas mueran por las suyas (Como dijo el General Patton
durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se hizo cargo del 10º Ejército
norteamericano en Europa). Pero sí estamos convencidos de que en caso de
necesidad, lucharemos por su respeto y pervivencia hasta mucho más allá de
nuestras fuerzas, en el convencimiento de que los que tengo a los lados, al
frente y atrás, estan compartiendo el mismo sentimiento de entrega, dedicación,
profesionalismo y capacidad de sacrificio.
El Código de Etica (y sus
comentarios) y el siguiente pensamiento son tomados, como mucho de este trabajo,
del libro ¨El Militar como Líder¨, del General de División (Av) Iván Darío
Jiménez Sánchez, quien a su vez cita a José Almirante:
¨Apenas el hombre
viste de uniforme y más al ceñir la espada del profesional, contrae el
compromiso de mantener el honor militar que dista mucho del suspicaz y
jactancioso del duelista. Hay en el honor militar idea más elevada y filosófica
que la simple satisfacción de la honra y muchas veces, del amor propio ... el
honor militar exige al soldado más que suicida y mártir que obre, que luche, que
venza. El honor militar no se aplaca con estériles deseos, ni con estériles
sacrificios; impone, hasta más allá de lo imposible: Al que se acobarda, lo
empuja hacia delante; al moribundo, lo empuja a combatir¨.
Estamos
hablando entonces, de personas con un alto concepto de la moral y de la ética
que siguen, en su gran mayoría, un Código de Etica aceptado por todos nosotros y
que no se puede defender esos valores por un lado y por otro, ofenderlos (al
menos impunemente).
4.- EL MILITAR COMO LIDER Y COMO
GERENTE ¿HAY DIFERENCIAS?:
En las Fuerzas Armadas Nacionales, es
doctrina, concepto aceptado y compartido que el Líder debe tener características
peculiares, según las obligaciones que su trabajo le impone. Por otro lado,
concordamos con la opinión de que el Líder excepcionalmente nace y que lo común
es que se haga con entrenamiento y educación, fundamentados ambos en principios
que debe poseer el individuo y que generalmente se adquieren durante nuestros
primeros años de vida, en nuestro hogar o con nuestra experiencia en la vida. Un
Líder dirige, (en nuestro medio militar de hoy decimos Comanda, lo cual lo
separa del concepto anterior de Mando) o guía una actividad y/o a un
grupo.
El General (Ej) Martín García Villasmil ensayó definir al Líder de la
siguiente manera:
¨El Líder es aquel capaz de inspirar, motivar e impresionar
a los individuos, debido a las propias características personales, a la
confianza que inspira, a su manera de lograr los objetivos, a la habilidad para
actuar y expresarse y a la fé que genera en los otros. Por ello, es secundado en
sus disposiciones, es seguido, es imitado. El Líder es un Maestro que es seguido
espontáneamente¨.
El Líder debe tener la facultad de comprender y
conocer. Según el ¨Manual de Don de Mando¨ de la Escuela Superior de la Fuerza
Aérea Venezolana:
¨Una imaginación controlada y sin desenfreno, acompañada de
un buen sentido, intuición y agilidad reflexiva, así como un apropiado sentido
de su apreciación y mente alerta, son las características esenciales de
inteligencia adecuada y adiestrada que debe poseer todo jefe militar. El Líder
debe desarrollar su inteligencia y mantener una actitud de mente abierta ante
las nuevas ideas y conceptos, analizándolos y buscando su aplicación a las
realidades de la organización militar¨.
Esto que dice el Manual de Don de
Mando expresa muy claramente que el Líder Militar (el Comandante de cualquier
unidad militar) debe de escuchar, ser permeable a ideas diferentes de las suyas,
por supuesto, analizándolas (según la información complementaria de que
disponga, contrastada con la Misión) y consiguiéndoles
aplicabilidad.
Ningún otra persona que no sea de su personal subalterno,
estará en capacidad de conocer, particularmente, lo que esa unidad militar esta
llevando a cabo y por ende, ninguna otra persona que no sea un subalterno de ese
comandante, en esa unidad militar específica, podrá sugerir una nueva idea o
curso de acción o contrastar con la idea o curso de acción ideado por el
comandante.
