Navajeda según... el "Catálogo del Patrimonio Cultural de Cantabria"
|
|
> Contenidos: |
- Iglesia de Nuestra Señora de los Llanos (en ruinas) |
- Iglesia Parroquial de San Mamés |
- Arquitectura Civil |
|
NAVAJEDA |
|
Iglesia de Nuestra Señora de los Llanos (en ruinas) |
 |
 |
 |
|
"Del
templo más antiguo de Navajeda apenas se conservan parte de los muros
perimetrales, restos inconexos de una gran construcción que sucumbió pasto
de las llamas en 1810. A mediados del siglo XIX Madoz se refiere a este
beaterio como "actualmente derruido y casi abandonadas unas pequeñas
posesiones que le pertenecían". Despojado de culto, todavía una vez
al año se celebra en torno al santuario una romería de gran devoción
entre los lugareños (en este santuario mariano es venerada una imagen:
Nuestra Señora de los Llanos)."
"Sobre una
pequeña ermita, al parecer surgida tras una aparición milagrosa en fecha
incierta (pero anterior a 1593), se acometen diversas obras que pretendían
convertir el lugar en un ambicioso templo dedicado a María. Contó con
sacristía, al menos dos capillas, una de ellas dedicada a S. Roque, coro y
torre. Nicolás de la Sierra remató la construcción de la torre de la
Virgen de los Llanos en 1647, fecha que indica la existencia de un primer
templo al menos desde la primera mitad del siglo XVII. La siguiente obra de
cantería data de 1678, cuando Juan y Sebastián de la Cantolla y Francisco
de la Lombana se comprometieron con Francisco de Mazas para la obra del
Santuario en Navajeda. No se especifica el carácter de la misma pero,
cuatro años más tarde, está documentada la que remató Tomás de la Riba,
vecino del lugar. Al parecer se trató de una obra de considerable
envergadura a partir de tres lienzos construidos desde sus cimientos, es
decir prácticamente una reconstrucción que reedificó el cuerpo de nave
anterior. Ya en los primeros años del siglo XVIII se acomete la
construcción de las capillas, a manos de Tomás Crespo, y el enlosado de
las mismas."
"En 1678
se contrata con el maestro de arquitectura, Jerónimo de la Revilla, la obra
del retablo y camarín para dicho santuario. Entre las condiciones con las
que se ha de ejecutar esta obra se especifica la talla que ha de decorarlo y
que ha de ser "crespa", las columnas salomónicas y la presencia
de tarjetas sobre el marco y a los pies de la figura del Cristo. Se trató,
por tanto, de una sencilla composición centrada en la imagen que debía
alojar y coronada con una figura del Salvador, a modo de ático. Jerónimo
de la Revilla se formó, como sus coetáneos de Siete Villas, entre los
modelos prechurriguerescos, y conjugará en su estilo personal esta primera
influencia con modelos ya churriguerescos que recoge durante sus años de
trabajo en localidades de Álava y La Rioja. Por tanto, estamos ante una
temprana pieza de este maestro, el cual adoptará un tratamiento decorativo
contenido respecto a las otras grandes obras que realizará en Cudeyo. En
1691, Felipe de Verga dorará este retablo dedicado a la Virgen."
"Además
existió otra pieza retablística menor, terminada en 1753 y que será
dorada un año más tarde. En 1727 se encarga la hechura y encamado de una
imagen de Nuestra Señora del Rosario con el fin de adornar alguno de los
altares. Tras el incendio, parte de la imaginería con la que se adornó el
templo fue trasladada a la iglesia parroquial." |
|
Iglesia parroquial de San Mamés |
 |
 |
 |
|
"Se trata
de una iglesia columnaria de planta de salón, cuya construcción se dilata
en el tiempo siguiendo una traza general, proyectada a finales del siglo XVI
y cuya autoría podemos atribuir a un maestro de Ajo con experiencia en
obras burgalesas. El origen de las iglesias columnarias hay que rastrearlo
entre arquitectos de origen cántabro como Rodrigo Gil de Hontañón o Juan
de Rasines, maestros de obras en las catedrales de Salamanca o Palencia,
quienes harán evolucionar el estilo hispano flamenco hacia formas ya
renacentistas, modelos muy representados por toda la geografía cántabra.
