Egipto constituyó una de las más tempranas y mgníficas civilizaciones de las que el mundo ha sido testigo. Hace 5 000 años, cuando Meiopotamia todavía era escenario de insignificantes disputas entre las ciudades-estado, y mientras Europa, América y la mayor parte de Asia occidental estaban pobladas por cazadores de la Edad de Piedra, los antiguos egipcios ya amasaban pan, mentaban cerveza y mezclaban pinturas. Sabían fundir y forjar el cobre, perforar abalorios, mezclar compuestos minerales para cosmética y lustrar la piedra y la superficie de piezas de cerámica. Antes de que el Nilo fuera controlado por la tecnología, la inundación anual, resultado de las lluvias monzónicas de la meseta etíope, caía, dejando una gruesa capa de tierra aluvial. Dado que la pluviosidad en Egipto es casi nula, la población dependía del río para los cultivos y la antigua civilización egipcia se basaba prácticamente en la fertilidad del suelo. Los primeros pobladores humanos del valle del Nilo fueron cazadores del norte de África y del este de Sudán, a los que posteriormente se les unieron tribus nómadas de origen asiático que entraron en Egipto en migraciones esporádicas a través de la península del Sinaí y del mar Rojo. Los asentamientos del Paleolítico Superior (hacia 12 000-000 a.C.) revelan que tanto los recién llegados como los indígenas tenían una economía de caza y recolección.