Por otro lado, las Fuerzas Armadas Nacionales, en su diario
trajinar, están embuídas en procesos administrativos, ejercidos por medio de
acciones gerenciales (según lo que se estila por los estudiosos del tema) en
conjunción con acciones de liderazgo, lo cual ha llevado a las Fuerzas Armadas
Nacionales a la necesidad de desarrollar Líderes para comandar sus unidades
militares (personal militar y civil) con capacidad para atender los procesos
administrativos lógicos de la dinámica diaria, caracterizadas ambas actividades
por el empleo de una alta tecnología y especialización.
El General de la
Fuerza Aérea norteamericana Bennie Davis, en un artículo publicado en la revista
de la Universidad del Aire, comenta:
¨El Oficial actual debe poseer
cualidades adicionales a las ya tradicionalmente conocidas (lealtad, valor,
etc.) definiendo estas cualidades como una mezcla de liderazgo, gerencia y
profesionalismo¨. (El Militar como Líder, General de División (Av) Iván Darío
Jimenez Sanchez).
En Venezuela, la dinámica diaria y todos los años de
experiencia, nos han hecho coincidir con estos pensamientos y hemos llegado a la
conclusión de que debemos prescindir de la dicotomía que separa a los Líderes de
los Gerentes. Para nosotros esta separación contribuye a confundir y hacer más
difícil la conceptualización del Líder o Gerente Militar. La Gerencia es
fundamental para todos los Oficiales, sin importar su especialidad, ya que
durante la época de Paz y en la preparación para el combate, la efectividad y el
éxito se logran operando con márgenes de confianza (reduciendo la incertidumbre
con información y acercándose a sus subordinados) con la seguridad de un grado
de entrenamiento adecuado y con la participación en un trabajo conjunto e
integrado, donde cada miembro de la unidad debe conocer su tarea y ser capaz de
cumplirla.
Alejados ya por más de sesenta (60) años de nuestro inicio con
el ejército prusiano, el Comandante Militar, considerando en particular al de la
Fuerza Aérea Venezolana de hoy, ha incorporado a su conocimiento y manera de
ser, las características de Líder y de Gerente, tal como son conocidos y
explicados (de manera separada) por los diferentes textos que del tema tratan.
Cuando se analiza al elemento humano, la Motivación personal, la comprensión de
sus necesidades, el ejercicio pleno de la función de dirección requiere de una
alta calidad, la cual se fundamenta en la serie de principios y teorías de la
conducta, de forma tal que se pueda lograr el compromiso que significa el
cumplimiento de la Misión asignada, mediante la aceptación voluntaria. (Gral de
División (Av) Iván Jiménez Sánchez, El Militar como Líder). Ello demanda
entonces, Liderazgo, a fin de obtener de este recurso el compromiso para el
aporte máximo de sus capacidades y el desempeño eficiente. Pensar que un militar
es solamente un infante, artillero, de a bordo, piloto o logístico, es tal vez
minimizar demasiado su capacidad y formación general. Tal vez sea restringir la
posibilidad de ubicarlo en aquellas áreas donde se demanda capacidad de
negociación, de cualidades particulares para representar a la organización, para
demandar a sus subordinados el cumplimiento de tareas de alto riesgo y de
compromiso institucional y hoy por hoy, militares han ocupado, con éxito,
diversos cargos privados y en la administración pública, éxito que se logra por
existir en cada uno de esos hombres una simbiosis sana entre el líder y el
gerente, ya que las organizaciones, con más razón la organización militar,
requieren de la conjunción de estas dos cualidades intelectuales.
¨Los
Líderes Militares deben poseer habilidades bien desarrolladas para establecer
buenas relaciones humanas con sus subordinados y ser capaz de influir en ellos
para el logro de los objetivos, pero también deben ser capaces de utilizar los
recursos a su disposición, en forma eficaz, por lo que la separación conceptual
de Gerente y Líder es inútil, estéril y contraproducente¨ (según el punto de
vista de la Fuerza Aérea Venezolana y su personal). ¨La buena gerencia sin
liderazgo garantiza orden y estabilidad, pero no aporta la dirección innovadora
ni prevé el futuro; el liderazgo sin gerencia, a su vez, aporta entusiasmo y
mística a la organización, pero no garantiza el conocimiento apropiado para el
manejo adecuado de problemas y situaciones¨. (Doctor Alberto Krygier, Presidente
organizador del Congreso Gerencia 88, en su discurso de inauguración).