Pervivencias góticas como la bóveda de crucería se fundirán con trazas
en las que las naves laterales alcanzan similar altura que la central.
Grandes columnas cilindricas sustituirán entonces a los pilares góticos,
consiguiendo un tratamiento central del espacio, objetivo renacentista por
excelencia. En el caso de Navajeda, la transposición de este diseño
experimentó ciertas dificultades en la sustitución de las cubiertas, lo
que provocó la adopción de medidas de reforzamiento para las bóvedas a
base de arcos diafragmas que aliviasen los muros laterales. Consecuencia de
estos problemas constructivos, resulta patente la inclinación de sus
grandes pilares circulares."
"El arco
de ingreso al templo pertenece al trazado original, a caballo entre finales
del siglo XVI y comienzos del XVII. Una inscripción latina recorre las
dovelas centrales del arco: "HAEC EST DOMUS DEI ET PORTA COELI DOMUS
MEA DOMUS ORATIONIS VOCABITUR".
"Las obras
se continúan en el templo a lo largo del siglo XVII. La nave central se
cubre en sus dos primeros tramos con bóvedas de terceletes, ligaduras y
combados, ya plenamente renacentistas que arrancan de los cuatro pilares
centrales con basas y capiteles clasicistas. En 1631 Pedro Saravia Padierne
y Juan de los Reales conciertan la obra de las naves laterales. Se contrata
un año más tarde otra obra encaminada a sustituir sus cubiertas,
posiblemente de madera, por bóvedas de crucería. En el XIX se cierra una
de las troneras de la torre, probablemente tras un derrumbe y se abre una
capilla en el lado del Evangelio de advocación mariana que modifica la
planta inicial106. En este sentido hay que recordar que al hablar del
Santuario de Nuestra Señora de los Llanos explicábamos que tras el
incendio que sufrió en 1810 se abandonó el templo, decidiéndose mantener
el culto dentro de una capilla en la iglesia parroquial con las alhajas que
se salvaron de las llamas y con la cofradía del mismo nombre, patrocinadora
a partir de entonces de algunas obras menores en el templo, como la
encarnación de diversas imágenes o de los graderíos del presbiterio a
manos de Miguel de las Pozas. En 1825 se encarga a Andrés del Valle la
construcción de esta capilla con planta cuadrada y cúpula elipsoidal
pintada. Miguel de las Pozas realiza la obra propiamente dicha, mientras que
Bonifacio del Cagigal y Manuel de Villar trazan el retablo neoclásico que
la decora y que será dorado por Diego del Campo. La imagen titular del
mismo, cuya hechura fue obra de Juan Antonio Muñoz, será titulada como
"Virgen de los Llanos". La obra se completa siete años más tarde
con el enrejado para cerrar esta capilla."
