Orígen
del San Bernardo. |
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En
el puerto de montaña del Gran Monte St. Bernhard fundaron
unos monjes, en el siglo XI, un refugio para viajeros y peregrinos.
Allí se criaron, desde mediados del siglo XVII, perros grandes
de montaña para guardia y vigilancia. La existencia de aquellos
perros está documentada gráficamente desde 1.695 y
por escrito en unas crónicas del hospicio desde el año
1.707.
Estos perros pronto se utilizaron como perros de escolta y, especialmente,
como perros de salvamento para viajeros perdidos entre la niebla
y en la nieve. Existen crónicas publicadas en muchos idiomas
sobre las numerosas vidas que fueron salvadas por estos perros de
la "muerte blanca" y relatos de soldados que cruzaron
el puerto de montaña con Napoleón hacia 1.800, en
el siglo XIX, que extendieron la fama del perro de San Bernardo
por toda Europa.
Ya llamado por aquel entonces "Barry-Hund", y el legendario
"Barry" se convirtió en el símbolo del perro
de rescate. Los antepasados directos del perro de San Bernardo fueron
los muy extendidos perros de gran tamaño, de campesinos de
la región. Estos perros de gran tamaño se convirtieron
en pocas generaciones, siguiendo un patrón ideal, en la raza
actual. Heinrich Schumacher de Holligen, cerca de Berna, fue el
primero, en 1.867 en crear documentos genealógicos para sus
perros. En febrero de 1.884 se abrió el "Schweizerische
Hundestammbuch der SKG (libro de raza suizo de SKG/FCI) (SHSB).
La primera anotación fue la del perro de San Bernardo "León",
a la que siguieron otras 28 anotaciones también de perros
de San Bernardo. El 15 de marzo de 1.884 se fundó el "Schweizerische
St. Bernhardsclub" (Club Suizo del perro de San Bernardo) en
Basilea. A raíz de un congreso cynológico internacional
celebrado el 2 de junio de 1.887, el perro de San Bernardo fue reconocido
oficialmente como raza suiza y el estándar de la raza se
convirtió en obligatorio. Desde entonces el perro de San
Bernardo se convirtió en el "perro nacional suizo".
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