Solá
durante la visita a la empresa láctea "La Serenísima"
junto a Scioli, en General Rodríguez
Muchas
gracias a todos por estar acá recibiéndonos,
en especial muchas gracias a Pascual y todo el personal de
la empresa, a todo el equipo de Pascual. Para mí llegar
aquí acompañando el señor Vicepresidente
de la Nación, que ustedes saben que no está
aquí porque sí, sino porque su interés
en esto es que tome la conducción de la provincia,
si el pueblo lo elige como yo creo que va a ocurrir el próximo
10 de diciembre.
Para
mí estar acá es algo muy especial, he venido
muchas veces, en una época no se enteraban que venía
porque lo hacía como agrónomo, hace muchos años,
y a raíz de eso puedo sentir que esta casa y lo que
significan las grandes redes de la empresa hacia la provincia
de Buenos Aires, hacia el sur de Córdoba, hacia Santa
Fé y La Pampa, son parte mía también.
Desde
mi profesión yo me dediqué mucho a la producción
lechera hasta que tomé la política cuando tenía
36 años más o menos, y entonces yo me siento
en una tradición que forma parte de mi vida. También
el oeste forma parte de mi vida, yo creo que su verdadera
Patria es la infancia, la adolescencia, cuando uno piensa
en la Patria piensa en esos términos y esto también
es parte de mi Patria, a los 56 años yo me siento así.
Quiero
decirles que yo tengo un gran idilio además porque
La Serenísima atravesó todos los obstáculos
de una empresa tan grande y a veces con costados tan vulnerables
frente a un país de economía muy cambiante durante
muchísimos años y la pudo sortear.
Para
lograr esta excelencia técnica, para ser sino la empresa
más prestigiosa una de las leches más prestigiosas
del país en términos argentinos -desde el mercado
interno, no visto desde afuera solamente-, para tener el nivel
de marca que tiene, la seguridad que genera en el consumidor,
el prestigio y la unidad que genera entre los productores
lecheros.
Yo
recuerdo hace muchos años, en otra Argentina, en los
años 70, a lo mejor es una leyenda -lo mejor de eso
es que la gente crea que puede no haber sido realidad- pero
creo que tiene mucho de cierto: Sancor, la otra empresa lechera
es una cooperativa por lo tanto cuando tiene que tomar plata
de sus socios, que son miles, y capitalizar la empresa lo
hace a través de una asamblea, supongo, donde se vota.
Pero La Serenísima no, es una empresa capitalista y
muchas veces ha tenido momentos difíciles en aquellos
tiempos y Don Pascual enfrentaba las asambleas donde había
miles de lecheros y permitía que protestaran y dijeran
muchas cosas pero al final, la mayoría de ellas fueron
votadas para bajar el propio precio y que la empresa siguiera.
Eso ha ocurrido en tiempos difíciles y eso era por
Pascual que supo manejar una empresa inmensa, sus problemas
tecnológicos, financieros, de crecimiento y además
ser un líder político, líder de los tamberos
que se necesitaban mutuamente como ocurre también en
la política. Entonces desde esos días tengo
una enorme admiración por esa trayectoria. Pero no
sólo porque es enormemente exitosa sino porque para
que lo fuera, para que haya incorporado toda la tecnología
que incorporó, para que tenga los hombres y mujeres
que tienen, tuvo que haber alguien que a través del
tiempo resistió todos los embates que un empresario
grande puede haber resistido en Argentina y que muchísimos,
todos lo sabemos, no resistieron. Y nos siguen haciendo creer
que son grandes empresarios pero son rentistas que vendieron
y se quedaron poniendo la cara en su empresa, no es el caso
de Pascual.
Pascual
siempre ha capitalizado pero acá está, La Serenísima
es Mastellone y Mastellone es La Serenísima. Todos
ustedes son una gran familia y creo que la seguridad que pueden
tener es que exista la voluntad de persistir y de mantener
la identidad por encima de todo. Eso no tiene precio Pascual,
estamos orgullosos de eso y de los avances tecnológicos
que La Serenísima fue tomando, nunca se quedó
atrás. Si ustedes ven desde el año 70 hasta
hoy van a ver que fue imponiendo los cambios en el mercado
desde la oferta con una potencia singular. Siempre el nivel
de marketing, de producir, de introducir nuevos productos
es una lucha inigualable. Yo creo que esa capacidad es lo
que hace fuertísimo una empresa moderna y la hace tan
atractiva.
Ha
pasado por todas las circunstancias: mercado interno deprimido,
mercado externo deprimido, ambas depresiones, tipo de cambio
alto o bajo, cajas de interés mortales, más
bajas, necesidad de expandirse, hay que tomar la decisión
de expandirse, decisiones que hacen a todos ustedes; no errarle
y si ocurre darse cuenta, que es lo más difícil.
Estoy
muy orgulloso de acompañar a Daniel Scioli acá,
estoy muy orgulloso que estén acompañándonos
otros intendentes que están cerca de General Rodríguez
que vienen acá con el mismo orgullo y queriendo seguir.
Lo
único que te voy a pedir Marcelo es que no hagas público
tu emoción o llanto porque yo me voy porque Scioli
va a quedar. La primera vez que nos encontramos con Marcelo
me dijo yo quiero asfaltar unas cuadritas, y yo pensé
‘este es otro manguero’.
Nos
llevamos tan bien que decidí que cuando deje de ser
gobernador voy a vivir en General Rodríguez, no sé
si eso es bueno o malo para ustedes, ojalá que sea
bueno, pero yo me siento muy bien acá. Vamos a hacer
fuerza con Marcelo y con todos para que, como dice el presidente
Kirchner, el próximo gobierno sea un gobierno que ha
entrado en la Argentina en un purgatorio, que en realidad
esa palabra indica alguna culpa, yo no lo creo, pero por lo
menos salimos del infierno y de la exclusión. Ojalá
que la Argentina se pacifique, y pueda resolver todos los
problemas con diálogo, con autoridad y con la capacidad
de todos de ponerse en esa parte del otro. Es para todos esa
necesidad.
Yo
soy optimista, he sido pesimista en otro tiempo, pero soy
optimista ahora y creo que vamos a andar bien y los días
que vienen son mejores de los que han pasado.
Muchas
gracias a todos
General
Rodriguez, 14 de mayo de 2007
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