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VI Congreso Latinoamericano de Auditoría Interna y
Administración de Riesgos,
CLAIN 2002
Bolsa de Valores: desafíos para los auditores internos
Quisiera agradecer,
primeramente a Claudio de Rosa por esta atenta invitación, que con mucho gusto
participo con ustedes. Este día me toca hablar un poco sobre la Bolsa de Valores
y los desafíos para los auditores.
Las Bolsas de Valores, son
uno de los sistemas más interesantes y fascinantes que se haya
inventado.
Un observador atento decía
que encuentra en ella un magnífico y espectacular teatro, donde los actores
desempeñan a diario un distinto papel y lo cual es un fiel reflejo de nuestra
vida económica y política.
Entonces, la Bolsa no es
nada más que un mercado, en el que se encuentran compradores y vendedores de
valores que determinan las oscilaciones y la interacción de la oferta y la
demanda, dependiendo, a su vez, de las opiniones, informaciones, expectativas,
esperanzas, temores y codicia de los participantes.
La Bolsa, pues, registra
todo lo que ocurre en el mundo.
Al tener este marco
conceptual de lo que significa la Bolsa, pasaríamos entonces a ver cómo está
estructurada la Bolsa y sus participantes.
Tenemos una
Superintendencia de Valores, que como entidad supervisora regula todo lo
concerniente a cada uno de los actores que estamos en ella, llámeseles
intermediarios, emisores, clasificadoras de riesgo, AFP's, o centrales de
depósitos. Estos participantes son los que se involucran, cada uno desempeñando
su importante papel, en un juego a su vez importante, dentro de lo que es el
mercado de valores.
La Bolsa es una institución
que propicia la desintermediación financiera, acercando a los demandantes y a
los oferentes de títulos y de dinero; por lo tanto, proporciona a los tenedores
de esos títulos y a los inversionistas, todo el marco legal, operativo y
tecnológico para efectuar el respectivo intercambio, entre la oferta y la
demanda, siempre esto dentro de la equidad y la transparencia del
mercado.
El emisor, por supuesto, es
el que alimenta al mercado y son empresas que cumpliendo con las disposiciones y
normativas correspondientes que fija la ley, emiten títulos valores los cuales
son colocados a través y por intermedio de la Bolsa de
Valores.
Todas las emisiones que
operan en nuestra Bolsa de Valores y la mayor parte de los mercados de capital,
tienen lo que se llama las clasificaciones de riesgo. Nosotros, como Bolsa, no
aprobamos, sino que autorizamos que de acuerdo a todos los requisitos que ellos
han cumplido, estas empresas pueden emitir obligaciones de títulos de renta fija
o títulos de renta variable.
La Superintendencia como
tal es la que nos regula principalmente en cada una de esas transacciones,
regula a la Bolsa, regula a los emisores y regula a las casas de corredores de
Bolsa.
Las clasificadoras de riesgo
son empresas especializadas en analizar los riesgos económicos financieros
de esas empresas que están emitiendo en Bolsa. Por tanto, juegan un importante
papel para el inversionista, ya que les están diciendo realmente cuál es el
riesgo de pago en un momento determinado de acuerdo a ese análisis
económico-financiero.
Luego tenemos las centrales
de depósitos de valores, que en nuestro país se llama Fedebal, cuyo objeto es
recibir esos valores. Ofrecen una apropiada cobertura para quien está
invirtiendo, ya que éste tiene la seguridad de que los fondos que ha dado para
la compra de un determinado título será hecho efectivo, siempre y cuando ese
título esté depositado en una central de depósito de
valores.
Al visualizar todo esto,
apreciamos que la información es sumamente importante, porque de esto depende el
valor que pueda tener una acción, ya sea por condiciones de mercado, por
percepciones de los inversionistas o por noticias.
Por lo tanto, el tiempo de
las decisiones es fundamental para ganar o para perder
dinero.
Y es por eso en donde entra
el papel de la auditoría, ya que todo este flujo de información es la que
actualiza y le da la vida a las transacciones en acciones.
En situaciones de crisis
del mercado, en donde ocurren fuentes oscilaciones y demasiados bancos para
arriba o para abajo, entonces se procede a parar el mercado, con la finalidad de
evitar manipulaciones en las operaciones.
