ENTREVISTA PARA TELE INDISCRETA '03


"Me da vergüenza actuar ligera de ropa"

Como aquella bailarina excéntrica y alocada que inmortalizó Liza Minelli, la actriz ha tenido que aprender a liberarse del pudor y la timidez.

Meterse en la piel de Sally Bowles para protagonizar el musical Cabaret (Teatro Nuevo Alcalá, Madrid) no sólo le ha ayudado a recuperar su faceta olvidada de cantante y bailarina. Se siente una mujer nueva desde que ha descubierto que en la vida nada es arbitrario. Lo de menos, aunque cueste, es ponerse el disfraz de mujer frívola.

¿Te ha costado mucho meterte en la piel del personaje?

Parece un personaje completo, pero no lo es. Lo bueno es que la obra me da la oportunidad de ir quitándole capas hasta dejarle desnudo totalmente...

¿Tienes algo que ver con Sally?

Unos de sus aspectos más destacados es esa tremenda necesidad de afecto que a veces le hace parecer patética... Todos necesitamos cariño, pero me separa mucho ese deseo de ella de llamar la atención. Yo soy bastante más discreta.

¿Te produce pudor aparecer tan ligera de ropa?

Sí, me da vergüenza, pero te ayuda a meterte en el personaje. Con este trabajo tengo muchos sentimientos entremezclados. Por un lado, la ilusión de ver cumplido un sueño y saber que estoy en uno de los acontecimientos teatrales de la temporada, y por otro, respeto, humildad, pudor...

¿Has tenido que elegir entre la serie y el musical?

Bajarse de un éxito como Un paso... no es ninguna tontería, pero no puedo compaginarlos. Además,era el momento de dejarlo. Estoy comenzando una nueva etapa en mi vida, al menos en lo profesional.

No es la primera vez que haces un musical, ¿verdad?

No, estuve en Jesucristo Superestar; My Fair Lady... He vuelto a mis orígenes. Curiosamente la serie me ha servido para recuperar una faceta olvidada por las circunstancias...

¿Cuáles?

Dejé el teatro cuando decidí ser mamá, por el horario, y la verdad es que no entraba en mis planes volver, pero no iba a decir que no a algo así. Mi hija ya tiene 9 años, y ahora podré darle la merienda.

No es la primera vez que se convierte en aquella atrevida bailarina encarnada por Liza Minelli en el cine (1972, Bob Fosse). Ya lo hizo como Adela en Un paso..., y Natalia espera que los espectadores vayan al teatro para revivirlo.

"¡Bendita sea si la tele sirve para eso!!", dice.

Texto: María José Andrés
20/10/03 20/10/03


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