"La
cabecera del templo, abierta con gran arco triunfal de medio punto, aloja el
magnífico retablo mayor dedicado al santo titular del templo. Está
documentada la contratación y condiciones de esta pieza en el año de 1664
a manos del maestro ensamblador Juan Martínez de Cantineras. Se trata de
una obra compuesta por dos cuerpos, que se dividen en cinco calles, y un
ático que lo hace en tres. En el pedestal se dispusieron relieves de la
Pasión e historias de la Anunciación y Nacimiento de Cristo, y en las
calles centrales nichos con figuras que representan a San José, una imagen
mariana, y un San Roque. Sobre las historias y nichos de este cuerpo se
representaron, dentro de los codillos, cuatro evangelistas. La cornisa
recorrida por cartelilla da paso al segundo cuerpo. En sus nichos se
representan San José y San Agustín a cada lado del patrón, dedicando las
calles exteriores a sendas escenas de la Circuncisión y a la Adoración de
los Reyes. El ático lleva en la caja principal el Calvario, a cuyos pies se
esculpe un pelícano, símbolo por excelencia de la Pasión, flanqueado por
dos figuras femeninas. Santa Catalina y Santa Bárbara. Por último, el
frontispicio cierra el conjunto iconográfico con un Dios Padre. Estamos
ante un exponente de la última fase que experimentará el retablo
manierista en los talleres orientales de Cantabria. Arcaizante en muchos
elementos, (como las columnas de fuste estriado con tercio inferior
entorchado, características durante el segundo tercio del siglo XVII en el
foco de Cudeyo), aplicará otros elementos (como la talla que recorre las
enjutas de los arcos y todo el ancho de las cornisas) inherentes a la
estética prechurrigueresca más propia de su cronología. Por su parte, la
escultura se muestra dependiente de los modelos de Siete Villas, en especial
del estilo de Juan de Pobes. Su dorado y estofado se contrata en 1759 con
los maestros doradores Carlos de Árgana y Juan de Gargollo."
"Las naves laterales alojan en su primer tramo otras piezas retablísticas.
Manteniendo caracteres manieristas y contrarreformistas, parecen responder a
una cronología similar al retablo mayor. Emplean como soportes columnas de
fuste entorchado, modelo ampliamente reproducido entre las obras atribuidas
al taller de Cudeyo en la primera mitad del siglo XVII, como Miera,
Castañeda, etc. El repertorio decorativo concede gran importancia a los
pináculos que adornan el piso superior y a los frontones avolutados,
denotando la asimilación de los formalismos manieristas característicos
del taller de Siete Villas. En cuanto a la imaginería que alojan, ambos
dedican su cuerpo bajo a representaciones marianas, mientras que el cuerpo
alto lo reservan para figuras de santos. Decoran el segundo tramo de las
laterales sendos lucillos con altares labrados en piedra. Corresponden
cronológicamente al mismo momento en que se realiza el abovedamiento que
los cubre, en decir en 1631, ya que entre las obras que el maestro debe
llevar a cabo se cita los "altares colaterales". De escaso
relieve, disponen de un arco de medio punto, a modo de nicho, flanqueado por
dos pilastras muy planas que soportan el frontón triangular con el que se
cierra, acompañado en sus vértices de los remates con bolas y una cruz
propios del clasicismo imperante en esas fechas. Uno de ellos debió acoger
el altar del Eccehomo, sufragado por los parroquianos en 1801 y en cuya
construcción se aprovecharon materiales de la arruinada ermita de San
Pedro. Actualmente acogen imágenes de San Antonio de Padua y San Pedro."
"Junto a la iglesia de San Mamés se
encuentra el pequeño camposanto local. A pesar de que su cementerio carece
de panteones de interés artístico, es interesante recoger aquí la
inscripción conservada en la puerta: "MISEREMINI MEI / SALTEN VOS
AMICI MEI / AMPLIADO POR / ROBUSTIANO RUIZ /AÑO 1922". |
|
Arquitectura civil | |
 |
 |
|
"La
construcción en el barrio de La Riestre de la gran casona de los Cobo de la
Torre está vinculada a la figura de Juan Manuel Cobo de la Torre. Fue
abogado de los Reales Consejos, Diputado General de Trasmiera en 1742 y
compañero de Juan de Isla y Marcos de Vierna en los negocios de
construcción de buques que impulsaron los Reales Astilleros de Guarnizo."