Vemos entonces cómo en el
impacto de las noticias, como es el caso de Taico Internacional, que en enero
del 2002, las acciones de esta empresa en un día cayeron en un cuatro por
ciento. ¿Qué fue lo que pasó ahí? Que por segundo día, después de una noticia
que rebelaba que Taico podía estar bajo investigación de la (AC), vemos cómo cae
ese día y por eso hablábamos de los temores de los
inversionistas.
En febrero, o sea un mes
después, en Boca Ratón, Taico International, una compañía diversificada de
manufactura y servicios reportó un día que su planta de manufactura en Puerto
Rico había recibido el premio (Shengel) de la excelencia de la manufactura y
sucedió que esa noticia de la empresa hizo subir su
precio.
En el índice Dow Jones
vemos cómo los atentados del 11 de septiembre del 2001 hace que éste baje
sustancialmente. Recuerdo que esos días bajó alrededor de dos mil puntos, de 10
mil a ocho mil, y ese es el efecto eminentemente del
inversionista.
Y vemos después otro
impacto de noticias reciente, ahora el mes de abril del 2002 de la incertidumbre
de los precios del petróleo, que nuevamente hace que el índice Dow Jones vuelva
a bajar nuevamente. Vemos, pues, cómo la información resulta vital en este
mercado.
¿Qué hemos hecho, o qué
estamos haciendo, o qué hemos venido haciendo en la Bolsa De Valores para
mejorar entonces esa comunicación y ese flujo de información y, por lo tanto,
qué eficienta el mercado en nuestro país?
Tenemos sistemas de
información en línea, le llamamos (SIB), el cual permite a cualquier persona
accesar y ver exactamente qué es lo que está pasando en nuestra
bolsa.
Tenemos sistemas de
divulgación de hechos relevantes, es decir, todos aquellos hechos que puedan en
un momento determinado hacer subir, o hacer bajar el precio de una
acción.
Tenemos nuestra página web,
en la cual vemos cuáles son los emisores, qué tipo de información en cuanto a
clasificación de riesgo, estados financieros, resultados, emisiones vigentes,
etcétera, y además se sacan boletines diarios, trimestrales, mensuales,
etcétera.
Nuestra obligación como
bolsa es proporcionar esta información, llamémosle no procesada, no digerida,
para efecto de que sean las casas corredoras de bolsa las que procesen y
analicen y digan al inversionista qué comprar, cuándo comprar y a qué precio
comprar.
En ese sentido, existen,
dos tipos de análisis que realizan las casas corredoras y los analistas
financieros. Por una parte llamado análisis fundamental, que se basa
exclusivamente en la información financiera de la empresa y básicamente ayuda al
inversionista a identificar aquellas empresas que se considera que son una buena
inversión, es decir, qué empresa es atractiva, qué empresa tiene una política de
dividendos que acreciente la inversión. Es decir, toda esta inversión financiera
es la que los auditores internos certifican. Por otra parte tenemos un análisis
técnico, el cual está basado en una información meramente estadística, la cual
está afectada por su precio, volúmenes negociados de la acción anteriormente y
proyectados y le dice nada más al inversionista cuándo comprar y cuándo vender.
Así tenemos dos tipos de análisis: uno fundamental, que me dice sobre la
base de la situación financiera su rentabilidad, y el otro, que es un análisis
técnico.
Las casas corredoras en
nuestro medio deben asesorar a sus clientes, sobre la base de la información que
existe en el mercado; por lo tanto, la información financiera de la empresa debe
expresar su verdadera situación financiera, puesto que será la base para la toma
de decisiones. Aquí radica entonces el reto también nuevamente para los
auditores.
Vamos a ejemplificar, y
entiendo que el día de ayer vieron el caso de Enron, pero tal vez visto desde un
aspecto eminentemente contable; mi enfoque es eminentemente sobre el aspecto de
la Bolsa y de ese análisis fundamental y de ese análisis
técnico.
Hace menos de un año, el
año 2001, era una de las compañías más admiradas, queridas y comentadas en los
mercados de capital y había personas entusiastas sobre la desregulación y
privatización de los servicios públicos; era una compañía dedicada a la energía,
gas y agua, y la ponían siempre como ejemplo de eficacia, buena gestión y el
análisis fundamental que vimos anteriormente recomendaba comprar. Un año
después, esta historia, como todos ustedes conocen, es totalmente
distinta.
