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La globalización
está provocando un debate muy intenso, sobre si es beneficioso o
no para la sociedad
Amor, sexo y Un mundo feliz
La conquista de la libertad
que ha hecho superar ciertos tabús. Pero, ¿qué tipo
de conquista hemos logrado?
Un dios que se equivoca
¿Realmente podemos
confiar ciegamete en el mercado?
El Tema de la Semana |
AMERICA UNDER ATTACK
Si no recuerdo mal ése era el rótulo que titulaba las
imágenes de la CNN el pasado martes 11 de Septiembre, America
under attack. Un rótulo tan impresionante que parece irreal.
Un hecho tan impactante que ha llegado mucho más allá de
lo que había podido imaginar Hollywood.
Una noticia de este calibre nos ha obligado a hacer una edición
especial, ya que por diversos problemas la página no iba a ser renovada
hasta el 20 de Septiembre. Sin embargo, la realidad nos ha abierto el siglo
XXI. Un acontecimietno tan extraordinario como horroroso.
Cuatro aviones de pasajeros secuestrados y lanzados tres de ellos contra
objetivos estratégicos: las Torres Gemelas del World Trade Center,
en Nueva York, y el edificio del Pentágono, en Washington. Un cuarto
derribado cerca de Pittsburg cuando se dirigía a Camp David. Miles
de muertos, con una cifra no confirmada a mientras escribo esto. El corazón
de la nación más poderosa del mundo atacado por primera vez
en mucho tiempo. Y el fantasma de la Tercera Guerra Mundial paseando por
la mente de muchos, e incluso en algunos medios de comunicación.
Unos medios de comunicación que cubrieron en directo el desastre,
que desmenuzaron lo ocurrido y que repitieron una y otra vez, a lo largo
de todo el día, las mismas impactantes imágenes.
Que nos mostraron las primeras declaraciones de un George Bush, cuando
sólo se conocía una parte de la tragedia, unas declaraciones
tímidas y desconcertadas, que en posteriores momentos se convirtieron
en duras y dolidas respuestas a un acto terrorista de proporciones dantescas.
También nos mostraron la rueda de prensa de Rudy Giuliani, el alcalde
de Nueva York, y que nos mostró a un hombre sofocado por el horror,
que intentaba asimilar los increíble. Un hombre que intentaba dar
calma y transmitir serenidad a unos conciudadanos que, aunque pueda parecer
increíble, no se dejaron llevar por el pánico.
Por lo que narran los medios, Nueva York no se convirtió en
un caos absoluto. Esto es algo que tal vez se ha pasado por alto. La forma
en la que los ciudadanos han encajado el golpe. Al parecer no ha habido
una histeria generalizada, lo que sinduda es un gran mérito.
Caos que sí se adueñó, en cambio, de muchas zonas
de Palestina, y por motivos muy distintos: por el júbilo de sus
ciudadanos. Unas imágenes casi tan impactantes como las otras: ver
cómo un pueblo festejaba la sangre y la destrucción de miles
de vidas. ¿Locura? ¿Simples animales que no han sabido comprender
la magnitud de los ocurrido? Podría pensarse eso. Pero ni muchísimo
menos.
Esto contrasta con la actitud de su líder (o lo más parecido
que tienen), Yaser Arafat. Unas primeras declaraciones asombrosas e impactantes.
Se podía leer perfectamente el horror y el miedo en su rostro. Y
mucho más comprensible teniendo en cuenta que se había atribuido
el atentado el Frente Democrático para la Liberación Palestina
(creo que era así). Eso hacía pensar en terribles represalias
estadounidenses en la zona.
Sin embargo, el líder de esa organización desmintió
cualquier vinculación con el atentado. Al igual que HAMAS y el Osama
Bin Laden. Nadie se hacía cargo de un atentado de consecuencias
tan terribles, que sin duda produciría una furia inmensa en el país
más fuerte de la Tierra.
Un país que no había sufrido un ataque semejante desde
el bombardeo de Pearl Harbor. Pero a fin de cuentas Hawaii no es la Norteamérica
continental. En el suelo americano (continental) nunca se había
producido nada semejante, excepto quizás en las batallas de la Guerra
de la Independencia y de la Guerra de Secesión. La privilegiada
situación geográfica había permitido a los americanos
permanecer al margen de la destrucción que había azotado
en numerosas ocasiones al resto del mundo. Sólo algunos atentados
terroristas como el sufrido precisamente por las Torres Gemelas hace unos
pocos años. Pero eso eran atentados, con numerosas víctimas,
pero atentados. Lo ocurrido se parece mucho más a una acción
de guerra.
