MEDIO
AMBIENTE : POR LA PRESION VECINAL, LA CAMARA DE DIPUTADOS BONAERENSE
POSTERGO LA DECISION POR SEIS MESES
Siguen
sin definir dónde se ubicarán los nuevos basurales
Los de González Catán y Punta
Lara deben cerrar a fin de año. Pero antes tienen que estar
funcionando otros. Recibirán parte de las 14.000 toneladas
de basura diaria de la Capital y el GBA
La
definición sobre dónde instalar nuevos rellenos sanitarios
en la Provincia se dilata por la presión de los vecinos.
Y por eso, todavía no se sabe dónde estarán
los basurales que recibirán buena parte de las 14.000 toneladas
diarias de basura que genera el área metropolitana —Capital
y GBA—.
La
realidad es que, sin definiciones, lentamente se acerca el fin de
año, el plazo previsto para el cierre de los basurales de
González Catán (La Matanza) y Punta Lara (en el partido
de Ensenada), que están saturados de desperdicios domiciliarios
y no tienen capacidad para seguir funcionando. La disposición
final de la basura está a cargo de la CEAMSE —Coordinación
Ecológica
Area Metropolitana—, que también tiene un centro de
disposición en Camino del Buen Ayre, en zona norte, que por
ahora seguirá en funcionamiento.
Las
protestas de vecinos y entidades de Brandsen y General Rodríguez
—que eran analizadas como posibles para radicar allí
los rellenos— empujaron a la Cámara de Diputados bonaerense
a derogar el artículo de la ley que faculta al Poder Ejecutivo
a decidir por decreto la ubicación de los futuros "polos
ambientales". Ahora, la propuesta será tratada en el
Senado.
Además,
la Cámara de Diputados dispuso la creación de una
comisión integrada por legisladores e intendentes que deberá
determinar en seis meses el sitio elegido para volcar los residuos
domiciliarios que generan los habitantes del conurbano.
Si
la iniciativa se transforma en ley, la decisión se postergará
casi hasta fin de año, tras las elecciones que definirán
quién gobernará la Provincia. Fue el propio Felipe
Solá quien anunció la clausura del relleno ubicado
en González Catán, La Matanza, para fines de este
año. Allí se reciben 2.100 toneladas diarias de basura
recolectada en ese distrito, la Capital Federal, Esteban Echeverría,
Ezeiza, Merlo, Presidente Perón y Almirante Brown. El anuncio
se hizo después de que una comisión de Vecinos Autoconvocados
presentó un informe estadístico sobre el aumento de
enfermedades graves entre vecinos que habitan esa zona.
Por
otro lado, un dictamen de la Suprema Corte bonaerense puso fecha
de defunción al de Punta Lara. Será el 10 de diciembre.
Por más de 29 años recibió desechos urbanos
de la región La Plata y el sur del Gran Buenos Aires. La
movilización de entidades defensoras del medio ambiente apuró
la decisión, luego de protestas, estudios de impacto y denuncias.
Demostraron con informes técnicos la existencia de contaminación
de la napa freática con restos de metales.
Con
todo, el presidente de la CEAMSE, Carlos Hurst, es categórico:
"Los predios donde se deposita la basura pueden cerrar en la
medida que se abran otros nuevos." Desde el punto de vista
técnico, "es imposible cerrar un predio si no hay una
alternativa de depósito", dijo.
Por
eso, el Gobierno bonaerense tenía en carpeta la probable
habilitación de predios en Brandsen y General Rodríguez
para los "polos ambientales" que establece la Ley de Tratamiento
de Residuos Sólidos Urbanos, aprobada en diciembre de 2006.
Pero
así como hubo protestas para que se cierren los basurales
actuales, apenas se conoció la posibilidad llegó también
la respuesta de la gente. "No queremos que se destruya la ciudad,
queremos elegir cómo morir y no que nos impongan una muerte
segura. Ya sabemos las secuelas que provocan en la salud estos basurales",
denunció Cecilia Marín, de la asamblea vecinal de
Brandsen. Hubo cortes de ruta —fueron este verano varias veces
en la autovía 2— y marchas a La Plata. Lo mismo ocurrió
en General Rodríguez.
El
intendente de Ensenada, Mario Secco, se puso a la cabeza del reclamo
por el cierre de Punta Lara: "Hemos detectado cromo y plomo
en las napas. La población está decidida a resistir",
advirtió.
Pero
la secretaria de Política Ambiental, Silvia Suárez
Arocena, advirtió que "el problema de la basura es de
todos". La explicación tiene su fundamento: todo el
mundo genera basura pero a la hora de hacerse cargo aparece el fenómeno
conocido como "no en mi patio trasero".
"Las
ciudades que no tienen centros de disposición final son las
que tendrán que comenzar a buscar una solución y pagar
por el tratamiento de sus residuos. La ley vigente en la Provincia
es clara: en los próximos cinco años tendrán
que reducir los volúmenes de basura en un 30%", explicó
la funcionaria.
