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La bruja Biruta
Érase una vez, una bruja malvada con el pelo moreno y mechas (naturales) moradas. Se creía que la bruja estaba muerta, claro que eso es lo que decía el gobierno, aunque no todo el mundo lo creía. La mayor enemiga de la bruja malvada, que por cierto se llama Milikita Junior*, es la bruja Biruta y los mejorses amigos de Biruta eran una pandilla de amigos/as residentes en Francia que iban al C. P. Príncipe de España*, pero eso no viene al caso.
Un día, Biruta decidió visitar a sus amigos: Cizaña, una niña rubia de pelo largo; Muermo, un niño empollón; Lapa y Pegajoso: unos gemelos (Lapa una niña y Pegajoso un niño). Daba la casualidad de que estaban en clase de chino, y su maestro, Chin-chan-chun*, no tuvo objeción en que Biruta se los llevara, porque el profesor no sabía hablar francés y ninguno de sus alumnos sabía decirlo en chino para que él lo entendiera. Además, el maestro era cegato y no notó nada raro en Biruta, que vestía como toda bruja.
Se fueron a la calle a jugar. Todo estaba desierto. Hacía un calor insoportable y eso que estaban en invierno, todos tenían mucho sueño y decidieron tumbarse a dormir bajo la fresca sombra de un gran árbol que había a unos metros de ellos. Todos se durmieron enseguida, y cuando despertaron, Lapa había desaparecido. El llanto repentino de Pegajoso, el hermano de Lapa, y los lazos que les unían al ser gemelos les indicó a los otros que algo le pasaba a Lapa y que estaba llorando. Se dividieron para buscarla y no la encontraron, así que volvieron a tumbarse bajo la sombra del árbol a pensar donde podría estar. Cizaña le dijo a los otros, de broma:
- Ya que nuestro "cole" se llama Príncipe de España, Lapa podría estar en España.
- ¡Es cierto! ¡Buena idea!* -contestó Biruta.-
- Pero, ¿cómo iremos a España? -preguntó, lloriqueando, Pegajoso.- Debemos darnos prisa, porque si llegamos tarde podríamos encontrarla... bueno, ya sabéis...
- Muerto -dijo sin pensar Cizaña y Pegajoso, al oírlo, le entró tal llantera que todos tuvieron que taparse los oídos.- ¡Lo siento! -gritó Cizaña, tanto para Pegajoso como para los otros, que la miraban con ojos malévolos.-
Cuando Pegajoso dejó de llorar, Muermo dijo:
- Bueno, si juntamos todos nuestros ahorros conseguiremos tener dinero suficiente para coger el autobús a Paris, el avión a Valencia y el tren a Madrid. Es que el billete de avión a Valencia es más barato que el de Madrid. El viaje se emprenderá esta tarde. A las 6:30 hay un autobús a París. Estaremos allí a las 6:15 en punto. Llevad los sacos de dormir, porque no tendremos suficiente dinero para un hotel.
- ¿Y qué excusa pondremos? -dijo Cizaña.-
- Diréis -respondió Biruta-, que vais de excursión con la clase, una excursión para una semana. Contadles a vuestros padres que vais a ir a... ¡Disney World! Como París no está muy lejos... ¡Y además, si sobra tiempo, podemos ir al museo! Así el viaje podría ser educativo...
- Y cuando nos pongan las notas y se vea que hemos faltado a clase nos la cargaremos -dijo Pegajoso-. Y además, ¿cómo le explico a mi madre que se han llevado a mi hermana en la calle mientras dormía la siesta en horario escolar?
- Eh... Supongo que puedes decirle que se ha quedado a hacer un trabajo por parejas con Cizaña -contestó Biruta-. Es mejor que volváis a vuestras casas a coger dinero, y yo también pondré mis ahorros.
- De acuerdo -respondieron los otros al unísono.-
A las 6:15 ya estaban todos en la estación menos Cizaña que se retrasaba. Cuando llegó eran las 6:16 y Biruta y Pegajoso se alegraron mucho al verla, menos Muermo, que se enfadó mucho debido a que era un maniático con la puntualidad y si llegaba tarde a clase le daba un ataque de nervios:
- ¡Qué horas son estas de venir! ¡Dije que viniéramos todos a las 6:15 y tu has aparecido a las 6:16! ¡Por tu culpa ya son y 17!
- Pero, ¿qué le pasa? -preguntó Cizaña.-
- Pues que es un obsesionado -le respondió Biruta-, pero no vuelvas a llegar tarde o a Muermo le dará un síncope.
A las 6:28 llegó el autobús y a las 6:31 emprendieron el viaje a París. A las 7:24 ya habían llegado.