¿Quién pudo organizar algo así? Se han oído
comentarios afirmando que un grupo terrorista no es capza de llevar a cabo
una acción como la ocurrida. Que es necesaria la actuación
coordinada de varios grupos o, probablemente, estados. Por ejemplo, parece
poco probable que el grupo palestino que se lo atribuyó en un principio
fuera capaz de hacerlo. Incluso se dice que ni siquiera el Osama Bin Laden
tiene la capacidad para llevar a cabo el ataque. ¿Es cierto?
Con todas las reservas, puesto que no tengo ningún conocimiento
de terrorismo internacional, creo que casi cualquier grupo podría
llevar a cabo un golpe como el ocurrido. Examinemos los medios que han
utilizado.
El secuestro de cuatro aviones requiere de la actuación de cinco
hombres, aproximadamente. Así pues, para llevar a cabo las acciones
realizadas son necesarios unos veinte hombres, dispuestos a morir. Todo
parece indicar que los aviones fueron pilotados por los propios secuestradores.
De hecho, es la única opción lógica. No tiene sentdo
que se convenciera al piloto para estrellarse contra edificios. De ser
así, e ir a morir de todas formas, es de suponer que habría
estrellado el avión, por ejemplo, contra el mar.
Se necesita, por tanto, cuatro pilotos suicidas. De hecho, sería
posible que sólo el piloto conociera qué se iba a hacer con
el avión, y los otros secuestradores pensaran en un secuestro habitual.
Esta opción no se ha tenido en cuenta, o yo por lo menos no la he
oído. Así que reduciendo al máximo, podrían
ser necesarios solamente cuatro pilotos suicidas para llevar a cabo
los atentados, mientras que el resto podrían ser, perfectamente,
mercenarios contratados. Sin embargo, esta opción parece poco probable.
Es de suponer que todos conocieran su destino aunque, insisto, no es necesario.
Todos los aviones utilizados, según se ha dicho, utilizaban
el mismo panel de mandos. Lo que nos lleva a sospechar, evidentemente,
en un entrenamiento de los pilotos. Una preparación que podría
haberles llevado, digamos, un par de años. Sin embargo, según
se ha comentado por televisión, en un rápido cursillo alguien
que ya fuera piloto podía aprender a manejar esos aparatos.
Los cuatro aviones elegidos eran vuelos americanos interiores, para
aprovechar que en ellos hay menos vigilancia que en los vuelos internacionales.
Además, eran vuelos costa a costa, por lo que llevaban los depósitos
llenos de combustibles. Esto los convirtió en auténticas
bombas. Es por ello que no se necesitó de explosivos para derribar
las Torres.
Introducir explosivos allí habría sido algo realmente
complicada, y que habría necesitado una gran operación de
logística, con gente tremendamente preparada. Lo ocurrido, sin embargo,
no.
Por último, el método para secuestrar los aviones fue
mediante amenazas con armas blancas. Esto les permitió introducir
los elementos sin problemas, ya que son difíciles de detectar.
¿Es así de fácil llevar a cabo esos atentados?
Sólo en apariencia. Y en la realidad. Por un factor fundamental:
la sorpresa.
Nadie había podido imaginar antes un hecho de esas características,
por lo que no se estaba preparado. Uno de los encargados de defensa de
EEUU ha comentado que, preparando la llegada del 2000, y ante el temor
de ataques terroristas, se prepararon planes especiales para los actos
más estrambóticos. Sin embargo, no se imaginó unos
atentados como los ocurridos.
La sorpresa de utilizar un avión de pasajeros como arma arrojadiza.
Nadie va a atacar a un avión de pasajeros sin saber qué va
a hacer. No se puede matar a todos los pasajeros por temores. Y ante la
duda, se le va a dejar pasar.
Ningún piloto va a esperar que el avión sea estrellado.
Si fuera así, aunque se dijera que hay una bomba en el avión,
se lucharía contra los terroristas. Hasta ahora, los secuestro de
aviones siempre habían acabado aterrizando.