Vimos que hay una
incapacidad, entonces, para descifrar los números de Enron, lo cual activaron
las alarmas y han hecho que los focos se centren ahora sobre otros gigantes de
los negocios. Ustedes han visto últimamente que hay otras empresas que están en
la mira de la (AC), en el sentido de que aparentemente las cifras que están
mostrando también son cifras que actualmente el análisis fundamental indica que
amerita comprar, pero que puede poner en peligro al inversionista, porque las
cifras no representan la verdadera situación financiera de la
empresa.
¿Enron qué era? Era una
compañía de electricidad y gas y en un momento dado, dice, dada la legislación
decide entrar de lleno en un negocio básicamente financiero, es decir, lo que
era el trading de energía. Se vuelve pionera en este mercado, llega a negociar
complejos instrumentos de derivados e incluso hace derivados sobre el clima o
sobre la banda ancha, es decir, se especializa en un trading de energía y entra
exclusivamente a un mercado eminentemente financiero.
En este mercado derivados,
que no voy a entrar en esta charla a explicar cómo operan, la empresa vende o
compra contratos de un activo subyacente, como la energía, con el fin de poderse
cubrir ante variaciones en el precio de dicho activo. Para ello cuentan ya los
mercados más sofisticados, los derivados que pueden ser sobre opciones, futuros,
(suabs), forwards, etcétera.
¿Qué es lo que hacían?, que
al variar los precios, la empresa podía obtener entonces ganancias o pérdidas
sobre esos futuros o sobre esas opciones. Esto lo hacía para mantener el
control, para poder mantener entonces ellos el control, y conseguir los fondos
necesarios para que esa toma de posiciones de compra o de venta tuvo que hacer
Enron frente a endeudamientos crecientes, hasta niveles que podríamos decir
difí_ciles de aplicar.
Aquí vemos un cuadro de más
o menos cómo operan en este mercado de derivados, a donde hay empresas que
compran contratos, que venden contratos, para hacer su (heying), esos mercados
de futuros liquidan a través de un cleaning house, hay especuladores que le
inyectan liquidez, pero simplemente lo muestro para efectos de ver en qué área
financiera fue que se metió Enron.
Veíamos entonces, que los
directivos de Enron, con el visto bueno de los auditores, encontraron la
solución para esos problemas financieros y lo hicieron ocultando a través de
filiales, no consolidables, hasta 600 millones en pérdida y más de mil millones
en deudas, que no figuraban en el balance auditado de la
sociedad.
Según Anderson, la
legislación norteamericana permite este tipo de operaciones fuera de balance en
determinados casos, y cito también las normas Mitch, no recuerdo exactamente el
artículo, y da las excepciones. No soy auditor, no conozco mucho de la parte de
las Mitch.
Estas pérdidas entonces,
son anunciadas a los analistas, hasta octubre del año 2001, siendo su origen las
filiales creadas por el anterior director financiero de la compañía (Andrew
Fastou). En ese momento si ustedes ven esta parte, los ingresos de Enron en un
90% de estos los generaba el trading de energía, y no la producción de energía,
gas y agua.
Entonces, si combinamos
nosotros, una contabilidad poco ortodoxa, una estrategia fiscal en el límite de
la legalidad, y ejecutivos de la compañía lanzados al uso ilegal de información
privilegiada, entonces tendremos una bastante idea aproximada del caso de
Enron.
Veamos entonces, cómo va
evolucionando este caso. En octubre del 2000, el Vicepresidente comienza a
vender acciones cuando su precio en el mercado era de 80 dólares, luego el 15 de
agosto del 2001 el Vicepresidente de Desarrollo, envía una carta a (Lain) donde
informa que la empresa realizó durante años prácticas contables impropias, y
además que numerosas transacciones entre Enron y sus socios deberían ser
examinadas.