Se encontraban en la capital. Lo que más le apetecía a Cizaña era ir de compras, pero la Biruta le recordó que no podían y que solo se quedaría allí una noche, ya que por la mañana debían tomar el avión a Valencia.
Por la mañana se levantaron a las 8:00 como de costumbre. A las 8:30 llamaron a un taxi que les llevó al aeropuerto. Llegaron pronto y tuvieron que esperar un rato hasta las 12:05 que salía el avión hacia Valencia. Llegó la hora de irse y subieron al metro. Estaba abarrotado. Quizá había demasiada gente para que alguien se fijase en una bruja sin verrugas pero con sombrero y túnica de bruja. Pasaron muchas horas hasta que cruzaron la frontera y otras tantas para llegar a Valencia. Como no sabían hablar castellano, Biruta hizo una pócima con comida y sabor extra-picante y todos se pusieron a hablar castellano como si supieran de toda la vida. Algo falló en la pócima. Al llevar tanto picante se les quedó acento murciano.
- No e' pá tanto -dijo Biruta intentando animar a los otros que no le quitaban la vista de encima con cara de mala uva-. Intentaré arreglarlo... Eh... ¡Ya lo sé! E' una pócima sencilla... Necesito: la pincha de un ca'tus, ve a bu'carlo, Muermo; ala' de e'carabajo, de mo'ca y veneno de serpiente o culebra, de eso encárgate tu, Pegajoso...
- ¿Y yo que hago? -preguntó Cizaña ilusionada.-
- E'to... tú... trae mi caldero, mi cucharón, mi bola de cri'tal y mi varita.
- El caldero, ¿rosa o fucsia? -dijo Cizaña.-
- ¡Negro! -gritó Biruta, horrorizada.-
- Qué poco gu'to, negro... -murmuró Cizaña.-
Muermo y Pegajoso llegaron con los ingredientes. Biruta terminó la pócima y se la tomaron. Su acento murciano había desparecido. Entonces Cizaña preguntó:
- Que gusto usar las s... ¿Cuándo vamos a ir a la capital?
- El tren a Madrid sale dentro de media hora, tenemos que ir a la estación -respondió Muermo-.
Se fueron a la estación y cuando llegaron a Madrid se pusieron a buscar a Lapa y aunque no la encontraron vieron a una persona muy rara.
- Es una bruja -dijo Biruta-. Se llama Milikita Junior y es una bruja terriblemente malvada. Pasa desapercibida porque se la cree muero. Es mi peor enemiga. Seguro que ella a raptado a Lapa porque sabe que es amiga mía.
Siguieron a Milikita Junior hasta que llegaron a una casa siniestra y vieja. Milikita entró. Biruta, Muermo y Pegajoso la siguieron, pero como a Cizaña le daba miedo, se quedó fuera. Había muchas puertas y algunas estaban abiertas. En una habitación había una niña de pelo castaño y ojos verdes que se entretenía mirando los ingredientes que había en una estantería. Biruta la observó: era Lapa. Pegajoso fue a su encuentro y en ese momento en la habitación entró la bruja y los durmió. Ya solo quedaban dos para la batalla: Biruta y Muermo.
Más adelante había una habitación con un ordenador. Muermo no se pudo contener y entró, pero apareció Milikita y lo hizo desaparecer. Ahora Biruta estaba sola.
En otra habitación había un vestido negro y andrajoso, pero con mucha clase para una bruja, y al lado del vestido había un sombrero puntiagudo con adornos dorados.
- ¡Qué bonito! -exclamó Biruta.-
Biruta
no lo pudo evitar y entró en la habitación. En ese momento entró Milikita y
dijo:
- ¡Has picado, boba!
- ¡Devuélveme a mis amigos! -gritó Biruta.-
- Niñata -le dijo Milikita.-
- Tonta, fea... -contraatacó la otra.-
- ¡Calla, boba! -dijo Milikita.-
- ¡Has perdido! ¡Has repetido un insulto!
- ¡No vale! -exclamó enfurecida la bruja malvada.-
- ¡Ya se! -dijo Biruta para sí misma en un susurro.- ¡Rosus! -gritó.-
De repente todo se tiñó de rosa y Milikita se derritió entre gemidos de dolor. En el lugar donde estaba ella aparecieron Cizaña, Muermo, Pegajoso y ¡Lapa! Cuando despertaron todos se alegraron de verla y como le sobraron dos días de "viaje", visitaron Madrid, y después volvieron a casa como si nada hubiera pasado.
Una vez que dieron las notas, la pandilla se las llevó a Biruta y ésta, con un encantamiento hizo desaparecer las faltas de asistencia, ¡pero seguro que ninguno olvidaría la aventura!
Las mayores incoherencias de la historia están señaladas con (*).