Nos
afecta de acuerdo a la distancia que tengamos un basural
El problema de la basura y nuestra actitud colectiva
Es
historia vieja. Los conflictos por los basurales a cielo abierto
parecen ser solo de aquellos que tienen las cavas cerca de sus casas
y no un problema de todos. En este artículo intentamos, mediante
una autocrítica, reflexionar sobre cuánta responsabilidad
nos cabe como vecinos por acción o por omisión.
Una
frase se va acuñando en Mercedes y no es de ahora. Hay quienes
aseguran que los vecinos de esta ciudad, en su mayoría, somos
tan ambientalistas de acuerdo a la distancia que se encuentre el
problema con el medio ambiente. Y en realidad no es una frase que
no tenga fundamento, y que además podría llegar a
aplicarse a otros casos que han ocurrido en la ciudad como con el
cierre de fábricas, centros de salud, servicio de trenes,
peaje, crímenes, etc., etc.
La
manifestación de los vecinos de La Florida hace unos diez
días atrás no hizo más que escribir un nuevo
capítulo en esta historia de luchas minoritarias que no cuentan
con respaldos masivos ni preocupaciones generales. Para muestra
bastan algunos botones. Los ciudadanos somos en definitiva responsables
de lo que nos sucede, sin vuelta de hoja. Somos los "artífices
de nuestro propio destino". Los problemas con el medio ambiente
en Mercedes no son nuevos, mucho menos los de los basurales a cielo
abierto.
Durante la gestión del Dr. Julio César Gioscio se
registró un serio inconveniente en la prolongación
del acceso Sur, hoy acceso Manuel Sanmartín.
Por
aquellos tiempos, una cava, habilitada solo para el depósito
de ramas y escombros, comenzó a recibir todo tipo de residuos.
Por entonces fueron los vecinos de aquella zona los que pusieron
el grito en el cielo, con más que justas razones. Lucharon,
gestionaron fuertemente ante las autoridades y fueron consiguiendo
promesas que como en esta etapa de la vida ciudadana, no se iban
cumpliendo. Reuniones por aquí, encuentros por allá,
hasta que se escuchó la palabra Desactivación o Erradicación
de este basural.
Festejo
por aquellos lares. Pero bronca por otros... Es que se había
decidido que se abriría otro depósito para escombros
y ramas, es decir residuos inorgánicos en las cercanías
de la prolongación de calle 34. Era el turno de que saltaran
los vecinos de esa zona. Pero entre ambos vecindarios no había
mayor relación. Ni antes ni después.
Es
decir cuando unos protestaban otros estaban en sus casas, y cuando
los otros se quedaron en sus casas los otros protestaron. Siempre
se entendieron estos problemas como cuestiones individuales y no
colectivas, lo que es igual a decir que en vez de defender el medio
ambiente lo que a veces se pretende es que los basurales se ubiquen
bien lejos de donde uno vive. Si está cerca de nuestro lugar
de residencia se convierte en un problema, pero si está lejos
el problema es de otro.
Responsables
Es
oportuno manifestar que en toda situación conflictiva existen
diferentes grados de responsabilidades. Las autoridades tal vez
sean a las que mayor parte les toca por la razón sencilla
que son los que deben accionar políticas adecuadas para la
disposición final de los residuos que nosotros mismos generamos.
Pero entender los problemas de la basura solo como una responsabilidad
de quienes están al frente de la administración comunal
se erige como un error.
Por
acción (arrojar residuos en cualquier lugar) o por omisión
(no sumarse solidariamente a los reclamos de convecinos), quienes
habitamos esta ciudad (seguramente como ocurrirá en tantas
otras comunidades), tenemos nuestra cuota parte en ese esquema de
responsabilidades. A muchos solo nos interesa que los residuos que
embolsamos a diario y que luego sacamos a la puerta de nuestras
casas, sea levantado por el camión recolector y se terminó
la historia. A muchos nos interesa poco qué sucede con ellos.
A
los vecinos de La Florida sí les interesa porque precisamente
van a parar a un predio que está a pocos metros de sus hogares,
de sus lugares de residencia. Entonces el problema ya no es nuestro,
sino de los vecinos de determinado sector. Tal vez sin siquiera
pensarlo muchos hacemos la vista gorda en el tema y no entendemos
que un basural de estas dimensiones es un polo de contaminación
en nuestro partido y nos afecta a todos por igual.
Pero,
¿Nos estará faltando conciencia ambiental? Vecinos
de otros distritos como Brandsen o algunas localidades más
cercanas, caso de General Rodríguez, se han levantado con
manifestaciones que han llegado hasta el Congreso y la Casa de la
provincia en Capital Federal, para dejar en claro que no quieren
convertirse en una sucursal del CEAMSE como padecen hoy los municipios
del conurbano.
Tal
vez si Mercedes se ve amenazada por una situación de esta
naturaleza se alcen las voces y haya marchas y reclamos. Tal vez.
Mientras tanto no importa que se siga acumulando basura sin tratamiento
a pocos kilómetros de nuestros hogares. Es como tirar la
tierra debajo de la alfombra y no reconocer que estamos frente a
un problema, y que si bien hoy afecta en forma directa y palpable
a vecinos de una determinada zona del sector rural, nos está
afectando a todos. Pero reaccionan unos pocos, que barbijo de por
medio, piden soluciones que si se logran resultarán beneficiosas
para quienes somos solo espectadores de esta realidad.
Apoyo
El
artículo precedente, de contenido autocrítico, bien
merece una salvedad. Cuando los vecinos de La Florida iniciaban
su lucha, al menos con una carta abierta, Natalia Kidd, integrante
de una de las familias afectadas por aquel conflicto en la prolongación
del acceso Sur, manifestó públicamente su solidaridad
y recomendó a los afectados a no dejarse engañar por
espejitos de colores ni soluciones mágicas. Después
de cinco años, y con el problema aún en sus narices,
esta joven adhirió a este sector de la comunidad como gesto
de interpretación que se trata de un problema de todos.
Gentileza: Editorial del Semanario Protagonistas de Mercedes, 7 de
marzo de 2007 |