El
objetivo, en relación al factor humano, es conseguir y conservar un equipo
humano de trabajo ¨satisfactorio y satisfecho¨. Si seleccionamos al hombre
adecuado (por méritos y competencia) para el puesto adecuado, logramos lo
satisfactorio. Si lo mantenemos motivado y le resolvemos sus necesidades,
logramos su satisfacción. (El Militar como Líder, General de División Iván
Jiménez Sánchez).
4.1. PRINCIPIOS DEL DON DE
MANDO:
No quiero dejar pasar la oportunidad de presentar y tal vez
comentar los doce Principios del Don de Mando, algo así como nuestros
mandamientos supremos que internalizados por todos nosotros, conforman parte de
nuestra manera de ser, de nuestra personalidad. De acuerdo con el Manual de la
Escuela Superior de la Fuerza Aérea Venezolana, por Don de Mando se
entiende:
¨El arte de imponer nuestra voluntad sobre otros en forma tal de
obtener obediencia, confianza, respeto y cooperación leal¨ .
¿Cuáles son
los Principios de Don de Mando?. A continuación los transcribo:
4.1.1. CONOZCA SU
TRABAJO:
El Jefe debe ser un estudioso de los asuntos militares, así
como de los del campo civil, con la finalidad de poseer un amplio campo de
conocimientos y experiencias que le den dominio de los métodos y procedimientos
de la organización, administración e instrucción de su personal; el conocimiento
del trabajo está ampliamente relacionado con su entendimiento claro de las
Relaciones Humanas. Debe conocer muy bien los deberes, responsabilidades y
problemas de sus subordinados, con la finalidad de ayudarlos con un consejo de
amigo a tiempo. Lo más importante, el Jefe debe dominar su especialidad y
adornar ese conocimiento con una rica y amplia cultura general.
4.1.2. CONOZCASE A SI MISMO Y PREOCUPESE POR SU
MEJORAMIENTO:
La introspección objetiva es una
saludable disciplina para el propio conocimiento. El conocimiento de los
defectos es el primer paso para ser mejor y esto incluye el ser permeable a las
críticas o consejos de los superiores y subalternos. Luego de este conocimiento,
procede el esfuerzo por superar esas áreas débiles de nuestro conocimiento o
personalidad que influyen fuertemente en mi posición de Jefe.
4.1.3. CONOZCA A SUS HOMBRES Y PREOCUPESE POR SU
BIENESTAR:
La observación y el contacto personal ayudan de
manera insustituible al conocimiento de las diferencias del recurso humano que
se comanda y a predecir su comportamiento en diferentes circunstancias,
particularmente bajo presión. Este conocimiento capacita al comandante para la
asignación de tareas al hombre indicado, así como a anticiparse a las
necesidades de este hombre en el cumplimiento de esas tareas. Esto contribuye
grandemente a la generación de confianza, respeto y cooperación
mutuas.
4.1.4. MANTENGA A SUS HOMBRES
INFORMADOS:
La mejor manera de lograr una efectiva colaboración y
provechosas iniciativas de sus subordinados, es tratando que ellos alcancen una
exacta comprensión de sus deberes y/o de la misión y mientras mayor sea el
conocimiento, mejor será el resultado. El ejecutante es mucho más efectivo
cuando comprende su misión, la situación y el objetivo de la tarea que le ha
sido asignada. La información motiva a los hombres y los capacita para ejercitar
una mayor iniciativa en cualquier situación que pueda presentarse. La
información aleja los rumores.
4.1.5. DE EL
EJEMPLO:
Haga usted mismo lo que espera de sus hombres. Estos, en una
forma instintiva, hacen de la conducta de sus jefes el patrón de la suya.