Pasaron diez minutos entre que los aviones fueron secuestrados y lanzados
contra sus objetivos. Ningún controlador va a lanzar una alarma
generalizada si hay diez minutos sin contacto con el avión. Para
activar cualquier plan, se necesita un poco de tiempo.
¿Es, por tanto, tan fácil llevar a cabo los atentados?
En mi opinión, sí. Lo increíblemente difícil
es concebir un plan semejante, que con tan pocos medios pueda causar tal
devastación. Eso es lo complicado, no llevarlo a cabo. Y desde este
punto de vista, cualquier grupo capaz de reclutar veinte suicidas (o incluso
solamente a cuatro) sería capaz de hacerlo. Bajo mi punto de vista,
lo monstruoso de la masacre no es los medios y la preparación que
tienen los terroristas. Lo terrorífico es que, utilizando tan pocos
medios, sean capaces de producir semejante daño.
Bajo esta perspectiva, parece que el Osama Bin Laden no se perfila
como el único causante. Creo sinceramente que cualquier grupo terrorista
podría haberlo llevado a cabo. Culminar semejante plan está
al alcance de estados como Libia, aunque no parece este momento el idóneo
para atentar contra EEUU, o Irak, bajo mi punto de vista bastante probable.
Si consigue permanecer en el anonimato, y que no se le descubra como causante,
habrá asestado un gran golpe a su peor enemigo, y no se podrán
recrudecer las represalias contra él. Además, todas las miradas
están puestas en otro lado, en el integrismo islámico.
Y aquí aparece por enésima vez Bin Laden. El enemigo
público número 1 de EEUU hay que reconocer que es quien es
más probable que haya llevado a cabo el atentado. De hecho, anunció
tres semanas antes que sus hombres iban a dar un golpe inimaginable a EEUU.
Y éste lo ha sido.
Ciertamente, si la CIA y el FBI no han detectado esta operación,
es más probable que el causante sea un grupo terrorista que Irak,
a quien se le tiene muy vigilado. Pero los medios utilizados, recordémoslo
una vez más, están al alcance de casi cualquiera, aunque
pueda parecer increíble. Sin embargo, personalmente creo que muy
poca gente podría haber imaginado una operación similar.
Y tiendo a pensar que sólo puede haber salido de la mente de Bin
Laden. Una opinión personal, insisto.
Pero los medios han sido realmente tan precarios, que incluso alguna
secta estadounidense podría haberlo llevarlo a cabo. Esta hipótesis
creo que tampoco es descartable de inmediato, y más teniendo en
cuenta que en las conversaciones telefónicas que mantuvieron algunos
pasajeros antes de morir, no mencionaron nunca que los pasajeros fueran
extranjeros. Una hipótesis poco probable pero posible. Y que aterroriza.
Se le ha calificado como un ataque contra la democaracia. Seamos
realistas. Partiendo de la hipótesis de que fuera el terrorismo
islámico, su objetivo no era atacar la democracia. Decir eso es
una forma de intentar ignorar el problema. El problema es de dos tipos:
-
Por un lado está Palestina. Este pueblo ha sido abandonado totalmente
por EEUU en el último año, y hay que reconocer que en su
guerra contra Israel, es una guerra de ondas contra tanques. Además,sienten
que Israel está respaldado por EEUU (como así lo es) y se
ven luchando contra un enemigo invencible, que los masacra sin piedad.
Este acto terrorista se ha visto allí como un golpe a su enemigo,
que ha probado el sabor del sufrimiento y el pánico que les hace
vivir a ellos cada día. El Problema de Oriente Medio es que EEUU
creó un estado israelí como compensación a los judíos
por los crímenes del holocausto. Pero nadie compensa a los musulmanes
que fueron expulsados de sus tierras para asentar a unos extraños.
Desde este punto de vista, es concebible un ataque como el perpetrado.
