por Noel Bruton
En el origen de cada departamento de soporte técnico o
helpdesk se encuentra presente una especie de infección, que
si fallamos en controlar, puede gradual e irreversiblemente
destruir la efectividad del servicio. El progreso de esta
infección es lento y casi imperceptible. Los síntomas pueden
no mostrarse hasta que ya es demasiado tarde y para entonces
el daño estará hecho. Paradójicamente, las compañías o los
usuarios a los que se da soporte son generalmente quienes
fomentan su desarrollo. No se dan cuenta de que con sus
múltiples demandas contribuyen a que eventualmente perdamos la
capacidad de darles soporte plenamente.
La mayoría de los responsables de soporte técnico se han
dado cuenta de que sus departamentos sufren este problema,
pero generalmente no tienen el poder para prevenirlo, ya que
la misma naturaleza de su trabajo, de proveer soporte al
usuario, ocasiona que intenten brindar un soporte más
eficiente y no sean capaces de resolver el problema de fondo.
Mientras más se exija al equipo de soporte, inexorablemente
éste perderá su habilidad de continuar dando un servicio
efectivo.
El nombre de esta enfermedad es "reactividad". Está en
nuestra historia, en nuestro trabajo diario. Es algo con lo
que cuentan nuestros usuarios, lo demandan nuestros
financieros, está entretejido en nuestra propia naturaleza.
La reactividad es fomentada por nuestro deseo de servir y
auxiliar, reforzado por nuestra compulsión de mantener las
computadoras funcionando y a los usuarios produciendo. Algunas
veces por accidente, algunas veces por elección, el
departamento de soporte permitirá a la reactividad tomar
prioridad sobre todas las demás consideraciones en el
departamento.
El resultado de la historia.
La mayoría de los departamentos de soporte empezaron como
reacción directa a una necesidad. Los usuarios estaban
teniendo problemas que necesitaban ser solucionados; porque,
si los usuarios no podían trabajar, no contribuirían a los
ingresos de la compañía, aunque sí añadían costos a la
corporación. Para poder mantener el costo-beneficio
(efectividad) de la Tecnología de la Información de la
corporación, los usuarios tenían que mantenerse trabajando.
Por esto, la mayoría de las organizaciones implementaron un
lugar donde podían enviarse estos problemas para buscarles una
solución en forma rápida. Así nacieron los departamentos de
soporte técnico, mantenimiento o helpdesk.
Recuerdo uno de mis primeros trabajos con una compañía
fabricante de computadoras. El lunes, cuando empecé a
trabajar, pregunté a mi nuevo jefe qué se esperaba de mí. Su
respuesta fue: "si llega un problema, soluciónalo". No había
más que decir. No tuvo necesidad de administrarme después de
eso, porque en sus ojos, sólo había reactividad. Con
frecuencia veo algo paralelo a esto en un nivel corporativo.
Un departamento de Tecnología de la información crea un
servicio de soporte para despojarse de los problemas de los
usuarios. Le da a soporte las mismas instrucciones: "si llega
un problema, soluciónalo". A estos departamentos se les ha
dicho que reaccionen a los problemas que surjan, lo cual es
justo. Pero el problema empieza a ser serio cuando se reconoce
que reaccionar a los problemas no es una actividad adicional,
sino la única.
El problema con reaccionar es que en este proceso no somos
nosotros quienes marcan las prioridades, sino los usuarios.
Todos los problemas que tienen son urgentes y críticos para
ellos, por lo que, ante sus ojos el problema es casi siempre
de alta prioridad. Para estar seguros que nosotros captamos
ese mensaje, el usuario seguramente nos dará alguna recompensa
pavloviana si reaccionamos en la forma que ellos lo demandan.