Mediante su ejemplo, usted será capaz de establecer normas para su unidad y
ganar el respeto y subordinación espontánea de sus hombres. Este es uno de los
más importantes principios, pues si el jefe ha destruído el respeto mutuo que
debe existir entre él y sus subordinados, habrá poca oportunidad para que ejerza
su Don de Mando.
4.1.6. CERCIORESE DE QUE LA TAREA
HA SIDO ENTENDIDA, SUPERVISADA Y CUMPLIDA:
Pocas tareas son
apropiadamente cumplidas, si no han sido impartidas órdenes claras y precisas.
No es suficiente el sólo hecho de entregar las órdenes, el jefe debe cerciorarse
de que sus órdenes han sido entendidas. Una vez que la dirección ha sido
indicada, el jefe debe cumplir la difícil tarea de supervisar. Debe emplear buen
juicio para evitar demasiada o poca supervisión. Debe interferir sólo cuando sea
necesario, debido a errores considerables. Si la supervisión no se realiza en
forma eficiente, se corre el riesgo de coartar al subordinado y hacerle perder
la confianza.
4.1.7. ENTRENE A SUS HOMBRES PARA QUE
TRABAJEN EN EQUIPO:
El trabajo en equipo es la llave para el éxito de
las operaciones. Por tanto, es deber de todo líder desarrollar el trabajo en
equipo. Comenzando por los escalones más bajos y progresando en ascenso hasta
las unidades superiores; ello permitirá una operación eficiente y exitosa en su
unidad.
4.1.8. TOME DECISIONES CORRECTAS Y
OPORTUNAS:
La habilidad para tomar decisiones se basa en la capacidad
del jefe para pensar en forma lógica y ordenada. Requiere una comprensión plena
de la situación y un respaldo intelectual suficiente que lo capaciten para
reconocer y evaluar todos los aspectos de las circunstancias que enfrenten. Un
jefe alerta practica y hace observaciones objetivas de todas las situaciones
nuevas o cambiantes. Se prepara así para reaccionar rápida y eficientemente
cuando las circunstancias lo requieran.
4.1.9. BUSQUE
RESPONSABILIDADES Y DESARROLLE EL SENTIDO DE RESPONSABILIDAD ENTRE SUS
SUBORDINADOS:
Con la búsqueda de responsabilidades, el jefe se
capacita en su profesión y desarrolla su habilidad potencial. Debe asumir con
rapidez la iniciativa en ausencia de instrucciones de la superioridad. Mediante
la delegación adecuada de autoridad, el jefe desarrolla el sentido de
responsabilidad en sus subordinados. Debe alentar la iniciativa en ellos y
aunque a menudo necesiten supervisión, no debe interferir sino en caso de ser
muy necesario.
4.1.10. EMPLEE SU COMANDO DE ACUERDO A
SUS CAPACIDADES:
Los objetivos que le sean asignados serán logrados
si la eficiencia y la moral de la unidad son desarrolladas y mantenidas y si el
jefe conoce las capacidades y limitaciones de su unidad. La práctica juiciosa en
la asignación de objetivos estimulará la confianza y el desarrollo de las
habilidades en la unidad. En ocasiones, ciertas situaciones pueden hacer que el
jefe demande de sus hombres más de lo que ellos normalmente pueden dar. La
eficiencia y la moral no se perderán a menos que esa práctica se haga un
proceder común.
4.1.11. RESPONSABILICESE POR LAS
ACCIONES DE LA UNIDAD:
El comandante de una unidad es responsable por
todo lo que la unidad haga o deje de hacer. Es importante que el jefe se
esfuerce por asegurar que su unidad haga las cosas de una manera ¨aceptable¨,
pero siempre deberá asumir la responsabilidad de ellas aún cuando no salgan
bien. Si el jefe falla en asumir esta responsabilidad, su posición y ascendiente
ante sus hombres se verán afectadas y las posibilidades del logro exitoso de la
misión serán reducidas.
4.1.12. SEA FIRME, PERO
JUSTO:
Por lo general en el servicio, el individuo espera ser tratado
de un modo firme. La firmeza no significa, de modo alguno, un tratamiento
tiránico para los subordinados. Como una norma firme, debe haber imparcialidad y
justicia. Tal proceder es muy efectivo en el trato con los subalternos, pero
demanda mucho sentido común y buen juicio por parte del jefe. Se deben evitar
las parcialidades y la tendencia a formar ¨corte de favoritos¨.