Vemos ahora, un año
después, el Vicepresidente, en este caso, Jeffrey Skiling, vende 500 mil
acciones a 30 dólares, es decir, 50 dólares más abajo de las que había vendido
el anterior Vicepresidente. Arthur Anderson se ve entonces involucrado, y el 15
de octubre, tratando los abogados de Enron que el precio subiera por la noticia,
afirman que Arthur Anderson aprueba las prácticas que Wocky's menciona en su
carta, concluyendo entonces que Enron no ha hecho nada
incorrecto
Vemos después el 29 de
octubre de 2001, Kevin (Laigh) le pide ayuda a la Secretaria de Comercio para
revocar un informe negativo de (Move investors) sobre la solvencia económica de
Enron. La compañía por ley está obligada a clasificarse y estas compañías
clasificadoras obligan a pasar un reporte tanto a la (Check), como a la bolsas,
como a todos los corredores con el propósito de ver qué es lo que está pasando
en cada una de las empresas que en ese momento cotizan en cualquier
mercado.
Y finalmente, el 8 de
noviembre de 2001, Enron admite que había inflado sus beneficios por un valor de
600 millones de dólares aproximadamente, y vemos como la investigación que hace
la (Check), es decir el Sistema de Seguridad que vigila los mercados en Nueva
York, amplía entonces ya la investigación que estaba haciendo a la compañía, la
investiga también a los auditores. Pero existe otro problema adicional, y es que
antes de declararse en bancarrota y despedir a cuatro mil empleados, paga esta
compañía 55 millones de dólares extras a unos 500 empleados, y 11 ejecutivos
reciben entre 500 mil y cinco millones de dólares cada uno.
La bolsa, en diciembre del
año 2001, es decir Wall Street, retira la acción del mercado, es decir,
desinscribe la empresa de este mercado.
Y es hasta enero del 2002
que Anderson admite que destruyó documentos confidenciales entre septiembre y
noviembre del año 2001
¿Qué me indicaba entonces
el análisis técnico que vimos anteriormente? Vemos que en el análisis
fundamental era favorable, es decir, la información financiera certificada me
decía de una empresa en crecimiento, en evolución, con rentabilidad. Pero el
análisis técnico le daba otra señal, y esta señal me la da a mí el promedio
móvil que se establece para las acciones de 20 a 30 días; y me dice este
análisis que cuando el promedio móvil sobrepasa el precio que tiene como
cotización diariamente es una señal de venta, o al revés, cuando el promedio
móvil esta por debajo del precio indicativo me le da una señal de
compra.
Veíamos el análisis
fundamental y el análisis técnico, ambos en contraposición.
Vemos finalmente entonces
que Enron utilizó prácticas contables que, aún estando dentro de la ley,
ofrecían una imagen distorsionada de la situación financiera de la empresa e
inducía al error a los inversionistas es decir, la información que le estaba
dando a través de estas prácticas contables me inducía a mí en ese momento a
tomar la decisión de comprar esta acción.
Los miembros del comité de
auditoría de Enron también eran remunerados mediante acciones y algunos de ellos
tenían otras vinculaciones con la empresa. De acuerdo a nuestra ley, eso no
puede existir en nuestro mercado de valores.
Además, hubo movimiento en
la venta de acciones, como vimos en el año 2000 y 2001, de parte de los
directivos y eso hace pensar lógicamente que estos directivos tenían información
privilegiada. Es un pecado en cualquier mercado que personas de una empresas con
información privilegiada, se puedan beneficiar de ese tipo de información.
Además de eso, también la empresa impidió que los empleados pudiesen vender
acciones que poseían a través de sus plazas de pensión. Ustedes han visto ahora
la cantidad de demandas de estos fondos en que han perdido miles de millones de
dólares, los cuales a través de este tipo de presión se impidió que pudiesen
vender. Anderson entonces tuvo un conflicto de intereses, puesto que además de
las funciones de auditoría tenía también otros encargos de
consultoría.
Comparemos entonces ésto
con nuestro mercado.
Nuestra ley en su artículo
82 nos dice que los auditores externos deben ser independientes de las
sociedades auditadas, no pudiendo entonces y en consecuencia poseer
directamente, o a través de interpósitas personas naturales o jurídicas, ninguna
acción de ellas ni tampoco depender económicamente de un sólo cliente; tampoco
podrán ser miembros de las juntas directivas de las sociedades auditadas por
ellos, ni poseer relaciones crediticias de cualquier tipo con la junta. Además,
están facultados para examinar todos los libros, registros y cualquier
antecedentes de sociedades reguladas en ésta ley, incluso de sus filiales.