"Este conjunto sigue el
modelo con el que, en 1759, Juan Antonio de la Colina manda construir su
palacio en Barcena de Cicero, atribuido a Bernabé de Hazas115. Las
relaciones económicas y personales indicadas entre Cobo de La Torre y
Marcos de Vierna hacen pensar que dicho arquitecto e ingeniero, responsable
de la parte arquitectónica de las instalaciones industriales promovidas por
Juan Fernández de Isla, pudo dar las trazas para el gran proyecto de este
abogado. Sin embargo, es más probable que se trate de un diseño atribuible
a otro gran maestro de cantería que trabaja en estos momentos, Andrés
Julián de Mazarrasa, del que sabemos estuvo en contacto también con Marcos
de Vierna y que, al contrario que aquél, se dedicó a la arquitectura
civil."
"Como gran palacio barroco de
la segunda mitad del siglo XVIII contó con sus elementos característicos:
torre, casa principal y oratorio familiar. La primera se organiza en cuatro
alturas y en ella se abrió una triple balconada volada sobre barandillas y
ménsulas de hierro, de inspiración renacentista, que corresponde a una
reforma posterior de comienzos del XX relacionada con las corrientes
regionalistas que intentan recuperar la arquitectura y estética nacional.
Es en la torre donde lucen los blasones con las armas de Juan Manuel Cobo.
El cuerpo de vivienda se adosa a la torre con simplicidad decorativa y junto
a ella, las caballerizas conforman un porche a base de columnas dóricas y
ladrillo en sus muros al estilo regionalista. Como lugar de culto familiar
se habilitó un pequeño oratorio incluso en el segundo cuerpo de la torre
con la advocación de San José. El conjunto palacial se cerraba con
corralada y la portalada de dos cuerpos. Sobre sus cubos pueden leerse unas
inscripciones: "QUIA FECIT MIHI MAGNA / QUEI POTENS ES"./ "NISI
DOMINUS AEDIFICAVERIT / DOMUN IN VANUN LA /BONAVERUNT QUI AEDIFI / CANT EAM
/ SALM. 126".
"Dentro de
este mismo barrio de La Riestre se encuentran algunas muestras de la
arquitectura rural montañesa. A pesar de las remodelaciones que han
experimentado sobreviven aún en algunas casas sus características
tipológicas, como los muros cortavientos prolongados o las balconadas de
madera en el segundo cuerpo."
"En el
barrio de Mazas perviven casas tradicionales similares a las anteriores de
cronología dieciochesca. También en esta zona se conserva un buen
exponente de casona barroca con la tradicional organización a base de arco
en el piso inferior y vanos simétricamente dispuestos en el superior,
marcos de orejas y balcón con apoyo pétreo que contextualiza su
edificación en el siglo XVIII por parte de la familia Mazas."
"En el
barrio de Padierne otra casona mantiene el gusto estético del siglo XVII,
fecha en la que fue construida. De gran desarrollo longitudinal, un arco de
medio punto marca la calle central de su fachada. El cuerpo alto se adorna
con dos piezas heráldicas. La de la derecha, con lambrequines, celada y dos
figuras mitológicas que tocan bocinas, está partido con las armas de
Sarabia y Mazas, mientras que el de la izquierda representa las armas del
apellido Rubalcava. De este solar procedía Gabriel de Rubalcaba y Guerra de
Mazas, quien se declara descendiente de la casa de Rubalcaba en Liérganes y
de la de Mazas en Navajeda. Este personaje fundó una capellanía y obra
pía para pobres en el Santuario de Nuestra Señora de los Llanos y es de
suponer que, como fundador del mayorazgo, llevara a cabo esta construcción
quizás sobre otra antigua de su familia."
"Las
escuelas de Navajeda fueron fruto de las donaciones del Marqués de
Valdecilla en las primeras décadas del siglo XX. Su diseño recurre a la
tipología característica para estos edificios desde la segunda mitad del
XIX: amplia nave de baja altura, ventanales y accesibilidad, tal y como
podemos ver, entre otros, en los grandes centros docentes del cercano
Ayuntamiento de Riotuerto." |
|
| |
 |
 |
|