ðHwww.oocities.org/es/myosias_05/4_3_4_Jesucristo.htmwww.oocities.org/es/myosias_05/4_3_4_Jesucristo.htmelayedx¥qÔJÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÈ@mý‡OKtext/htmlð¹ŒKwý‡ÿÿÿÿb‰.HTue, 18 Oct 2005 00:53:36 GMTBMozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *¤qÔJý‡ IV

IV -  JESUCRISTO

“¿ Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?”

Hemos tratado acerca del Dios creador, del hombre, su mejor creación y de los ángeles que también son sus criaturas que le sirven.

No existe otro tipo de ser, Jesucristo tiene que estar definido entre éstos dos: o es una criatura o es Dios creador.

Esta pregunta es la más importante para el ser humano. De lo que responda depende su Salvación.

Cuando Jesús preguntó a sus discípulos lo que decía la gente acerca de él, le respondieron:

“Que eres Elías, Jeremías, o algún profeta que ha resucitado”. Había varias opiniones,

Los nazarenos que le conocían dijeron: ¿No es este el carpintero hijo de María? (Mar. 6: 3)

Pero a Jesús más le interesaba lo que sus discípulos decían de él.

Les dijo: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

Simón respondió: “Tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente”

Y Jesús aceptó esa repuesta como la correcta, es más, le dijo que era dichoso pues Dios se lo sabía revelado y en el acto le cambió de nombre, le llamó Pedro  que significa “piedra” y le prometió darle las llaves del reino de los cielos y a la autoridad de atar y desatar en la tierra; y estableció ésta declaración como la piedra  fundamental de la doctrina para  edificar su iglesia. Mat. 16:13-20

.La respuesta de Pedro tiene dos partes:  

1°/ Tú eres el Cristo.

Hay muchos que creen que “Cristo” es el segundo nombre de Jesús pero no es así; la palabra “Cristo” proviene del Griego y  equivale a “Mesías” o “Mashia” en Hebreo y significa “Ungido” en Castellano.

Moisés ungió a su hermano Aarón con aceite para consagrarlo como Sacerdote. El profeta Samuel ungió a Saúl, con aceite para nombrarlo rey de Israel.

Los profetas habían anunciado el advenimiento de un descendiente de David que sería ungido como Rey sobre Israel y en los días de Jesús todos esperaban que naciera en Belén y que se levante como un líder contra el Imperio Romano.

Pero, aunque Jesús nació en Belén, sin embargo vivió en Nazareth, por eso le llamaban Nazareno. No era de conocimiento público su procedencia, ni su genealogía, él evitaba que se sepa abiertamente. Mucho después, Mateo y Lucas demuestran su linaje. Mat., 1: 1-17; Luc. 3: 23 –38.

Solo algunos se atrevían a decirle “Hijo de David” y Jesús mismo se decía: “ el Hijo del hombre”, realmente tanto por María como por José, tenía todo el derecho al trono pero él nunca lo reclamó.

No decimos que José era su padre, pues sabemos que María concibió antes de juntarse con él, por obra del Espíritu Santo, pero esto tampoco era de conocimiento público. Mat. 1: 18-25; Luc. 3: 23.

 Jesús es el Cristo, es el Mesías, es el Ungido por Dios para reinar, no solo sobren Israel, sino sobre todo el mundo.

2°/ “Tú eres el hijo del Dios viviente” 

Esta afirmación es algo que salía de todos los esquemas teológicos de aquella época pues aunque en Las Escrituras había claros indicios de esto, no obstante los maestros no lo habían entendido así y por lo tanto no lo enseñaban, solo Dios le pudo revelar a este pescador sin estudio que Jesús el Cristo era también Hijo de Dios.

Los judíos no sabían que Dios tendría un hijo a pesar de Salmo 2: 1; Prov. 30: 4 y Sal. 2. 12.

En Jerusalén faltando poco para que lo capturen, Jesús preguntó a los fariseos: “¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?. Le dijeron: “De David”, pero él replicó: “¿Pues, cómo David en Espíritu le llama SEÑOR? (Sal. 110: 1). Pues si David le llama Señor ¿cómo es su hijo?”

En esa ocasión nadie le pudo responder. Pero ahora si podemos.

Jesús es Hijo de Dios, por eso es Señor: Adonai.

Pero ¿qué implicancias tiene está afirmación? ; los judíos no lo toleraban, porque ellos entendían que si era Hijo de Dios entonces era igual a Dios. Jn. 5: 18.

Los sacerdotes le condenaron por blasfemia cuando aceptó que era Hijo de Dios. Mat. 26: 63-66.

A pesar de todos los milagros extraordinarios que Jesús había hecho delante del pueblo, sanidades, resurrección de muertos, multiplicación de panes y peces, etc. Los judíos querían una señal del cielo pero no les concedió su pedido,  sino les ofreció la señal de Jonás, es decir que estaría tres días y tres noches en el corazón de la tierra y luego saldría, es decir que resucitaría. Mat. 12: 38-40.

La resurrección de Cristo es la demostración más grande que él es el Hijo de Dios. Rom. 1:3-4.

 El apóstol Juan profundiza este conocimiento cuando dice: “En el principio era el Logos” que se traduce por “Verbo”, pero más exactamente se traduce  la Palabra” y la palabra estaba con Dios y la palabra era Dios... y aquella palabra se hizo carne (y vimos su gloria, gloria como del unigénito hijo del Padre) Jn. 1: 1-14.

Entonces él era en el principio con Dios y era Dios, pero se hizo carne para salvarnos.