5.- ¿HAY NEGOCIACION O NO?:
Sí, es verdad, me he extendido en
una maraña de conceptos, de citas, de copia casi textual de grandes párrafos de
libros (la mayoría citados) que tocan el tema y aún no he entrado en la razón
plena de este trabajo. Pretendo ahora, con toda la argumentación planteada como
antecedente, iniciar la exposición de la parte medular del trabajo. Lo escrito
hasta ahora, conforma el marco teórico de donde parto para iniciar a exponer
¿Cómo se conduce el Gerente Militar en su carrera?.
Siento una gran
presión en la misión de hacer entender cómo somos, para pasar a explicar cómo
vemos la relación con nuestros superiores y subalternos de manera apropiada,
rompiendo los esquemas mentales existentes que estan tan arraigados en nuestros
compatriotas. Es como discutir que lo que hacían los soldados japoneses de la
Segunda Guerra Mundial y particularmente los pilotos con sus ataques Kamikaze
(que terminaban con la muerte del piloto dirigiendo su avión contra el blanco y
estrellándose, para asegurar la destrucción del mismo) no era considerado
suicidio por ellos y que nosotros aceptemos su definición del acto.
Evidentemente para nosotros es suicidio lo cometido por los japoneses, pero es
suicidio jugando con nuestras reglas, principios y costumbres. Para entender la
acción japonesa, debemos involucrarnos en su mentalidad y cultura y lo que
pretendo es que el lector se haya involucrado con nuestra mentalidad y
cultura.
En su carta al General José Antonio Páez, del 19 de abril de
1820, el Libertador Simón Bolívar escribió:
¨(...) El que gobierna una gran
familia tiene que pasar por todo, sea agradable o no. Ud. no debe incomodarse
porque le digan el dictamen de los otros, a mí me lo dicen todos los días y no
me incomodo, porque el que manda debe oir aunque sean las más duras verdades y
después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que
producen los errores. Todos los moralistas y filósofos aconsejan a los príncipes
que consulten a sus vasallos prudentes y que sigan sus consejos.
¿Con cuánta
más razón no será indispensable hacerlo en un gobierno democrático?
(...)¨.
Este mensaje del Libertador al General Páez (y el Libertador,
para nosotros los militares, es nuestra gran luz, nuestro guía, sin fanatismo)
me da un perfecto introito a la exposición de lo que llamamos ¨La Reunión del
Estado Mayor¨ (la cual define la mecánica a seguir en todos los niveles
organizacionales de cada unidad militar de la Fuerza Aérea Venezolana, para
analizar un problema y su consecuente toma de decisiones). En primera instancia,
tenemos el concepto de que lo que haga o deje de hacer cualquier Oficial,
repercute de una u otra forma en la Organización, así como sus problemas. Por
eso el individuo es importante para la Fuerza Aérea y se le da la importancia
que tiene bajo la premisa de que en tanto y en cuanto esté bien el individuo,
bien estará la organización.
Todos los problemas, proyectos,
contingencias y responsabilidades rutinarias o emergentes de la Fuerza Aérea
Venezolana, en cualquiera de sus niveles organizacionales, son tratados en lo
que se llama ¨La Reunión de Estado Mayor¨ o de ¨Plana Mayor¨ (según el nivel
organizacional que se trate; la Fuerza Aérea Venezolana tiene su Estado Mayor
General Aéreo (que se encarga de la elaboración de los planes de desarrollo y
los planes de guerra y/o contingencias) y sus cuatro grandes Comandos: El
Comando de Operaciones Aéreas, el Comando de Operaciones de Defensa Aérea, el
Comando de Personal y el Comando Logístico, los cuales cuentan en su
organización con un Estado Mayor que se encarga del análisis de los problemas,
la elaboración de los planes, la elaboración de estudios y la evaluación de
situaciones, entre otras actividades. Podemos definir al Estado Mayor de la
Fuerza o de los grandes Comandos, como un organismo multidisciplinario de
estudio, análisis, planificación y evaluación de los problemas de la
Organización y los referidos a la realidad nacional, así como los planes de
desarrollo y la visualización del futuro (en lo posible) que de alguna manera
toquen o influyan en su Misión.