Además los auditores deben de examinar el balance, resultado, utilidades
retenidas y flujo de efectivo y expresar su opinión profesional independiente
sobre dichos estados financieros.
Por otro lado, los emisores
de valores de oferta pública, que emitan valores representativos de deuda de
acciones, deberán contratar una clasificadora de riesgos o costos para que
efectúe la clasificación continua de dichos valores o del emisor, según se
trate, ya sea de deuda o de acciones. Y luego las entidades que proporcionen el
servicio de clasificación deben mantener una actualización y hacer públicas sus
clasificaciones en la forma y con la periocidad que determine la
Superintendencia. Esto es, las clasificadoras trimestralmente tienen la
obligación de hacer una publicación de cada una de estas emisiones que están en
el mercado. Por lo tanto, las regulaciones de nuestro mercado están dados por
una Ley de Mercado y Valores, por la Ley de Bancos, clasificaciones de riesgo,
por el Código de Ética, por los informes de auditoría y por los hechos
relevantes.
Veamos entonces que
implicaciones ha tenido el caso de Enron. La Comisión de Valores de Estados
Unidos, la (Sec), trabajará, dice, con el Americanm Institute en the Certify
Public Accounts, con el objetivo de crear un organismo que tendrá plena
facultades para abrir investigaciones, iniciar procedimientos disciplinarios,
publicar sus conclusiones e imponer restricciones a los individuos o firmas que
hayan infringido normas éticas o de competencia profesional para auditar las
cuentas de las compañías cotizadas.
Sin embargo, ya las cinco
principales auditoras en el mundo han decidido separar sus negocios de
consultoría de los de auditoría, para evitar ese conflicto de intereses y
deshacerse de esas dudas que ahora se ciernen sobre su honestidad; además,
examinan que quien ha sido auditor en una firma no pueda ser contratado por
ésta, ya que puede ocurrir, como en el caso de Enron, en que directivos de
Arthur Anderson fueron contratados por la firma de energía.
Vemos entonces las
implicaciones que todas éstas noticias ha tenido sobre los mercados y vemos cómo
en la historia en un momento determinado la Bolsa cerró por tercer día
consecutivo, afectada una vez más por las dudas de la contabilidad de las
empresas norteamericanas nacido al calor del escándalo político-financiero del
caso de Enron. Vemos pues lo que mencionaba al principio, que los temores, las
sospechas del público, hacen que esos precios puedan bajar en un momento
determinado y vemos como estas noticias afectan el mercado de
acciones.
Además se han mostrado
reticentes a comprar acciones de una serie de conglomerados industriales, con
esquemas contables similares al caso Enron.
Además de eso, el
presidente Bush también anunció una propuesta para reestructurar las leyes de
pensiones, para dar mayor protección a las cuentas de retiro de millones de
trabajadores; y además, la Bolsa de Valores, Wall Street, dice está evaluando
cuál debe ser la relación de un banco de inversión con sus clientes,
cuantificando cuáles son las ventajas e inconvenientes de abarcar todas las
ramas de un negocio, desde la financiación hasta la asesoría en fusiones y
adquisiciones, pasando por la colocación de valores.
Conclusiones. Vemos que las
normas contables deben dar respuesta al tratamiento de operaciones complejas. En
el caso de Enron eran operaciones complejas y esas normas deben dar un
tratamiento especial para ese tipo de operaciones. Es labor de las casas de
corredores dar asesoría a sus clientes sobre las inversiones que éstos
requieren, mediante herramientas, como dijimos, el análisis técnico y los
análisis fundamentales.
El ente fiscalizador tiene
la obligación de seguir muy de cerca el desempeño financiero de los emisores; y
la Bolsa, de permitir a los inversionistas accesar a la información de
ellos.
La finalidad entonces de la
auditoría resulta clara y se pretende que un profesional independiente
certifique la veracidad de las cuentas y, por lo tanto, que los estados
financieros, sean reflejo de la realidad de una empresa.
Con ésto todos los
interesados en la marcha de la empresa tendrán la información adecuada,
considerando que ésta para vivir requiere información, cree en ésta y se basa en
ella para tomar decisiones; por lo tanto, en la veracidad de ésto radica el reto
que el mercado, la Bolsa, presenta al auditor.
Muchas Gracias.