-
También están los integrismos islámicos. Ellos sienten
que los Occidentales queremos imponer nuestras costumbres frente a las
suyas. De hecho, es lo que pretendemos, pues consideramos nuestros principios
moralmente superiores a los suyos. Sin embargo, ellos piensan lo mismo
de sus costumbres. Y como Occidente se impone por diversos caminos, como
la colonización cultural, ellos no encuentran otro modo que "resistir"
que mediante la lucha armada. No hay que olvidar tampoco que a esto se
responde muchas veces con tropas de pacificación. El resultado viene
a ser una guerra no declarada. Como nadie tiene medios para enfrentarse
a Occidente, la única táctica válida es la tradicional
guerra
de guerrillas y ése es el nombre de lo que hoy día llamamos
terrorismo. Pues bien, ésta ha sido la primera gran victoria de
los terroristas, que hasta hoy habían acumulado sólo derrotas
frente a insignificantes victorias.
¿Ataque contra la democracia? No, desde luego.
Tampoco esa Tercera Guerra Mundial que se ha oído decir. Nadie
es capaz, hoy por hoy, de declararle la guerra a EEUU. Y los medios utilizados
por el terrorismo tampoco difieren mucho de los que venía usando.
Así que no creo que esto sea la llegada de un nuevo terrorismo.
Esto también se está diciendo mucho, haciendo referencia
al posible uso de armas de destrucción masiva, como las bacteriológicas
o incluso nucleares. Creo que no es esa la realidad. Este nuevo terrorismo
no destaca por espectaculares medios, sino por haber sido mucho más
inteligente a la hora de llevar a cabo sus acciones. Y le mente es mucho
más poderosa que las bombas.
También recordar las espectaculares medidas de seguridad. Están
muy bien, pero no sirven para nada. Un terrorista inteligente, y éstos
han demostrado serlo, no comete atentados después del tremendo revuelo
causado. Golpearán más tarde. Cuando las medidas hayan disminuido.
Así que las espectaculares medidas de seguridad tomadas sólo
servirán si se prolongan indefinidamente, lo que no va a ocurrir.
Y se ha demostrado que cualquier objetivo puede ser atacable en el
futuro. Digo esto por lo impactante del avión estrellado contra
el Pentágono. Del que siempre habíamos oído hablar
como el edificio menos vulnerable de la Tierra y que ha sufrido un gran
daño, con unas 800 víctimas, en un ataque perpetrado por
unas cinco personas. Es impactante los resultados que puede tener, hoy
en día, una acción terrorista.
Todo el desarrollo económico y tecnológico, los avances
de la humanidad, pueden ser armas arrojadizas contra ellos mismos. Los
aviones, que tanto benefician al reducir el tiempo de transporte, se pueden
transformar, como hemos visto, en terribles armas de destrucción
masiva. Los grandes rascacielos, que permiten que en un suelo escaso puedan
levantarse cientos de empresas, con las economías de escala que
conllevan, son un blanco claro para los terroristas, que pueden multiplicar
el daño de sus acciones atacándolos.
En fin, este atentado ha abierto una nueva era del terrorismo mundial.
No por las tremendas armas, por las cuales ahora EEUU quiere llevar a cabo
un escudo anti-misiles (que hoy día sí que parece necesario)
sino porque el terrorismo ha encontrado una nueva vía, la inteligencia.
Y llevada hasta el extremo. Antes se preparaban atentados y diseñaban
cómo escapar, por ejemplo. En este caso, se ha preparado cómo,
con escasos medios, producir el mayor daño posible. Y lo han logrado
al utlizar unos métodos totalmente inesperados, contra unos objetivos
que jamás nadie había supuesto. El temor es que es precisamente
por el lado en el que no lo esperamos por donde volverán a lanzar
un atentado. Porque usarán precisamente eso en lo que no se refuerce
la vigilancia, porque no creemos que pueda ser usado para atentar. Como
no imaginábamos que aviones de pasajeros secuestrados pudieran ser
usados como armas arrojadizas frente a rascacielos e instalaciones de defensa.
Es absolutamente tremendo. Sólo hay que esperar que los culpables,
y todo apunta al Osama Bin Laden, sean cogidos y puestos a disposición
de la Justicia. Sí, y que no haya represalias militares. Aunque
haya Estados colaboradores, sus habitantes no son culpables (incluso en
el caso de que apoyen el acto) y sería injusto que también
ellos pagarán por un delito que no han cometido. El gran triunfo
de la democracia sería que actuara la justicia, y no una guerra.
Pero mucho me temo que nos gusta más presumir de democracia que
ponerla en práctica. |
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