La abogada Emily Graham se ha comprado una casa. No una casa cualquiera, sino una casa antigua, que perteneció a sus antepasados, los cuales la vendieron en 1892 cuando Madeleine, la heredera, desapareció. Con su compra, Emily no pretende solo rendir un homenaje a sus raíces; también busca un poco de paz después de un divorcio particularmente doloroso y algo de olvido ante el acoso al que la somete un indeseable. Pero lo que prometía ser un oasis comienza a convertirse en una pesadilla: cuando realiza excavaciones para hacer una piscina aparece un cadáver de mujer, un cadáver reciente, pero que lleva el anillo de la desaparecida Madeleine. Y Emily intuye que ella puede ser la siguiente víctima...