En los niveles más bajos de la Organización,
hasta nivel Escuadrilla, el Comandante de la Escuadrilla y su Plana Mayor
(sucedáneo del Estado Mayor, conformado por especialistas de bajo rango (Jefes
de Sección) desde los grados de Subteniente hasta Capitán, con los Sub-Oficiales
que tengan responsabilidad y dominio en el tema a tratar) se reúnen mensualmente
para la programación de las actividades del mes siguiente y cada semana, para el
reajuste semanal de la programación mensual, todo referido al plan anual que ya
han desarrollado. Cuando me refiera al Estado Mayor, también incluyo a la Plana
Mayor, como referencia general de hacer las cosas, difiriendo mayormente en el
nivel y la extensión del problema a tratar, pero siendo muy parecido el
funcionamiento y el tratamiento del problema.
Realmente, mucho de lo que
se discute en las reuniones de Estado Mayor (o Plana Mayor) es una vital etapa
de transición entre la elección de las hipótesis más prometedoras, generadas por
uno o más Oficiales de Estado Mayor y la decisión final por parte del
Comandante. Pero éste no es un proceso eminentemente autoritario, pues los
Oficiales que presentan las hipótesis de solución, han realizado un Estudio de
Estado Mayor, donde han analizado el problema o la situación desde varios puntos
de vista: Operaciones, Inteligencia, Personal y Logístico, a la vez que han
llamado a los especialistas en variadas materias, para asesorías específicas (de
ser necesario), lo cual convierte a su opinión en algo valioso, digno de ser
escuchado con atención, de ser analizado y por qué no, de ser aplicado.
Una
de las características del Oficial de Estado Mayor, es la Capacidad de
Coordinación y entendamos como coordinación a: ¨El acto de lograr acuerdo,
comprensión o ayuda positiva en el desarrollo de planes y su respectiva
ejecución¨. Y también encierra ¨La necesidad de evitar malos entendimientos,
rumores, duplicación del esfuerzo y otros efectos indeseables de la mala
coordinación¨. La cooperación es considerada como uno de los principios básicos
de la guerra y la coordinación representa el medio para lograr esa
cooperación.
Por lo general, la coordinación esta destinada a cuatro
propósitos:
1. Determinar hasta qué grado las operaciones influyen o son
influídas por las actividades externas.
2. Establecer comunicación con otras
unidades (externas) para: (a) informar o conseguir información; (b) fomentar la
comprensión de un propósito común; (c) llegar a un acuerdo cuando sea necesario
y (d) obtener una ayuda positiva cuando sea preciso.
3. Resolver situaciones
conflictivas.
4. Mantener relaciones satisfactorias para facilitar una
coordinación futura.
Según lo que podemos apreciar en lo transcrito del
Manual del Oficial de Estado Mayor Aéreo, el fomentar la comprensión de un
propósito común, llegar a un acuerdo, resolver situaciones conflictivas y
mantener relaciones satisfactorias, tan sólo se puede lograr aplicando la
negociación.
Pero no siempre se llega a un acuerdo en primera instancia y
a menudo surgen desacuerdos en el fondo, en la forma y hasta en la hipótesis de
solución planteada y en tales casos, la solución de la Fuerza Aérea Venezolana
es bastante parecida a lo que transcribo a continuación (extractado del Manual
del Oficial de Estado Mayor Aéreo - MOEMA, del año 1964, en su volumen I,
capítulo X, página 335):
¨Desacuerdo:
-(1) Si cualquier coordinador no
esta de acuerdo con la forma en la que se escribió la comunicación, discutirá
personalmente las razones de su discrepancia con la persona encargada de la
oficina de origen y hará recomendaciones para que sea revisado. La oficina de
origen puede escribir nuevamente la comunicación en la forma recomendada y
reiniciar los procedimientos de coordinación. Sin embargo, si persiste en la
controversia, ambas partes informarán al Vice-Comandante para su
resolución.