Por
Fabián Debesa, Clarin, viernes 16 de marzo de 2007
Que
la ataje otro
Por Guillermo Allerand
El
problema de la basura está indisolublemente ligado al de
la contaminación y a la voluntad política. Por eso,
los grandes pasos que hacen falta entran en plazos siempre dilatorios.
Es, evidentemente, mucho más barato seguir generando residuos
que revertir un proceso al que se suma el temor y el rechazo de
la gente de los barrios, que no quiere que el tratamiento de la
basura pase cerca de su casa. Muchos, porque saben las consecuencias
que traen rellenos ya saturados. Y otros, porque se sienten tranquilos
siempre y cuando los desperdicios los ataje otro.
Relleno
hecho por capas
La
ASCE (American Society of Civil Engineers) define al Relleno Sanitario
como una técnica para la disposición final de los
residuos sólidos en el terreno, sin causar perjuicio para
el ambiente y sin ocasionar molestias o peligros para la salud ni
el bienestar y seguridad pública. A medida que se va colocando
la basura, la van compactando con una máquina y cubriéndola
con una capa de tierra y otros materiales. Luego se deposita otra
capa de basura y así hasta que el relleno sanitario se da
por saturado. Se deben tener en cuenta principios de Ingeniería
Sanitaria a fin de evitar todo tipo de contaminación.
MEDIO
AMBIENTE : EL TRATAMIENTO DE LOS RESIDUOS EN LOS PAISES INDUSTRIALIZADOS
En
el mundo usan el reciclado y la incineración
Sin
embargo, no existe una única solución. Y los problemas
crecen.
Mientras
en Buenos Aires se discuten los cierres de los basurales saturados
y la apertura de nuevos rellenos, vale preguntarse cómo tratan
el problema de los residuos los países más industrializados.
Por
considerar un par de casos, Gran Bretaña genera actualmente
500 kilos por persona de basura cada año; una familia británica
arroja al menos una tonelada cada 12 meses. El reino cuenta con
8.000 depósitos de basura en diferentes lugares del país,
bajo control y autorización expresa para su instalación
de las autoridades locales del condado. ¿El método
para su tratamiento? El reciclado es el elegido para reducir los
depósitos de basura, que son resistidos por la población
donde se instalan.
El
70 por ciento de la basura tiene la posibilidad de ser reciclada
pero sólo el 14,5 por ciento de ella lo consigue. La industria
del reciclamiento está en manos de empresas privadas que
ofrecen al público desembarazarse de sus residuos, que en
Londres son recogidos una o dos veces por semana por las autoridades
locales de cada barrio. El objetivo para ese esquema reducido es
que se produzca menos basura, pero la ola de calor de los últimos
años ha vuelto la estrategia peligrosa durante el verano.
En
España, la planta de tratamiento de residuos es Valdemingómez,
que digiere cada día 4.000 toneladas de desperdicios. Para
ello realiza un complejo proceso de gestión para extraer
material reciclable (envases, vidrio, bolsas o papel), compost y
energía eléctrica por el calor de la incineración
o el biogás.
Según
Ramón Ojeda Mestre, secretario general de la Corte Internacional
de Arbitraje y Conciliación Ambiental, "sorprende que
la humanidad no haya podido llegar a una decisión respecto
a los residuos: todos hacemos cosas diferentes, porque no hay una
solución adecuada. Vivimos una emergencia ambiental donde
los países, sobre todo los gobiernos, saben lo que ocurre,
pero cada vez se genera más basura y el problema aumenta".
MEDIO
AMBIENTE
Una
solución barata
Por
Alvaro Sánchez Granel Docente de Ingeniería Ambiental
de la UCA
La
oposición a tener un relleno sanitario cerca se genera en
Capital y en el conurbano, donde la CEAMSE administra los residuos.
En cualquier otro distrito fuera de esa área, los rellenos
se instalan en el lugar y nadie se puede negar, porque si no ¿qué
hacen con la basura?
En
Buenos Aires y sus alrededores la protesta de la gente no tiene
sentido, porque también hace falta disponer de la basura.
Especialmente hasta que se implemente un sistema de reciclaje, lo
que toma su tiempo. Igual, siempre va a haber residuos que no son
reciclables y necesitan ir a un relleno, como los pañales
descartables.
Es
decir que, si bien el relleno sanitario va a tender a minimizarse
por el reciclaje, en este momento es la solución más
conveniente y económica para disponer de la basura. Hay mala
información: un relleno no es un basural, sino una obra de
ingeniería que tiene un sistema de control de gases y de
líquidos lixiviados. Si está bien hecho, no genera
problemas.
En
otras ciudades del mundo hay plantas de separación de residuos
y de reciclaje, pero también hay un relleno. Se trata de
que no esté cerca del núcleo urbano, pero tampoco
está en el medio del campo. En el Primer Mundo se incinera
la basura en forma controlada, con un sistema de lavado de gases.
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