El ángel  dijo a José:

Llamarás su nombre Jesús (Jehová salva) porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Mat. 1: 21

El profeta Isaías había dicho que una virgen daría a luz un hijo y llamaría su nombre Emmanuel que significa “Dios con nosotros”. Otros nombres para él son: Admirable, consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz. Isa. 7: 14; 9: 6.

Aun más dice Isaías:

Dios mismo vendrá y os salvará”. “Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo y cantará la lengua del mudo”.                         Isa. 33: 22; 35: 4-6.

De Juan el Bautista se dice:

Voz que clama en él desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado y bájese todo monte y collado; y lo torcido lo enderece y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová. Y toda carne lo verá; porque la boca de Jehová ha hablado”.               Isa. 40: 3-4.

Malaquías dice:

He aquí yo envió mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí”.

Pero cuando Jesús cita este pasaje, él dice:

He aquí, yo envió mi mensajero delante de tu faz”.  Mat. 11: 10 

El Apóstol Pablo dijo:

Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas. Todo fue creado por medio de él y para el y él es antes de todas las cosas en le subsisten; y el es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia”. Col. 1: 15-18.

En los postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien así mismo hizo el Universo, el cual siendo el resplandor de su gloria, y la Imagen misma de su sustancia, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de si mismo, se sentó a la diestra de su Majestad en las alturas”. Heb. 1: 2-3.

 El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino se despojó así mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló así mismo,  haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte  de cruz.

Por lo cual Dios lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. Fil. 2: 6-11.  

Jesucristo es Dios manifestado en carne. 1 Tim. 3: 16. (Vea Hech. 4. 11-12).

También es el maestro  por excelencia. Mat. 23: 8-10.

Es el siervo de Jehová también, por su obediencia. Isa. 52. 13; 53. 12. (Vea Salmos  22. 1-22).

Ahora es el único mediador entre Dios y los hombres. 1Tim. 2: 5.

Él ha recibido toda potestad  en los cielos y la tierra. Mat. 28: 18.

Cuando ascendió a los cielos entró al santuario celestial para interceder por nosotros como Sumo Sacerdote, haciendo innecesaria la existencia de otros sacerdotes que ofrezcan sacrificios o Templos donde los realicen. Heb. 4: 14; 5: 9.

En Apocalipsis se  presenta como el cordero inmolado pero que está vivo.  Apoc. 5: 5-10.

También Juan el bautista lo presentó al principio como el cordero que se lleva el  pecado del mundo y además él es quién bautiza con el Espíritu Santo. Jn. 1: 29-34

 El Señor Jesús tiene que volver, como lo ha prometido (Jn. 14. 1-3) para completar nuestra salvación, vale decir, para la redención de nuestros cuerpos; y luego descenderá sobre el monte de los Olivos y reinará desde Jerusalén sobre todas las naciones que someterá con su poder durante mil años, luego entregará el reino a Dios, inmediatamente después del juicio en el trono de blanco.   Zac. 1: 13-9; Apoc. 19: 11; 20: 15

Mas detalles sobre la venida del Señor para reunirnos con él, encontramos en 1Tes. 4: 15-17:

Los muertos en Cristo resucitarán primero, luego nosotros, los que hallamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes  para recibir al Señor en el aire y así estaremos siempre con el Señor”. 

Aquí presentamos una lista de cosas que Jesús dijo de sí mismo:

1.        Yo soy (el Cristo) Jn. 4: 24-26

Escudriñad las escrituras, ellas dan testimonio de mí. Jn. 5: 39

2.        Yo soy el pan de vida. Jn. 6: 35,41,51 el pan vivo que descendió del cielo

3.        Yo soy, no temáis. Jn. 6: 20.

4.        Yo soy la luz del mundo. Jn. 8: 12. El que me sigue no andará en tinieblas

5.        Yo soy el que doy testimonio de mí mismo. Jn. 8: 18

6.        Yo soy el de arriba. Jn. 8: 23.

7.        Si no creéis que Yo soy en vuestros pecados moriréis. Jn. 8: 24.

8.        Antes que Abraham fuese Yo soy. Jn. 8: 58.

9.        ¿Crees tú en el hijo de Dios? El que habla contigo, él es. Jn. 9: 35-38

10.    Yo soy la puerta de las ovejas el que por mí entrare será salvo. Jn. 10: 7-9.

11.    Yo soy el buen pastor, el buen pastor da su vida por las ovejas. Jn. 10: 11

12.    Yo y el Padre uno somos. Jn. 10: 30-38.

13.     Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi aunque este muerto vivirá. Jn. 11: 25.

14.     Yo soy el camino y la verdad y la vida nadie viene al Padre sino es por mí. Jn. 14: 6.

15.     Yo soy en el Padre y el Padre en mi, el que me ha visto a mí ha visto al Padre. Jn. 14: 1-11.

16.     Yo soy la vid verdadera, mi Padre el labrador, vosotros los pámpanos.     Jn. 15: 1-6.

17.     Salí del Padre y he venido al mundo; otra vez dejo al mundo y voy al Padre. Jn. 16: 28

18.     Yo soy (Jesús Nazareno) Jn. 18: 5.

19.     Mirad mis manos y mis pies que yo mismo soy; palpad y ved; porque un espíritu no tiene carne     ni huesos, como veis que yo tengo. Luc. 24: 39.

20.     Pon aquí tu dedo y mira mis manos; y acerca tú mano y métela en mi costado y no seas incrédulo sino creyente. Tomás le respondió y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío! Jn. 20: 27-28