-(2) Los documentos redactados por segunda vez como resultado
de las acciones tomadas en el subpárrafo (1) anterior, serán COORDINADOS
NUEVAMENTE, con todos los elementos de estado mayor interesados. La coordinación
original y la hoja de archivo, serán anexados a la nueva coordinación y hoja de
archivo respectiva y todo el conjunto será enviado en forma exactamente igual a
la primera vez. Se pondrá una observación en la hoja original de coordinación,
indicando los cambios efectuados (por ejemplo, párrafo 4 y 8 modificados,
etc.)...
Otro párrafo:
.... Se deben celebrar muchas reuniones
informales y se debe prestar atención a cualquier persona que tenga una idea
susceptible de brindar ayuda. Las reuniones informales darán lugar a una mejor
coordinación que la brindada por un montón de papeles. Sin embargo, si usted
confía solamente en la coordinación informal, es muy difícil establecer
responsabilidades y señalar simplemente los pasos que se deben
tomar.
¨1.- Reuniones de Estado Mayor:
Por lo menos una vez a la
semana, en estas reuniones se sigue un procedimiento sistemático y ordenado para
revisar el trabajo realizado por los diferentes miembros del Estado Mayor y para
la discusión de nuevos problemas. Es una norma invitar al personal subordinado
de Estado Mayor cuando se discute un asunto que conocen a fondo. Las reuniones
de Estado Mayor son dirigidas generalmente por el Comandante o su Jefe de Estado
Mayor¨. (Los nombres en mayúscula fueron colocados por mí, siguiendo la
costumbre de hoy, en adelante irán en minúscula como en el texto
original).
No puedo menos que copiar textualmente otro aparte del manual
en referencia que trata en lo específico de las CONFERENCIAS Y REUNIONES DE
ESTADO MAYOR:
¨Una conferencia es la reunión de un pequeño grupo de
individuos cuyo propósito consiste en encontrar respuestas a una pregunta,
soluciones a un problema o dilucidar las diferencias de opinión (subrayado por
mí). Una conferencia es la mancomunación del conocimiento y experiencia de un
grupo de individuos, mediante la discusión de un problema en el cual tienen un
interés común.
Para que la conferencia sea realmente exitosa, cada uno de sus
miembros debe tomar parte en la discusión, debe contribuir con su conocimiento
del asunto y debe ayudar en la solución del problema. En realidad, gran parte
del valor de la conferencia tiene su origen en este intercambio recíproco y
mancomunación del conocimiento, experiencia y opiniones.
Tal vez la ventaja
más importante de la conferencia radica en la aceptación voluntaria que hace de
la participación del grupo y el hecho de que las decisiones y conclusiones son
las de ese mismo grupo. En una conferencia, cada individuo tiene oportunidad
para expresar sus opiniones y participar de la decisión de la forma en que se
debe actuar. En consecuencia, cada uno acepta la solución, cuando en realidad
podría rechazarla si fuese propuesta por una persona extraña. Cuando un
individuo participa en la decisión de lo que se debe hacer, es más probable que
dedique todo su empeño y atención que en el caso de que se le diga, simplemente,
lo que debe hacer.
Un comandante puede convocar a su estado mayor, o un
oficial de estado mayor puede reunir a sus subordinados para varios propósitos.
No todas las reuniones son conferencias en toda la extensión de la palabra.
Empleamos aquí el término conferencia para cubrir aquellas reuniones en las
cuales se emplea el método de discusión en grupo para cumplir cualquiera de los
siguientes propósitos:
· Recolección de información
· Presentación de la
información
· Solución del problema
· Formulación de una decisión
·
Aprobación de la decisión
Nuestro principal interés radica en la solución
de problemas y formulación de decisiones. Una conferencia cuyo propósito es el
de solucionar un problema o tomar una decisión, puede definirse como aquella
conferencia en la cual los miembros de un pequeño grupo, bajo una dirección
responsable, tratan sistemáticamente de llegar a un acuerdo general sobre un
problema planteado, recurriendo a la técnica de conversación y razonamiento
lógico¨.