Nosotros respondemos rápidamente, ellos nos dan la calidez de
la gratitud humana. Posiblemente regresamos a nuestro
escritorio felicitándonos a nosotros mismos por salvar a la
compañía una vez más. Pero tal vez no consideramos, porque
toda consideración no se nos ha permitido institucionalmente,
que mientras hacíamos ese trabajo rápido para ese usuario
agradecido, quizá hayamos ignorado otro problema aún más
importante en la escala corporativa.
Prioridades en el soporte.
Eche un vistazo a lo que su departamento de soporte ha
hecho hoy. ¿Existe aún algún problema que mañana tendrá un
impacto mayor que el cartucho de toner que cambió esta mañana?
¿En ese caso, no le habrá dado al cartucho de toner una
prioridad alta que no era real? Por supuesto que el usuario
estará agradecido y le dirá a su gerente lo maravilloso que es
usted, y su reputación aumentará.
Desafortunadamente, mientras esto pasaba, un problema que
en realidad era de prioridad más alta no fue solucionado. Esta
es la paradoja de la reactividad, se nos recompensa más por
dar un servicio peor.
El reto para la mayoría de los departamentos de soporte es
encontrar un balance, y esto puede ser difícil. Si usted es
totalmente reactivo, no tendrá nunca tiempo de prepararse para
el futuro. La próxima versión de Windows NT de Microsoft
estará pronto entre nosotros; como con todo cambio
tecnológico, aumentarán las llamadas pidiendo soporte y
tendremos que estar listos. Tenemos que empezar ahora,
reuniendo información sobre el nuevo producto, tratando de
imaginar el impacto que tendrá y preparándonos para eso. Por
supuesto, para poder hacer esa preparación tendremos que
redirigir recursos que se emplean para la solución de
problemas día a día, arriesgándonos al enojo de los usuarios
en este proceso. Porque si no tenemos esa preparación, cuando
llegue el nuevo Windows de Microsoft, no podremos darles
soporte del todo; entonces los usuarios sí tendrán una razón
para quejarse.
¿No hay salida?
Como asesor de los departamentos de soporte, he trabajado
con un gran número de equipos. Tengo una pregunta simple que
hago a los usuarios; dependiendo de la respuesta, puedo saber
muy pronto si el departamento está en control del servicio que
provee. Tiene que ver con la percepción que tiene el usuario,
del campo o la extensión de sus servicios. Mientras más
estrecho el campo, según lo percibe el usuario, menor libertad
tendrá el administrador de escapar del lazo de la reactividad.
Un departamento de soporte en estado de reactividad es
aquel que después de un tiempo pierde el control del servicio
y empieza a solucionar los problemas que puede, en vez de los
que debe. Un poco más adelante, el administrador reactivo se
da cuenta de que al parecer siempre le llaman los mismos
usuarios o los problemas son siempre muy parecidos. Se ha
convertido en lo que yo llamo un departamento "poco efectivo",
trata con preguntas y problemas poco retadores de una sección
del mercado limitada y cada vez menor, mientras otros
probables clientes buscan soporte en otro lugar.
Un Escritorio de ayuda que a través de la reactividad
pierde el control del servicio causará aumento en los costos
de soporte de la corporación, ya que el soporte empieza a
llegar de otras fuentes no administradas. Nosotros necesitamos
reactividad, pero como cualquier otro servicio, el
departamento de soporte tiene que administrarse para brindar
beneficios y no ocasionar pérdidas.
Noel Bruton es un asesor independiente y entrenador, con
base en Inglaterra, que aconseja a las compañías sobre cómo
lograr la mejor práctica de los departamentos de soporte. Es
el autor del Manual ""How to Manage the IT Helpdesk"
(Butterworth-Heinemann, 1997). Su sitio de ayuda está en http://www.bruton.win-uk.net/.
Puede contactarlo en +44 (0)1239 811646 o noel@bruton.win-uk.net.
Derechos de autor: Bruton Consultancy, September 1997.
Todos los derechos reservados excepto por arreglo. Contacte
Noel Bruton, Bruton Consultancy, PO Box 27, Cardigan, Wales
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