Este texto, copiado del referido Manual Fuerza Aérea, es en sí
mismo revelador (como respuesta) del motivo de este trabajo y debo aclarar que
este manual data del año 1964. Desde entonces ha sufrido múltiples
modificaciones y mejoras, de manera tal que hoy el manual es bastante diferente
en su contenido y en su forma, pero se mantiene el espíritu de libre
participación, respeto a todas las opiniones y el logro de la solución por
consenso, todo lo anterior dentro de las normas de disciplina militar que es
estricta en su fondo, como debe ser, pero flexible en su práctica diaria,
profesional. Los contratos son necesarios, a pesar de que la buena voluntad nos
colme a la hora de iniciar una relación comercial, pues en el momento de que la
buena relación se agrie (por cualquier motivo) lo escrito en el contrato
(originalmente aceptado de buen grado) se convierte en obligación para el que
trata de eludir su cumplimiento. No puedo yo negar la posibilidad de que algún
oficial, o suboficial se sobrepase en algún momento con sus subalternos e
imponga tratos no cónsonos con lo que hasta ahora he tratado de explicar, pero
ocurriendo realmente, conforman una excepción a la norma y a la costumbre,
exponiéndose esa persona, al castigo que el Reglamento de Castigos
Disciplinarios Nº 6 defina (si la naturaleza de la acción cometida por ese
superior es definida como Falta Militar) o por la Ley Orgánica de las Fuerzas
Armadas (si es considerado delito la acción ejercida por ese superior en contra
de subalternos)
He tratado de exponer lo más claramente posible la
realidad del trato de problemas dentro de la Fuerza Aérea Venezolana, sin
cometer infidencias respecto a la manera actual en la cual tratamos nuestras
situaciones y solución de problemas, lo que es igual a decir que debe mantenerse
en conocimiento sólo del personal que esta autorizado para ello y se debe negar
toda posibilidad que permita que los potenciales enemigos conozcan de nosotros,
según aquello que Tzung Tzu (filósofo chino de la guerra) dijo:
¨Si se
conoce al enemigo y a sí mismo, no hay que temer por el resultado de cien
batallas. Si no se conoce a sí mismo, pero se conoce al enemigo, por cada
victoria, sufrirá una derrota. Si no se conoce a ninguno de los dos, siempre
será vencido.¨
Con este comentario no pretendo parecer misterioso o
importante, sólo es una conducta aprendida y entendida, a la vez que practicada
en el transcurso de 27 años y medio de carrera (más los cuatro de la Escuela)
donde con una mentalidad adecuada al combate y sus situaciones (que no
guerrerísta) no puedo menos que (en un ambiente extraño a las Fuerzas Armadas)
tratar de evitar dar más información que la que sea necesaria para la
comprensión del tema que se trate. Por ello pido disculpas y solicito
comprensión. He usado un texto viejo, en desuso desde hace muchísimos años (el
Manual del Oficial de Estado Mayor Aéreo) que me permitió dos cosas: Copiar
textualmente trozos (que pueden ser comparados con el original sin problemas de
seguridad) que resultan claves para el cumplimiento de los objetivos académicos
y a la vez tener fundamento o referencia bibliográfica accesible para consulta
que me permite cumplir con el objetivo del trabajo.
Espero haber cumplido
con el objetivo (que me resultó bastante complicado elaborar) de dilucidar o
mejor, dar luces, sobre si en la gerencia militar existe o no la negociación.
Pero más interesante para mí fue el aprovechar la oportunidad para tratar de
aclarar mal entendidos y hacerle justicia a nuestras Fuerzas Armadas ante la
imagen de inmoral, despótica y extremadamente autoritaria por que sí (porque me
da la gana) que la mayoría de nuestros conciudadanos tiene de
nosotros.
Con el más sincero aprecio y amistad:
Igor René Guariguata Mederos, Coronel (Av) 54
años de edad, casado con la señora Gisela Nava, mi amada esposa, con quien tengo
dos hijos: Igor Jr. y María Gracia. Pretendo profundizar mis conocimientos sobre
Cultura en general y de manera particular sobre Cultura
Organizacional
Aportado
por: Igor René Guariguata Mederos, Coronel (Av).
dingo@icnet.com.ve | |
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